Kosovo, el segundo país más joven del mundo solamente por detrás de Sudán del Sur después de su declaración unilateral de independencia sobre Serbia en el 2008, es un pequeño país ubicado en los Balcanes que no destaca por su belleza a diferencia de sus países vecinos aunque es un destino muy curioso para el viajero.
Si se dispone de mínimo un día en vuestra ruta y os interesa visitar un país con una larga y dramática historia detrás, Kosovo es un destino nada masificado ya que el turismo todavía no ha llegado al corazón de los Balcanes.
FECHA: Abril 2.017
FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
FECHA: Abril 2.017
DÍAS: 1
DOCUMENTACIÓN NECESARIA
DNI
Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, dado que Kosovo no pertenece a la Unión Europea y muchos países no lo reconocen como un estado independiente, entre ellos España.
OTROS DATOS DE INTERÉS
IDIOMA: Se habla el serbio que es una lengua eslava, aunque la que más predomina es el albanés. Muy poca gente habla el inglés.
MONEDA: La moneda es el Euro, escrito €.
TARJETAS: Apenas se acepta el pago con tarjetas excepto en hoteles y restaurantes. Para todo lo demás lo mejor es llevar cash para pagar pequeñas compras o transporte urbano. Los europeos no necesitamos cambiar moneda.
GUIA DE VIAJE: Desconozco si existe alguna guia de viaje de Kosovo, ya que yo me he movido con información propia.
TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, y desde que ha desaparecido el roaming en Europa no debemos preocuparnos de desactivar nuestros datos.
INTERNET: No es muy común encontrar wifi abierto para conectarse pero en la mayoría de alojamientos y restaurantes disponen de wifi gratuito.
SEGURIDAD: País a priori seguro aunque yo solamente he visitado el país durante unas horas y durante el día, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común, ya que hay demasiada pobreza y en la zona de la estación de autobuses hay mucha gente extraña (por decirlo de alguna manera).
VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.
ELECTRICIDAD: El voltaje es de 230 V y no hace falta adaptador para los enchufes.
DIFERENCIA HORARIA: Misma hora respecto a España.
RELIGIÓN: Mayoritariamente musulmanes, y un bajo porcentaje de ortodoxos y católicos.
PRESUPUESTO DEL VIAJE
DESGLOSE DEL PRESUPUESTO IMPORTE
Bus Skopje - Pristina - Skopje 11,00 €
ALOJAMIENTO 0,00 €
TICKETS 0,00 €
OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..) 13,20 €
Total Presupuesto por Persona 24,20 €
EL ITINERARIO DEL VIAJE
TRANSPORTE
Desde la estación central de autobuses de Skopje parten furgonetas o minivans con dirección a Pristina, Kosovo. El horario y los intervalos de salida los desconozco porque fue imposible conseguir los horarios, aunque normalmente salen cada hora. El trayecto dura aproximadamente 1:30h y sobretodo conviene saber que hay que llevar el pasaporte para cruzar la frontera entre ambos países, ya que con el DNI español no es suficiente ya que Kosovo no pertenece a la Unión Europea ya que declararon la independencia unilateralmente de Serbia en 2008 y solamente la mitad de los países mundiales la reconocen como un estado independiente.
Dicen que si visitas primero Kosovo y te estampan el sello en tu pasaporte y después visitas Serbia, se puede tener problemas en la frontera ya que te piden explicaciones acerca de tu visita a Kosovo y encima te intentan tachar el sello kosovar de tu pasaporte, yo no puedo verificarlo porque todavía no he estado en Serbia, pero en este caso lo mejor es enseñar el DNI y no el pasaporte a nuestra llegada a Serbia porque ésta, aunque todavia no pertenece oficialmente a la Unión Europea, los españoles podemos movernos libremente solamente con nuestro DNI, así evitaremos problemas o malos entendidos.
Para moverse por Pristina se puede hacer perfectamente andando porque es una ciudad pequeña y las distancias no son muy grandes, aunque también se puede mover uno en autobús o taxi. Para visitar alguna ciudad cercana como Graçanica lo mejor es negociar con un taxista, y para otros destinos como Prizren, Pec o Dechanis lo mejor es tomar un bus desde la estación de Pristina, ya que las distancias son más largas.
Para volver de Pristina a Skopje se puede comprar sin problemas el billete en las taquillas de la estación pero os aconsejo ir con tiempo y no apurar mucho, ya que las minivans se llenan de seguida y después tendréis que esperar una hora como mínimo al siguiente, y una vez que llegue la minivan intentar subir lo más pronto posible si no queréis pasaros todo el viaje de pie. En mi caso llegué a la estación de autobuses de Pristina a las 15:40h y me vendieron el ticket para la minivan de las 17h de la tarde, y tuve suerte de subirme de los primeros porque hubo muchísima gente viajando de pie durante hora y media. El precio de cada trayecto es de 5,50 € (si lo compras en Pristina se puede pagar en euros perfectamente).
