29 de diciembre de 2021

SERBIA


 









Mi primer viaje postcovid me ha llevado al corazón de los Balcanes y al epicentro de la antigua Yugoslavia, uno de los países que más invasiones y conflictos ha sufrido a lo largo de su historia, ya que su capital Belgrado ha sido destruida nada más y nada menos que en 44 ocasiones, dejando atrás todas sus heridas y cicatrices para resurgir como motor económico del sureste de Europa.

Actualmente Serbia es un crisol de culturas, con una naturaleza apabullante y una arquitectura que recuerda a su pasado astrohúngaro, además de ser la capital de la fiesta y la marcha para los más jóvenes, siendo injustamente uno de los países menos visitados de nuestro viejo continente.


FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

FECHA: Octubre 2.021

DÍAS: 5

DOCUMENTACIÓN NECESARIA

Pasaporte con mínimo 6 meses de validez y dos páginas en blanco.

Visado no se necesita para ciudadanos de la Unión Europea.

OTROS DATOS DE INTERÉS

IDIOMA: El idioma oficial es el serbio y se utiliza el alfabeto cirílico. A pesar de ser un destino poco turístico, me ha sorprendido la cantidad de personas que hablan inglés.

MONEDA: La moneda oficial es el Dinar Serbio, escrito RSD. En el momento de mi visita el cambio fue de 1 € = 117 RSD, aproximadamente. 

TARJETAS: Se puede pagar con tarjetas de crédito en muchos lugares turísticos como estaciones de autobuses y en supermercados, además de algunos restaurantes, no así para pagar el transporte público ni en los alojamientos que hemos contratado que solamente se podía hacer en efectivo, aunque también aceptan €uros sin problemas. Conviene llevar dinero en efectivo para evitar estas situaciones. 

GUIA DE VIAJE: Esta vez viajaré sin guia de viaje a pesar de estar disponible la guia "Balcanes Occidentales" de la Lonely Planet, así que esta vez he viajado con información propia.

TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país aunque lo mejor es comprar una tarjeta SIM con datos y llamadas en el mismo aeropuerto o en cualquier tienda de telefonía que encontraremos sin problemas en la capital o bien conectarnos cuando tengamos wifi disponible, ya que Serbia no pertenece a la Unión Europea y no tendremos roaming, así que conviene tenerlo en cuenta si no queremos tener ninguna sorpresa en nuestra factura telefónica. 

INTERNET: Prácticamente en todos los alojamientos o restaurantes turísticos disponen de wifi gratuito para sus clientes y que funciona bastante bien, además existen algunos puntos de wifi gratuitos repartidos por la ciudad, sobretodo en el centro de Belgrado, que nos puede sacar de algún apuro.

SEGURIDAD: País bastante seguro donde me he movido por todas las zonas y a cualquier hora del día sin la más mínima sensación de inseguridad, ya que a los serbios les gusta hacer vida en la calle y siempre hay movimiento de gente hasta altas horas de la noche.

VACUNAS: Ninguna obligatoria pero se recomienda la vacuna de la Hepatitis A y B, y Fiebre Tifoeida.

ELECTRICIDAD: El voltaje es de 220 V y las clavijas y enchufes son del tipo C/F, así que no hace falta adaptador, ya que los enchufes funcionan igual que en nuestro país.

DIFERENCIA HORARIA: En el momento de mi viaje, mismo horario respecto a España.

RELIGIÓN: La gran mayoría de los serbios son cristianos ortodoxos, el resto y en minoría son cristianos y musulmanes.

VIAJAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Después de muchos meses, por fin he vuelto a coger un vuelo para salir de nuestro país y volver a sentir las mismas sensaciones que antaño. Los requisitos a la hora de escoger destino fuera de nuestras fronteras era tan simple como que fuera un destino europeo, que no estuviera masificado ni lleno de turistas para evitar en la medida de lo posible un futuro contagio, y sobretodo que fuera un destino económico y abarcable para recorrerlo en apenas 5 días que disponía, y el resultado ha sido Serbia, ubicado en el corazón de los Balcanes.

Para volar a Serbia con Ryanair a fecha de hoy, se necesita cumplir los siguientes requisitos:

Green Passport o Certificado Covid, conforme el viajero tiene la pauta de vacunación completa; o bien certificado que acredite haber pasado la enfermedad, y la tercera opción es un resultado negativo de una PCR en las 72 horas antes del viaje realizada en un laboratorio certificado. Cualquiera de estas opciones se puede llevar en tu móvil o imprimirlo en papel, y es lo primero que te solicitan a la llegada al país. Para acceder a locales y restaurantes en Serbia, no nos lo han pedido en ningún momento.

- Test de Antigenos dentro de las 48 horas previas de coger tu vuelo con resultado negativo, y es que este apartado fue el que más quebradero de cabeza sufrimos y en el que apunto estuvimos de quedarnos en tierra y no poder volar, ya que estuvimos investigando los requisitos para entrar en Serbia antes de tomar el vuelo e incluso enviamos varios correos a la Embajada de Serbia en España y nunca nos llegaron a responder, así que en el aeropuerto de Bérgamo nos dejaron embarcar sin ningún problema hacia Serbia y a nuestra llegada al país nadie nos solicitó nada, así que entramos al país por avión sin que nadie nos pidiera el resultado negativo de una PCR o test de antigenos, así que desconozco si realmente es necesario presentarlo en caso de entrar al país por tierra desde cualquier país que haga frontera con Serbia. El problema vendría días después cuando llegamos al aeropuerto para embarcar hacia Italia y volver para casa cuando nos pidieron una prueba negativa para embarcar, así que 50 minutos antes de que saliera nuestro vuelo para abandonar Serbia, tuvimos que volver de nuevo a la ciudad, buscar un laboratorio, hacernos el test de antigenos y esperar el resultado, en caso que no se consiguiera no había más vuelos hasta tres días más tarde, así que más abajo sabréis si conseguimos realizar todos esos trámites en 50 minutos y abandonar Serbia, o bien nos quedamos tirados tres días más.

Digital Passenger Locator Form (dPLF), hay que rellenar este simple formulario con nuestros datos personales y de nuestro vuelo si hacemos escala en Italia (como ha sido mi caso), donde en teoría nos lo solicitarán a nuestra llegada al aeropuerto. Una vez rellenado correctamente recibiremos un Pdf con un código QR, que debemos guardar en nuestro móvil o bien imprimirlo. En caso de llegar a Serbia en vuelo directo, no hay que descargarse este documento.

Spain Travel Health (Spth), para entrar en España a la vuelta de tu viaje por Serbia o cualquier otro destino, es obligatorio rellenar este documento para entrar a nuestro país 48 horas antes de llegar, donde nos pedirán el documento o el código QR una vez que pongamos pie en nuestro país, donde un semáforo aleatorio nos dirá si podemos entrar libremente en nuestro país o bien nos obligarán a hacernos un test de antigenos gratuito allí mismo, donde 15 minutos después nos enviarán los resultados a nuestro correo electrónico.

CAMBIO DE MONEDA

















La moneda oficial en Serbia es el Dinar Serbio, una moneda bastante estable y que apenas sufre fluctuaciones importantes en el día a día. En el momento de mi viaje se cambiaba a 117 RSD por €uro, aproximadamente.

Como la entrada al país la hicimos por via áerea en el pequeño y minúsculo aeropuerto de Nis,  necesitaremos cambiar algo de dinero para poder coger el transporte público hacia la ciudad, así que justo al salir de la terminal del aeropuerto hay un pequeño kiosco donde se puede cambiar dinero a un precio realmente competitivo, ya que apenas se nota la diferencia con el cambio actual del momento. Una vez en la ciudad, sorprendentemente el país está lleno de casas de cambio por doquier, tanto en la ciudad de Nis, como en Belgrado y Novi Sad, todas muy céntricas y a cualquier hora del día. Aún y así he podido sacar dinero en un cajero automático con mi tarjeta Bnext, aunque el cambio que me han aplicado no ha sido del todo bueno, así que si es posible, recomiendo cambiar €uros a dinares serbios directamente en efectivo en cualquier casa de cambio, aunque apenas notáreis la diferencia.

EL ITINERARIO DEL VIAJE

Nis - Belgrado - Novi Sad - Nis



























DÍA 1.-  BÉRGAMO - NIS
DÍA 2.-  NIS - BELGRADO
DÍA 3.-  BELGRADO
DÍA 4.-  BELGRADO - NOVI SAD - NIS
DÍA 5.-  NIS - BÉRGAMO

PRESUPUESTO DEL VIAJE

DESGLOSE DEL PRESUPUESTO                                                                     IMPORTE


Vuelo i/v Bérgamo - Nis con Ryanair                                                                       9,98 €

ALOJAMIENTO                                                                                                     52,00 €

TICKETS                                                                                                               49,74 €

OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..)                           48,84 €

TEST ANTIGENOS                                                                                              17,09 €

Total Presupuesto por Persona                                                                      177,65 €

TRANSPORTE A/DESDE AEROPUERTO
























La razón principal por la cual decidimos volar a Serbia y concretamente que el pequeño aeropuerto de Nis fuera nuestra puerta de entrada al país fue por el increible precio de los vuelos, ya que conseguimos volar con Ryanair por 4,99 € por trayecto, todo un regalo ya que llegar a Serbia por su capital Belgrado con otras compañías tipo Vueling o Wizzair, el precio se disparaba a cerca de 100 € por trayecto, así que debido a la diferencia tan grande de precio, decidimos volar a Nis.

