30 de marzo de 2020

MARRUECOS

















Muchos viajeros recorremos grandes distancias en busca de lugares remotos y culturas ancestrales obviando que a un par de horas tenemos un destino que se abre al mar y al desierto con tan solo cruzar el Estrecho de Gibraltar.

Marruecos es una mezcla de sonidos y aromas, de ciudades imperiales, con ciudades pintorescas de tono azul y blanco como Chaouen y ruinas romanas como Volúbilis, pasando por el encanto y la bella arquitectura de Fez, que la convierte en un interesante destino para cada viajero.


FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

FECHA: Febrero 2.020

DÍAS: 6

DOCUMENTACIÓN NECESARIA

Pasaporte con mínimo 6 meses de validez y dos páginas en blanco.

Visado no se necesita para estancias no superiores a 90 días.

OTROS DATOS DE INTERÉS

IDIOMA: El idioma oficial es el árabe, bereber y el francés, aunque en muchos lugares incluso hablan español. A pesar de no dominar demasiado el francés, no he tenido problemas para entenderme con ellos.

MONEDA: La moneda oficial es el Dírham Marroquí, escrito MAD. En el momento de mi visita el cambio fue de 1 € = 10,25 MAD aproximadamente. 

TARJETAS: Se puede pagar con tarjetas de crédito en alojamientos de cierto nivel y en las estaciones de trenes y autobuses para comprar tickets, pero una vez dentro de la medina de Fez es prácticamente imposible pagar con tarjeta de crédito, así como en el resto de ciudades que he visitado de Marruecos, así que lo mejor es llevar suficiente dinero en efectivo para no llevarnos sorpresas o sacar dinero una vez allí. 

GUIA DE VIAJE: Mi guia como casi siempre será la Lonely Planet, en este caso la de Marruecos que ya tenía por casa, aunque la información no es precisa ni totalmente actualizada en cuanto a precios se refiere.

TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, así que podéis llevaros el teléfono móvil, aunque lo mejor es comprar una tarjeta SIM con datos y llamadas en el mismo aeropuerto o en cualquier tienda de telefonía de cualquier ciudad que encontraremos sin problemas. Una vez dentro de la locura de la medina apenas funciona Maps.me ni cualquier otra app para ubicarte.

INTERNET: Prácticamente en todos los alojamientos o restaurantes turísticos disponen de wifi gratuito para sus clientes y que funciona bastante aceptable, pero por contra no encontraremos zonas habilitadas con wifi gratuito.

SEGURIDAD: País bastante seguro si te mueves por las zonas turísticas y durante el día, ya que al caer la tarde no se aconseja recorrer la mayoria de calles de la medina debido a pequeños hurtos y robos a los turistas.

VACUNAS: Ninguna obligatoria pero se recomienda la vacuna de la Hepatitis A y B, y Fiebre Tifoeida.

ELECTRICIDAD: El voltaje es de 220 V y las clavijas y enchufes son del tipo C/F, así que no hace falta adaptador, ya que los enchufes funcionan igual que aquí.

DIFERENCIA HORARIA: En el momento de mi viaje, el mismo horario respecto a España.

RELIGIÓN: La mayoría de los marroquíes son musulmanes, aunque existe un pequeño porcentaje de judíos donde viven en sus propios barrios, llamadas Mellah.

CAMBIO DE MONEDA





















La moneda oficial en Marruecos es el Dírham Marroquí, una moneda que cada día va fluctuando y que en el momento de mi viaje se iba fortaleciendo respecto al €uro, ya que el cambio oficial era 1 € = 10,51 MAD, pero según dónde se cambiara la divisa existía bastante diferencia.

A diferencia de la mayoría de aeropuertos internacionales, el mejor cambio lo pude encontrar al salir de la terminal de llegadas del aeropuerto de Fez, donde se cambiaba a 10,43 MAD. Sacando en un cajero automático del aeropuerto (el único que hay) con la tarjeta Bnext el cambio que me hicieron fue de 10,09 MAD una vez me devolvieron las comisiones, y en las casas de cambio de moneda ubicadas delante de la Puerta Bab Jouloud de Fez (al principio de la medina) se estaba cambiando a 10,22 MAD por €uro, así que teniendo en cuenta que prácticamente no se puede pagar mucho con tarjeta de crédito, lo mejor es cambiar bastante dinero en el aeropuerto de Fez.

