Rusia es el país mas extenso del mundo y con el que limita con más países fronterizos. Un país que ha pasado en pocas décadas del comunismo más atroz al consumismo más feroz gracias a sus reservas energéticas.
Aunque a priori no es un destino fácil de visitar por su idioma, meteorología y burocracia, comprobareis que con paciencia e ilusión es un destino muy recomendable, sobretodo para los amantes de las historias de zares y conflictos bélicos.
FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
FECHA: Septiembre 2.013
DÍAS: 9
DOCUMENTACIÓN NECESARIA
DNI
Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, y Visado que hay que tramitar antes de la llegada al país.
CÓMO TRAMITAR EL VISADO
CÓMO TRAMITAR EL VISADO
Aquí viene la parte mas engorrosa del viaje a Rusia y la parte en la que muchas personas que desean visitar el país desisten de hacerlo.
Para viajar a Rusia es necesario visado, y hay que tramitarlo con mucha antelación porque no se puede entrar al país sin visado y tampoco existe la opción de Visa on Arrival (tramitarlo en el aeropuerto a la llegada del país). Tramitarlo por tu cuenta es muy fácil, pero muy entretenido y sobretodo, muy caro.
Lo primero que necesitarás para tramitar el visado es una carta de invitación de una persona o de una agencia rusa. Como probablemente no conoceremos a ningún ruso/a que nos pueda invitar a conocer su país, existen agencias por internet que por un módico precio te invitan a visitar el país y te tramitan la carta de invitación. Yo opté por tramitarlo por la web de Destination Russia, rellené online todos mis datos y el nombre de los hoteles dónde quería alojarme (aunque no es necesario), y después de pagar 14 € con tarjeta de crédito, en 10 minutos me enviaron un correo con mi carta de invitación y con todos mis datos.
Una vez que tengamos nuestra carta de invitación, el siguiente paso obligatorio es contratar un seguro de viaje donde quede cubierto los gastos médicos y de repatriación en caso de muerte. El seguro médico es obligatorio para tramitar el visado, y solamente se pueden contratar agencias de seguros homologadas por la Confederación Rusa. En mi caso, al no disponer de seguro médico personal, contraté una póliza online con la compañía Europea de Seguros a través de su web Seguros ERV, una compañía que estaba dentro de la lista de las homologadas, y su coste fue de 23 € para todo el viaje.
Y el tercer paso para tramitar el visado, y el mas importante, es hacerlo en una embajada rusa o en el consulado de vuestra ciudad. Yo lo tramité en Barcelona a través de Central de Visados Rusos, donde a través de su web Central de Visados Rusos me descargué el formulario de solicitud de visado, y una vez rellenado e imprimido, junto a una fotografía de carnet, la carta de invitación, la póliza del seguro y el pasaporte con una vigencia mínima de 6 meses y almenos dos páginas del pasaporte en blanco, me presenté en sus instalaciones de la Avenida de Roma, 67, Bajos, de Barcelona, y una vez comprobada que toda la documentación fuera correcta y previo pago con Visa de los 58 € que cuesta tramitarlo, en unos 10 días volví a pasar otra vez por sus instalaciones a recoger mi pasaporte con el visado tramitado.
Como podeis comprobar, si seguís los mismos pasos que di yo, tramitar el visado es lo más sencillo que podáis hacer. Os recomiendo que lo tramiteis con muchas semanas de antelación y no lo dejéis para el final, más que nada para que después no os vengan las sorpresas. Yo por comodidad lo tramité con 4 meses de antelación por si me surgía cualquier imprevisto. Si teneis cualquier duda acerca del visado, os podeis poner en contacto con ellos llamando al 902 19.29.30 o enviándoles un mail con vuestras dudas, os aseguro que responden y a pesar de su carácter tan frío, son muy amables.
Eso si, una vez obtienes tu visado y te pones a hacer cuentas, entre carta de invitación, seguro médico y visado, te han soplado 100 € aproximadamente, pero es que no hay forma humana de tramitarlo más barato, y una vez que vuelves del viaje con la satisfación que todo ha ido bien, no te acuerdas del dinero invertido en la obtención del visado, aunque entiendo que esto es un dato muy a tener en cuenta y que a mucha gente le tira para atrás gastarse tanto dinero y puede que no le compense.
OTROS DATOS DE INTERÉS
IDIOMA: Se habla el ruso puro y duro, y su alfabeto es el cirílico. Olvidate del inglés.
MONEDA: La moneda es el Rublo, y en el momento del viaje 1 € = 43 Rublos.
VISADO 96,00 €
DÍA 1.- BCN - SAN PETERSBURGO
DÍA 2.- SAN PETERSBURGO
DÍA 3.- SAN PETERSBURGO
DÍA 4.- SAN PETERSBURGO
DÍA 5.- SAN PETERSBURGO - MOSCÚ
DÍA 6.- MOSCÚ
DÍA 7.- MOSCÚ
DÍA 8.- MOSCÚ
DÍA 9.- MOSCÚ - KIEV
TRANSPORTE EN SAN PETERSBURGO
TRANSPORTE EN MOSCÚ
ALOJAMIENTO
Sky Hotel San Petersburgo. Después de mucho buscar y llegar a la desesperante conclusión de que el alojamiento en Rusia es muy caro, tuve la suerte de descubrir este alojamiento en pleno centro de San Petersburgo, y dónde las críticas de todos los huéspedes eran muy buenas. Aunque a mi llegada me dieron la noticia que había overbooking a pesar de haber reservado con 5 meses de antelación, me hicieron un upgrade en otro hotel del mismo grupo, y aunque la calidad-precio fue muy buena, el alojamiento dejaba mucho que desear, y más por los 100 € que costaba cada noche.
Reservé a través de la página web de Booking y la estancia ha sido recomendable pero justita. Habitación normal y limpia, con desayuno incluido, y por 38 € la noche con baño privado. Ha sido una forma económica de alojarme y no compartir habitación con nadie.
3 Penguins Hostel Moscu. Alojamiento con apenas 5 habitaciones, céntrico y con estación de metro delante del alojamiento. La única pega es que no entraba desayuno y que los lavabos eran compartidos, pero muy limpios en todo momento. Oaxana, la chica que cuida del alojamiento, es muy amable y te ayuda en todo lo que puede, ya que es de las pocas personas que he encontrado en todo el viaje que hablara inglés. Lo mejor del alojamiento es que se encuentra a 15 minutos caminando de la Plaza Roja.
Reservado a través de la página web de Booking y la estancia ha sido muy recomendable. Habitación privada y amplia, aunque en 4 días que estuve alojado no hicieron nunca la limpieza, y su precio ha sido de 57 € la noche, que para ser Moscú está pero que muy bien.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Sin duda, la historia que envuelve todo el país y sus monumentos, aunque acabas un poco saturado de tantas iglesias. San Petersburgo y Moscú son ciudades muy bonitas, y que recomiendo visitar una vez en la vida.
Después de cenar me fui dando un paseíto hasta el hotel y me recogí pronto, que ese día estaba agotado y muerto de sueño, necesitaba descansar y empezar a tope el día siguiente.
DÍA 2.- SAN PETERSBURGO
Después de no pegar ojo en toda la noche por culpa del colchón súper blando de la cama, y sobretodo por los cientos de mosquitos que me acribillaron en la habitación, después del escueto desayuno me fui a empezar las visitas de la ciudad.
Hoy tenía intención de visitar el Palacio de Peterhof y quería hacerlo pronto antes de que llegaran los cientos de turistas y cruceristas que estaban por la zona.
Hay diferentes formas de llegar a Peterhof, y es muy fácil hacerlo por libre y no contratar ninguna excursión privada. Lo más fácil es hacerlo como lo hice yo, que fue coger el metro en la Nevsky Prospekt hasta la parada Avtovo (línea roja, 28 rb), y una vez sales de la parada de metro Avtovo hay diferentes buses o matriuskas (minibuses), que te llevan directo a Peterhof. Si se decide ir en bus, deberás coger los números 200 ó 210, y si decides coger un minibús (como fue mi caso), deberás coger uno de los números 224, 300, 424 ó 424A, y el precio del ticket de bus es de 60 rb, así que por 88 rb (aprox. 2 €) puedes ir por tu cuenta a visitar Peterhof sin necesidad de contratar un tour privado.
Otra cosa es cuando después de 25 minutos y 29 Kms. llegas a Peterhof, recorres los jardines y llegas a las taquillas... y ves que hay que pagar por visitar todo!! Y evidentemente, si no os sobra el dinero es imposible pagar por visitar todo. Aquí os dejo la web de Peterhof para que miréis los precios de los tickets y podáis planificar lo que quereis ver en vuestra visita.
Yo simplemente compré el ticket de los jardines y las fuentes, que desde el mes de mayo hasta septiembre están abiertas y con agua, y es una gozada poder visitarlas. El precio de mi ticket fue de 450 rb.
En un par de horas puedes visitar los jardines y las fuentes tranquilamente, y si vas a pasar más de dos días en San Petersburgo, recomiendo que hagáis la excursión a Peterhof por vuestra cuenta y la podáis visitar.
Después de la visita, simplemente salir por dónde se ha venido y volver a coger un minibús que te lleve de nuevo a la estación de metro de Avtovo.
Otra forma de ir o llegar a la ciudad, es a través de un transbordador que se coge detrás del museo del Hermitage y que te lleva por mar hasta Peterhof y viceversa, pero el precio del ticket es de unos 1.000 rb aproximadamente, y solamente se puede pagar en cash. Yo os recomiendo que vayáis por carretera, ya que es la forma más barata de viajar, y además de no coincidir con más turistas y mezclarte con la gente local.
A mi vuelta a San Petersburgo ya de mediodía, me fui a comer en un Subway cercano a la Nevsky Prospekt, y después me puse a visitar la Catedral de Kazan, que es gratuita pero está prohibido hacer fotografías en el interior, así como el famoso edificio Singer.
Después de las visitas, me fui recorriendo toda la Avenida Nevsky que tiene una longitud de más de 4 Kms., hasta desembocar en la Dvortsovaya Ploschad, la plaza dónde se encuentra el museo del Hermitage, visita que dejaría para otro momento.
Cuando ya empezaba a anochecer, me fui de vuelta al hotel bordeando el Rio Moyka, hasta llegar a un colmado o pequeña tienda rusa, dónde pude comprar una botella de antimosquitos para la habitación y no volver a sufrir las picaduras de la noche anterior, así como varias cosas de comer y beber para picar en la habitación, ya que no me apetecía volver a salir para cenar, y prefería relajarme en el hotel e intentar descansar de una vez por todas.