Una vez aterrizado en Serbia y resuelto todos los trámites burocráticos, hay varias opciones de llegar a la ciudad (por desgracia nosotros tuvimos que utilizar ambas), aunque por suerte la ciudad se encuentra prácticamente a 5 kms de distancia del aeropuerto, aproximadamente a 10-15 minutos en coche.

- Autobus: Justo a la derecha de la terminal de salidas se encuentra la parada de autobus que nos llevará a la ciudad, el número es el 34 o 34B, y os aseguro que no tiene pérdida porque es el único autobus de línea que hace este recorrido y además no hay otros transportes que tapen nuestra visibilidad, normalmente suelen estar sincronizados con el horario de llegada de los pocos vuelos que recibe el aeropuerto, así que no vamos a tener problema en localizarlos. El coste del ticket es de 60 RSD (0,50 €) por persona, independientemente de los bultos que lleves, y se paga al revisor que hay dentro del bus.

- Taxi: Es la forma más rápida y más segura de llegar a tu destino, el problema es que sorprendentemente no hay taxis en el aeropuerto, ya que no es un destino muy habitual entre los viajeros y su aeropuerto apenas recibe vuelos, así que si salimos y no encontramos ninguno, lo mejor es acercarse al pequeño kiosco donde hemos cambiado dinero y le decimos al chico si nos puede conseguir un taxi, que amablemente os conseguirá uno. El precio del trayecto no debería pasar de 5€, es cierto que es más caro que el transporte público pero te aseguras que te deje en la puerta de tu alojamiento, porque nosotros que viajamos tres personas cometimos el error de irnos en autobus y estuvimos dando un montón de vueltas porque no localizamos nuestro alojamiento y perdimos mucho tiempo, así que viajando tres personas lo mejor es viajar en taxi que son muy baratos y recomendables.

TRANSPORTE ENTRE CIUDADES

















Lo más recomendable para moverse por el país sería disponer de coche de alquiler y poder moverse a tu aire y sin estar sujeto a horarios, aunque en nuestro caso fue un destino de prácticamente última hora y el precio del alquiler ya se había disparado bastante de precio, y como solamente íbamos a conocer varias ciudades en prácticamente 5 días, decidimos movernos en transporte público y no nos arrepentimos en absoluto, y más teniendo en cuenta las condiciones climatológicas que nos hemos encontrado. Aunque uno se puede mover tanto en tren como en autobus, nosotros finalmente nos hemos decantado por este último y más concretamente por el autobus de la compañía Nis Ekspres, ya que su flota de autobuses son cómodos y nuevos, puedes consultar sus horarios por su web sin necesidad de desplazarte a la estación de autobuses e incluso comprar los billetes por su aplicación, y sobretodo que hace solamente una parada intermedia de 15 minutos para estirar las piernas. Por contra no me ha gustado que aprovechan hasta el último asiento antes de salir (lógico y normal) y parece que vayamos un poco apretados, y apenas controlan que la gente viaje con su mascarilla subida durante todo el trayecto a pesar de ser un requisito obligatorio como uno puede observar al subir al autobus, y es un tema que me ha tenido bastante mosqueado durante el viaje y más teniendo en cuenta que en las fechas de mi visita a Serbia, la población vacunada apenas llegaba al 40% de su total. 

Estos son los trayectos, distancia y precios de que hemos recorrido en Serbia.

* Nis - Belgrado: 1300 RSD (11,10 €), 240 kms y 3,15h aproximadamente.
* Belgrado - Novi Sad: 900 RSD (7,69 €), 98 kms y 1,30 horas aproximadamente.
* Novi Sad - Nis: 2140 RSD (18,29 €), 340 kms y 5 horas aproximadamente.

ALOJAMIENTOS DEL VIAJE

















Teníamos claro que si finalmente lográbamos entrar en Serbia, nos íbamos a alojar en apartamentos amplios para tener más privacidad y sobretodo para no compartir alojamiento con desconocidos en tiempos de pandemia y así prevenir posibles contagios, así que decidimos no reservar nada previamente hasta tener la confirmación de entrada en Serbia por si tuviéramos que tirar de plan B o incluso C que teníamos en mente.

- Nis: Sweet Apartments. Alojamiento reservado desde el interior del avión de Bérgamo a Nis poco antes de despegar y una vez que nos confirmaron que podíamos volar a Serbia sin problemas. Se trata de un apartamento privado pero con cocina y baño compartido con otros huéspedes pero donde tuvimos la suerte de no compartir con nadie más, así que como llegábamos tarde y al día siguiente partiamos pronto hacia Belgrado, no queriamos gastar mucho. El apartamento es céntrico, ya que se encuentra a dos minutos caminando de la zona comercial y apenas a 5 minutos de la estación de autobuses de la ciudad, aunque para llegar dimos una vuelta importante porque el conductor del bus no sabía dónde teníamos que bajarnos y perdimos bastante tiempo, pero la dueña del apartamento, la Sra. Jovic, se portó muy bien con nosotros. Finalmente por la habitación individual (2 camas) pagamos 12 €, y por una habitación doble 18 €, solamente se puede pagar en efectivo aunque admiten €uros si te va mejor, el desayuno no estaba incluido pero disponiamos de cocina para hacerlo nosotros mismos. Recomendable por ubicación y el buen estado del apartamento, en cambio el edificio necesita una reforma urgente y las escaleras para llegar al apartamento que se encuentra en un tercer piso no disponen de luz ni ascensor, así que hay que ir con cuidado para no matarse por la noche. Si buscas un alojamiento económico para pasar una noche, bien ubicado y con privacidad es una buena opción, en caso contrario se puede encontrar opciones mejores por prácticamente el mismo precio.

- Belgrado: City Center Apartment Mika. Reservado la misma noche que llegamos a Serbia y pocas horas antes de llegar a Belgrado. Apartamento de 60 metros totalmente equipado y reformado, dispone de dos habitaciones amplias, cocina totalmente equipada (incluso lavadora) y gran baño, aparte de una pequeña terraza que nos iba genial para salir a fumar sin necesidad de salir a la calle con el frio que hacia. La comunicación con Dusan, su propietario, fue totalmente fluida por whatsapp y no tuvimos ningún problema para llegar. Su ubicación es excelente, apenas a 5 minutos de la Plaza de la República, centro neurálgico de Belgrado y desde donde empieza la calle Knez Mihailova, la arteria comercial y más importante de Belgrado, además a dos minutos de nuestro alojamiento encontramos el barrio de Skadarlija, la zona de moda de la ciudad llena de bares y restaurantes abiertos hasta altas horas de la noche. Estuvimos alojados dos noches y hemos pagado 90 € en total, es decir, 15€ por persona y noche, que teniendo en cuenta los precios de los alojamientos en Belgrado y su excelente ubicación y comodidad, me parece muy recomendable.

- Nis: Dream Rooms. Alojamiento reservado para la última noche del viaje y antes de coger el vuelo para casa, ya que no quisimos arriesgarnos y preferimos dormir cerca del aeropuerto para no tener ningún imprevisto. Tiene una ubicación excelente ya que se encuentra a dos minutos caminando de la zona comercial y a 10 minutos de la estación de autobuses y está todo muy céntrico y a mano. Se trata de varios apartamentos independientes, el nuestro disponía de dos habitaciones, baño privado y una pequeña cocina con nevera, suficiente para pasar una noche ya que llegamos muy tarde y al día siguiente saldriamos muy pronto porque queríamos aprovechar para visitar la ciudad de Nis que dejamos para el final del viaje. Hemos pagado 29 € en total por una noche (10 € por persona), solamente se puede pagar en efectivo aunque te dan la facilidad de pagar en €uros, la chica de la recepción ha sido muy amable y simpática con nosotros durante nuestra estancia, y hemos estado cómodos y sin ningún problema, incluso nos han guardado nuestras mochilas después de realizar el check out mientras hemos aprovechado para conocer la ciudad ligeros de peso. La única pega de nuestro apartamento es que para ir al baño tenía que entrar en la habitación de mis amigos, no es ningún problema pero sí una molestia y lo ideal hubiera sido que el baño estuviera fuera de las habitaciones para no molestar ni despertar a nadie. Muy recomendable para una estancia en Nis, y si tuviera que escoger entre el alojamiento de nuestra primera noche o el de nuestra última noche, yo personalmente me quedo con este último, aunque he quedado muy satisfecho de ambos.