EL ITINERARIO DEL VIAJE

Fez - Meknès - Moulay Idriss - Volúbilis - Chefchaouen - Fez.


DÍA 1.-  BARCELONA - FEZ
DÍA 2.-  FEZ - MEKNÈS - MOULAY IDRISS - VOLÚBILIS - FEZ
DÍA 3.-  FEZ
DÍA 4.-  FEZ - CHEFCHAOUEN
DÍA 5.-  CHEFCHAOUEN - FEZ
DÍA 6.-  FEZ - BARCELONA

PRESUPUESTO DEL VIAJE

DESGLOSE DEL PRESUPUESTO                                            IMPORTE

VUELO Bcn - Fez con Ryanair                                                                  19,98 €

Opción Priority + Equipaje de Mano                                                            20,00 €

ALOJAMIENTOS                                                                                 42,00 €

TICKETS & TOURS                                                                                                           8,78 €

TAXIS                                                                                                                              17,27 €

TRANSPORTES                                                                                                              21,39 €

OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..)                            62,63 €

Total Presupuesto por Persona                                             192,05 €

ALOJAMIENTOS DEL VIAJE

























Aunque en Marruecos hay alojamientos de todo tipo y para todos los bolsillos, lo más típico y recomendable es alojarse en un riad, palabra árabe que significa "jardín" y que se caracterizan por tener un patio interior y las habitaciones distribuidas alrededor, con una altura máxima de dos o tres pisos, y normalmente con una decoración espectacular, sobretodo con las lámparas y una pequeña fuente central.

Una vez comprados los vuelos lo primero que hice fue reservar una habitación doble en un riad con unas excelentes fotos (no diré el nombre), pero una semana antes de llegar a Fez recibí un mail de Booking donde me cancelaban la reserva del alojamiento alegando que habían recibido muchas quejas y críticas de sus clientes por el estado de las instalaciones y otros problemas (de hecho el alojamiento ya no sale en su buscador), así que no tuve más remedio que reservar otro alojamiento a contrarreloj a pesar de la poca disponibilidad que quedaba con las "3B" (Bueno, Bonito y Barato), que fueron los siguientes. 

Fez: Hostel Amir. Alojamiento reservado a través de Booking donde estuve alojado la primeras tres noches del viaje, donde buscaba un alojamiento céntrico y que fuera fácil de llegar desde el aeropuerto internacional sin necesidad de meterme por las callejuelas de la Medina de Fez. El alojamiento no tiene ningún tipo de lujo pero está genial, muy bien situado a escasos metros de una de las puertas principales de la medina, Bab Jouloud, y al lado de la Plaza Batha. En el momento de la reserva (cuatro días antes de llegar) no quedaban habitaciones dobles, así que finalmente reservé una habitación compartida de 8 camas con baño privado y desayuno incluido por 8 € la noche. Las instalaciones de este pequeño riad son muy bonitas, cada día te hacen la limpieza y te cambian las toallas y está todo impecable, además de ofrecer un buen desayuno en la terraza del riad y la señal del wifi funciona perfectamente. Recomiendo el riad por ubicación, tranquilidad, económico, limpieza y encima me tocaron unos compañeros de habitación muy respetuosos. Por contra, solamente se puede pagar en efectivo aunque ponía que se podía pagar con tarjeta de crédito, y no existen taquillas ni armarios en las habitaciones, pero aún así quedé tan contento y satisfecho que volví a alojarme la última noche antes de volver a casa, así que finalmente estuve alojado cuatro noches. Destacar la hospitalidad y buen rollo de los chicos que llevan el riad, sobretodo de su dueño Othman, donde todo han sido facilidades. Muy recomendable para pasar unos días en Fez mientras conoces la ciudad si no quieres gastar mucho dinero.