Dicen que si visitas primero Kosovo y te estampan el sello en tu pasaporte y después visitas Serbia, se puede tener problemas en la frontera ya que te piden explicaciones acerca de tu visita a Kosovo y encima te intentan tachar el sello kosovar de tu pasaporte, yo no puedo verificarlo porque todavía no he estado en Serbia, pero en este caso lo mejor es enseñar el DNI y no el pasaporte a nuestra llegada a Serbia porque ésta, aunque todavia no pertenece oficialmente a la Unión Europea, los españoles podemos movernos libremente solamente con nuestro DNI, así evitaremos problemas o malos entendidos.
Para moverse por Pristina se puede hacer perfectamente andando porque es una ciudad pequeña y las distancias no son muy grandes, aunque también se puede mover uno en autobús o taxi. Para visitar alguna ciudad cercana como Graçanica lo mejor es negociar con un taxista, y para otros destinos como Prizren, Pec o Dechanis lo mejor es tomar un bus desde la estación de Pristina, ya que las distancias son más largas.
Para volver de Pristina a Skopje se puede comprar sin problemas el billete en las taquillas de la estación pero os aconsejo ir con tiempo y no apurar mucho, ya que las minivans se llenan de seguida y después tendréis que esperar una hora como mínimo al siguiente, y una vez que llegue la minivan intentar subir lo más pronto posible si no queréis pasaros todo el viaje de pie. En mi caso llegué a la estación de autobuses de Pristina a las 15:40h y me vendieron el ticket para la minivan de las 17h de la tarde, y tuve suerte de subirme de los primeros porque hubo muchísima gente viajando de pie durante hora y media. El precio de cada trayecto es de 5,50 € (si lo compras en Pristina se puede pagar en euros perfectamente).
ALOJAMIENTO DEL VIAJE
En este caso voy a prescindir de alojamiento ya que llego a Pristina a las 10:30h de la mañana y mi vuelta será abierta, es decir, no tengo prisas para volver pero lo quiero hacer después de visitar la ciudad tranquilamente y a una hora razonable, así que finalmente he tomado el transporte de vuelta a las 17h de la tarde, ya que no me apetecía mover equipaje ni hacer noche en Kosovo porque mi siguiente destino iba a ser Grecia (si hubiera seguido mi viaje por los Balcanes seguramente hubiera hecho noche en Pristina). Así que aunque sea un poco paliza, me lo tomo como una excursión desde Skopje de ida y vuelta pero sin ataduras y sin prisas.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Sin duda, estando tan cerca de Kosovo y como normalmente es muy díficil cuadrar un viaje para visitar este destino, no he querido desaprovechar la oportunidad de hacerlo y poder visitar el país más joven de todo Europa y poder tacharlo de mi lista viajera.
LO PEOR DEL VIAJE
En este caso voy a prescindir de alojamiento ya que llego a Pristina a las 10:30h de la mañana y mi vuelta será abierta, es decir, no tengo prisas para volver pero lo quiero hacer después de visitar la ciudad tranquilamente y a una hora razonable, así que finalmente he tomado el transporte de vuelta a las 17h de la tarde, ya que no me apetecía mover equipaje ni hacer noche en Kosovo porque mi siguiente destino iba a ser Grecia (si hubiera seguido mi viaje por los Balcanes seguramente hubiera hecho noche en Pristina). Así que aunque sea un poco paliza, me lo tomo como una excursión desde Skopje de ida y vuelta pero sin ataduras y sin prisas.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Sin duda, estando tan cerca de Kosovo y como normalmente es muy díficil cuadrar un viaje para visitar este destino, no he querido desaprovechar la oportunidad de hacerlo y poder visitar el país más joven de todo Europa y poder tacharlo de mi lista viajera.
* Al tratarse de una ciudad muy pequeña es posible recorrerla a pie tranquilamente y paseando, aunque no hay oficinas de turismo y es muy díficil conseguir un mapa si no estás alojado en alguno de sus hoteles, lo mejor es llevar marcado de antemano lo que se quiere visitar para no perdernos nada interesante.
* Lo barato que resulta visitar el país, ya que Kosovo es un país bastante pobre y con muy pocas infraestructuras. Además, tenemos la ventaja que la moneda oficial es el €uro y no hace falta cambiar moneda, así que es un destino donde se puede aprovechar para comer muy bien por muy poco dinero, comprar tabaco por una tercera parte de lo que cuesta en nuestro país y pegarnos algún capricho sin que nos metan un sablazo como en otros países de Europa.
LO PEOR DEL VIAJE
* La falta de infraestructuras del país, desde estaciones de autobuses bastante malas, calles todavía destrozadas y sin rehabilitar así como edificios anclados en la época de la antigua Yugoslavia.
* El nivel de pobreza y la cantidad de gente que hay pidiendo en el país, por cualquier calle que pases, cualquier monumento que visites y en cualquier rincón que estés parado siempre vendrá alguien a pedirte limosna, toda una lástima, sobretodo en la estación central de autobuses donde se pueden observar escenas más propias de un país como India que no de un país europeo, y eso que me ahorré el mal trago de visitar la ciudad cuando cae la noche.