GASTRONOMÍA VIAJERA
























Como no podía ser de otra manera, la gastronomía serbia y la balcánica en general posee grandes influencias de sus países vecinos, sobretodo de Hungría, Turquía y Grecia, dónde ya me dejó una gran sabor de boca durante mi visita a Macedonia del Norte y Kosovo y en Serbia la he vuelto a disfrutar. Los serbios son muy aficionados a los caldos (los inviernos son muy duros en el país) destacando sobretodo el famoso goulash, originario de sus vecinos húngaros, pero sobretodo destacan por ser grandes consumidores de carne, donde es fácil encontrar cualquier local abierto de barbacoas o carne a la brasa hasta altas horas de la noche y que nos ha salvado de cenar en varias ocasiones, destacando sus ricas pljeskavica (hamburguesas) o sus maravillosos cevapci (carne picada en forma de salchichas a la parrilla), pasando por los burek (pastel típico relleno de queso, carne o verduras) sin olvidarnos de sus maravillosos postres como es el baklava (pastelitos dulces con miel y frutos secos), así que es muy recomendable probar la comida balcánica porque es abundante, deliciosa y barata. 

La parte negativa es que en tiempos de Covid las medidad de seguridad de los restaurantes brillan por su ausencia, ya que suelen estar bastante llenos y sin apenas separación de mesas, la gente no utiliza mascarillas mientras no consumen y lo más importante, no disponen de ley antitabaco y está permitido fumar en el interior de sus locales, así que nosotros casi siempre hemos consumido en las terrazas al aire libre a pesar del frio o bien hemos encargado la comida y nos la hemos llevado a nuestro apartamento donde hemos comido tranquilamente comprando cerveza fresca y grande en el supermercado, pero en ningún momento nos hemos querido arriesgar a un posible contagio. Por este motivo la partida de gastos en comida no se ha disparado mucho a pesar de haber comido muy bien.

LO MEJOR DEL VIAJE

- Volver a coger un avión y viajar fuera de mi país después de 18 meses sin hacerlo, demasiado tiempo para una persona que le encanta viajar pero que lo principal en estos momentos es la salud y todo lo demás es secundario.

- Viajar a un destino tristemente histórico y poder hacerlo sin encontrarme apenas turismo internacional, uno de los requisitos imprescindibles que buscaba cuando estaba en la búsqueda de destinos para pasar unos días fuera, además de poder volar por menos de 10 € en total cuando normalmente los vuelos cuestan muchísimo más. Tenía bastantes prejuicios con este destino antes de visitarlo ya que siempre me ha parecido el patito feo de los Balcanes y ahora puedo decir que me ha gustado más de lo que me esperaba.

- En general me ha parecido un destino barato aunque no tanto como imaginaba (sobretodo en Belgrado), donde los precios tanto del alojamiento como del ocio se asemejan más a precios europeos que balcánicos, así que vale la pena visitar estos países ahora antes de que entren a formar parte de la Unión Europea. 

LO PEOR DEL VIAJE

- Las medidas anticovid tan lamentables que tienen en el país a pesar de que ni la mitad de su población está vacunada y lo poco conscienciada que está la gente en el país por miedo a contagiarse, ya que dentro del transporte muchos no llevan mascarillas, y en el interior de los restaurantes está permitido fumar tranquilamente, así que aunque no haya restricciones obligatorias conviene ir con mucha precaución.

- La incertidumbre que ha provocado visitar este destino por culpa de la poca y confusa información por parte de las autoridades serbias referente a las medidas sanitarias para entrar y salir del país, hecho que ha provocado que hasta poco antes de despegar de Italia no supiera dónde iba a viajar ya que no estaba dispuesto a gastarme 100 € en una prueba PCR para hacer una escapada de 5 días con la cantidad de destinos que hay por visitar, así que en mi mente siempre ha habido un plan B, C e incluso D por si no podíamos volar a Serbia, aunque la sorpresa vino al llegar al aeropuerto con una hora de antelación para coger el vuelo de vuelta donde sí que nos solicitaron un test negativo para poder abandonar el país, situación que nos estresó mucho debido al poco margen de tiempo del que disponíamos.

Y después de esta pequeña guia con información actual os llevo al corazón de los Balcanes, vamos a conocer Serbia!


DÍA 1.- BÉRGAMO - NIS

Después de pasar toda la mañana visitando la maravillosa ciudad de Bérgamo y con la incertidumbre de si podemos volar a Serbia sin necesidad de una prueba de PCR negativa, nos ponemos en la fila de embarque a probar suerte antes de desenpolvar el plan B del viaje y por suerte con el Green Passport o Pasaporte Covid nos dejan embarcar sin problemas, así que una vez localizado mi asiento y antes de despegar lo primero que hago es reservar alojamiento para nuestra primera noche en Nis por si no encontramos wifi o tenemos cualquier imprevisto. 


El vuelo transcurre sin problemas con una mezcla de ilusión por poder viajar de nuevo y de desahogo por volver a hacerlo después de tanto tiempo, llegando hora y media después al pequeño aeropuerto Constantino el Grande de Nis, donde poco después comprobaremos que de grande solamente tiene el nombre. Imprescindible pasaporte para llegar a Serbia ya que no forma parte de la Unión Europea, mostrar nuestro documento de vacunación y después del sello en el pasaporte ya estamos en Serbia, ahora falta llegar a la ciudad, que se encuentra a escasos 4 kms del aeropuerto. 


Cambiamos algo de dinero en una pequeña garita que se encuentra justo en la salida del aeropuerto y con nuestros primeros dinares serbios nos vamos a la parada del bus que llega poco después, el número es el 34 ó 34B y no tiene pérdida porque es la única línea que pasa por el aeropuerto, y el coste del ticket es de 60 RSD por persona. En un principio debemos bajarnos en la Plaza Rey Milan porque nuestro alojamiento está muy cerca pero por lo visto el recorrido lo hace por una calle paralela y no supimos localizarla para bajarnos ya que no disponemos de wifi, así que le pregunto al cachondo del revisor pero mientras consigue ver la calle, se ubica y le pregunta a toda la gente del bus, al final acabamos en la otra punta de la ciudad y ya de noche cerrada. Finalmente una pasajera joven que habla inglés nos aconseja bajarnos y coger otro bus en dirección opuesta y nos apunta en un papel el nombre de la plaza en serbio para que se lo enseñemos al siguiente revisor y nos diga donde debemos bajarnos, así que le hacemos caso y nos subimos en otro bus y después de un trayecto de unos 20 minutos por fin nos bajamos en la Plaza Rey Milan, donde apenas a tres calles se encuentra nuestro alojamiento.

La primera impresión de nuestro alojamiento no fue muy buena, ubicado en una calle muy poco iluminada, en un edificio lamentable sin ascensor y encima no dispone de luz en los rellanos para subir, pero una vez que llamas a la puerta y te abre la Sra. Jovic (su dueña) todo cambia y el alojamiento está muy bien, a pesar de encontrarse en un tercer piso sin ascensor. Abonamos la noche que nos vamos a quedar, le preguntamos cuatro cosas básicas y nos despedimos, y nosotros sin tiempo que perder nos vamos a empezar a visitar parte de la ciudad, a pesar de ser de noche, ha estado lloviendo y hace mucho frio para ser octubre.



Visitamos la parte comercial de la ciudad llena de tiendas de ropa y restaurantes, y cuando nos cansamos nos paramos a tomarnos nuestra primera cerveza serbia mientras nos relajamos después de un largo día que empezaba en el aeropuerto de Barcelona para coger un vuelo a horas intempestivas, continuaba con una visita a la ciudad de Bérgamo y finalizaba con mucho suspense en la ciudad serbia de Nis, la segunda más importante del país. Hacemos tiempo para cenar pero entre que no vemos nada que nos atraiga demasiado, la poca hambre que traemos después de comer tarde en Bérgamo y la noche de perros que hace con muchísima humedad, decidimos pasarnos por el supermercado a comprar algo de picar y el desayuno para mañana en nuestro apartamento antes de irnos para Belgrado.


Después de una merecida ducha, dar noticias a la familia de nuestra llegada, reservar nuestro alojamiento para los próximos dos días en Belgrado y consultar horarios de autobuses, pasada la medianoche nos vamos a descansar, que estoy muerto después de muchas horas sin dormir y mañana toca madrugar.

DÍA 2.- NIS - BELGRADO

Después de descansar tranquilamente toca de nuevo madrugar, ya que tenemos que recoger nuestros respectivos equipajes, desayunar y coger el transporte hacia Belgrado ya que no queremos llegar muy tarde para aprovechar el día, así que a las 08:30h abandonamos el apartamento con destino la estación de autobuses.




La estación de autobuses se encuentra prácticamente a 10 minutos caminando de nuestro alojamiento, allí mismo cambiamos algo de dinero en una de las tantas casas de cambio de moneda y nos vamos a la taquilla a comprar los billetes para Belgrado, nos atiende una mujer muy agradable y que habla inglés (después de la mala experiencia que tuve en Macedonia del Norte con las taquilleras), pagamos 1300 RSD por cada billete hacia Belgrado y nos subimos rápidamente al bus de las 9h que está a punto de partir, así que nos toca viajar en asientos separados con mis compañeros porque el bus va lleno.