Chefchaouen: Hotel Al Kasbah. Alojamiento reservado por una noche a través de Booking ya que recomiendo hacer almenos una noche en la bonita ciudad de Chefchaouen, conocida como "La Perla Azul" y en plena plaza Outa el-Hamman, el centro neurálgico del pueblo y punto de partida para perderse por sus bonitas calles. Habitación individual con baño compartido, desayuno espectacular incluido y todo por el módico precio de 10 € la noche, todavía me cuesta entender que un alojamiento de esas características y con esa ubicación pueda ser tan económico. A destacar la hospitalidad de Monir que te recibe con un tradicional té a la menta y de su espectacular terraza al aire libre con unas vistas impresionantes, donde se agradece al final del día tomarse un té a la menta allí relajado mientras uno contempla pasar el trajín de gente por la zona más turística del pueblo. Muy recomendable por ubicación, instalaciones, precio y sobretodo por su átmosfera tranquila y lo bien que te trata todo su personal. La única pega es que solamente se puede pagar en efectivo, pero como ya lo sabía no ha sido ningún problema.

TRANSPORTE A/DESDE AEROPUERTO



























El aeropuerto de Fez-Saïss (FEZ) se encuentra en la localidad marroquí de Saïss, a 15 kms al sur de Fez, un pequeño aeropuerto donde llegan vuelos de bajo coste a diferentes destinos europeos, entre ellos Barcelona. Existen diferentes alternativas para llegar a Fez, dependiendo del dinero que nos queramos gastar y de las prisas que tengamos, que son las siguientes:

- Bus: Es la opción más económica de todas y no tarda mucho más respecto a las otras opciones. En este caso deberemos subir al bus número 16 que se toma atravesando todo el párking del aeropuerto y justo después de cruzar las garitas donde se paga la estancia del aparcamiento, donde hay una pequeña señal que pone "Arret Autobus" (parada autobus), la frecuencia es solamente de un bus cada hora ya que muy poca gente lo utiliza (desconozco los horarios), el precio es de solamente 4 MAD  por persona (apenas 0,25 €) y se le paga al conductor, así que es aconsejable no pagar con billetes grandes porque tienen problemas de cambio. A pesar de hacer bastantes paradas en el camino para que suba y baje gente, el trayecto desde el aeropuerto a la Gare de Fez (estación de trenes) es de unos 40 minutos, dependiendo del tráfico del momento. Si tu alojamiento se encuentra en Fez el Bali (Medina de Fez), deberás tomar un petit taxi desde la Gare de Fez.

- Taxi: Es la opción más rápida y una de las más caras a no ser que compartas el vehículo con más personas o más viajeros. Se encuentran justo en la terminal de salidas del aeropuerto (de hecho el aeropuerto es tan pequeño que el mismo edificio es terminal de llegadas y salidas) y normalmente no es un precio fijo por el trayecto, sino que hay que regatear, lo que normalmente se cierra el precio en unos 150 MAD (unos 15 € al cambio), en un trayecto de unos 30 minutos aproximadamente, dependiendo del tráfico. En caso de decidirse por el taxi hay que dejar bien claro que el trayecto es hasta vuestro alojamiento o hasta Fez el Bali si es el caso, ya que los taxistas normalmente te dejan en la Gare de Fez, ya que los taxistas por lo general no se mueven por la ciudad dejando paso a los petit taxi (son de color rojo), ya que los petit taxi no pueden salir de la ciudad y por consiguiente, no se puede ir al aeropuerto en ellos.

- Shuttle: Es la opción más cómoda de todas porque es el vehículo privado que te proporciona tu alojamiento, donde a tu llegada al país ya te estará esperando en el hall de la terminal con un papelito con tu nombre y te llevará directamente a tu alojamiento, por lo que no tendrás que regatear con nadie ni esperar a los horarios del bus. Normalmente es un precio cerrado y es por vehículo indiferentemente de las personas que vayan, y te dejará directamente en la puerta de tu alojamiento, así que no hay riesgo de que te pierdas. El precio depende mucho de dónde se encuentre tu alojamiento y de la categoria de éste, pero en mi caso cuando hice la reserva de mi alojamiento me lo ofrecieron por 200 MAD (unos 20 € aproximadamente), así que es una buena opción si vais aunque sea un par de personas y no queréis complicaros mucho, sobretodo si llegáis a altas horas de la noche.