* La falta de información para visitar la ciudad, imposible localizar una oficina de turismo o hacerse con un mapa de la ciudad con los puntos más interesantes, como mucho encontré un tablero en el centro con los puntos turísticos de la ciudad en la que le pude hacer una foto con el móvil para ir mirándolo de vez en cuando.
* Por toda la ciudad está llena de banderas de Albania junto a la de Kosovo, la mayoria de la población es musulmana y procedentes de Albania, las estatuas repartidas por la ciudad la mayoria son de personajes o héroes albaneses, cuando recorres sus calles a uno le da la senación de estar en Albania y no en Kosovo y encima dicen que les gustaría algún día anexionarse con ellos y formar un solo país. Si la perspectiva de la población es asemejarse más a Albania que a otro país europeo, dudo que salgan de la pobreza en la que están inmersos.
Y con este pequeño resumen, os explico que se puede visitar en Pristina, capital de Kosovo!!!
Después de comprar mi billete de autobús y desayunar tranquilamente, a las 09h de la mañana llega la minivan para Pristina. No somos muchos viajeros, como mucho ocho personas y yo soy el único turista, supongo que la gente se preguntaría que narices voy a hacer en Kosovo. A mitad de camino llegamos a la frontera de Macedonia del Norte, no hace falta bajar de la minivan porque un oficial sube a ella pidiendo la documentación y se la lleva, donde vuelve 15 minutos después y vuelve a subir para devolverla. Ahora recorremos unos metros y hacemos lo propio con la frontera kosovar, le digo al oficial si quiere mi DNI o mi pasaporte y me dice que mejor el pasaporte (por probar que no quede). Al cabo de un rato vuelve con mi pasaporte con el sello estampado, ya estamos oficialmente en Kosovo.
Sobre las 10:30h de la mañana llego a la estación de autobuses de Pristina, la primera impresión no es muy buena porque está un poco hecha polvo, hay un montón de gente con pintas muy raras y no hay ningún tipo de información acerca de como llegar a la ciudad, excepto los taxistas que no paran de perseguirme. Así que lo mejor en estos casos que intentan estresarme es hacer lo que hago siempre, que es alejarme un poco de todo el meollo de gente, fumarme un cigarro tranquilo sin que me agobien y estudiar las diferentes alternativas.
Finalmente decido seguir a aquellas personas que han llegado en autobús desde otros puntos del país, atravesamos un paso subterráneo y una pequeña barriada de bloques de pisos con muchas miradas curiosas hacia mi, y de seguida llegamos a una de las avenidas principales de la ciudad, el Boulevard Bill Clinton. Esta avenida es fácil de reconocer porque aquí se encuentra una estatua del antiguo presidente norteamericano Bill Clinton junto a una bandera de EE.UU, todo un homenaje al pueblo americano por su reconocimiento oficial de Kosovo como estado independiente, y bajo su mandato la OTAN bombardeó en 1999 parte de los Balcanes para acabar con la represión del dictador Slobodan Milosevic junto al grupo rebelde albanés de Kosovo ELK (Ejército de Liberación de Kosovo).
Tampoco es casualidad que la primera tienda de ropa que se encuentra justo al lado de la estatua de Bill Clinton se llame "Hillary", toda una declaración de intenciones. El nombre se debe porque la mujer del expresidente americano visitó la tienda de ropa en su momento y como homenaje decidieron que se llamara así.
Sigo ascendiendo por el Bulevard Bill Clinton, por el camino puedo encontrar todo tipo de comercios, desde tiendas de comestibles, peluquerías y pequeños restaurantes con terrazas, donde me ofrecen comer pero declino la oferta porque es demasiado pronto, pero espero hacerlo un poco más tarde cuando haya visitado la ciudad y antes de volver de nuevo a Skopje.
La verdad es que sigo caminando sin rumbo fijo porque no dispongo de ningún plano de la ciudad y la aplicación Maps.me no me funciona (desconozco el motivo), así que voy tirando por intuición o por si veo alguna cosa que me llame la atención dentro del tráfico tan terrible que hay en esta avenida. Sigo avanzando por el Bulevard Bill Clinton hasta toparme con la Catedral de la Santa Madre Teresa, fácilmente reconocible por su color anaranjado y finalizada en el año 2017 gracias a a la financiación de los albanokosovares residentes en Estados Unidos.
Sigo paseando sin rumbo hasta el final del Bulevard Bill Clinton viendo algún que otro edificio destacable pero que no puedo identificar porque las placas no están en inglés y Maps.me sigue sin funcionarme, así que como no veo nada más interesante a medida que voy ascendiendo, decido dar media vuelta y volver para atrás de nuevo dirección a la Catedral de la Santa Madre Teresa.