De Nis a Belgrado hay unas 3 horas de trayecto, a lo que hay que añadir una parada intermedia de 15 minutos para estirar las piernas en un pequeño bar de carretera, y sobretodo la entrada infernal a Belgrado llena de coches y atascos, así que a las 12:30h aproximadamente estamos llegando a la estación de autobuses de Belgrado, ubicada cerca del puerto deportivo, llamado waterfront


Belgrado nos recibe tímidamente nublada y con frío, hemos quedado con Dusan (el dueño de nuestro apartamento) a las 13:30h para la recogida de llaves, así que tenemos una hora para llegar hasta allí sin tener ni idea de como llegar, así que salimos de la estación hasta llegar a una gran plaza donde convergen varias líneas de tranvía, le pregunto a un par de chicos y no me saben decir como llegar al centro de la ciudad, hasta que finalmente una amable mujer que habla inglés me dice que subamos al tranvía número 7 y nos bajemos en la parada Beogradska, considerado el centro de la ciudad. 



Sin tiempo que perder nos subimos en el primer tranvía que pasa con el número 7, con tan mala suerte que nos subimos en el segundo vagón y aquí no hay ni conductor ni revisor, ni mucho menos ninguna máquina para comprar los tickets, así que lejos de arrugarnos decidimos arriesgarnos y viajar sin ticket y si viniera algún revisor a pedirnos billetes le explicariamos lo sucedido (no tenemos muy buenas experiencias con este tipo de cosas), así que después de unos 20 minutos de trayecto ascendiendo por unas cuestas empinadas, finalmente llegamos sin ningún problema a la parada Beogradska, aquí solamente debemos seguir caminando unos 10 minutos hasta la céntrica Plaza de la República y poco después con ayuda de Maps.me solamente debemos caminar 5 minutos en línea recta hasta llegar a nuestro apartamento, no sin antes sacar dinero de un cajero automático para pagar nuestro alojamiento.

A las 13:30h puntual llegamos a nuestro alojamiento y nos recibe Dusan, o más bien podemos llamarlo "el Jorge Javier Vázquez de Serbia" como le hemos bautizado porque es clavadito de cara, así que nos echamos unas buenas risas durante el viaje a próposito del dueño de nuestro alojamiento en Belgrado. Charlamos un rato con Dusan, le pagamos la estancia y nos despedimos de él aunque podemos estar en contacto por whatsapp si necesitamos algo en cualquier momento de nuestra estancia en Belgrado. El apartamento es maravilloso, ya que no le falta de nada, es grande, céntrico y hay bastantes tiendas y supermercados muy cerca, y lo más importante es que es económico teniendo en cuenta los precios de Belgrado, que es una locura.



Sin tiempo que perder nos echamos a la calle ya que el tiempo está bastante inestable y amenaza lluvias en cualquier momento, así que en la búsqueda de algún lugar para comer nos vamos directamente al barrio de Skadarlija que lo tenemos apenas a 500 metros de nuestro alojamiento, conocido por ser el barrio bohemio de Belgrado y lleno de restaurantes locales para comer o tomar una copa. Antes de llegar a Belgrado había leído que Skadarlija era lo mismo que para Barcelona el barrio del Born, para Milán el barrio de Brera o para París el barrio de Montmartre, y aunque las comparaciones siempre resultan odiosas, os aseguro que no tienen nada que ver, sí que es verdad que es una zona bonita y diría que se asemeja más al barrio turco de cualquier ciudad europea y está plagado de restaurantes, pero de todas las veces que pasamos por Skadarlija en nuestra estancia de dos días en Belgrado no vimos apenas ni una terraza abierta ni movimiento de gente, quiero pensar que en verano y con mejor tiempo la zona tiene que ser muy diferente y mucho más animada, pero durante nuestra estancia no ha sido así.











Abandonamos Skadarlija (volveríamos en otro momento) y continúamos la búsqueda de algún sitio para comer, eran más de las 15h de la tarde y desde el desayuno de la mañana no habíamos probado bocado, así que atravesando la plaza Mile Trailovic que hace frontera con el barrio alternativo de Dorcol, llegamos al interesante Mercado de Bajloni, donde los agricultores llegan cada día hasta aquí para vender sus hortalizas frescas, así que como estas visitas me encantan, allí que fuimos.






Empieza a llover cada vez más fuerte y nosotros sin comer, así que tenemos suerte y justo al salir del mercado de Bajloni encontramos una panadería, entramos a mirar y tienen unos bocatas y unos burek (börek) con muy buena pinta, así que decidimos no perder más tiempo y pedirnos algo aquí mientras nos lo comemos en una mesa de una terraza bajo un toldo mientras observamos el vaivén de la gente bajo la lluvia. Cuando terminamos de comer ya ha dejado de llover y nos disponemos a aprovechar la tarde porque en esta época sobre las 19h de la tarde ya se hace de noche, así que visitamos por encima el interesante barrio alternativo de Dorcol, esperando volver en otro momento si tenemos tiempo.






Abandonamos los barrios de Dorcol y Skadarlija y ponemos rumbo hacia el centro de Belgrado, dejamos a un lado el Mercado de Bajloni y al otro lado el Bitef Teatar (curiosa iglesia evangelista alemana que actualmente funciona como teatro) y en dos minutos llegamos a uno de los centros neurálgicos de Belgrado, la Plaza de la República, ubicado en el barrio de Stari Grad. Aquí han sucedido algunos acontecimientos importantes mientras Belgrado era capital de la antigua Yugoslavia, sobretodo en los años 90 y principios de siglo, el más importante fue la protesta en las elecciones del 2000 para derrocar al gobierno de Slobodan Milosevic, auténtico cáncer de la antigua Yugoslavia y que por su culpa se desencadenó el triste conflicto de la Guerra de los Balcanes.

En la inmensa y bonita Plaza de la República podemos encontrar la estatua ecuestre del príncipe Miguel III Obrenovic (más conocido como el príncipe Mihailo), que reinó dos veces en Serbia. Justo detrás de la estatua del príncipe Mihailo podemos encontrar el bonito Museo Nacional de Serbia que no visitamos por falta de tiempo, y en un lateral de la plaza podemos encontrar el Teatro Nacional de Belgrado.










En el otro lateral de la Plaza de la República empieza la arteria comercial más importante de Belgrado, la Knez Mihailova, que es toda peatonal durante 1 km hasta llegar a otro de los puntos fuertes de la ciudad, la Fortaleza de Kalemegdan. Durante nuestro recorrido podemos encontrar decenas de boutiques de ropa de grandes firmas internacionales, terrazas donde tomar algo, vendedores de castañas, y poder observar sus bonitos edificios, donde destaca el Instituto Cervantes, así que por algo dicen que la calle Knez Mihailova es una de las calles peatonales más bonitas de todos los Balcanes y Europa del Este (siendo honestos, a mi no me lo parece).








Seguimos recorriendo la bonita Knez Mihailova hasta llegar al final de su recorrido, donde encontraremos la Oficina de Turismo de Serbia, entramos para recoger un poco de información del país y algún mapa, y solamente cruzar la carretera llegamos a otro de los highlights imperdibles de todo Belgrado, la Fortaleza de Kalemegdan, ubicada en una colina en lo alto del rio Sava. Para llegar hasta aquí debemos cruzar una gran extensión de zona verde, el Parque Kalemegdan, donde encontraremos pequeños puestos de souvenirs y gente paseando, ya que es un punto muy concurrido por los serbios al salir del trabajo mientras se contempla la puesta de sol sobre el rio Sava, un lugar ideal para desconectar del bullicio de la capital.













Llegamos a lo más alto de la Fortaleza de Kalemegdan donde encontraremos una estatua de 14 metros de altura llamada Pobednik (el Víctor) que simboliza la victoria de los serbios frente al imperio otomano en la guerra de los Balcanes y al imperio Austro-Húngaro en la I Guerra Mundial, donde podemos observar que en una mano posee un águila y en la otra mano una espada. Desde aquí es un punto ideal para observar toda la ciudad de Belgrado desde las alturas, sobretodo Novi-Beograd (Nuevo Belgrado) que se encuentra al otro lado del rio Sava, pero sobretodo es un lugar ideal y en el cual se reúnen todos los serbios cerveza en mano cada tarde ya que es la ubicación perfecta para observar la puesta de sol sobre la ciudad, aunque hoy con el día de lluvias que tenemos y lo gris que está el cielo, no será posible contemplarla, además del frio que hace.











Empieza a caer la tarde y hace bastante frio, la verdad es que tampoco voy muy abrigado así que vamos dejando esta parte de Kalemegdan y vamos poniendo rumbo de nuevo al centro de la ciudad antes de que nos caiga la noche, pero antes de abandonarlo definitivamente ponemos rumbo a la zona de la Fortaleza donde se encuentra el Museo Militar que se encuentra cerrado a estas horas, pero que enfrente tienen expuestos gratuitamente una pequeña colección de tanques y carros de combate bastante curiosos de ver y donde hacen alarde de su músculo militar, que me recuerda por un momento al Pobedi Park en Moscú o al Korea War Memorial Museum de Seúl, bastante curioso de ver.





