Para la vuelta al aeropuerto para tomar el avión de regreso a casa exactamente lo mismo, con el taxi y el shuttle privado no tendréis ningún tipo de problemas porque os lo ofrecerán a menudo por la ciudad o en vuestro alojamiento, pero si finalmente decidís volver en el bus número 16 informaros que lo deberéis tomar en el lateral derecho de la estación de trenes (Gare de Fez) donde se encuentra una gran esplanada que sirve de aparcamiento de autobuses y taxis, y que tampoco he sido capaz de averiguar los horarios, así que preguntando al conductor me dijo que pasaba un bus por hora (en mi caso pasó a las 15:45h), así que lo mejor es irse a la parada con tiempo y esperar pacientemente si no queréis perder vuestro vuelo de vuelta a casa. Informar también que no hay opción de viajar en tren a/desde el aeropuerto porque éste no llega ni ofrece servicio hasta el aeropuerto.

TRANSPORTE POR LA CIUDAD





















Las ciudades que he podido visitar en este viaje por Marruecos no son muy grandes pero si que es cierto que las distancias para ir caminando son enormes, así que te recomiendo que si tu viaje es corto y prácticamente no vas a salir de la Medina de Fez que es donde se concentran la mayoria de los viajeros porque allí encontrarás lo más interesante pues puedes hacer todas las visitas caminando sin necesidad de utilizar ningún tipo de transporte. En cambio si necesitas desplazarte fuera de la medina y quieres visitar otros rincones interesantes de la ciudad (que los hay y muchos) o simplemente quieres llegar a la estación de trenes o autobuses para desplazarte a otras ciudades, te recomiendo que utilices los "petit taxi", que son los taxis de color rojo que recorren la ciudad y que te llevarán a cualquier parte.

Para tomar un petit taxi basta con acercarse a alguna parada habilitada donde los encontrarás aparcados, o si no encuentras parada o es hora punta lo mejor es ponerse al borde de la carretera y levantar el brazo, suelen parar al momento y preguntarte hacia dónde vas, de hecho si vas en su misma dirección es posible compartir el taxi y los trayectos con otras personas, así que no os extrañe o resulte incómodo. Sobretodo hay que tener en cuenta que antes de subir a un petit taxi nos pongan el taxímetro (si no quieren hacerlo lo dejas y te subes a otro petit taxi que quiera ponerlo) y si no es posible lo mejor es negociar el trayecto antes de subir para no tener problemas después, pero si es posible os recomiendo que os pongan el taxímetro porque normalmente la carrera cuesta la mitad o un tercio del precio que te piden sin poner el taxímetro. Casi siempre son trayectos económicos y seguros a cualquier hora del día, así que no vale la pena desplazarse caminando por ahorrarse unos dírhams, os lo digo yo que siempre que puedo me desplazo en transporte público o caminando y que en este viaje me he subido a más taxis que en toda mi vida junta.

Dependiendo de la ciudad en la que nos encontremos los petit taxis pueden ser de diferente color, en el caso de la ciudad de Fez son de color rojo, pero en cambio en Meknès o Chefchaouen son de color azul celeste y todos tienen en el techo la palabra "petit taxi", así que intentar evitar vehículos que no sean así porque probablemente sean coches particulares o taxis normales que son mucho más caros y sin taxímetro.

TRANSPORTE ENTRE CIUDADES





















Marruecos está llena de ciudades maravillosas y es posible combinar en el mismo viaje varias ciudades interesantes para aprovechar al máximo los días, pero hay que tener en cuenta que las distancias no son cortas y que normalmente se recomienda hacer noche en alguna de ellas porque sino el trayecto de ida y vuelta en el mismo día se puede convertir en un auténtico suplicio. A continuación os explico los diferentes trayectos que he podido hacer entre ciudades, el medio de transporte utilizado y como comprar los billetes tranquilamente para asegurarme un asiento.

Tren: Al día siguiente de llegar a Fez hice mi primera excursión fuera de la ciudad, los destinos escogidos fueron Meknès, Moulay Idriss y la ruinas romanas de Volúbilis, tres destinos que se pueden hacer perfectamente en un día sin demasiada complicación. El medio de transporte escogido fue el tren para llegar a Meknès, un servicio estupendo con la compañía ferroviaria del país y donde es posible mirar todos los destinos que opera por todo Marruecos, horarios, precios e incluso comprar los billetes a través de la web de la ONCF (Office National des Chemins de Fer). Si no queremos comprar los billetes a través de su web lo podemos hacer directamente en la estación de tren, donde es posible comprar los billetes tanto en las máquinas expendedoras como en las taquillas, pudiéndose pagar tanto en efectivo como con tarjeta. Mi trayecto desde la estación de Fez a Meknès me ha costado 25 MAD la ida en segunda clase, y la vuelta desde la estación Meknès al Amir hasta Fez me ha costado 33 MAD en primera clase.