De nuevo en la catedral y después de haberla visitado (me resulta curioso que en un país donde el 90% de la población es musulmana dispongan de una iglesia católica) y atravesando el pequeño parque que se encuentra en un lateral llegamos a uno de los emblemas más conocidos de la ciudad y no precisamente por su belleza, sino todo lo contrario, la Biblioteca Nacional de Kosovo "Pjetër Bogdani". Este edificio fue inaugurado en 1982 y está construido con ventanas cenitales y con 99 cúpulas de diferentes tamaño, y por encima está cubierta de una red de pesca de metal que tendrá su propio simbolismo pero que yo no soy capaz de ver ni de entender. Para entendernos, después de visitar muchas bibliotecas alrededor del mundo (mi favorita sigue siendo la de Alejandría, en Egipto) la de Kosovo me parece una construcción horrible y sin mucho sentido. Eso si, en la entrada principal tienen ondeando las banderas de Kosovo, Albania y la Unión Europea... para no entender nada.
La verdad es que no me molesté ni en entrar (tampoco sé si está permitido para los turistas), pero entre lo horrible que es por fuera, el vaivén de estudiantes que entraban y salían y en la que me sentía bastante observado y de alguna persona acomodada en la puerta pidiendo limosna, se me quitaron las ganas de hacerlo. Así que sigo caminando y justo enfrente me encuentro la Iglesia Ortodoxa del Cristo Salvador que no es que esté inacabada, simplemente que han construido la fachada y la cúpula y la han dejado medio abandonada en un solar esperando poder acabarse algún día.
La zona donde me encuentro representa que es un campus universitario porque al otro extremo se encuentran algunas facultades universitarias, pero supongo que por falta de presupuesto y financiación no se ha podido llevar a cabo y el estado actual es un solar con una gran extensión de terreno, una catedral ortodoxa inacabada en el centro, una biblioteca horrorosa al otro extremo del solar y un montón de antenas parabólicas a modo de escultura esparcidas por el lugar.
Almenos pude dar una vuelta por el campus de la facultad de Matemáticas y Física y pude encontrar un bonito mural pintado en una pared que le daba un toque más "cool" y moderno al edificio, aunque los bloques de pisos que hay detrás daban un poco de miedo, está claro que es una herencia de la antigua Yugoslavia.
Dejo esta zona ya visitada porque veo que ya no hay nada de interés después de recorrer varias calles paralelas y me dirijo al cercano Museo Etnográfico de la ciudad, mi idea es visitarlo porque pienso que puede ser interesante y con mucha historia después de que el país sufriera la guerra de los Balcanes, pero al acercarme me lo encuentro cerrado y después de rodearlo una chica universitaria que pasaba por allí me confirma que está cerrado y que no sabe si lo abrirán.
Así que mi gozo en un pozo, sigo recorriendo la ciudad atravesando un pequeño mercado local al aire libre de comida sin ningún tipo de interés y de seguida llego a una zona un poco más pija y con mucho ambiente lleno de terrazas y restaurantes, así que decido hacer un alto en el camino y sentarme en una terraza mientras me tomo una coca cola y me fumo un cigarro mientras descansan mis pies. Por cierto, tomarse una consumición en una terraza de Kosovo me ha costado la friolera de 0,60 €... casi igual que en Barcelona... casi! Esta zona tiene algo de interés porque aparte de estar animada de gente podemos observar algunos murales y graffitis en sus paredes, no es que sean obras de arte como en otras ciudades mundiales pero algo es algo.
Después de descansar un rato sigo investigando que más puedo visitar en la ciudad, así que no tardo en dar con uno de los edificios más históricos de la antigua Yugoslavia, el Gran Hotel Prishtina, toda una institución donde han llegado a alojarse grandes personajes y celebrirades de la época como el Mariscal Tito, entre otros. Actualmente el hotel ha pasado a manos de un inversor y empresario albanokosovar de origen suizo que curiosamente es el hombre más rico de todo Kosovo y que fue presidente de Kosovo en su momento, Behgjet Isa Pacolli, que le ha dado un buen lavado de cara hasta reconvertirlo en un hotel de 5 estrellas llamado Swiss Diamond Hotel Prishtina. Ahora solamente falta que lleguen turistas y llenarlo.
A lo lejos podemos observar una pequeña mezquita llamada Xhamia e Llapit y unos baños públicos que antaño funcionaron como tal y ahora está cerrado a cal y canto. Muy cerca se encuentra la Mezquita Fatih, construida por el sultán Mehmet II y que se encuentra al lado de la Torre del Reloj, de 26 metros de altura.
Desde aquí da comienzo una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad, el Bulevardi Nënë Tereza (Bulevard Madre Teresa), donde destaca el edificio de la OTAN, la estatua ecuestre de Skandenberg que fue un héroe albanokosovar, y cantidad de terrazas al aire libre y restaurantes donde los kosovares suelen salir a pasear y sobretodo una estatua de la Madre Teresa.