DÍA 3.- SAN PETERSBURGO
Esta noche por fin he podido dormir y descansar tranquilo después de casi 4 días sin hacerlo, cosa que tu cuerpo te agradece. Después de desayunar, en la que recomiendo hacerlo pronto porque el hotel solamente dispone de dos mesas para desayunar y se llena a menudo, cogí el planning apretadito del día con la intención de poder realizarlo. A las 09:00h de la mañana ya estaba tirado en la calle intentando descubrir muchos más rincones de la ciudad.
La primera visita fue al exterior de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada sin la multitud de gente que se aglutina más tarde, ya que la visita al interior tenía intención de realizarla por la tarde.
DÍA 4.- SAN PETERSBURGO
Hoy me he levantado con un dolor de pies impresionante y con la planta de los pies un poco dañada, y aunque me duele al caminar, no va a ser ningún impedimento para realizar el planning cultural que tengo previsto para el día de hoy.
Hoy va a ser un día de relax después de todo el tute que me metí ayer. La primera visita será a la Plaza Dvortsovaya para visitar el Palacio de Invierno y el Museo del Hermitage, considerado una de las mejores pinacotecas del mundo, sino la que más.
La visita empieza en la impresionante plaza, situada a 3 minutos caminando de mi alojamiento, y dónde a primera hora de la mañana todavía no hay mucho movimiento de personas, cosa que se agradece.
Sobre las 09:30h de la mañana decidí entrar al Museo del Hermitage, dónde las colas de gente para sacar los tickets ya era bastante importante. Yo para ahorrar tiempo y esperas, decidí sacar mi ticket por internet a través de la web del Museo Hermitage y me costó 17,95 $ (unos 14 € aprox.), un par de euros más cara que si la compras allí en persona, pero te evitas tantas pérdidas de tiempo. Yo simplemente me dirigí a una caseta que hay en la entrada del museo, entregué mi pasaporte junto a mi reserva, y en dos minutos ya tenía mi ticket y saltarme las dos impresionantes colas de gente que había allí esperando para comprar su ticket.
Os recomiendo esta opción aunque os salga un poquito más caro, pero lo agradeceréis una vez que estéis allí.
Una vez que entras puedes coger un plano en español del museo que te ayudará mucho con tu visita, ya que es imposible verlo todo en un día. Yo me decidí por las salas de arte griego, romano y egipcio, y por las salas de pintura española, italiana y holandesa, destacando los cuadros de uno de mis pintores favoritos, como es Rembrandt.
Una vez que estás dentro el tiempo se te pasa volando entre tanta belleza y hay que tener cuidado con no sufrir el famoso Síndrome de Stendhal.
Yo personalmente empecé mi visita sobre las 10h de la mañana, y salí a las 16h de la tarde, y os aseguro que me dejé muchas cosas por visitar y otras solamente las pude visitar por encima.
Como el hambre ya apretaba y no tenía ganas de buscar un lugar para comer, en la misma cafetería del museo tienen habilitadas unas cuántas mesas para comer, y aprovechando que había algún sitio libre, pude comerme un sándwich con una coca cola, y aunque parezca raro, comer en la cafetería del Hermitage no resulta nada caro.
Al salir di una última vuelta por la Plaza Dvortsovaya ya que no tenía ninguna intención de volver y al día siguiente me voy para Moscú.
Ahora se nota que hay mucha gente, sobretodo un nuevo tipo de turistas que no conocía y que me da más miedo que el turista normal, que son los cruceristas!! Es decir, personas que están de viaje en un crucero y que hacen parada en San Petersburgo por unas horas o máximo un día, y con el afán de aprovechar al máximo ese poco tiempo que tienen, se llevan por delante a cualquier persona que se les cruce en el camino, y no tienen pudor en destrozarte las fotos que estás haciendo. Así que intentar evitar los cruceristas en cualquiera de vuestros viajes!!
Del Museo del Hermitage puse rumbo a otra visita importante que me faltaba antes de despedirme de la ciudad, y no era otra que la visita al interior de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada.
Justo en la entrada del recinto tienes las taquillas para comprar los tickets, que cuestan 450 rb por persona y tienes derecho a hacer fotografías en su interior. Al principio puede parecer un poco caro el precio del ticket, pero una vez que visitas el interior lo encuentras totalmente justificado su importe.
DÍA 5.- SAN PETERSBURGO - MOSCÚ
Sin apenas dormir nada, y tras desayunar algo en mi habitación que pude comprar la noche anterior porque el horario del desayuno en el hotel empieza a las 08:00h, he bajado a las 05:20h, he podido realizar el check out y ya estaba esperándome el "taxista" que tenía que llevarme a la estación.
Tal y como imaginaba, de taxista no tiene nada y es un coche particular, supongo que algún compinche de la recepcionista para sacarse unos rublos extras, cosa que no me importa mientras cumplan con lo pactado. A esa hora apenas se ve un alma por la calle, solamente gente joven como en cualquier ciudad que salen de fiesta y que a esa hora buscan un transporte para ir para sus casas.
Por si quería más emoción a un trayecto en coche de no más de 10 minutos, mi conductor se salta un semáforo en rojo y se lleva por delante a un joven que iba en bici. No sabemos de quién es la culpa, si del conductor por saltarse el semáforo (seguramente) o del ciclista por no llevar iluminación ni chaleco reflectante... solamente sé que mi conductor se encara con otras personas que han presenciado el accidente mientras el ciclista está en el suelo retorciéndose de dolor.
Después de 10 minutos allí y un poco nervioso porque no quería perder el tren, decido bajar del coche y me intereso por el ciclista, al verme me dice por señas que está bien y el resto de gente deja de reprocharle cualquier cosa al conductor, incluso se despiden con un apretón de manos y una sonrisa y volvemos al coche.... no entiendo nada, hasta hace un momento le querían linchar a palos y poco después se despiden tan amigos.... es una lástima no saber ruso en ese momento para saber ese cambio de reacción o quizás me confundieron a mi con algún famoso!! jaja.
A las 06:00h llegamos a la estación de Vosstaniya, lugar dónde parten los trenes a Moscú, le pago al conductor lo acordado y me deja allí. Ahora lo complicado es saber a dónde tengo que dirigirme y desde que vía sale mi tren a Moscú.
El ticket lo compré por internet a través de la web de los Ferrocarriles Rusos y dónde no es muy complicado hacer la compra si pones el idioma en inglés. Me costó el billete 53 € aproximadamente en un tren Sapsán súper moderno, equivalente a nuestro AVE o a un tren bala de Japón, dónde hice el trayecto entre San Petersburgo a Moscú en escasas 3 horas y media.
Os recomiendo que compréis los tickets a través de esta web que es la oficial y evitar páginas intermediarias que son mucho más caras.
Una vez dentro de la estación y guiándome por el horario de salida, le pregunté a un rancio policía ruso por mi tren, y me dijo que todavía no había llegado y que tenía que esperar. Poco después llegó mi tren, abrieron unas puertas y tuvimos que pasar un control de equipaje y documentación por scáner, y me subí al tren en busca de mi vagón y asiento, que funciona exactamente igual que en Japón y también son muy puntuales.
Del trayecto solamente puedo decir que fue súper cómodo y que no me enteré de nada porque me pasé más de 3 horas durmiendo.
A la llegada a Moscú te deja en la parada de Komsomolskaya, dónde a la salida de la estación está la estación de metro del mismo nombre desde dónde puedes enlazar hacia tu destino. En mi caso, compré un billete de metro que en Moscú cuesta 30 rb, cogí la línea marrón hacia Paveletskaya e hice trasbordo a la línea verde hasta la parada Novokuznetskaya, dónde tenía mi alojamiento.
El alojamiento está justo enfrente de la parada de metro, aunque al no estar señalizado tuve que dar un pequeño rodeo hasta que lo encontré.
Una vez en el hotel realicé el check in y justo cuando me disponía a salir a visitar la ciudad, se lió a llover de tal manera que solamente pude salir a comer en un restaurante cercano y dar una pequeña vuelta por los alrededores, dejando las visitas más importantes para el día siguiente.
A las 18:00h de la tarde ya estaba de vuelta en el hotel, dónde aproveché para organizar un poco la ruta del día siguiente y conectarme un rato a internet con el wifi del hotel y aprovechar para mensajear con los amigos. A pesar de ser un día largo y poco fructífero, aprovecharé para descansar después de tanto tute.
DÍA 6.- MOSCÚ
Hoy he dormido bastante bien y me he recuperado bastante del cansancio acumulado en estos días. En el hotel no sirven desayunos aunque disponemos de cocina para que cada uno se sirva todo lo que compre.
Yo decido aprovechar que de momento no llueve y justo al lado de la puerta del hotel tengo una cafetería dónde sirven unos capucchinos muy buenos, se agradece tomarse algo caliente con la temperatura tan fría que hace en Moscú.
Después cojo el metro y me bajo en la parada Teatralnaya, dónde visito los exteriores del famoso teatro Bolshoi, que es una maravilla y la famosa estatua de Karl Marx, en un lugar un poco surrealista.
De aquí me voy andando hasta la Plaza Roja, dónde no me lleva más de 10 minutos. La verdad es que cuando ya me estaba acercando me entró una especie de emoción por dentro difícil de disimular, y es que cuánto más viajas y más sitios conoces, más ilusión te hace descubrir y conocer los lugares más históricos y emblemáticos de cada ciudad, y más la Plaza Roja con tanta y tanta história en su poder.
Lo primero que pude descubrir en su exterior fue la Manezhnaya Ploschad con la estatua del comandante Georgui Zhúkhov, héroe de la Unión Sovietica durante la II Guerra Mundial. Una vez que traspasas el arco y la puerta que accede a la Plaza Roja, encontramos a nuestra derecha la pequeña Catedral de Kazán, dónde la entrada es gratuita, y a nuestra izquierda el interesante Museo de História del Estado, al que decidí volver en otro momento.
La sorpresa, mejor dicho, la decepción, fue entrar en la Plaza Roja y verla toda vallada, por lo visto en estos días se estaba celebrando algún evento importante, y la tumba del mausoleo de Lenín estaba cerrada.
Espero que en los próximos días quede totalmente restablecido la circulación normal de peatones para poder visitarla.
A un extremo de la Plaza Roja se encuentran los grandes almacenes GUM, lugar dónde años atrás habían grandes colas de gente pobre para pedir comida y que desde la Perestroika ha sufrido una gran transformación, siendo hoy día unos grandes almacenes con más de 100 tiendas selectas y dónde los ricos pasan sus horas de ocio consumiendo.
Hasta que al final de la Plaza encontramos la Catedral de San Basilio, el icono típico del país y que hemos visto tantas y tantas veces retratado.