Abandonamos definitivamente la Fortaleza de Kalemegdan, mañana si tenemos tiempo queremos volver para contemplar una preciosa puesta de sol si es posible, así que atravesamos de nuevo todo el parque y en poco tiempo ya estamos de nuevo en el principio de la Knez Mihailova, esta vez giramos a la derecha y nos vamos derechos a la Catedral del Arcángel San Miguel (Saborna Crkva), nuestra primera visita a una de las tantas catedrales ortodoxas de Serbia que tendremos la suerte de visitar durante nuestra estancia en Serbia, que aunque no nos ha parecido la más bonita de todas las visitadas, sí nos ha sorprendido gratamente por el ambiente que se respira en su interior y sorprendernos por ser la primera que visitamos.







Con la tarde totalmente oscura y el día de perros que hace damos por finalizadas las visitas por hoy, esperando que mañana mejore un poquito el tiempo y sobretodo aprovecharemos para madrugar y exprimir más la bonita ciudad de Belgrado. Volvemos de nuevo a la Knez Mihailova y nos vamos en busca de algún sitio para tomar algo y descansar los pies, acabamos en la terraza de una cafeteria para poder fumar tranquilamente ya que los interiores de los locales de Serbia en general me producen bastante respeto en estos tiempos de pandemia, ya que están muy masificados, la gente no suele utilizar mascarillas (a excepción del interior de las tiendas y comercios que es obligatoria) y además está permitido fumar, que aún siendo fumador, no me gusta hacerlo en lugares cerrados. Para ser un miércoles por la tarde hay bastante ambiente, y es que a los serbios les encanta salir y hacer vida en la calle, por algo son conocidos como los latinos de los Balcanes.

A pesar de no tener mucha hambre buscamos un lugar para hacerlo, pero no encontramos nada que nos entre por los ojos y tampoco nos inspira mucha confianza por todo el tema que decía antes, incluso pensamos en ir a un supermercado a comprar y así aprovechar la cocina de nuestro apartamento que está totalmente equipada, así que cuando estamos cerca de llegar a nuestro apartamento vemos que justo enfrente hay un local pequeño lleno de gente a todas horas donde preparan comida balcánica para llevar, así que no nos lo pensamos más y encargamos nuestra cena mientras vamos a un supermercado que tenemos al lado a comprar cervezas y el desayuno para mañana, y nos vamos para nuestro apartamento para aprovechar la calefacción y la comodidad que nos ofrece.





La comida espectacular, la primera vez que probé el cevapi fue en el barrio turco de Skopje en Macedonia del Norte y me encantó, así que cuando lo vi en la carta del local no lo dudé ni un instante y la decisión no pudo ser mejor, la carne en esta zona del mundo está buenísima y muy barata. Al final hemos cenado como reyes por 250 RSD (2 €) más 60 RSD (0,50 €) por una cerveza grande y fresca en el supermercado, en total la cena ha costado 2,5 € y lo más importante, calentitos, cómodos y sin riesgo de contagio. Después de una sobremesa y de ponernos un poco al día de las visitas previstas para mañana, ponemos fin a una larga jornada que empezaba muy pronto esta mañana en Nis y que acaba cómodamente en un bonito apartamento de Belgrado, ahora toca descansar y coger fuerzas ya que en unas horas nos ponemos de nuevo en marcha para seguir visitando la capital de la antigua Yugoslavia.

DÍA 3.- BELGRADO

Dobry den, Belgrado! Después de descansar cómodamente y de una ducha, desayunamos tranquilamente en nuestro apartamento y poco después de las 9h de la mañana nos echamos a la calle de nuevo para seguir disfrutando de la ciudad, es sorprendente como a mediados de octubre puede hacer tanto frio en este país y no quiero ni imaginar como deben ser los inviernos de duros y pocas horas de luz en este rincón del mundo, mientras pienso que ojalá me hubiera traido en mi pequeño equipaje más ropa de abrigo, sobretodo braga para el cuello y camisetas térmicas, pero es lo que tiene la incertidumbre de salir de casa para irte de viaje y no saber a dónde vas a viajar ni a dónde vas a dormir esa noche, aventura total.

Nuestra primera visita será de nuevo al barrio de Skadarlija que ya visitamos ayer y que lo tenemos prácticamente a 400 metros de nuestro apartamento, y es que los chicos quieren volver de nuevo a la panadería que descubrimos ayer y en el cual estuvimos comiendo, así que viendo las obras de arte que tienen expuestas no puedo caer en la tentación y volver a desayunar allí, para después volver a dar una vuelta por el mercado de Bajloni. 














Como siempre digo, lo mejor de mis viajes siempre es perderme por sus mercados locales y disfrutar de los colores y aromas de sus productos, mientras observo pasar a la gente y así hacerme una idea del tipo de país que estoy visitando. Volvemos a atravesar el corazón del barrio de Skadarlija y continúan sus restaurantes igual de apagados que ayer que tenía un pase porque estaba lloviendo, pero hoy luce tímidamente el sol y todo sigue igual, así que volveremos a la tarde-noche si es posible y poder comprobar finalmente si la zona tiene tanto ambiente como hemos leído.







Volvemos a la Plaza de la República, a estas horas y a diferencia de ayer, luce algo más soleada y no hay tanta gente por ella, así que después de unas fotos allí seguimos nuestro camino dejando a nuestra derecha la Knez Mihailova que no vamos a a travesar ahora para poner los pies en el considerado mismísimo centro de la ciudad de Belgrado, la Plaza Terazije, donde destaca la famosa fachada del Hotel Moskva construido en el año 1906, o el famoso restaurante de la cadena McDonalds, el más grande de todos los Balcanes.











Seguimos recorriendo Belgrado a través de la calle Nikola Pasica mientras observamos sus bonitos edificios reconstruidos, ya que no olvidemos que Belgrado ostenta el curioso récord de ser la ciudad más veces destruida y reconstruida del mundo a lo largo de su historia, concretamente en 44 ocasiones. A través de toda esta zona podemos observar bonitos edificios y edificios señorales que por momentos nos hace pensar que nos encontramos más bien en Viena que no en Serbia, aunque poco después volveremos de nuevo a la cruda realidad una vez que pisemos el distrito de Savski Venac.








Dejamos por un rato toda esta bonita zona para volver a la realidad, y es que hace apenas 30 años tuvo lugar la gran Guerra de los Balcanes y el consiguiente desmembramiento de la antigua Yugoslavia, siendo Serbia y más concretamente Belgrado la que se llevó la peor parte ya que la OTAN tuvo que intervenir en el conflicto y la ciudad fue bombardeada en el año 1999 durante casi tres meses después del asedio de los serbios en Kosovo. Las estampas y cicatrices del horror todavia siguen visibles hoy en día en el distrito de Savski Venac y más concretamente en la Kneza Milosa (calle Milosa) donde la OTAN lanzó una ofensiva y bombardeó la sede del Ministerio de Exterior yugoslavo y el Gobierno de Serbia, así como el Ministerio de Defensa y la torre de televisión de Belgrado, entre otros puntos estratégicos del mandato del dictador Slobodan Milosevic. Hoy en día los edificios se encuentran tal y como estaban en el año 99 y no se han remoledado, siendo palpable todas las cicatrices del conflicto, y la verdad es que sobrecoge observar todo lo que sucedió allí no hace muchos años. 

Se recomienda visitar la zona si te interesa la historia más reciente del país pero hay que tener mucha precaución a la hora de fotografiar los edificios y sobretodo hacerlo con mucha discreción, ya que a sus ciudadanos no les hace mucha gracia y mucho menos convertir el horror vivido en un circo mediático para los turistas.












 
Después de visitar muy discretamente todas las cicatrices y el horror merecido que sufrió Belgrado, abandonamos la zona y ponemos rumbo a una de las visitas más importantes de la ciudad, el Templo de San Sava, que se encuentra a poco más de 1 km de donde estamos ahora, así que decidimos llegar a ella dando un largo paseo mientras visitamos otros puntos menos interesantes de la ciudad hasta llegar al distrito de Vracar, así que es fácil llegar a ella porque desde cualquier punto de la ciudad es visible gracias a su gran cúpula. 

Finalmente llegamos a la catedral ortodoxa más grande del mundo, el Templo de San Sava, dedicado a San Sava, fundador de la iglesia ortodoxa serbia. Es una construcción prácticamente reciente ya que data del S. XIX, de estilo bizantino y hasta hace unos años su interior estaba totalmente vacio y sus paredes blancas, pero gracias a las donaciones de sus fieles actualmente su interior luce impresionante y apenas queda algún centímetro para adornar. Su visita es gratuita y se recomienda el máximo respeto posible. Personalmente creo que es la iglesia ortodoxa más bonita que he visitado hasta hoy día junto a la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada de San Petersburgo, y eso que llevo unas cuántas en muchos países diferentes, así que independientemente de tus creeencias religiosas recomiendo visitarla porque es impresionante y encima la visita es gratuita.
