Bus: Esta opción fue mi elegida para desplazarme a Chefchaouen, más conocida como la "Perla Azul", una de las ciudades más bonitas y turísticas de todo Marruecos. Se encuentra a 4 horas de Fez aunque en mitad del trayecto hace una breve parada de 20 minutos para estirar las piernas. Hay varias compañías que operan esta ruta, aunque yo personalmente os recomiendo la empresa CTM, ya que la diferencia de precio respecto a la otra compañía local es mínima y disponen de una flota de autobuses cómodos y muy nuevos, y vuestro viaje será mucho más ameno. Se recomienda comprar los billetes por anticipado para no quedarnos sin asiento, ya que esta ruta está muy demandada por muchos de los viajeros que visitamos el país, así que hay tres opciones para comprar los billetes, la principal es acercarse el día antes o incluso el mismo día a la Gare de Routière (estación de autobuses) de Fez pero arriesgándonos a que no queden billetes para el horario planificado. Otra opción es comprarlo en la misma web de CTM, y la mejor opción para mi y el gran descubrimiento cuando estuve organizando mi viaje es comprarlo directamente en la web de Markoub, donde los precios son los mismos, se puede pagar tranquilamente con cualquier tarjeta desde casa e incluso podemos elegir el asiento que más nos guste. El trayecto de ida me ha costado 80 MAD y el de vuelta 75 MAD, ambos pagados con tarjeta de crédito.

Una vez realizada la compra te envían por mail la reserva en un código QR que te puedes descargar tranquilamente en tu móvil y mostrarlo al personal antes de embarcar. Totalmente recomendable esta opción y sirve para la compra de cualquier billete de bus a cualquier destino de Marruecos. Por suerte yo pude comprarlo con dos semanas de anticipación porque cuando hice el viaje tanto el bus de ida como el de vuelta estaba todo completo, y eso que he viajado en febrero.

SEGURIDAD
















La verdad es que no he tenido ningún problema ni sensación de inseguridad en ningún momento, y eso que me he movido bastante y a todas horas, y en general ha ido muchísimo mejor de lo que esperaba porque ya tenía la experiencia de haber visitado hace años la ciudad de Marrakech y volví bastante decepcionado y agobiado por culpa de su gente, así que decidí darle una segunda oportunidad al país sin demasiadas expectativas pero la realidad es que he vuelto muy contento, ya que esta zona es bastante más tranquila y los vendedores no te atosigan demasiado, cierto es que en Chefchaouen son un poco pesados y más insistentes con el kifi (semillas de marihuana) porque te la están ofreciendo a cada momento por la calle, pero al decirles que no ya te dejan tranquilo y no insisten.

Tampoco me atrevería a decir que sea un destino totalmente seguro para las mujeres que viajan solas, (sobretodo al caer la tarde) ya que tampoco he visto apenas viajeras viajando en solitario, pero almenos en Fez todo el mundo me recomendaba que tuviera cuidado y que por la noche no me metiera mucho por las calles laberínticas de su medina ya que hay muchos jovenzuelos que aprovechan para robar a los turistas extranjeros, así que yo personalmente aprovechaba para hacer las visitas durante el día y por la noche después de una ducha salía a cenar al mismo restaurante de siempre que se encuentra al principio de la medina donde estaba lleno de gente hasta altas horas de la noche y después de cenar, y antes de volver a mi alojamiento, me iba a tomar algo en alguna terraza de la Plaza Batha que es una zona mucho más tranquila y apenas a 200 metros de mi alojamiento hasta la medianoche que ya me recogía, pero insisto que con un poco de sentido común y extremando las precauciones no deberías tener ningún tipo de problema y con la mayoria de gente que me he cruzado y he podido conocer han sido muy amables conmigo en todo momento, y reconozco que me he llevado una imagen de ellos muy diferente a la que tenía de sus compatriotas en nuestro país.