Después de un buen rato haciendo fotos sin parar y aprovechando que todavía no habían llegado los autobuses de turistas, y obviando la visita al interior de la Catedral de San Basilio porque me recomendaron que no lo hiciera porque la entrada es cara y decepcionante, volví a deshacer mis pasos hacia la entrada a la Plaza Roja, y a la izquierda se encuentra los bonitos jardines de Alexandrovski, dónde podemos ver la Tumba del Soldado Desconocido, y a cada hora en punta, el cambio de guardia, que dura unos 15 minutos y es muy sencilla, no tiene nada que ver con el cambio de guardia de por ejemplo Londres en el Buckhingham Palace o de otras ciudades europeas.
Una vez visitado los jardines Alexandrovski, allí mismo hay un pequeño puesto dónde venden los tickets para visitar el Kremlin, y es el mejor sitio para comprar los tickets porque apenas hay colas y porque en un momento puedes entrar al recinto a través de la Torre Kutafya.
Hay diferentes tipos de tickets dependiendo de lo que se quiera visitar, yo solamente visité el Kremlin y el circuito de las Catedrales, obviando la Armería y el Fondo de Diamantes, ya que aparte de ser muy caras, no me parecían muy interesantes.
Aún así el ticket me costó 350 rb y no me arrepiento de haberlo visitado.
Solamente traspasar la Torre Kutafya, podemos encontrar el despacho oficial y fuertemente custodiado del primer ministro Vladimir Putin, y más adelante la Catedral de la Asunción, la del Arcángel y la de la Anunciación, así como el Cañón y la Campana del Zar.
Hay que tener cuidado porque al sacar vuestra entrada, automáticamente os asignarán un horario para visitar el interior de las catedrales, y en caso de no llegar a tiempo no os dejarán entrar.
El interior de las catedrales es una autentica maravilla, la lástima es que no dejan hacer fotos en su interior. La visita al Kremlin depende de cada uno y de vuestro ritmo, yo estuve cerca de tres horas y os puedo asegurar que se me hicieron muy cortas.
Al salir decidí ir a comer a un restaurante de la cadena italiana Sbarros que había enfrente del Kremlin y dentro de los jardines Alexandrovski, y después me fui andando hasta Biblioteka Imeny Lenina, aunque sin entrar pude visitar los exteriores de la biblioteca más grande de todo Moscú y después me fui a visitar la Iglesia del Cristo Salvador, una espectacular iglesia dónde en ese momento estaban oficiando una misa e incluso pusieron una pantalla gigante para la gente que había fuera del recinto y no podían entrar.
Al lado de la Iglesia del Cristo Salvador se encuentra la Puerta de Iver, un puente desde dónde se tienen unas vistas fantásticas de todo el Kremlin de Moscú.
Después de visitar esta zona y como estaba empezando a llover, cogí el metro hacia la calle más comercial de Moscú, Arbatskaya, (la calle Arbat), una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes a lado y lado de la calle, aunque para mi gusto bastante fría y sin personalidad, aunque va bien para coger ideas de los típicos souvenirs que se pueden comprar, aunque recomiendo no comprar nada porque los precios están demasiado inflados.
Lo más curioso fue ver un Mc Donalds escrito en cirílico. El final de la calle Arbat desemboca en uno de los mastodontes o uno de los siete rascacielo que construyó Stalin en la ciudad, conocido como "Las Siete Hermanas", y que en este caso era el Ministerio de Asuntos Exteriores, y como os podeis imaginar, es impresionante.
En Moscú anochece antes que en San Petersburgo, y entre el mal tiempo y lo corto que se hace el día, sobre las 20:00h ya está anocheciendo, así que aproveché que estaba en la calle Arbat y que es muy comercial para quedarme a cenar, y finalmente opté por la cadena de búffet libre Mu-Mu, famoso porque tiene el rótulo y una vaca fuera en la puerta. Comer en esta cadena no es caro, aproximadamente 400 rb, aunque la comida no tiene mucha calidad y al estar mucho tiempo expuesta me da la impresión que está recalentada.
Después de cenar volví a coger el metro hacia mi hotel, llegando sobre las 22:00h, llevaba fuera desde las 08:00h de la mañana y el día lo había aprovechado bastante bien y había podido recuperar algunas visitas que no pude hacer el día anterior por culpa del tiempo.
DÍA 7.- MOSCÚ
Después de una reparadora ducha bien pronto aprovechando que está todo el mundo durmiendo, me bajo a la cafetería de al lado dónde la chica ya me conoce del día anterior y no hace falta hacerle un croquis de un capucchino como el día anterior para que me entendiera.
Es una lástima que en Rusia en general no sepan un mínimo de inglés básico para defenderse, pero tal y como me explicó Oaxana, la chica de mi albergue, el inglés se está impartiendo en las escuelas desde hace solamente dos años y por eso la mayoría no entienden nada, aunque es verdad que muchos hacen un esfuerzo por entenderte.
El día de hoy lo quiero dedicar a una de las visitas que más ilusión me hace de todo el viaje, y no es otra que ir a Park Pobedy y visitar el Museo de la Guerra Patria, aunque es curioso que para los rusos la II Guerra Mundial no empieza en el año 1.939, sino en el 1.941 cuando la Unión Sovietica empezó a intervenir.... aunque como siempre, la historia siempre la escriben los vencedores.
Cogí el metro y después de hacer trasbordo cogí la línea azul hasta la parada del mismo nombre, Park Pobedy. Solamente salir de la estación te recibe el Arco del Triunfo, que recuerda mucho al de París, y después se recorre una gran explanada llena de monumentos significativos a la citada efeméride.
No os voy a explicar la historia porque hay mucha información en la red, aunque os aseguro que es muy interesante. La entrada para visitar los vehículos bélicos cuesta 250 rb.
La verdad es que disfruté de la visita como un enano y lo pude hacer en solitario, ya que no mucha gente que visita Rusia se entretiene en visitar Park Pobedy.
Deshice mis pasos nuevamente hasta la estación de metro y me fui hasta la parada de la línea naranja VDNCH, dónde tenía intención de pasar la tarde visitando el Museo del Cosmonauta y el Centro Panrusos o de los logros de la URSS.
Ambas visitas son interesantes y están una enfrente de la otra, además de ser gratuitas.
DÍA 8.- MOSCÚ
Hoy no he dormido demasiado bien, y es que los huéspedes del hotel se han pasado haciendo ruido en el comedor hasta altas horas de la noche. No entiendo a la gente que viaja a un país y se pasan todo el día encerrados en el hotel sin salir a visitar nada, lo he visto en varios países y me resulta muy curioso, vayas a la hora que vayas a tu alojamiento siempre te los encuentras tirados en el sofá o navegando por internet.... una forma muy curiosa de viajar y que no comparto para nada.
Pues hoy es mi último día completo en Moscú, lo más importante de la ciudad ya lo he visitado y hoy quiero tomarme el día algo más relajado. Vuelvo a tomarme un capucchino en el mismo sitio de siempre, y tengo la suerte que hasta la chica ya me sonríe y todo al verme, pensaba que los rusos no cambiaban nunca su semblante tan serio que tienen siempre.
La primera visita que quiero hacer hoy es al Convento de Novodevichi, o más conocido como el convento de las doncellas.
Cojo el metro y hago trasbordo hasta la línea roja y me bajo en la parada Sportivnaja, y al salir de la estación hay que seguir hacia la derecha unos 400 metros hasta llegar al convento y a su famoso lago, conocido como el Lago de los Cisnes, y es que dicen que el autor de la famosa obra, Piotr Llich Tchaikovsky se inspiró en este lago para escribir su famosa obra y representada tantas veces en ballet.
El paseo es muy agradable, y además hoy por primera vez que llegué, luce el sol!!! Después entro al Convento y me hago el loco y me meto sin pagar entrada, ya que veo que nadie lo hace a pesar de estar las taquillas al lado y estoy un poco cansado de estar siempre aflojando la billetera.
El interior está bien y lo más destacado es su cementerio, dónde hay enterradas algunas personas conocidas, como la mujer de Mihail Gorbachov o el ex-presidente de Rusia, el borrachín Boris Yelstin.
DÍA 9.- MOSCÚ - KIEV
Hoy he madrugado muchísimo, y a las 06:00h ya tenía todo preparado para salir pero caí en el error de no avisar a Oaxane el día anterior, y he tenido que despertar a la pobre chica para que me abriera la puerta de la calle para poder irme, me ha sabido muy mal pero ella ni así pierde la sonrisa de su boca.
He tenido suerte de alojarme en esta guesthouse, porque todas las carencias que pueda tener quedan compensadas con la amabilidad y profesionalidad de esta persona.
Cojo el metro en mi parada de Novokuznrtskaya, como siempre, y me bajo una parada después, en Paveletskaya, dónde salgo al exterior para ir a la estación de trenes que está justo enfrente al otro lado de la calle, unos 3 minutos caminando por un paso subterraneo, dónde se nota mucho el frio y las pintas de gente que hay a esas horas por las calles, muchos de ellos caucásos.
Una vez llegas a la estación de trenes de Paveletskaya simplemente debes seguir las indicaciones del Aeroexpress que te lleva desde esta estación hacia el aeropuerto de Domodedovo en escasos 45 minutos.
Recordad que si vuestro vuelo sale desde otro aeropuerto que no sea Domodedovo, no teneis que coger el tren en la estación de Paveletskaya. Tienes un stand dónde una señorita rusa te vende los tickets, o tienes diferentes máquinas automáticas dónde puedes comprarlos, incluso puedes seleccionar el idioma español para comprarlo y puedes pagar con Visa.
Si prefieres la comodidad, puedes comprarlo a través de la web Aeroexpress y el precio es el mismo, 320 Rb por trayecto.
Los trenes tienen una frecuencia de 30 minutos desde las 06:00h de la mañana hasta las 00:00h de la noche y es un servicio rápido y cómodo.
Una vez en el aeropuerto tuve que esperar unas dos horas para facturar mi equipaje con la compañía Ukranian Airlines, que es totalmente recomendable, y una vez facturado mi equipaje y antes de embarcar, debes pasar por inmigración, dónde te sellan el pasaporte y tienes que entregar la tarjeta que te dieron el primer día, sino no sales del país.
A las 10:30h salió puntual mi vuelo a Kiev, pero eso ya será en otra entrada.
Si teneis una semana de vacaciones y no os quereis ir muy lejos, o si bien vuestro presupuesto es ajustado, solamente os puedo recomendar este viaje a Rusia, aunque teneis que tener muy claro en qué fecha quereis viajar porque os puede condicionar vuestro viaje.
De Octubre a Abril lo descartaría por el frío, y el mes de agosto también porque hace muchísima calor, así que las mejores serían a partir de la segunda semana de Mayo (la primera es festiva en Moscú y los precios se encarecen mucho) o en septiembre, dónde encontrareis temperaturas agradables.