Sigo paseando hasta el final del Bulevard Madre Teresa haciendo un pensamiento porque después de ver tantos restaurantes por esta zona me está entrando hambre, así que decido acabar de visitar lo que me falta de la ciudad y después ya comeré tranquilamente. Lo más destacado por esta zona es un par de estatuas del héroe nacional Zahir Pajaziti, que fue un antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y del antiguo político albanés Hasan Prishtina.
Caminando un poco más llegamos al centro de la ciudad donde destacan los dos monumentos más conocidos y visitados de la ciudad de Pristina, por un lado la escultura con el Memorial Heroinat, en homenaje a todas las mujeres combatientes y que dieron su vida por Kosovo. Para apreciar mejor la escultura lo que hay que hacer es acercarse lo máximo posible para observar las fotografías en miniatura de todas esas mujeres que dieron su vida por el país, y una vez que nos vamos alejando podremos ver una única escultura en forma de mujer. Es bastante curiosa y muy original.
Pero si hay una escultura realmente conocida y que caracterice a Kosovo, no es otra que el monumento con las letras NEWBORN (nuevo nacimiento) que se encuentra justo enfrente de la escultura del Memorial Heroinat. El monumento se inauguró el 17 de febrero de 2008 y no es una fecha escogida al azar, sino que es la fecha en la que Kosovo se independizó unilateralmente de Serbia dándole un significado como "nuevo estado" o "nacimiento de un nuevo país". Este punto es el más turístico de la ciudad y se nota, porque para hacerse una foto con esta escultura hay que esperar un buen rato y aguantar el "postureo" de la gente... si hasta Kosovo ha llegado el postureo, señores!!
El lugar es fácil de encontrar porque allí es donde hay más gente y si os sirve de referencia, justo detrás se encuentra el estadio de fútbol de Pristina, el más importante de todo Kosovo, ya que desde el año 2014 ha sido reconocida por la UEFA y la FIFA y puede competir en partidos oficiales, de hecho ahora mismo se encuentra compitiendo en partidos oficiales clasificatorios para la Eurocopa del 2020.
Ahora si que ya doy por finalizada mi visita a todo lo más importante de Pristina porque la ciudad no da para más, me gustaría ir a Graçanica que se encuentra a 10 kms de Pristina para visitar su maravilloso monasterio pero los taxistas de 20 € no bajan y me parece una burrada de dinero para el nivel de vida de un país como Kosovo, así que como son las 14:30h y tampoco quiero volver muy tarde a Skopje, decido volver al Bulevard Bill Clinton, comer tranquilamente allí en uno de sus restaurantes por unos 6 € en total con dos platos, postre y bebida (os acordáis en España antes de la crisis del 2007 cuando uno se podía comer un menú diario en un bar por ese precio?) y bajar tranquilamente caminando hacia la estación de autobuses, donde tengo que esperar algo más de una hora a la siguiente minivan porque el de las 16h ya va a tope y no quedan plazas, así que me lo tomo con calma comprando tabaco para el resto del viaje que en Kosovo va a menos de la mitad de precio que en España, me compro algo de beber en un supermercado de la estación mientras veo la vida pasar y a las 16:30h me voy a esperar la minivan llegar para coger un buen sitio y no volver de pie.
Una vez que llega y como es de suponer soy el único turista, el conductor me dice que suba y al principio le digo que es pronto para hacerlo pero al ver que me insiste lo hago, cosa que no puedo más que agradecerle porque ya sabía el conductor el percal que se iba a formar allí, y es que en cuestión de minutos se llenó, muchos otros iban de pie y otros no tuvieron tanta suerte y se tuvieron que quedar en tierra ante el cabreo de cada uno y con el ambiente tan caldeado algunos casi llegan a las manos, y es que esta gente no se anda con tonterías.
Al principio me sentí un poco mal porque quizás mi plaza la podría ocupar alguien que le fuera más ugente que a mi, pero viendo que yo he tenido que esperar casi una hora y media y que esta gente ha vendido más asientos de la cuenta lo mejor que podía hacer es mantenerme calladito y volver ya para Skopje, así que poco antes de las 17h nos pusimos en marcha sin saber como el conductor podía llevar la furgoneta con tanta gente de pie y sin seguridad, y antes de llegar a la frontera hizo una parada donde se bajó bastante gente. Poco después llegamos a la frontera y esta vez si que nos tuvimos que bajar todos a enseñar en la garita nuestra documentación y en la frontera macedonia también, sin ninguna incidencia y bastante rápidos.
Poco antes de las 19h llegamos a la estación de autobuses de Skopje, dando por finalizada esta breve visita a Kosovo, un país bastante curioso de visitar y sin demasiados atractivos pero que estando tan cerca de él no podía desaprovechar la ocasión de hacerle una visita y tacharlo de la lista de países pendientes de visitar, ya que de otra forma siempre se me iba a quedar ahí pendiente.
Hasta siempre, Kosovo!!
Otras rutas por los Balcanes:
* La falta de información para visitar la ciudad, imposible localizar una oficina de turismo o hacerse con un mapa de la ciudad con los puntos más interesantes, como mucho encontré un tablero en el centro con los puntos turísticos de la ciudad en la que le pude hacer una foto con el móvil para ir mirándolo de vez en cuando.