Después de la visita y de encender unas velas para pedir unos deseos a San Sava, deshacemos nuestro camino y vamos en busca de algún lugar para comer, aunque todavia es pronto. Nuestra idea es hacerlo en uno de los restaurantes más conocidos de Belgrado, la famosa kafana "?" aunque su nombre es "Question Mark". Después de ubicarnos y preguntarle a un chico amable, nos damos cuenta que no estamos en la zona correcta y nos indican como llegar, así que todavia es pronto y vamos volviendo al centro de Belgrado dando un largo paseo mientras visitamos alguna tienda, otros puntos interesantes de la ciudad, como es la Slavija Square donde encontraremos las famosas letras de "Belgrado" en serbio y que tan de moda se están poniendo en cualquier ciudad del mundo, y hacemos un alto en el camino para entrar en calor y tomarnos alguna cosa.













Seguimos visitando Belgrado y llegamos de nuevo al centro de la ciudad, una zona que a pesar de llevar muy poco tiempo en la ciudad ya que llegamos ayer a mediodía, nos resulta muy familiar y que nos desenvolvemos con total soltura, así que nuestra siguiente visita será otro de los highlights de la ciudad, el Parque de Tasmajdan, otro de los pulmones verdes de la ciudad y muy agradable de pasear, ubicado en pleno distrito de Palilula donde además se encuentra otra de las maravillosas iglesias ortodoxas del país, la Iglesia de San Marcos, con su impresionante iconostasio.













El hambre aprieta y decidimos postponer la visita a la kafana "?" porque ya es tarde, nos pilla un poco lejos y tampoco tenemos la certeza de que nos vayan a dar de comer a estas horas por muy turístico que sea y preferimos no arriesgar, así que como estamos cerca de nuestro apartamento decidimos finalizar las visitas que tenemos cerca de camino hacia él, volver a encargar la comida a nuestro amigo que tenemos enfrente y que tan bien cenamos anoche mientras compramos algo más en el supermercado y por la noche ya iremos a cenar a la kafana más tranquilamente. 

Nuestra siguiente visita es a la Asamblea Nacional de Serbia, uno de los edificios más espectaculares de Belgrado y de todo Serbia, ubicado enfrente del Parque Pionirski y con un alto valor cultural, histórico y arquitectónico, aquí es donde se constituyen las leyes serbias y también el lugar de manifestaciones y revueltas por parte de los serbios cuando están descontentos con sus politicos, y por lo visto, los serbios no se andan con tonterías.




Abandonamos la Asamblea Nacional de Serbia y seguimos recorriendo Belgrado, ahora llegamos a la próxima plaza Nikola Pasik, una bonita plaza que debe su nombre a un antiguo alcalde de Belgrado y primer ministro serbio del siglo XIX, un romanso de paz en pleno centro de la ciudad y bastante animada a pesar de ser un jueves por la tarde, ideal para pasear o tomar algo.






Otra de las visitas recomendables si estáis en Belgrado es visitar el Museo de Historia de Yugoslavia, se encuentra un poco alejado del centro para ir andando ya que está a más de 4 kms de distancia, así que lo mejor es coger un taxi y en menos de 10 minutos os dejará en la puerta por unos 3 € al cambio. Aparte de esta interesante visita, justo al lado se encuentra la Casa de las Flores, el lugar donde está el mausoleo del mariscal Tito, el famoso líder de la antigua Yugoslavia.



Antes de llegar a nuestro alojamiento todavia tenemos tiempo de hacer nuestra última visita a la Concatedral de Cristo Rey, no es tan visitada como el resto de catedrales ortodoxas de Belgrado al estar un poco retirada del centro pero es igual de impresionante que las demás, así que es muy recomendable visitarla si disponéis de tiempo, además de ser gratuita. Por suerte no tenemos sobredosis de iglesias ortodoxas.









El hambre aprieta y se nos ha ido el santo al cielo nunca mejor dicho, así que damos por concluidas las visitas más importantes en Belgrado y nos vamos hacia nuestro apartamento pero antes de llegar vamos a visitar a nuestro amigo de anoche, le felicitamos por la buena cocina que tiene y le encargamos nuestra comida mientras vamos al supermercado a por las cervezas, llevamos solamente un día en Belgrado y la gente ya nos conoce y nos sentimos muy cómodos en el barrio, si algo me ha hecho cambiar de opinión respecto a los serbios es que toda la gente con las que nos hemos cruzado e interactuado han sido muy educados y amables con nosotros, algo que no me esperaba antes de visitar el país quizás por una idea equivocada que tenía sobre ellos o por experiencias viajeras en otros países del Este de Europa e incluso de los Balcanes, aunque en general han sido muy hospitalarios conmigo. 





Con la comida y las cervezas en nuestras manos nos vamos finalmente a nuestro apartamento, allí comemos tranquilamente aunque muy tarde y llegamos a la misma conclusión, la gastronomía en los Balcanes está escandalosamente buena, variada y muy barata. Después de comer incluso nos da tiempo de descansar un rato los pies después de tanto tute y media hora después nos vamos de nuevo a patear la ciudad sin prisas ni obligaciones por visitar nada importante, así que nos dedicamos a pasear tranquilamente por la ciudad por los lugares que más nos han gustado, aprovechando las últimas horas que nos quedan en Belgrado antes de partir mañana hacia Novi Sad, otra de las maravillas de Serbia. 










Es una pena de no haber dispuesto de un poco más de tiempo para haber visitado la zona de Zemun, el Museo de Nikola Tesla y alguna cosilla más, pero en pocos días es imposible abarcar todo, aún y así me hace gracia de los "viajeros" que dicen que Belgrado se visita perfectamente en menos de un día porque os aseguro que no es así. Acabamos la tarde sentados en una terraza justo al lado de donde estuvimos tomando algo ayer pero con bastante diferencia a la anterior, ya que la terraza dispone de calefactor y mantas, tiene más variedad y es más barato, y sobretodo la amabilidad de la camarera cuando nos escucha hablar en español, que no duda en entablar conversación con nosotros y dejarnos claro lo mucho que le gusta visitar Barcelona e Ibiza. Nos despedimos de ella y aunque apenas tenemos hambre nos acercamos finalmente al restaurante "?" que se encuentra a un par de minutos caminando de donde nos encontramos, vemos que está prácticamente vacio y ojeamos la carta por fuera y vemos que los precios se corresponden más a un país nórdico que a uno balcánico, así que finalmente no entramos.



Nos volvemos paseando tranquilamente para nuestro apartamento, es noche cerrada y hace bastante frio y no vamos del todo bien abrigados, al llegar nos paramos en el supermercado a comprar el desayuno para mañana desayunar tranquilamente antes de dejar definitivamente Belgrado, y después de algunas gestiones y de una larga sobremesa de tertulia, pasada la medianoche nos retiramos a descansar, que en unas horas toca de nuevo ponerse en marcha que nos espera un día bastante largo e intenso y hay que exprimirlo al máximo.

DÍA 4.- BELGRADO - NOVI SAD - NIS

Tras unas horas de descanso y de una reconfortante ducha, dejamos listos nuestros equipajes y desayunamos tranquilamente para abandonar definitivamente nuestro apartamento a las 8h de la mañana, como no sabemos el número de bus que debemos coger para llegar hasta la terminal decidimos hacerlo caminando en un paseo de 15 minutos a pesar del frio que hace a estas horas, hoy la previsión es de lluvia en Belgrado así que decidimos irnos hacia Novi Sad, la segunda ciudad más grande de Serbia, ubicada a unos 100 kms de Belgrado, en la región de Voivodina. Por el camino nos vamos despidiendo de Belgrado, una ciudad muy acogedora y que me ha gustado más de lo que me esperaba, dejando atrás lugares como la Plaza de la República, la Plaza Terazije o la Plaza Sava, la más grande de toda Serbia e inaugurada recientemente en honor al fundador del país, Stefan Nemanja, con su escultura de 23 metros de altura y 60 toneladas de peso.








Evitamos entretenernos más por el camino y llegamos a la estación de autobuses que se encuentra justo al lado del Waterfront, son cerca de las 9h de la mañana y en la primera ventanilla que vemos despejada le compramos a la taquillera el billete para el siguiente bus que salga a Novi Sad, cuando le pregunto a qué hora sale me dice que en 3 minutos y tenemos que ir a la otra punta de la estación, así que maldigo a la taquillera y salimos corriendo antes de que se vaya sin nosotros, así que cuando llegamos ya está en marcha y tenemos que picarle a la puerta para que nos abra, conseguimos subir y nos sentamos donde podemos, suerte que el trayecto es de solamente una hora y media y no será muy largo porque nuestros asientos son los descartados por los demás viajeros del bus y algo incómodos.