Y que el tema del visado y el idioma no os haga renunciar a este viaje porque os arrepentiréis, y sobretodo, evitad las agencias de viajes porque es un país muy fácil para moverse y para viajar por libre, y vuestra economía os lo agradecerá!
TARJETAS: Se acepta el pago con tarjetas en casi cualquier lugar. No hay problemas para sacar dinero en cajeros automáticos.
GUIA DE VIAJE: Como siempre será la Lonely Planet, aunque son versiones de hace 5 años y están totalmente desfasadas en cuanto a precios se refieren.
TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming. Lo mejor es llamar desde locutorios o cualquier local dónde dispongan de un teléfono, o bien comprar una tarjeta telefónica internacional en cualquier kiosco, siempre mucho más barato que usar el móvil.
INTERNET: Prácticamente en cualquier lugar hay ciber-cafés para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito.
SEGURIDAD: País 100% seguro, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común.
VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.
ELECTRICIDAD: El voltaje es de 220 V y no hace falta adaptador para los enchufes.
DIFERENCIA HORARIA: Es + 2 horas respecto a España.
RELIGIÓN: Conviven diferentes religiones, desde ortodoxos a católicos.
PRESUPUESTO DEL VIAJE
DESGLOSE DEL PRESUPUESTO IMPORTE
VUELO BCN - SAN PETERSBURGO CON Swiss Air 220,00 €
VISADO 96,00 €
ALOJAMIENTO 380,00 €
TICKETS 27,00 €
OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..) 140,00 €
Total Presupuesto por Persona 863,00 €
DÍA 1.- BCN - SAN PETERSBURGO
DÍA 2.- SAN PETERSBURGO
DÍA 3.- SAN PETERSBURGO
DÍA 4.- SAN PETERSBURGO
DÍA 5.- SAN PETERSBURGO - MOSCÚ
DÍA 6.- MOSCÚ
DÍA 7.- MOSCÚ
DÍA 8.- MOSCÚ
DÍA 9.- MOSCÚ - KIEV
TRANSPORTE EN SAN PETERSBURGO
TRANSPORTE EN MOSCÚ
ALOJAMIENTO
Reservé a través de la página web de Booking y la estancia ha sido recomendable pero justita. Habitación normal y limpia, con desayuno incluido, y por 38 € la noche con baño privado. Ha sido una forma económica de alojarme y no compartir habitación con nadie.
3 Penguins Hostel Moscu. Alojamiento con apenas 5 habitaciones, céntrico y con estación de metro delante del alojamiento. La única pega es que no entraba desayuno y que los lavabos eran compartidos, pero muy limpios en todo momento. Oaxana, la chica que cuida del alojamiento, es muy amable y te ayuda en todo lo que puede, ya que es de las pocas personas que he encontrado en todo el viaje que hablara inglés. Lo mejor del alojamiento es que se encuentra a 15 minutos caminando de la Plaza Roja.
Reservado a través de la página web de Booking y la estancia ha sido muy recomendable. Habitación privada y amplia, aunque en 4 días que estuve alojado no hicieron nunca la limpieza, y su precio ha sido de 57 € la noche, que para ser Moscú está pero que muy bien.
* Sin duda, la historia que envuelve todo el país y sus monumentos, aunque acabas un poco saturado de tantas iglesias. San Petersburgo y Moscú son ciudades muy bonitas, y que recomiendo visitar una vez en la vida.
* La red de metro por toda la ciudad que hace que puedas llegar a cualquier punto de la ciudad, que aunque sean trenes viejos y esté todo escrito en círilico, no tiene ninguna dificultad, y su precio es muy barato comparado con otros países europeos.
* Para los amantes de la história, poder visitar lugares como la Plaza Roja, el Hermitage, o Park Pobedy, lugares donde antaño han transcurrido tantas y tantas cosas que hemos podido estudiar cuando éramos más jóvenes.
LO PEOR DEL VIAJE
* La temperatura que me he encontrado en el país, desde un sol radiante en San Petersburgo a lluvia y frio en Moscú. Hay que mirar muy bien las fechas de cuando uno quiere viajar, porque te puede condicionar mucho el viaje. Las mejores fechas para viajar es en primavera o en otoño, porque el resto del año es casi imposible.
LO PEOR DEL VIAJE
* La temperatura que me he encontrado en el país, desde un sol radiante en San Petersburgo a lluvia y frio en Moscú. Hay que mirar muy bien las fechas de cuando uno quiere viajar, porque te puede condicionar mucho el viaje. Las mejores fechas para viajar es en primavera o en otoño, porque el resto del año es casi imposible.
* Para ser ciudades bastante turísticas, pienso que deberían señalizar bastante mejor los lugares más importantes a visitar, ya que apenas existen señalizaciones o están escritos en cirílico. Lo mejor es aprenderse el abecedario antes de visitar el país y asi poder descifrar las palabras, aunque en muchos museos no existen ni audioguias en inglés.
* La gente del país no es que sean la alegría de la huerta, son muy frios y muy secos, y apenas muy poca gente habla más de 4 palabras en inglés. Ellos hacen el esfuerzo de ayudarte pero la barrera del idioma lo hace imposible, aunque en Japón compensaban este handycap con su hospitalidad, que los rusos no tienen.
* No me ha gustado que aparte del transporte, Rusia en general es una país muy caro, sobretodo los alojamientos, restaurantes y las entradas a los lugares de interés, ya que prácticamente hay que pagar por todo, y no es precisamente barato, dónde si no te sobra el dinero tienes que priorizar y descartar los lugares que quieres visitar.
Y con esta pequeña introducción, nos vamos a visitar el país de los zares!!!
DÍA 1.- BARCELONA - SAN PETERSBURGO
Después de una dura jornada laboral y con el presentimiento de que a mi vuelta va a haber muchos cambios, me dispongo a pasar toda la noche tirado en el aeropuerto porque mi vuelo sale a las 06:30h y no quiero molestar a nadie, ni tampoco quiero dejar el coche 11 días en el párking del aeropuerto para no arruinarme.
Desde las 05:00h ya puedo realizar el check-in de mi equipaje con la agradable compañía Swiss Air, personalmente mi compañía favorita dentro de Europa. A las 06:30h despegamos puntuales y no tardo en quedarme dormido, cosa rara en mi. Tras una breve escala en Zúrich con cambio de avión incluido y comprobaciones de los visados para volar a San Petersburgo, volvemos a despegar y llegamos a las 14:15h a San Petersburgo, según lo previsto.
El tema de inmigración parece muy complicado e impone respeto ver a las autoridades rusas, pero simplemente entregas tu pasaporte con tu visado, ellos te realizan informáticamente la tarjeta de inmigración de entrada y salida del país (no hay que rellenar ningún documento en el avión, pero esta tarjeta deberás conservarla hasta tu salida del país), sello en el pasaporte y... bienvenidos a la Confederación Rusa!!!
Una vez recogido el equipaje y haber cambiado en el mismo aeropuerto mis primeros rublos (sorprendentendemente, en el aeropuerto conseguí el mejor cambio de toda mi estancia en Rusia), y después de quitarme de encima a todos los taxistas que ofrecen sus servicios para llevarte a tu destino, en la misma puerta de salidas del aeropuerto puedes coger el bus urbano número 13 ó 13K, que por un precio de 30 Rublos y en un trayecto de unos 20 minutos aproximadamente, te deja en la parada de metro Moskovskaya (línea 2), dónde puedes enlazar hasta cualquier punto de la ciudad.
Después de comprar un ticket de metro (es una ficha magnética con forma de moneda) por 28 Rublos en una de las ventanillas de la estación, y después de varias paradas, me bajé en Nevsky Prospekt, la avenida más comercial e importante de la ciudad, dónde a pocos pasos se encontraba mi hotel. Resumiendo, que si optas por llegar a tu alojamiento en transporte público como hice yo, en total te puede salir 58 Rublos, que al cambio viene a ser 1,20 €! Y si optas por la comodidad de coger un taxi desde el aeropuerto, su precio es de 30 € aproximadamente.
Una vez llegado al hotel, situado dentro de un patio escondido sin apenas información y después de subir hasta una sexta planta, me dicen amablemente que no me pueden dar la habitación porque hay overbooking, a pesar de reservar con 4 meses de antelación!! Pero para compensar las molestias, me ofrecen un upgrade en otro hotel del grupo, situado a 5 minutos de distancia, y situado a 200 metros de la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, uno de los principales iconos de la ciudad.
Así que me fui caminando hasta mi nuevo alojamiento, el Nevsky Moyka, dónde me ofrecieron una habitación individual, con baño privado en la misma habitación y desayuno incluido, por el mismo precio del hotel que tenía reservado (38 €), ya que el precio normal en este alojamiento es de 100 € por noche.
Así que contento con el cambio, dejé mi equipaje en la habitación y me fui a la calle a empezar a visitar la ciudad antes de que se fueran los últimos rayos de sol del día.
Después de dar una primera vuelta por los alrededores de la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada y alucinar con la belleza que estaba observando por fuera, me fui en busca de un lugar para hacer la comida-merienda-cena del día, ya que no había probado nada desde el avión. El lugar escogido fue el Pelmeni Bar, dónde pude probar una de las especialidades rusas como son los pelmeni, una especie de raviolis rellenos de carne o verduras.
* La gente del país no es que sean la alegría de la huerta, son muy frios y muy secos, y apenas muy poca gente habla más de 4 palabras en inglés. Ellos hacen el esfuerzo de ayudarte pero la barrera del idioma lo hace imposible, aunque en Japón compensaban este handycap con su hospitalidad, que los rusos no tienen.
* No me ha gustado que aparte del transporte, Rusia en general es una país muy caro, sobretodo los alojamientos, restaurantes y las entradas a los lugares de interés, ya que prácticamente hay que pagar por todo, y no es precisamente barato, dónde si no te sobra el dinero tienes que priorizar y descartar los lugares que quieres visitar.
Y con esta pequeña introducción, nos vamos a visitar el país de los zares!!!
DÍA 1.- BARCELONA - SAN PETERSBURGO
Después de una dura jornada laboral y con el presentimiento de que a mi vuelta va a haber muchos cambios, me dispongo a pasar toda la noche tirado en el aeropuerto porque mi vuelo sale a las 06:30h y no quiero molestar a nadie, ni tampoco quiero dejar el coche 11 días en el párking del aeropuerto para no arruinarme.
Desde las 05:00h ya puedo realizar el check-in de mi equipaje con la agradable compañía Swiss Air, personalmente mi compañía favorita dentro de Europa. A las 06:30h despegamos puntuales y no tardo en quedarme dormido, cosa rara en mi. Tras una breve escala en Zúrich con cambio de avión incluido y comprobaciones de los visados para volar a San Petersburgo, volvemos a despegar y llegamos a las 14:15h a San Petersburgo, según lo previsto.