* Por toda la ciudad está llena de banderas de Albania junto a la de Kosovo, la mayoria de la población es musulmana y procedentes de Albania, las estatuas repartidas por la ciudad la mayoria son de personajes o héroes albaneses, cuando recorres sus calles a uno le da la senación de estar en Albania y no en Kosovo y encima dicen que les gustaría algún día anexionarse con ellos y formar un solo país. Si la perspectiva de la población es asemejarse más a Albania que a otro país europeo, dudo que salgan de la pobreza en la que están inmersos.
Y con este pequeño resumen, os explico que se puede visitar en Pristina, capital de Kosovo!!!
DÍA 1.- SKOPJE - PRISTINA - SKOPJE
El día empieza muy pronto desde mi alojamiento de Skopje, empiezo a estar un poco cansado de tanto tute por mi viaje a Bulgaria y Macedonia y me da bastante pereza ir a Kosovo, pero soy consciente que es ahora o nunca, porque si desaprovecho la oportunidad de visitar hoy Kosovo que lo tengo prácticamente a 1:30h de distancia, después me será más díficil encajarlo en un futuro viaje.Después de comprar mi billete de autobús y desayunar tranquilamente, a las 09h de la mañana llega la minivan para Pristina. No somos muchos viajeros, como mucho ocho personas y yo soy el único turista, supongo que la gente se preguntaría que narices voy a hacer en Kosovo. A mitad de camino llegamos a la frontera de Macedonia del Norte, no hace falta bajar de la minivan porque un oficial sube a ella pidiendo la documentación y se la lleva, donde vuelve 15 minutos después y vuelve a subir para devolverla. Ahora recorremos unos metros y hacemos lo propio con la frontera kosovar, le digo al oficial si quiere mi DNI o mi pasaporte y me dice que mejor el pasaporte (por probar que no quede). Al cabo de un rato vuelve con mi pasaporte con el sello estampado, ya estamos oficialmente en Kosovo.
Sobre las 10:30h de la mañana llego a la estación de autobuses de Pristina, la primera impresión no es muy buena porque está un poco hecha polvo, hay un montón de gente con pintas muy raras y no hay ningún tipo de información acerca de como llegar a la ciudad, excepto los taxistas que no paran de perseguirme. Así que lo mejor en estos casos que intentan estresarme es hacer lo que hago siempre, que es alejarme un poco de todo el meollo de gente, fumarme un cigarro tranquilo sin que me agobien y estudiar las diferentes alternativas.
Finalmente decido seguir a aquellas personas que han llegado en autobús desde otros puntos del país, atravesamos un paso subterráneo y una pequeña barriada de bloques de pisos con muchas miradas curiosas hacia mi, y de seguida llegamos a una de las avenidas principales de la ciudad, el Boulevard Bill Clinton. Esta avenida es fácil de reconocer porque aquí se encuentra una estatua del antiguo presidente norteamericano Bill Clinton junto a una bandera de EE.UU, todo un homenaje al pueblo americano por su reconocimiento oficial de Kosovo como estado independiente, y bajo su mandato la OTAN bombardeó en 1999 parte de los Balcanes para acabar con la represión del dictador Slobodan Milosevic junto al grupo rebelde albanés de Kosovo ELK (Ejército de Liberación de Kosovo).
Tampoco es casualidad que la primera tienda de ropa que se encuentra justo al lado de la estatua de Bill Clinton se llame "Hillary", toda una declaración de intenciones. El nombre se debe porque la mujer del expresidente americano visitó la tienda de ropa en su momento y como homenaje decidieron que se llamara así.
Sigo ascendiendo por el Bulevard Bill Clinton, por el camino puedo encontrar todo tipo de comercios, desde tiendas de comestibles, peluquerías y pequeños restaurantes con terrazas, donde me ofrecen comer pero declino la oferta porque es demasiado pronto, pero espero hacerlo un poco más tarde cuando haya visitado la ciudad y antes de volver de nuevo a Skopje.
La verdad es que sigo caminando sin rumbo fijo porque no dispongo de ningún plano de la ciudad y la aplicación Maps.me no me funciona (desconozco el motivo), así que voy tirando por intuición o por si veo alguna cosa que me llame la atención dentro del tráfico tan terrible que hay en esta avenida. Sigo avanzando por el Bulevard Bill Clinton hasta toparme con la Catedral de la Santa Madre Teresa, fácilmente reconocible por su color anaranjado y finalizada en el año 2017 gracias a a la financiación de los albanokosovares residentes en Estados Unidos.
Sigo paseando sin rumbo hasta el final del Bulevard Bill Clinton viendo algún que otro edificio destacable pero que no puedo identificar porque las placas no están en inglés y Maps.me sigue sin funcionarme, así que como no veo nada más interesante a medida que voy ascendiendo, decido dar media vuelta y volver para atrás de nuevo dirección a la Catedral de la Santa Madre Teresa.