Pasadas las 10h de la mañana llegamos a Novi Sad, que significa "Ciudad Jardín", el bus nos deja en la estación central de autobuses y ahora debemos investigar como llegar al centro de la ciudad que se encuentra a 20 minutos caminando, así que como el tiempo está muy nublado y tampoco tenemos mucho tiempo decidimos preguntar a un amable conductor como llegar en transporte público, nos dice que cojamos el bus número 4 que está próximo a llegar y nos subimos a él después de pagar al conductor el ticket (65 RSD).



Después de un trayecto de algo más de 5 minutos nos bajamos en lo que intuimos puede ser el centro de la ciudad, el restaurante Kalem by Zak que se encuentra en los bajos de un gran centro comercial, e intuimos bien porque solamente tenemos que cruzar un paso a nivel y de seguida llegamos a la bonita Trg Slobode (Plaza de la Libertad), considerada el corazón de Novi Sad. En el centro de la plaza encontraremos la estatua de bronce del ex-alcalde de la ciudad (Svetozar Miletic), y detrás de ésta el bonito Ayuntamiento de Novi Sad de estilo neorrenacentista, y en el otro extremo de la plaza encontraremos la Iglesia del Nombre de María (fácilmente reconocible gracias a sus 72 metros de altura) y la Catedral de San Jorge.

















Finalizadas las visitas nos dirigimos hacia la calle Dunavska, una de las calles más bonitas y conocidas de Novi Sad con sus fachadas de colores y llenas de encanto, y sobretodo llena de terrazas y pastelerías donde tomar algo, así que como hace frio para sentarse en una terraza a tomar algo lo postponemos para más tarde mientras seguimos recorriendo la ciudad sin rumbo fijo, visitando por el camino el Palacio del Obispo, y es que no hay que olvidar que Novi Sad ha sido declarada Capital Europea de la Cultura 2021 y el lavado de cara que está experimentando la ciudad es notable y maravilloso.











Después de la visita hacemos un alto en el camino para tomarnos algo caliente ya que las temperaturas son bajas y hace frio, por más que buscamos un local que intenten cumplir las normas anticovid y nos podamos sentir seguros no tenemos narices de encontrar ninguno, finalmente entramos a uno que parece la cafetería de un hotel de gama alta y que tiene pinta de ser bastante estricto con las normas, pero cuando el camarero nos abre la puerta y nos recibe sin mascarilla entendemos que en este país se pasan el covid por el forro, así que a regañadientes nos quedamos a tomar algo rápido, aprovechar el servicio y el wifi, y salir escopeteados. 

Una vez entrados en calor seguimos con nuestra ruta, esta vez visitamos la parte trasera del centro comercial donde nos apeamos esta mañana con el bus, donde aparte de alguna iglesia y arte callejero, lo más destacable es su imponente sinagoga (no pudimos acceder a su interior por estar cerrada) y su barrio judio, aunque nada que ver con los guetos de otras ciudades europeas como el de Cracovia o Praga, aún así es muy interesante visitarlo y perderse por sus calles, personalmente esta zona de la ciudad donde se respira tanta historia me gustó mucho, aunque Novi Sad en general es una ciudad muy bonita y recomendable.
















Estas serían las visitas más importantes del centro histórico de Novi Sad, pero al otro lado de la ciudad y cruzando el rio Danubio encontraremos la Fortaleza de Petrovaradin desde donde obtendremos unas vistas impresionantes de toda la ciudad desde lo alto de la colina. Para llegar hasta aquí hay que caminar unos 20 minutos hacia arriba a través de pequeños senderos y escaleras, pero la recompensa es gratificante, sobretodo si se visita al atardecer para contemplar una maravillosa puesta de sol en días más despejados que el que tenemos hoy.





Nosotros no tenemos más tiempo para seguir disfrutando de la ciudad porque tenemos un largo trayecto hacia Nis, donde mañana por la tarde sale nuestro vuelo para casa y no queremos asumir ningún riesgo, nos hubiera gustado disponer de mínimo un día más para visitar la ciudad de Subotica pero no ha sido posible, así que lo dejaremos para otra ocasión. Volvemos de nuevo a la zona del centro comercial y justo enfrente está la marquesina para esperar el bus número 4 que nos devuelva de nuevo a la estación central de autobuses de Novi Sad, donde llegamos a las 14:30h y lo primero que hacemos es comprar los tickets de bus para Nis que está previsto que salga a las 15:30h (hay que estar 15 minutos antes), así que como no podemos hacer mucho más y en total nos esperan unas 5 horas de trayecto, aprovechamos para comernos unos ricos bocatas en la misma estación de autobuses y por la noche ya cenaremos mejor (bocata grande más coca cola por casi 2 €), y puntuales nos subimos al bus y menos mal porque va lleno (para variar), y mucha gente pasa de la mascarilla en el interior y se ponen a comer, para flipar! 

Nos ponemos en marcha y hora y media después hacemos la primera parada en Belgrado para dejar pasajeros y que suban nuevos, las predicciones no han fallado y está lloviendo a mares, suerte que decidimos visitar Novi Sad y no quedarnos en Belgrado. De nuevo nos ponemos en marcha, ahora nos esperan poco más de 3 horas y media, así que a medio camino hacemos una parada técnica de 15 minutos que aprovechamos para estirar las piernas y fumar, y pasadas las 20:30h llegamos a Nis, nuestra puerta de entrada y salida en Serbia, y que ya nos resulta familiar. 



Desde la estación de autobuses nos vamos paseando hasta nuestro apartamento donde tardamos unos 15 minutos en llegar, lo encontramos sin problemas y después de dejar los equipajes nos vamos en busca de algún sitio para cenar, se nota que hoy es viernes y después de dar varias vueltas y ver que las medidas anticovid brillan por su ausencia con restaurantes petados de gente y encima con fumadores, nos inspira cero confianza y decidimos comprarnos la cena en uno de los muchos locales de carne a la brasa que hay por la ciudad (por lo visto muchos serbios hacen lo mismo) y después de pasar por el supermercado a comprar las cervezas y el desayuno para mañana, decidimos irnos a cenar tranquilamente a nuestro apartamento, que para eso lo tenemos. 




No sé como será comer o cenar en los restaurantes de Serbia porque al final con la tontería no los hemos pisado, pero os aseguro que comprar la comida ya cocinada y comerla en tu apartamento es un lujo al alcance de cualquiera y además está buenísima, y sobretodo muy barata, ya que por unos 500 RSD (unos 4 €) hemos cenado tres personas como reyes, con cerveza incluida. Después de la sobremesa y terminar de rellenar trámites burocráticos para mañana volar y abandonar Serbia, nos retiramos a dormir, el día ha sido largo y mañana toca madrugar de nuevo para intentar exprimir al máximo la mañana que tenemos disponible en Nis antes de coger el vuelo de vuelta a casa a las 16:30h de la tarde.

DÍA 5.- NIS - BÉRGAMO - BCN

No ha parado de llover en toda la noche, así que tras una ducha, desayunar tranquilamente y recoger todo el equipaje, nos armamos de valor y dejamos los equipajes en recepción y nos vamos a conocer la ciudad en el tiempo limitado que tenemos a pesar de que el tiempo no acompañe demasiado. Como no tenemos mapa de la ciudad ni sabemos de la Oficina de Turismo, improvisamos sobre la marcha visitando varias iglesias ortodoxas que desconocemos su nombre pero seguro que no deben ser muy turísticas porque hemos estado solos en cada una de ellas, a excepción de la Catedral de la Santísima Trinidad, que es la principal de la ciudad y aquí si que hemos encontrado algo más de gente.


















No es que seamos muy devotos o nos encante visitar iglesias, sino más bien entramos para resguardarnos de la lluvia que por momentos se hace un poco pesada y además vamos sin paraguas, así que vamos aprovechando para refugiarnos. Seguimos callejeando por la ciudad que vio nacer a Constantino el Grande, no voy a decir que sea una ciudad bonita pero tiene lugares interesantes, sobretodo si uno se aleja del centro de la ciudad y empieza a patearse las calles más humildes donde apenas hay comercios y sí locales de barrio además de interesantes obras de street art.










La visita más interesante y esperpéntica que se puede hacer por esta zona es a la Cele Kula (Torre de las Calaveras), se trata de una construcción de 5 metros de altura formada por cráneos y calaveras (952 exactamente) que formaron parte de los serbios que murieron luchando contra los otomanos en la Batalla de Cegar. La entrada cuesta 300 RSD y es combinada con el Campo de Concentración, que se puede visitar por el mismo precio. Lo más curioso es que la Cele Kula ha sido declarado parte de los Monumentos Culturales de Importancia Excepcional y está bajo la protección de Serbia, algo así como que es Patrimonio Cultural de alta importancia dentro de Serbia.





Volvemos de nuevo al centro de la ciudad donde ahora llueve con más fuerza, nos refugiamos en la zona comercial mientras comemos algo y cuando escampa un poco volvemos a salir, nos encontramos en la plaza donde se encuentra la estatuta del Liberador de Nis, muy cerca de la Fortaleza.