El tema de inmigración parece muy complicado e impone respeto ver a las autoridades rusas, pero simplemente entregas tu pasaporte con tu visado, ellos te realizan informáticamente la tarjeta de inmigración de entrada y salida del país (no hay que rellenar ningún documento en el avión, pero esta tarjeta deberás conservarla hasta tu salida del país), sello en el pasaporte y... bienvenidos a la Confederación Rusa!!!
Una vez recogido el equipaje y haber cambiado en el mismo aeropuerto mis primeros rublos (sorprendentendemente, en el aeropuerto conseguí el mejor cambio de toda mi estancia en Rusia), y después de quitarme de encima a todos los taxistas que ofrecen sus servicios para llevarte a tu destino, en la misma puerta de salidas del aeropuerto puedes coger el bus urbano número 13 ó 13K, que por un precio de 30 Rublos y en un trayecto de unos 20 minutos aproximadamente, te deja en la parada de metro Moskovskaya (línea 2), dónde puedes enlazar hasta cualquier punto de la ciudad.
Después de comprar un ticket de metro (es una ficha magnética con forma de moneda) por 28 Rublos en una de las ventanillas de la estación, y después de varias paradas, me bajé en Nevsky Prospekt, la avenida más comercial e importante de la ciudad, dónde a pocos pasos se encontraba mi hotel. Resumiendo, que si optas por llegar a tu alojamiento en transporte público como hice yo, en total te puede salir 58 Rublos, que al cambio viene a ser 1,20 €! Y si optas por la comodidad de coger un taxi desde el aeropuerto, su precio es de 30 € aproximadamente.
Una vez llegado al hotel, situado dentro de un patio escondido sin apenas información y después de subir hasta una sexta planta, me dicen amablemente que no me pueden dar la habitación porque hay overbooking, a pesar de reservar con 4 meses de antelación!! Pero para compensar las molestias, me ofrecen un upgrade en otro hotel del grupo, situado a 5 minutos de distancia, y situado a 200 metros de la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, uno de los principales iconos de la ciudad.
Así que me fui caminando hasta mi nuevo alojamiento, el Nevsky Moyka, dónde me ofrecieron una habitación individual, con baño privado en la misma habitación y desayuno incluido, por el mismo precio del hotel que tenía reservado (38 €), ya que el precio normal en este alojamiento es de 100 € por noche.
Así que contento con el cambio, dejé mi equipaje en la habitación y me fui a la calle a empezar a visitar la ciudad antes de que se fueran los últimos rayos de sol del día.
Después de dar una primera vuelta por los alrededores de la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada y alucinar con la belleza que estaba observando por fuera, me fui en busca de un lugar para hacer la comida-merienda-cena del día, ya que no había probado nada desde el avión. El lugar escogido fue el Pelmeni Bar, dónde pude probar una de las especialidades rusas como son los pelmeni, una especie de raviolis rellenos de carne o verduras.
Después de cenar me fui dando un paseíto hasta el hotel y me recogí pronto, que ese día estaba agotado y muerto de sueño, necesitaba descansar y empezar a tope el día siguiente.
DÍA 2.- SAN PETERSBURGO
Después de no pegar ojo en toda la noche por culpa del colchón súper blando de la cama, y sobretodo por los cientos de mosquitos que me acribillaron en la habitación, después del escueto desayuno me fui a empezar las visitas de la ciudad.
Hoy tenía intención de visitar el Palacio de Peterhof y quería hacerlo pronto antes de que llegaran los cientos de turistas y cruceristas que estaban por la zona.
Hay diferentes formas de llegar a Peterhof, y es muy fácil hacerlo por libre y no contratar ninguna excursión privada. Lo más fácil es hacerlo como lo hice yo, que fue coger el metro en la Nevsky Prospekt hasta la parada Avtovo (línea roja, 28 rb), y una vez sales de la parada de metro Avtovo hay diferentes buses o matriuskas (minibuses), que te llevan directo a Peterhof. Si se decide ir en bus, deberás coger los números 200 ó 210, y si decides coger un minibús (como fue mi caso), deberás coger uno de los números 224, 300, 424 ó 424A, y el precio del ticket de bus es de 60 rb, así que por 88 rb (aprox. 2 €) puedes ir por tu cuenta a visitar Peterhof sin necesidad de contratar un tour privado.
Otra cosa es cuando después de 25 minutos y 29 Kms. llegas a Peterhof, recorres los jardines y llegas a las taquillas... y ves que hay que pagar por visitar todo!! Y evidentemente, si no os sobra el dinero es imposible pagar por visitar todo. Aquí os dejo la web de Peterhof para que miréis los precios de los tickets y podáis planificar lo que quereis ver en vuestra visita.
Yo simplemente compré el ticket de los jardines y las fuentes, que desde el mes de mayo hasta septiembre están abiertas y con agua, y es una gozada poder visitarlas. El precio de mi ticket fue de 450 rb.
En un par de horas puedes visitar los jardines y las fuentes tranquilamente, y si vas a pasar más de dos días en San Petersburgo, recomiendo que hagáis la excursión a Peterhof por vuestra cuenta y la podáis visitar.
Después de la visita, simplemente salir por dónde se ha venido y volver a coger un minibús que te lleve de nuevo a la estación de metro de Avtovo.
Otra forma de ir o llegar a la ciudad, es a través de un transbordador que se coge detrás del museo del Hermitage y que te lleva por mar hasta Peterhof y viceversa, pero el precio del ticket es de unos 1.000 rb aproximadamente, y solamente se puede pagar en cash. Yo os recomiendo que vayáis por carretera, ya que es la forma más barata de viajar, y además de no coincidir con más turistas y mezclarte con la gente local.
A mi vuelta a San Petersburgo ya de mediodía, me fui a comer en un Subway cercano a la Nevsky Prospekt, y después me puse a visitar la Catedral de Kazan, que es gratuita pero está prohibido hacer fotografías en el interior, así como el famoso edificio Singer.
Después de las visitas, me fui recorriendo toda la Avenida Nevsky que tiene una longitud de más de 4 Kms., hasta desembocar en la Dvortsovaya Ploschad, la plaza dónde se encuentra el museo del Hermitage, visita que dejaría para otro momento.
Cuando ya empezaba a anochecer, me fui de vuelta al hotel bordeando el Rio Moyka, hasta llegar a un colmado o pequeña tienda rusa, dónde pude comprar una botella de antimosquitos para la habitación y no volver a sufrir las picaduras de la noche anterior, así como varias cosas de comer y beber para picar en la habitación, ya que no me apetecía volver a salir para cenar, y prefería relajarme en el hotel e intentar descansar de una vez por todas.
DÍA 3.- SAN PETERSBURGO
Esta noche por fin he podido dormir y descansar tranquilo después de casi 4 días sin hacerlo, cosa que tu cuerpo te agradece. Después de desayunar, en la que recomiendo hacerlo pronto porque el hotel solamente dispone de dos mesas para desayunar y se llena a menudo, cogí el planning apretadito del día con la intención de poder realizarlo. A las 09:00h de la mañana ya estaba tirado en la calle intentando descubrir muchos más rincones de la ciudad.
La primera visita fue al exterior de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada sin la multitud de gente que se aglutina más tarde, ya que la visita al interior tenía intención de realizarla por la tarde.
Después de la visita sin apenas turistas, me fui de nuevo dirección a la Dvortsovaya Ploschad, punto de partida para visitar todos los alrededores y dar un relajante paseo bordeando el rio Neva hasta llegar a los exteriores de la Fortaleza de Pedro y Pablo.
Después de un agradable paseo de 3 horas bordeando el rio Neva y con una temperatura totalmente veraniega, llegué a la conocida "playa" de San Petersburgo, cercana a la entrada de la Fortaleza de Pedro y Pablo, dónde se tienen unas buenas vistas de la fachada de atrás del Hermitage. Este paseo es totalmente recomendable para relajarse y pasear sin prisas.
Después estuve un rato relajado con las maravillosas vistas y tomando el sol mientras contemplaba una sesión fotográfica de unos recién casados.
Después del relax y de tomarme una cervecita Balthyca 7, entré a la Fortaleza de Pedro y Pablo, caracterizada por su aguja dorada que se puede ver desde cualquier punto de la ciudad.
La entrada al recinto es gratuita así como sus jardines, aunque el resto es de pago.
Mi intención era visitar la catedral de San Pedro y San Pablo, dónde actualmente se encuentran enterrados la dinastía de los Romanov, así como poder subir al campanario para divisar las vistas de toda la ciudad.
Pero justamente ese día estaba cerrado termporalmente por una visita privada (y es que en estos días se está celebrando en San Petersburgo una cumbre del G-20 con todos los Jefes de Estado), y para la visita de la tarde ya no quedaban tickets, así que me tuve que conformar con la visita por el exterior y la visita al baluarte Trubetskoy, dónde Pedro supervisaba la tortura de su hijo.
El ticket cuesta 150 rb, y su visita no os llevará más de 20 minutos.
La visita a la Fortaleza de Pedro y Pablo es muy recomendable y la podeis hacer tranquilamente en una mañana, dependiendo de las visitas que queráis realizar en su interior. Lo que si que no os recomiendo es que compréis nada en su tienda de souvenirs, porque puedes encontrar las mismas cosas mucho más baratas en otros puntos de la ciudad.
Al salir de la Fortaleza hay un curioso entretenimiento que es el conejo y los troncos que veis en la foto, y es que los rusos se dedican a tirar monedas desde lo alto del puente y tiene que caer justo entre los troncos y dicen que si aciertas trae buena suerte, pero la verdad es que todo el mundo que tiraba monedas se iban directamente al agua, dónde habían varias personas esperando para recoger las monedas y quedárselas. Una forma muy curiosa de subsistir en un país con tantos contrastes económicos.
Saliendo de allí y siguiendo la calle Kamennoostrovsky, enfrente del Parque Alexandrovski, se llega a la bonita Mezquita que es una réplica de la del Emir Gur en Samarcanda, Uzbekistán, país al que le tengo ganas desde hace unos años. Su cúpula y minaretes lucen espléndidos, aunque con el sol de frente no me permitió hacer muy buenas fotos.
Entré al recinto, le pregunté a un vigilante si me permitía poder visitarla por dentro mientras rezaban, y me dijo que tenía que descalzarme y no podía hacer fotografías en su interior, cosa que respeté escrupulosamente. Una vez dentro, me puse en un rincón de la mezquita y estuve observando la majestuosidad de su interior, así como los peregrinos rezaban.
Al salir, su amable gente me observaba con incredulidad y siempre con una sonrisa dibujada en sus caras, cosa que hizo que sintiera más ganas por visitar Uzbekistán en un futuro no muy lejano.