De nuevo en la catedral y después de haberla visitado (me resulta curioso que en un país donde el 90% de la población es musulmana dispongan de una iglesia católica) y atravesando el pequeño parque que se encuentra en un lateral llegamos a uno de los emblemas más conocidos de la ciudad y no precisamente por su belleza, sino todo lo contrario, la Biblioteca Nacional de Kosovo "Pjetër Bogdani". Este edificio fue inaugurado en 1982 y está construido con ventanas cenitales y con 99 cúpulas de diferentes tamaño, y por encima está cubierta de una red de pesca de metal que tendrá su propio simbolismo pero que yo no soy capaz de ver ni de entender. Para entendernos, después de visitar muchas bibliotecas alrededor del mundo (mi favorita sigue siendo la de Alejandría, en Egipto) la de Kosovo me parece una construcción horrible y sin mucho sentido. Eso si, en la entrada principal tienen ondeando las banderas de Kosovo, Albania y la Unión Europea... para no entender nada.
La verdad es que no me molesté ni en entrar (tampoco sé si está permitido para los turistas), pero entre lo horrible que es por fuera, el vaivén de estudiantes que entraban y salían y en la que me sentía bastante observado y de alguna persona acomodada en la puerta pidiendo limosna, se me quitaron las ganas de hacerlo. Así que sigo caminando y justo enfrente me encuentro la Iglesia Ortodoxa del Cristo Salvador que no es que esté inacabada, simplemente que han construido la fachada y la cúpula y la han dejado medio abandonada en un solar esperando poder acabarse algún día.
La zona donde me encuentro representa que es un campus universitario porque al otro extremo se encuentran algunas facultades universitarias, pero supongo que por falta de presupuesto y financiación no se ha podido llevar a cabo y el estado actual es un solar con una gran extensión de terreno, una catedral ortodoxa inacabada en el centro, una biblioteca horrorosa al otro extremo del solar y un montón de antenas parabólicas a modo de escultura esparcidas por el lugar.
Almenos pude dar una vuelta por el campus de la facultad de Matemáticas y Física y pude encontrar un bonito mural pintado en una pared que le daba un toque más "cool" y moderno al edificio, aunque los bloques de pisos que hay detrás daban un poco de miedo, está claro que es una herencia de la antigua Yugoslavia.
Dejo esta zona ya visitada porque veo que ya no hay nada de interés después de recorrer varias calles paralelas y me dirijo al cercano Museo Etnográfico de la ciudad, mi idea es visitarlo porque pienso que puede ser interesante y con mucha historia después de que el país sufriera la guerra de los Balcanes, pero al acercarme me lo encuentro cerrado y después de rodearlo una chica universitaria que pasaba por allí me confirma que está cerrado y que no sabe si lo abrirán.
Así que mi gozo en un pozo, sigo recorriendo la ciudad atravesando un pequeño mercado local al aire libre de comida sin ningún tipo de interés y de seguida llego a una zona un poco más pija y con mucho ambiente lleno de terrazas y restaurantes, así que decido hacer un alto en el camino y sentarme en una terraza mientras me tomo una coca cola y me fumo un cigarro mientras descansan mis pies. Por cierto, tomarse una consumición en una terraza de Kosovo me ha costado la friolera de 0,60 €... casi igual que en Barcelona... casi! Esta zona tiene algo de interés porque aparte de estar animada de gente podemos observar algunos murales y graffitis en sus paredes, no es que sean obras de arte como en otras ciudades mundiales pero algo es algo.
Después de descansar un rato sigo investigando que más puedo visitar en la ciudad, así que no tardo en dar con uno de los edificios más históricos de la antigua Yugoslavia, el Gran Hotel Prishtina, toda una institución donde han llegado a alojarse grandes personajes y celebrirades de la época como el Mariscal Tito, entre otros. Actualmente el hotel ha pasado a manos de un inversor y empresario albanokosovar de origen suizo que curiosamente es el hombre más rico de todo Kosovo y que fue presidente de Kosovo en su momento, Behgjet Isa Pacolli, que le ha dado un buen lavado de cara hasta reconvertirlo en un hotel de 5 estrellas llamado Swiss Diamond Hotel Prishtina. Ahora solamente falta que lleguen turistas y llenarlo.
A lo lejos podemos observar una pequeña mezquita llamada Xhamia e Llapit y unos baños públicos que antaño funcionaron como tal y ahora está cerrado a cal y canto. Muy cerca se encuentra la Mezquita Fatih, construida por el sultán Mehmet II y que se encuentra al lado de la Torre del Reloj, de 26 metros de altura.
Desde aquí da comienzo una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad, el Bulevardi Nënë Tereza (Bulevard Madre Teresa), donde destaca el edificio de la OTAN, la estatua ecuestre de Skandenberg que fue un héroe albanokosovar, y cantidad de terrazas al aire libre y restaurantes donde los kosovares suelen salir a pasear y sobretodo una estatua de la Madre Teresa.