GASTRONOMÍA





















En este viaje a Marruecos me he llevado una grata sorpresa referente a su gastronomía, que aunque ya la había probado en anteriores ocasiones, debo reconocer que no estoy muy acostumbrado a frecuentar restaurantes marroquíes en Barcelona, así que durante mi estancia en el país no he desaprovechado para deleitarme con su excelente comida, sabrosa, variada y muy económica.

Existen decenas de restaurantes y lugares para disfrutar de la gastronomía marroquí, algunos muy conocidos y turísticos donde solamente pagas el nombre del local (por ejemplo el Café Clock) pero yo el primer día fui a cenar a un restaurante de Fez que apenas es conocido ni turístico y acabé enamorado y enganchado de sus platos, precios y sobretodo de la hospitalidad de sus dueños, así que todos los días que he estado en Fez he ido al mismo lugar y no puedo recomendar ninguno más porque solamente he comido en el mismo. Una vez en casa he podido comprobar que está muy bien valorado en Tripadvisor. El restaurante en cuestión se llama Chez Said, se encuentra a 200 metros de la Puerta Azul (Bab Jouloud) al principio de la Medina de Fez, bajando la calle Talaa Sghira justo donde hace la curva y casi enfrente de la famosa tienda de dulces llamada Palace of Tastes Fassie, así que recomiendo muchísimo este restaurante.

Estos son los diferentes platos típicos del país que he tenido la suerte de probar y disfrutar.

- Tajine: Es uno de los platos típicos de la cocina marroquí, su nombre hace referencia al recipiente de barro donde viene cocinado, ya que mantiene el calor y el vapor mientras se está cocinando evitando que se reseque la comida y dándole todo el gusto a la comida. Existen diferentes tipos de tajín, mis favoritos y los que he tenido la suerte de probar son el tajín de pollo con limón, el de verduras y el de cordero con ciruelas pasas. Es un plato muy sabroso y abundante, y el precio puede variar dependiendo del restaurante, pero en mi caso me costaba solamente 40 MAD (menos de 4€).

- Cuscús marroquí: Otro plato típico del país e igual de bueno y sabroso, y aunque en cada lugar lo elaboran diferente y dándole su toque personal, a mi personalmente me gusta el que lleva verduras, carne de cordero, garbanzos y el típico cuscús, una especie de arroz de sémola. También es un plato único y bastante contundente y el precio suele ser de unos 40 MAD también (he llegado a verlo por 90MAD en cartas de otros restaurantes).

- Brochetas: Si durante tu estancia en Fez acabas un poco cansado de tajines y cuscús y te apetece probar otros platos para variar un poco, os recomiendo las maravillosas brochetas que preparan en el Chez Said, hay de varios tipos pero mis favoritas fueron las brochetas de pollo, donde vienen acompañadas de patatas fritas y un poco de arroz, un plato excelente y que te permite salir un poco de la rutina de los típicos platos marroquíes. Existen muchos más platos a escoger entre su extensa carta, pero por desgracia no tuve tiempo de probar más, que no fueron pocos.

LO MEJOR DEL VIAJE

- Lo fácil y sencillo que resulta moverse por el país, a veces tenemos una idea de que Marruecos es un país tercermundista pero la realidad es muy diferente, está claro que les falta mucho por hacer pero almenos las ciudades imperiales o más turísticas no tiene nada que envidiarle a otros destinos más desarrollados.

- Lo barato que resulta viajar por el país, no son precios de países asiáticos pero si te mueves un poco y evitas los lugares más turísticos puedes alojarte, comer y moverte por el país en plan económico y sin renunciar a ciertas comodidades.

- En contra de lo que imaginaba y teniendo en cuenta mi nefasta experiencia anterior en Marrakech, me ha sorprendido mucho y para bien su gente, amable y dispuesta a ayudarte en cualquier momento, dejándose fotografiar sin problemas siempre y cuando se pida permiso antes con educación, y a excepción del primer taxista que conocí al llegar a Fez, he tenido la sensación que no se han aprovechado de mi y han sido muy honestos conmigo siempre a la hora de cobrarme o darme precios, ya que normalmente he pagado los mismos precios que un local (a excepción de los vendedores de souvenirs, que de esos he pasado bastante porque he notado que se han querido aprovechar de mi descaradamente).