Aprovechando que estaba por la zona, hice una visita fugaz a la Cabaña de Pedro y a los exteriores del crucero Aurora, frente al hotel St. Petersburg, famoso porque en la noche del 25 de octubre de 1.917 dispararon unas salvas contra el Palacio de Invierno (actual museo del Hermitage), dando así paso a la Revolución de Octubre.
Al finalizar las visitas tenía la opción de volver al centro en metro (parada Gorkovskaya) o volver dando otro paseo bordeando el rio Neva, opción por la cuál me decliné. Por el camino estuve observando la Fortaleza de Pedro y Pablo a lo lejos, y también pude comprar unos imanes para la nevera a un señor que se había montado un tenderete clandestino en un banco de madera, y al que ni siquiera regateé el precio porque me dio lástima y me parecíó un precio muy ajustado el que me ofreció, y aún así tuvo la amabilidad de regalarme dos imanes más sin yo decirle nada. Quedamos muy contentos los dos.
De aquí llegué a la Plaza de los Decembristas que había visitado de paso por la mañana, dónde enfrente se encuentra la majestuosa Catedral de San Isaac y el Jinete de Bronce.
Cuando acabé las visitas y teniendo en cuenta que eran casi las 16h de la tarde, me fui en búsqueda de un lugar para comer, y finalmente acabé en el restaurante Pubaú, situado en la calle Kazanskaya, 3 y dónde pude degustar buena comida japonesa, que tanto me encanta.
El lugar no es nada barato pero es más caro si comemos en nuestra ciudad.
Por la tarde aproveché para seguir paseando y bordeando el rio Moyka, dónde pude visitar lugares menos turísticos, y eso se notaba porque apenas me crucé con muchas personas. Pude visitar el mercado de Sennaya, los jardines de Yusupov dónde todos los locales van a hacer deporte y pasear, el teatro Mariinsky y la Catedral de la Trinidad.
De vuelta al hotel fui bordeando de nuevo el rio Moyka, me volví a parar en el mismo colmado del día anterior y dónde los chicos ya me conocían, compré cuatro tonterías y llegué al hotel pasadas las 21h de la noche y con un dolor de pies impresionante, y es que durante el día de hoy habré caminado unos 20 kms. en total y no he cogido transporte público para nada. Una buena ducha y a descansar.
Hoy me he levantado con un dolor de pies impresionante y con la planta de los pies un poco dañada, y aunque me duele al caminar, no va a ser ningún impedimento para realizar el planning cultural que tengo previsto para el día de hoy.
Hoy va a ser un día de relax después de todo el tute que me metí ayer. La primera visita será a la Plaza Dvortsovaya para visitar el Palacio de Invierno y el Museo del Hermitage, considerado una de las mejores pinacotecas del mundo, sino la que más.
La visita empieza en la impresionante plaza, situada a 3 minutos caminando de mi alojamiento, y dónde a primera hora de la mañana todavía no hay mucho movimiento de personas, cosa que se agradece.
Sobre las 09:30h de la mañana decidí entrar al Museo del Hermitage, dónde las colas de gente para sacar los tickets ya era bastante importante. Yo para ahorrar tiempo y esperas, decidí sacar mi ticket por internet a través de la web del Museo Hermitage y me costó 17,95 $ (unos 14 € aprox.), un par de euros más cara que si la compras allí en persona, pero te evitas tantas pérdidas de tiempo. Yo simplemente me dirigí a una caseta que hay en la entrada del museo, entregué mi pasaporte junto a mi reserva, y en dos minutos ya tenía mi ticket y saltarme las dos impresionantes colas de gente que había allí esperando para comprar su ticket.
Os recomiendo esta opción aunque os salga un poquito más caro, pero lo agradeceréis una vez que estéis allí.
Una vez que entras puedes coger un plano en español del museo que te ayudará mucho con tu visita, ya que es imposible verlo todo en un día. Yo me decidí por las salas de arte griego, romano y egipcio, y por las salas de pintura española, italiana y holandesa, destacando los cuadros de uno de mis pintores favoritos, como es Rembrandt.
Una vez que estás dentro el tiempo se te pasa volando entre tanta belleza y hay que tener cuidado con no sufrir el famoso Síndrome de Stendhal.
Yo personalmente empecé mi visita sobre las 10h de la mañana, y salí a las 16h de la tarde, y os aseguro que me dejé muchas cosas por visitar y otras solamente las pude visitar por encima.
Como el hambre ya apretaba y no tenía ganas de buscar un lugar para comer, en la misma cafetería del museo tienen habilitadas unas cuántas mesas para comer, y aprovechando que había algún sitio libre, pude comerme un sándwich con una coca cola, y aunque parezca raro, comer en la cafetería del Hermitage no resulta nada caro.
Al salir di una última vuelta por la Plaza Dvortsovaya ya que no tenía ninguna intención de volver y al día siguiente me voy para Moscú.
Ahora se nota que hay mucha gente, sobretodo un nuevo tipo de turistas que no conocía y que me da más miedo que el turista normal, que son los cruceristas!! Es decir, personas que están de viaje en un crucero y que hacen parada en San Petersburgo por unas horas o máximo un día, y con el afán de aprovechar al máximo ese poco tiempo que tienen, se llevan por delante a cualquier persona que se les cruce en el camino, y no tienen pudor en destrozarte las fotos que estás haciendo. Así que intentar evitar los cruceristas en cualquiera de vuestros viajes!!
Del Museo del Hermitage puse rumbo a otra visita importante que me faltaba antes de despedirme de la ciudad, y no era otra que la visita al interior de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada.
Justo en la entrada del recinto tienes las taquillas para comprar los tickets, que cuestan 450 rb por persona y tienes derecho a hacer fotografías en su interior. Al principio puede parecer un poco caro el precio del ticket, pero una vez que visitas el interior lo encuentras totalmente justificado su importe.
Como podeis observar en las fotografías, el interior es impresionante, y solamente es comparable con la Catedral de Santa Sofía de Estambul.
Cuando salí eran cerca de las 19h de la tarde y todavía quedaba almenos una hora de luz, así que me fui a la parada de metro de Nevsky Prospekt y me fui hacia Moskovskaya, la estación de metro que me dio la bienvenida a mi llegada a la ciudad, y dónde mi intención era visitar el Museo de la Guerra, pero cierran a las 18h, así que no podía irme de San Petersburgo sin hacerle una visita a una de las personas más admiradas y respetadas de todo Rusia, Vladimir Llich Uliánov, más conocido como Lenin, el líder bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata y primer dirigente de la Unión Sovietica del año 1.917 al 1.924, y en el que se pueden encontrar muchas referencias a él en todo el país.
De vuelta al metro hacia la Nevsky Prospekt y dando un paseo por el rio Moyka hasta llegar otra vez a los exteriores de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada, con una puesta del sol muy bonita y dónde tuve la ocasión de presenciar una sesión de fotos de otra pareja de recién casados, que acababan de llegar con varias limusinas impresionantes.
Último paseo por la Nevsky Prospekt mientras buscaba un lugar para cenar, y en el que finalmente acabé en un local de la cadena Fridays. De vuelta al hotel, pregunté en recepción si me podían llamar a un taxi para el día siguiente poder ir a la estación de trenes, ya que mi tren a Moscú salía a las 06:45h pero el metro no abrían hasta las 06:00h y me parecía ir muy justo de tiempo, además de que todavía me dolían mucho los pies.
El primer precio que me dieron fue de 800 rb (20 € aprox.), así que me negué en rotundo y le dije que no se molestara que ya me iría en metro al día siguiente por 28 rb, hasta que me dijo que iba a llamar por teléfono para confirmar el precio y llamó a cualquiera menos a un taxista, y cerramos el precio en 300 rb (8 € aprox.).
Todavía tenía que ducharme y hacer mi equipaje de nuevo, eran las 23h de la noche y habíamos quedado que pasarían a recogerme a las 05:30h de la mañana para llevarme a la estación.
Sin apenas dormir nada, y tras desayunar algo en mi habitación que pude comprar la noche anterior porque el horario del desayuno en el hotel empieza a las 08:00h, he bajado a las 05:20h, he podido realizar el check out y ya estaba esperándome el "taxista" que tenía que llevarme a la estación.
Tal y como imaginaba, de taxista no tiene nada y es un coche particular, supongo que algún compinche de la recepcionista para sacarse unos rublos extras, cosa que no me importa mientras cumplan con lo pactado. A esa hora apenas se ve un alma por la calle, solamente gente joven como en cualquier ciudad que salen de fiesta y que a esa hora buscan un transporte para ir para sus casas.
Por si quería más emoción a un trayecto en coche de no más de 10 minutos, mi conductor se salta un semáforo en rojo y se lleva por delante a un joven que iba en bici. No sabemos de quién es la culpa, si del conductor por saltarse el semáforo (seguramente) o del ciclista por no llevar iluminación ni chaleco reflectante... solamente sé que mi conductor se encara con otras personas que han presenciado el accidente mientras el ciclista está en el suelo retorciéndose de dolor.
Después de 10 minutos allí y un poco nervioso porque no quería perder el tren, decido bajar del coche y me intereso por el ciclista, al verme me dice por señas que está bien y el resto de gente deja de reprocharle cualquier cosa al conductor, incluso se despiden con un apretón de manos y una sonrisa y volvemos al coche.... no entiendo nada, hasta hace un momento le querían linchar a palos y poco después se despiden tan amigos.... es una lástima no saber ruso en ese momento para saber ese cambio de reacción o quizás me confundieron a mi con algún famoso!! jaja.
A las 06:00h llegamos a la estación de Vosstaniya, lugar dónde parten los trenes a Moscú, le pago al conductor lo acordado y me deja allí. Ahora lo complicado es saber a dónde tengo que dirigirme y desde que vía sale mi tren a Moscú.
El ticket lo compré por internet a través de la web de los Ferrocarriles Rusos y dónde no es muy complicado hacer la compra si pones el idioma en inglés. Me costó el billete 53 € aproximadamente en un tren Sapsán súper moderno, equivalente a nuestro AVE o a un tren bala de Japón, dónde hice el trayecto entre San Petersburgo a Moscú en escasas 3 horas y media.
Os recomiendo que compréis los tickets a través de esta web que es la oficial y evitar páginas intermediarias que son mucho más caras.
Una vez dentro de la estación y guiándome por el horario de salida, le pregunté a un rancio policía ruso por mi tren, y me dijo que todavía no había llegado y que tenía que esperar. Poco después llegó mi tren, abrieron unas puertas y tuvimos que pasar un control de equipaje y documentación por scáner, y me subí al tren en busca de mi vagón y asiento, que funciona exactamente igual que en Japón y también son muy puntuales.
Del trayecto solamente puedo decir que fue súper cómodo y que no me enteré de nada porque me pasé más de 3 horas durmiendo.