Dejamos el centro de la ciudad por un rato y atravesamos el puente que atraviesa el rio Nisava y que nos lleva a la entrada de la Fortaleza de Nis, formado por 22 hectáreas de terreno y más de 2 kms de muros, en ella podemos encontrar una pequeña iglesia ortodoxa, tumbas y columnas romanas, y hasta un pequeño auditorio donde cada año se realiza un festival de música jazz, pero lo realmente bonito de este gran pulmón verde es poder ver esa estampa otoñal en todo su esplendor. Por cierto, justo en la entrada de la Fortaleza de Nis se encuentra la Oficina de Turismo por si alguien necesita mapas o cualquier información, y que nosotros para el tiempo que nos queda en la ciudad, decidimos no entrar porque ya no necesitamos nada importante.








Recorremos todo el parque y nos vamos en dirección al Campo de Concentración de Crveni Krst (Cruz Roja), os recuerdo que podéis comprar la entrada combinada por 300 RSD donde además de visitar este lugar, tienes derecho a visitar la Torre Cele Kula y el Museo Arqueológico. En este lugar estuvieron presos los serbios y romaníes durante la II Guerra Mundial por parte de los nazis, y aunque es un lugar interesante no es tan sobrecogedor como otros campos de concentración que he visitado, como por ejemplo el de Sachsenhausen de Berlín y sobretodo el de Auschwitz en Polonia.








Damos por finalizadas las visitas, nos hubiera gustado ir a visitar el Bubanj Memorial Site donde se estima que más de 10.000 prisioneros del campo de concentración fueron aquí ejecutados, pero la verdad es que nos pilla un pelín lejos, el día no acompaña demasiado y tampoco nos podemos retirar mucho porque ya mismo tendremos que irnos hacia el aeropuerto, así que volvemos a atravesar la Fortaleza hasta el centro de la ciudad en un paseo de unos 20 minutos y aprovechamos los últimos momentos en el país visitando algunas tiendas, gastando nuestros últimos dinares y haciendo las últimas fotografías.







Nos habíamos marcado como tiempo límite las 14h de la tarde para volver a nuestro apartamento a recoger nuestro equipaje y así lo hacemos, nos despedimos de nuestros anfitriones y nos vamos a la parada de autobuses que hay delante de la franquicia de H&M a esperar el bus hacia el aeropuerto que se encuentra a no más de 10 minutos de trayecto, así que vamos bien de tiempo. Después de un buen rato de espera sin que pasara el 34 o 34B le preguntamos a una chica y nos dice que por allí no pasa y que tenemos que ir delante de la Plaza del Rey Milan, justo de donde acabamos de venir antes de ir al apartamento a por nuestros equipajes, así que caminamos unos 10 minutos y nos plantamos en la parada del bus. Después de unos minutos vemos que por allí no pasa ninguno nuestro y nos empezamos a poner nerviosos, decidimos que si en poco tiempo no viene el bus que cogeremos un taxi hacia el aeropuerto y negociaremos en euros, ya que no nos quedan dinares excepto para pagar el bus. Le preguntamos a dos policias que hay allí y después de una llamada nos confirman que el bus está próximo a llegar, así que nos deja más tranquilos, por cierto, me impresiona la amabilidad de la policia serbia con nosotros, ya que los tenía asociados como corruptos y bastantes duros.

Finalmente llega el bus, da la casualidad que el revisor es el mismo que nos trajo a la ida y nos reconoce, nos echamos unas risas y en 10 minutos llegamos al aeropuerto, son las 15:30h tal y como intuimos está todo vacio y no hay movimiento alguno, ni siquiera hay coches ni personas en los alrededores, cuando entramos a la terminal fantasma solamente está anunciado nuestro vuelo para Bérgamo, el chico que está delante nuestro está discutiendo con el personal de Ryanair y nosotros pensamos que quizás es porque lleva sobrepeso en su equipaje y no quiere facturar... ilusos de nosotros!

Cuando nos toca a nosotros le enseñamos toda la documentación y la tarjeta de embarque y nos piden una prueba negativa para salir del país, le decimos que tanto Italia como España no es obligatorio presentarla, pero se ponen bastante pesados diciendo que Serbia no forma parte de la Unión Europea y que tiene sus propias leyes, así que si no presentamos un test negativo no salimos del país, solamente falta una hora para que salga el vuelo y el próximo vuelo es 3 días después... pero dónde narices vamos a encontrar un laboratorio que nos hagan el test a estas horas antes de que salga el vuelo? Pero si no tenemos tiempo.... así que viendo que las súplicas no servían para nada y encima se reían de nosotros y el tiempo pasaba, decidimos intentar lo imposible. 

Salimos fuera de la terminal y allí no había ni un taxi a 20 kms a la redonda, los nervios a flor de piel.... hasta que apareció nuestro ángel de la guarda! Se me ocurrió preguntarle al chico del kiosco del cambio de divisas si nos podía ayudar, le expliqué lo sucedido y no dudó en sacar su teléfono y hacer una llamada, nos había llamado a un taxi para que viniera a buscarnos al aeropuerto, nos llevara a un laboratorio para que nos hicieran las pruebas mientras nos esperaba y nos traería de vuelta al aeropuerto lo más rápido posible... la gestión estaba hecha pero faltaba lo más díficil, llegar a tiempo para coger el vuelo y sobretodo dar negativo en los tests ya que cualquier imprevisto no serviría de nada y tendriamos que pensar en posibles alternativas para no quedarnos tirados.

A los 10 minutos llegó nuestro taxista (esa espera nos pareció una eternidad) y sin tiempo que perder nos llevó de nuevo a la ciudad, nos dejó en la puerta de los laboratorios (la casualidad quiso que esta mañana pasáramos casi por delante de la misma puerta) y cuando pedimos cita vemos que hay otros viajeros allí con el mismo problema que nosotros. Para ganar tiempo pagamos por adelantado el test de antigenos (2000 RSD por persona, unos 17 €), damos nuestro correo electrónico para que nos manden los resultados y poco después vienen a hacernos el test. Cuando acabamos salimos escopeteados de allí dirección al aeropuerto sin saber todavia el resultado del test. Para aquellos que les interese dónde pueden hacerse un test en Nis, la dirección es la siguiente:

Poliklinika Human
Bulevar Dr. Zorona Dindika, 14-24
Nís (Tlf) 018/538889

Llegamos al aeropuerto 15 minutos antes de la salida del vuelo, el taxista nos cobró 9€ por todas las gestiones (le dimos una propina como agradecimiento) y nos fuimos corriendo a la terminal, aprovechamos el wifi para abrir nuestro correo y en ese momento nos llegaron los resultados por parte del laboratorio y con la satisfacción que los tres dimos negativo, cuando nos vieron aparecer el personal de Ryanair no se lo podían creer, comprobaron toda la documentación con lupa, pasamos el control de seguridad con muy mala leche y después el de pasaportes y nos fuimos para embarcar al avión corriendo por la pista, fuimos de los últimos pasajeros en subir al avión y hasta que no llegué a mi asiento no pude ni ponerme el cinturón, pero lo más importante es que finalmente lo conseguimos contra todo pronóstico. La única pena es que no pudimos darle las gracias a nuestro ángel de la guarda por todo lo que nos ayudó ya que no lo volvimos a ver y con las prisas no pudimos preguntar por él. A los pocos minutos de sentarnos en nuestro asientos el vuelo despegó con dirección Bérgamo. 

Hasta siempre, Serbia!


Llegamos a Bérgamo sin ninguna incidencia, presentamos el pasaporte Covid y salimos fuera de la terminal a relajarnos y a fumar, faltaban algo más de tres horas para nuestro vuelo a Barcelona pero decidimos no salir para nada a la ciudad, ya habíamos tenido bastante rock & roll como para volver a arriesgarse, pasamos los controles y mientras esperábamos nuestro vuelo me entró un poco de bajonazo por todo lo vivido, así que no tuve ganas ni de cenar.

Nuestro vuelo para Barcelona salió puntualmente y pasada la medianoche aterrizábamos en casa, todavia nos aguardaba una última sorpresa y es que al presentar el código QR para acceder al territorio español nos hacían una prueba de antigenos aleatoriamente entre todos los pasajeros, así que yo tuve suerte y no me tocó pero mis amigos no corrieron la misma suerte, aunque por suerte con resultado satisfactorio para ellos.

Finalmente he llegado a casa cerca de las 3h de la mañana, dando por finalizada esta maravillosa escapada que tanta falta nos hacia, y aunque todavia falta una eternidad para disfrutar y para volver a hacerlo con total normalidad como solía hacerlo hasta hace dos años, solamente por desconectar y pasar unos días en compañía de amigos y volver a coleccionar anécdotas de viajes, ya vale la pena pasar ciertas incomodidades.

Seguiremos descubriendo los Balcanes y otros rincones de este maravilloso mundo!


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