- La rica gastronomía del país, es de los pocos viajes que he realizado que apenas me he saltado ninguna comida y con la que más he disfrutado, de hecho muchas veces llegaba petado a mi alojamiento después de un largo día de visitas y no me ha podido el cansancio para volver a salir solamente por disfrutar de la cena y después tomarme algo en una terraza.

LO PEOR DEL VIAJE

- Como todo no puede ser tan perfecto, lo único malo que me he encontrado en este viaje han sido los insistentes vendedores de hachís que me he encontrado en la ciudad de Chefchaouen, era imposible pararse a fumarse un cigarro o tomar algo en una terraza y que no se te acercara alguien ofreciéndote mierda, aunque lo bueno es que al decirles que no te interesaba te dejaban tranquilo y no te molestaban más, pero al momento volvía otro diferente con la misma cantinela.

- La cantidad de mierda y basura que te encuentras a la que te sales un poco de las calles más turísticas, por lo visto a esta gente no les gusta nada reciclar ni tirar la basura en los contenedores porque algunas calles apestan a kms antes de llegar (y no hablo de las curtidurías).

- Que apenas se pueda pagar nada con tarjeta de crédito y prácticamente todo en efectivo, es cierto que tienes más margen para regatear pagando en efectivo y consigues mejores precios, pero para las personas como yo que no nos gusta ir con mucho dinero encima y siempre tiramos de tarjeta es un poco rollo porque tienes que ir controlando el dinero que llevas encima o sufrir por si te llegará el dinero o tener que volver a ir al cajero a sacar dinero.


Y después de esta pequeña guia de viaje os llevo a uno de los países más cercanos y turísticos que conocemos, aunque la mayoría de viajeros siempre se decantan por otras ciudades o su desierto dejando Fez y alrededores en un segundo plano.


DÍA 1.- BARCELONA - FEZ

Estreno el año viajero con un destino que le debía una segunda oportunidad ya que la primera vez que lo visité fue hace muchos años y la experiencia no fue muy satisfactoria, así que una vez vuelto puedo afirmar que igual que me pasó con China, me he reconciliado también con Marruecos, para que después digan que segundas partes nunca fueron buenas. Mi vuelo sale puntualmente a las 13:00h y en poco menos de dos horas estamos aterrizando en el pequeño aeropuerto de Fez-Saïss en un vuelo tranquilo y sin incidencias.




Una vez en la terminal toca rellenar el papel de inmigración (recomiendo llevarse un boli para rellenarlo porque allí no hay y por si no quieres perder tiempo pidiendo a los demás), paso rápidamente los controles y me voy al único cajero automático del aeropuerto que está ubicado al lado de los lavabos y me hago con mis primeros dírhams que me servirán para llegar a la ciudad. Me reúno de nuevo con Jose, otro viajero que nos hemos conocido en el aeropuerto de Barcelona y que ya tiene experiencia viajando por el país. así que atravesamos todo el párking del aeropuerto para tomar el bus público número 16 que nos lleve hasta Fez ciudad.


Aprovecho para fumarme un cigarro y a los 10 minutos llega el bus, pagamos la irrisoria cantidad de 4 MAD por cabeza que es lo que cuesta el billete a diferencia de los 150 MAD que nos quieren cobrar los taxistas, y ponemos rumbo a Fez donde llegamos 40 minutos después a la Gare de Fes, la estación central. Ambos tenemos nuestros alojamientos en Fez el Bali, es decir, en la Medina de Fez, así que allí mismo hay que tomar un petit taxi rojo que nos lleve hasta allí, ya que son casi 4 kms de distancia. Después de regatear un poco bajo el precio de 50 MAD a 20 MAD, y todavía me parece muy caro pero tampoco quiero perder más tiempo regateando porque solamente hay 1 € de diferencia y somos dos personas compartiendo taxi, pero será la primera y última vez que me van a pillar.

Poco después estamos llegando a una de las famosas puertas de entrada de la Medina de Fez, la llamada Bab Jouloud o más conocida como la Puerta Azul. Como yo tengo mi alojamiento al lado decidimos hacer el check in y después yo le acompañaré a Jose a su alojamiento a hacer su check in.