A la llegada a Moscú te deja en la parada de Komsomolskaya, dónde a la salida de la estación está la estación de metro del mismo nombre desde dónde puedes enlazar hacia tu destino. En mi caso, compré un billete de metro que en Moscú cuesta 30 rb, cogí la línea marrón hacia Paveletskaya e hice trasbordo a la línea verde hasta la parada Novokuznetskaya, dónde tenía mi alojamiento.
El alojamiento está justo enfrente de la parada de metro, aunque al no estar señalizado tuve que dar un pequeño rodeo hasta que lo encontré.
Una vez en el hotel realicé el check in y justo cuando me disponía a salir a visitar la ciudad, se lió a llover de tal manera que solamente pude salir a comer en un restaurante cercano y dar una pequeña vuelta por los alrededores, dejando las visitas más importantes para el día siguiente.
A las 18:00h de la tarde ya estaba de vuelta en el hotel, dónde aproveché para organizar un poco la ruta del día siguiente y conectarme un rato a internet con el wifi del hotel y aprovechar para mensajear con los amigos. A pesar de ser un día largo y poco fructífero, aprovecharé para descansar después de tanto tute.
DÍA 6.- MOSCÚ
Hoy he dormido bastante bien y me he recuperado bastante del cansancio acumulado en estos días. En el hotel no sirven desayunos aunque disponemos de cocina para que cada uno se sirva todo lo que compre.
Yo decido aprovechar que de momento no llueve y justo al lado de la puerta del hotel tengo una cafetería dónde sirven unos capucchinos muy buenos, se agradece tomarse algo caliente con la temperatura tan fría que hace en Moscú.
Después cojo el metro y me bajo en la parada Teatralnaya, dónde visito los exteriores del famoso teatro Bolshoi, que es una maravilla y la famosa estatua de Karl Marx, en un lugar un poco surrealista.
De aquí me voy andando hasta la Plaza Roja, dónde no me lleva más de 10 minutos. La verdad es que cuando ya me estaba acercando me entró una especie de emoción por dentro difícil de disimular, y es que cuánto más viajas y más sitios conoces, más ilusión te hace descubrir y conocer los lugares más históricos y emblemáticos de cada ciudad, y más la Plaza Roja con tanta y tanta história en su poder.
Lo primero que pude descubrir en su exterior fue la Manezhnaya Ploschad con la estatua del comandante Georgui Zhúkhov, héroe de la Unión Sovietica durante la II Guerra Mundial. Una vez que traspasas el arco y la puerta que accede a la Plaza Roja, encontramos a nuestra derecha la pequeña Catedral de Kazán, dónde la entrada es gratuita, y a nuestra izquierda el interesante Museo de História del Estado, al que decidí volver en otro momento.
La sorpresa, mejor dicho, la decepción, fue entrar en la Plaza Roja y verla toda vallada, por lo visto en estos días se estaba celebrando algún evento importante, y la tumba del mausoleo de Lenín estaba cerrada.
Espero que en los próximos días quede totalmente restablecido la circulación normal de peatones para poder visitarla.
A un extremo de la Plaza Roja se encuentran los grandes almacenes GUM, lugar dónde años atrás habían grandes colas de gente pobre para pedir comida y que desde la Perestroika ha sufrido una gran transformación, siendo hoy día unos grandes almacenes con más de 100 tiendas selectas y dónde los ricos pasan sus horas de ocio consumiendo.
Hasta que al final de la Plaza encontramos la Catedral de San Basilio, el icono típico del país y que hemos visto tantas y tantas veces retratado.
Después de un buen rato haciendo fotos sin parar y aprovechando que todavía no habían llegado los autobuses de turistas, y obviando la visita al interior de la Catedral de San Basilio porque me recomendaron que no lo hiciera porque la entrada es cara y decepcionante, volví a deshacer mis pasos hacia la entrada a la Plaza Roja, y a la izquierda se encuentra los bonitos jardines de Alexandrovski, dónde podemos ver la Tumba del Soldado Desconocido, y a cada hora en punta, el cambio de guardia, que dura unos 15 minutos y es muy sencilla, no tiene nada que ver con el cambio de guardia de por ejemplo Londres en el Buckhingham Palace o de otras ciudades europeas.
Una vez visitado los jardines Alexandrovski, allí mismo hay un pequeño puesto dónde venden los tickets para visitar el Kremlin, y es el mejor sitio para comprar los tickets porque apenas hay colas y porque en un momento puedes entrar al recinto a través de la Torre Kutafya.
Hay diferentes tipos de tickets dependiendo de lo que se quiera visitar, yo solamente visité el Kremlin y el circuito de las Catedrales, obviando la Armería y el Fondo de Diamantes, ya que aparte de ser muy caras, no me parecían muy interesantes.
Aún así el ticket me costó 350 rb y no me arrepiento de haberlo visitado.
Solamente traspasar la Torre Kutafya, podemos encontrar el despacho oficial y fuertemente custodiado del primer ministro Vladimir Putin, y más adelante la Catedral de la Asunción, la del Arcángel y la de la Anunciación, así como el Cañón y la Campana del Zar.
Hay que tener cuidado porque al sacar vuestra entrada, automáticamente os asignarán un horario para visitar el interior de las catedrales, y en caso de no llegar a tiempo no os dejarán entrar.
El interior de las catedrales es una autentica maravilla, la lástima es que no dejan hacer fotos en su interior. La visita al Kremlin depende de cada uno y de vuestro ritmo, yo estuve cerca de tres horas y os puedo asegurar que se me hicieron muy cortas.
Al salir decidí ir a comer a un restaurante de la cadena italiana Sbarros que había enfrente del Kremlin y dentro de los jardines Alexandrovski, y después me fui andando hasta Biblioteka Imeny Lenina, aunque sin entrar pude visitar los exteriores de la biblioteca más grande de todo Moscú y después me fui a visitar la Iglesia del Cristo Salvador, una espectacular iglesia dónde en ese momento estaban oficiando una misa e incluso pusieron una pantalla gigante para la gente que había fuera del recinto y no podían entrar.
Al lado de la Iglesia del Cristo Salvador se encuentra la Puerta de Iver, un puente desde dónde se tienen unas vistas fantásticas de todo el Kremlin de Moscú.
Después de visitar esta zona y como estaba empezando a llover, cogí el metro hacia la calle más comercial de Moscú, Arbatskaya, (la calle Arbat), una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes a lado y lado de la calle, aunque para mi gusto bastante fría y sin personalidad, aunque va bien para coger ideas de los típicos souvenirs que se pueden comprar, aunque recomiendo no comprar nada porque los precios están demasiado inflados.
Lo más curioso fue ver un Mc Donalds escrito en cirílico. El final de la calle Arbat desemboca en uno de los mastodontes o uno de los siete rascacielo que construyó Stalin en la ciudad, conocido como "Las Siete Hermanas", y que en este caso era el Ministerio de Asuntos Exteriores, y como os podeis imaginar, es impresionante.
En Moscú anochece antes que en San Petersburgo, y entre el mal tiempo y lo corto que se hace el día, sobre las 20:00h ya está anocheciendo, así que aproveché que estaba en la calle Arbat y que es muy comercial para quedarme a cenar, y finalmente opté por la cadena de búffet libre Mu-Mu, famoso porque tiene el rótulo y una vaca fuera en la puerta. Comer en esta cadena no es caro, aproximadamente 400 rb, aunque la comida no tiene mucha calidad y al estar mucho tiempo expuesta me da la impresión que está recalentada.
Después de cenar volví a coger el metro hacia mi hotel, llegando sobre las 22:00h, llevaba fuera desde las 08:00h de la mañana y el día lo había aprovechado bastante bien y había podido recuperar algunas visitas que no pude hacer el día anterior por culpa del tiempo.
DÍA 7.- MOSCÚ
Después de una reparadora ducha bien pronto aprovechando que está todo el mundo durmiendo, me bajo a la cafetería de al lado dónde la chica ya me conoce del día anterior y no hace falta hacerle un croquis de un capucchino como el día anterior para que me entendiera.
Es una lástima que en Rusia en general no sepan un mínimo de inglés básico para defenderse, pero tal y como me explicó Oaxana, la chica de mi albergue, el inglés se está impartiendo en las escuelas desde hace solamente dos años y por eso la mayoría no entienden nada, aunque es verdad que muchos hacen un esfuerzo por entenderte.
El día de hoy lo quiero dedicar a una de las visitas que más ilusión me hace de todo el viaje, y no es otra que ir a Park Pobedy y visitar el Museo de la Guerra Patria, aunque es curioso que para los rusos la II Guerra Mundial no empieza en el año 1.939, sino en el 1.941 cuando la Unión Sovietica empezó a intervenir.... aunque como siempre, la historia siempre la escriben los vencedores.
Cogí el metro y después de hacer trasbordo cogí la línea azul hasta la parada del mismo nombre, Park Pobedy. Solamente salir de la estación te recibe el Arco del Triunfo, que recuerda mucho al de París, y después se recorre una gran explanada llena de monumentos significativos a la citada efeméride.
No os voy a explicar la historia porque hay mucha información en la red, aunque os aseguro que es muy interesante. La entrada para visitar los vehículos bélicos cuesta 250 rb.
La verdad es que disfruté de la visita como un enano y lo pude hacer en solitario, ya que no mucha gente que visita Rusia se entretiene en visitar Park Pobedy.
Deshice mis pasos nuevamente hasta la estación de metro y me fui hasta la parada de la línea naranja VDNCH, dónde tenía intención de pasar la tarde visitando el Museo del Cosmonauta y el Centro Panrusos o de los logros de la URSS.
Ambas visitas son interesantes y están una enfrente de la otra, además de ser gratuitas.
Había disfrutado tanto en el día de hoy y me sentía tan satisfecho, que ni siquiera había pensado en parar a comer, así que aproveché una de las terracitas del Centro Panruso para comerme tranquilamente un Kebab con una cervecita, que me lo tenía bien merecido, y dónde me quedé muy agusto por tan sólo 250 rb.
Después de la comida - merienda - cena, se puso otra vez a llover y me fui otra vez para el metro, es increíble como por solamente 30 rb que vale un ticket de metro (0,75 €) te puedes recorrer Moscú de punta a punta.
Cuando llegué a la parada de metro de mi alojamiento me paré en un bar a tomarme otra cervecita mientras veía el derbi moscovita de fútbol entre el CSKA y el Spartak, y después ya me fui para mi alojamiento, que estaba reventado.
Hoy no he dormido demasiado bien, y es que los huéspedes del hotel se han pasado haciendo ruido en el comedor hasta altas horas de la noche. No entiendo a la gente que viaja a un país y se pasan todo el día encerrados en el hotel sin salir a visitar nada, lo he visto en varios países y me resulta muy curioso, vayas a la hora que vayas a tu alojamiento siempre te los encuentras tirados en el sofá o navegando por internet.... una forma muy curiosa de viajar y que no comparto para nada.