Sigo paseando hasta el final del Bulevard Madre Teresa haciendo un pensamiento porque después de ver tantos restaurantes por esta zona me está entrando hambre, así que decido acabar de visitar lo que me falta de la ciudad y después ya comeré tranquilamente. Lo más destacado por esta zona es un par de estatuas del héroe nacional Zahir Pajaziti, que fue un antiguo comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y del antiguo político albanés Hasan Prishtina.
Caminando un poco más llegamos al centro de la ciudad donde destacan los dos monumentos más conocidos y visitados de la ciudad de Pristina, por un lado la escultura con el Memorial Heroinat, en homenaje a todas las mujeres combatientes y que dieron su vida por Kosovo. Para apreciar mejor la escultura lo que hay que hacer es acercarse lo máximo posible para observar las fotografías en miniatura de todas esas mujeres que dieron su vida por el país, y una vez que nos vamos alejando podremos ver una única escultura en forma de mujer. Es bastante curiosa y muy original.
Pero si hay una escultura realmente conocida y que caracterice a Kosovo, no es otra que el monumento con las letras NEWBORN (nuevo nacimiento) que se encuentra justo enfrente de la escultura del Memorial Heroinat. El monumento se inauguró el 17 de febrero de 2008 y no es una fecha escogida al azar, sino que es la fecha en la que Kosovo se independizó unilateralmente de Serbia dándole un significado como "nuevo estado" o "nacimiento de un nuevo país". Este punto es el más turístico de la ciudad y se nota, porque para hacerse una foto con esta escultura hay que esperar un buen rato y aguantar el "postureo" de la gente... si hasta Kosovo ha llegado el postureo, señores!!
El lugar es fácil de encontrar porque allí es donde hay más gente y si os sirve de referencia, justo detrás se encuentra el estadio de fútbol de Pristina, el más importante de todo Kosovo, ya que desde el año 2014 ha sido reconocida por la UEFA y la FIFA y puede competir en partidos oficiales, de hecho ahora mismo se encuentra compitiendo en partidos oficiales clasificatorios para la Eurocopa del 2020.
Ahora si que ya doy por finalizada mi visita a todo lo más importante de Pristina porque la ciudad no da para más, me gustaría ir a Graçanica que se encuentra a 10 kms de Pristina para visitar su maravilloso monasterio pero los taxistas de 20 € no bajan y me parece una burrada de dinero para el nivel de vida de un país como Kosovo, así que como son las 14:30h y tampoco quiero volver muy tarde a Skopje, decido volver al Bulevard Bill Clinton, comer tranquilamente allí en uno de sus restaurantes por unos 6 € en total con dos platos, postre y bebida (os acordáis en España antes de la crisis del 2007 cuando uno se podía comer un menú diario en un bar por ese precio?) y bajar tranquilamente caminando hacia la estación de autobuses, donde tengo que esperar algo más de una hora a la siguiente minivan porque el de las 16h ya va a tope y no quedan plazas, así que me lo tomo con calma comprando tabaco para el resto del viaje que en Kosovo va a menos de la mitad de precio que en España, me compro algo de beber en un supermercado de la estación mientras veo la vida pasar y a las 16:30h me voy a esperar la minivan llegar para coger un buen sitio y no volver de pie.
Una vez que llega y como es de suponer soy el único turista, el conductor me dice que suba y al principio le digo que es pronto para hacerlo pero al ver que me insiste lo hago, cosa que no puedo más que agradecerle porque ya sabía el conductor el percal que se iba a formar allí, y es que en cuestión de minutos se llenó, muchos otros iban de pie y otros no tuvieron tanta suerte y se tuvieron que quedar en tierra ante el cabreo de cada uno y con el ambiente tan caldeado algunos casi llegan a las manos, y es que esta gente no se anda con tonterías.
Al principio me sentí un poco mal porque quizás mi plaza la podría ocupar alguien que le fuera más ugente que a mi, pero viendo que yo he tenido que esperar casi una hora y media y que esta gente ha vendido más asientos de la cuenta lo mejor que podía hacer es mantenerme calladito y volver ya para Skopje, así que poco antes de las 17h nos pusimos en marcha sin saber como el conductor podía llevar la furgoneta con tanta gente de pie y sin seguridad, y antes de llegar a la frontera hizo una parada donde se bajó bastante gente. Poco después llegamos a la frontera y esta vez si que nos tuvimos que bajar todos a enseñar en la garita nuestra documentación y en la frontera macedonia también, sin ninguna incidencia y bastante rápidos.
Poco antes de las 19h llegamos a la estación de autobuses de Skopje, dando por finalizada esta breve visita a Kosovo, un país bastante curioso de visitar y sin demasiados atractivos pero que estando tan cerca de él no podía desaprovechar la ocasión de hacerle una visita y tacharlo de la lista de países pendientes de visitar, ya que de otra forma siempre se me iba a quedar ahí pendiente.
Hasta siempre, Kosovo!!
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