Pues hoy es mi último día completo en Moscú, lo más importante de la ciudad ya lo he visitado y hoy quiero tomarme el día algo más relajado. Vuelvo a tomarme un capucchino en el mismo sitio de siempre, y tengo la suerte que hasta la chica ya me sonríe y todo al verme, pensaba que los rusos no cambiaban nunca su semblante tan serio que tienen siempre.
La primera visita que quiero hacer hoy es al Convento de Novodevichi, o más conocido como el convento de las doncellas.
Cojo el metro y hago trasbordo hasta la línea roja y me bajo en la parada Sportivnaja, y al salir de la estación hay que seguir hacia la derecha unos 400 metros hasta llegar al convento y a su famoso lago, conocido como el Lago de los Cisnes, y es que dicen que el autor de la famosa obra, Piotr Llich Tchaikovsky se inspiró en este lago para escribir su famosa obra y representada tantas veces en ballet.
El paseo es muy agradable, y además hoy por primera vez que llegué, luce el sol!!! Después entro al Convento y me hago el loco y me meto sin pagar entrada, ya que veo que nadie lo hace a pesar de estar las taquillas al lado y estoy un poco cansado de estar siempre aflojando la billetera.
El interior está bien y lo más destacado es su cementerio, dónde hay enterradas algunas personas conocidas, como la mujer de Mihail Gorbachov o el ex-presidente de Rusia, el borrachín Boris Yelstin.
Al salir me empecé a imaginar a la policía rusa detrás mia por no haber pagado y sacado el ticket, y que me llevarían a una de las prisiones más peligrosas y sangrientas de Rusia,... pero nada de nada, nadie me siguió ni me dijeron que tenía que pagar entrada, así que por primera vez pude ahorrarme unos rublos.
De vuelta al metro hice trasbordo en la línea azul hasta llegar a Partzanskaja, dónde está situado el Mercado de Izmaiolovo, en las afueras de la ciudad, y dónde os recomiendo que hagáis todas vuestras compras de souvenirs y artículos curiosos, porque aquí si que aceptan el regateo y se puedan sacar cosas por buenos precios.
Yo solamente compré unos imanes para la nevera por 30 rb cada uno (en Arbat me pedían 80 rb por cada uno), las famosas matrioskas típicas de Rusia, dependiendo del tamaño, las piezas que lleve dentro y tu arte regateando, las pude sacar por 500 rb las de 5 muñequitas dentro ( en Arbat de 2.000 Rb no bajaban) y poca cosa más. Así que como veis, por muy mal que se os de regateando, siempre será más barato que en la calle comercial Arbat.
También podeis aprovechar para comer aquí, y es que montan unos tenderetes dónde hacen carne a la brasa que está muy rico.
Después de las compras, comer y dar una vuelta por el mercado, que a mi personalmente me chiflan aunque no compre nada (que siempre acabo comprando), de vuelta al metro y aprovechando que no llevaba mucho peso, decidí hacer un tour por las estaciones de metro más impresionantes arquitectónicamente hablando, y es que el metro de Moscú es conocido como "el palacio del pueblo", y todas las estaciones fueron construidas por orden de Stalin.
Por el precio de un ticket, que cuesta 30 rb, te puedes recorrer todas las estaciones de metro sin necesidad de salir al exterior, te bajas en la estación que te interese y después te vuelves a subir en el metro hacia otra estación.
En uno de los viajes que hice en metro tuve la oportunidad de conversar con una pareja de brasileños que estaban en Moscú de parada en un crucero, y me comentó que la excursión de la ruta de las estaciones de metro que estaban haciendo les había costado 70 € por persona... a mi casi me da algo cuando me lo dijo, pero tampoco quise decirle por cuánto me salía a mi porque no quería amargarles sus vacaciones.
La mayoría de estaciones importantes son las que corresponden a la línea 5, la circular o color marrón de metro, y es la más antigua ya que fue la primera línea que Stalin mandó a construir.
Las estaciones más importantes son:
* Komsolskaya.
* Arbatskaya.
* Kievskaya.
* Taganskaya.
* Novoslobodskaya.
* Prospeckt Mira.
* Park Kulturi.
* Ploschad Revolutsii.
* Partzannskaja.
* Park Pobedy.
* Mayakovskaya.
Como podeis observar en las fotos, es una visita espectacular, barata y muy entretenida.
Aprovechando que me encontraba en la estación de Ploschad Revolutsii, que es una de las estaciones dónde se encuentra la Plaza Roja, decidí salir a la superficie y volver a visitar la Plaza Roja con la ilusión que ya no estuviera vallada y que se pudiera caminar tranquilamente, pero mi gozo en un pozo, aunque ya habían empezado a desmontar parte del escenario, todavía quedaba bastante por desmontar y posiblemente al día siguiente ya estuviera todo recogido y funcionado normalmente, pero por desgracia yo no podría verlo.
Esta vez el ambiente no tenía nada que ver con el primer día que lo visité por la mañana, ahora que es media tarde está lleno de gente y hacerse una foto a solas con la Catedral de San Basilio es totalmente imposible.
Aprovechando que todavía había unas horas de sol y hacia buen tiempo, decidí entrar en los almacenes GUM, darme una vuelta por las tiendas y comprobar que los precios son muy prohibitivos incluso para los europeos (almenos en mi caso), aproveché para tomarme una cerveza en una de las terracitas de la última planta aprovechando el wifi, dónde pude whassapear con amigos así como confirmar el vuelo de mañana a Kiev.
Estaba tan agusto allí, que finalmente decidí quedarme a merendar - cenar en una pizzería que tenía muy buena pinta y dónde vendían cortes de pizza de cualquier sabor e ingredientes, acompañada de otra cervecita Balthyka 7 que están muy ricas y tienen menos graduación que las nuestras.
En total pude cenar por unos 400 Rb, que por tratarse del lugar que era, no estaba nada mal.
Cuando salí de los grandes almacenes GUM, como todavía eran las 19:30h de la tarde y hacía un día totalmente de primavera, decidí volver al hotel caminando y dando un último paseo para despedirme de la ciudad de Moscú, que a pesar de visitarla en pocos días y corriendo, me ha gustado mucho.
Antes de llegar al hotel, me fui a tomar otra cervecita en un bar que había en la misma calle, y después me paré en un colmado de 24h dónde venden casi de todo, dónde pude comprar alguna cosa de beber y desayunar para el día siguiente, ya que cogería el metro a las 06:00h de la mañana y mi amiga de los capucchinos todavía estaría contando ovejitas, como así fue.
Después de una reparadora ducha, a preparar todo el equipaje de nuevo y dejar todo recogido, que al día siguiente tocaba madrugar más de la cuenta para coger el metro a las 06:00h para ir al aeropuerto.
Hoy he madrugado muchísimo, y a las 06:00h ya tenía todo preparado para salir pero caí en el error de no avisar a Oaxane el día anterior, y he tenido que despertar a la pobre chica para que me abriera la puerta de la calle para poder irme, me ha sabido muy mal pero ella ni así pierde la sonrisa de su boca.
He tenido suerte de alojarme en esta guesthouse, porque todas las carencias que pueda tener quedan compensadas con la amabilidad y profesionalidad de esta persona.
Cojo el metro en mi parada de Novokuznrtskaya, como siempre, y me bajo una parada después, en Paveletskaya, dónde salgo al exterior para ir a la estación de trenes que está justo enfrente al otro lado de la calle, unos 3 minutos caminando por un paso subterraneo, dónde se nota mucho el frio y las pintas de gente que hay a esas horas por las calles, muchos de ellos caucásos.
Una vez llegas a la estación de trenes de Paveletskaya simplemente debes seguir las indicaciones del Aeroexpress que te lleva desde esta estación hacia el aeropuerto de Domodedovo en escasos 45 minutos.
Recordad que si vuestro vuelo sale desde otro aeropuerto que no sea Domodedovo, no teneis que coger el tren en la estación de Paveletskaya. Tienes un stand dónde una señorita rusa te vende los tickets, o tienes diferentes máquinas automáticas dónde puedes comprarlos, incluso puedes seleccionar el idioma español para comprarlo y puedes pagar con Visa.
Si prefieres la comodidad, puedes comprarlo a través de la web Aeroexpress y el precio es el mismo, 320 Rb por trayecto.
Los trenes tienen una frecuencia de 30 minutos desde las 06:00h de la mañana hasta las 00:00h de la noche y es un servicio rápido y cómodo.
Una vez en el aeropuerto tuve que esperar unas dos horas para facturar mi equipaje con la compañía Ukranian Airlines, que es totalmente recomendable, y una vez facturado mi equipaje y antes de embarcar, debes pasar por inmigración, dónde te sellan el pasaporte y tienes que entregar la tarjeta que te dieron el primer día, sino no sales del país.
A las 10:30h salió puntual mi vuelo a Kiev, pero eso ya será en otra entrada.
Si teneis una semana de vacaciones y no os quereis ir muy lejos, o si bien vuestro presupuesto es ajustado, solamente os puedo recomendar este viaje a Rusia, aunque teneis que tener muy claro en qué fecha quereis viajar porque os puede condicionar vuestro viaje.
De Octubre a Abril lo descartaría por el frío, y el mes de agosto también porque hace muchísima calor, así que las mejores serían a partir de la segunda semana de Mayo (la primera es festiva en Moscú y los precios se encarecen mucho) o en septiembre, dónde encontrareis temperaturas agradables.
Y que el tema del visado y el idioma no os haga renunciar a este viaje porque os arrepentiréis, y sobretodo, evitad las agencias de viajes porque es un país muy fácil para moverse y para viajar por libre, y vuestra economía os lo agradecerá!
Da Svidaniya!!
Maravilloso tu diario, me ha encantado y gracias a ti me he hecho un esquema mental de que hacer con nuestros dias de vacaciones. Un abrazo y muchas gracias por tu enorme ayuda en este viaje!!
ResponderEliminarRusia es un país increíble y espectacular con una belleza arquitectónica fascinante y además con su cultura bellísima, lo único que es un poco extremo es el clima, pero se puede manejar con unos buenos abrigos, por otro lado visité Tailandia un país que me cautivó por su cultura también y la Visa Tailandia no es nada difícil.
ResponderEliminarHola! Cierto que Rúsia es un país maravilloso, conseguir el visado es un poco laborioso pero a partir de ahí todo es mucho más fácil. Respecto a Tailandia también es muy bonito (aunque prefiero otros países de Asia) pero almenos los españoles no necesitamos visado para estancias no superiores a 30 días.
EliminarGracias por tu comentario.
Saludos!