Una vez dejado mi equipaje en mi alojamiento y después de charlar un rato con el personal volvemos a la Puerta Azul, donde decidimos subir al restaurante La Terraza que está justo enfrente para tomar algo mientras pillamos un poco de wifi para ubicarnos en la ciudad y empezar a recorrer sus calles.

A estas horas de un jueves por la tarde la medina está en plena ebullición, ya que mañana viernes por la mañana la mayoria de puestos cierran por descanso semanal y vuelven a abrir por la tarde, así que este hecho hará que modifique mi planning previsto para mañana. Empezamos a recorrer la Medina de Fez, llamada Fez-el-Bali, la más grande del mundo donde dicen que existen más de 9.000 callejuelas y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, donde hay dos arterias principales que recorren esta pequeña ciudad amurallada que son la calle Talaa Kebira (cuesta grande) y la Talaa Sghira (cuesta pequeña), así que empezamos por esta última hasta llegar a la Place R'Cif, donde mi compañero Jose tiene su alojamiento.

Como podéis imaginar, el trayecto desde un punto a otro no va a resultar fácil, primero porque estamos recién llegados y apenas conocemos nada, y segundo porque moverse por dentro de la Medina de Fez es bastante complicado y más teniendo en cuenta que las aplicaciones que tenemos en el móvil tipo Maps.me o Google Maps no funcionan mucho porque apenas hay señal, así que lo de perderse e ir preguntando está a la orden del día pero que nosotros llevamos genial porque nos vamos parando a hablar con los vendedores de los tenderetes que son bastante enrollados y de paso vamos dejando que nos vayan guiando a través de sus calles.

























Entre pitos y flautas cuando queremos llegar a la Place R'Cif son casi las 21h de la noche, hemos tardado casi tres horas en cruzar una parte de la Medina de Fez entre sus callejuelas, pero a diferencia de mi anterior visitar a Marruecos cuando estuve visitando Marrakech, el paseo de hoy lo he disfrutado muchísimo y me he sentido en mi salsa, ya que la mayoria de vendedores te saludan con un "marhaba" (bienvenido), otros buscan conversación, otros te ofrecen tomarte un pequeño té con ellos pero nunca te agobian ni te atosigan para que les compres, y a mi en particular me encanta poder socializar con la gente sin prisas.

El problema viene a estas horas de la noche porque no encontramos el alojamiento, preguntamos a varias personas pero nos llevan a otros alojamientos que no tienen nada que ver, hasta que finalmente un chico de un alojamiento se ofrece a llamar por teléfono al alojamiento que estamos buscando y en cinco minutos vienen a buscarnos y tardamos otros diez minutos en llegar porque el alojamiento está bastante escondido entre callejuelas donde es imposible llegar por uno mismo.



El riad de Jose está muy bien pero está muy escondido y muy lejos de todo, aun así son muy amables y nos ofrecen un té de bienvenida mientras hace el check in y negocia su estancia, ya que mi compañero va a pasar una semana entera en Fez y no sabe si va a visitar otras ciudades o no, pero por lo visto no va a tener problemas de alojamiento porque se encuentra el riad para él solito, y aunque yo tenga que compartir habitación en el mio, lo prefiero mil veces porque estoy muy bien ubicado y con todo tipo de servicios cerca, así que en mi caso prima más la ubicación que el precio.

Nos despedimos de los chicos del riad y volvemos a salir a la Place R'Cif para buscar un sitio para cenar, como no encontramos nada interesante decidimos pillar un petit taxi hasta la Blue Porte o Bab Jouloud (12 MAD el trayecto), donde buscamos un lugar para cenar evitando los restuarantes más turísticos y llenos de guiris como son el Restaurant Le Kasbah, el Café Clock y otros que prometen "cerveza" clandestina, y lo pongo así porque lo que muchos ofrecen es cerveza sin alcochol que a mi me sabe a pis de gato. Finalmente encontramos lo que buscamos en la curva de una de las calles principales, el restaurante Chez Said, con un dueño muy amable y enrollado, con mesas para comer que están directamente en la calle, petado de gente y con buenos precios, y lo más importante que descubriremos a posteriori... la comida está espectacular!




Desde ese preciso momento se convertirá en mi restaurante de cabecera mientras me encuentre en Fez, ya que uno sale muy satisfecho de la comida, del trato recibido por Ayub que es el camarero todo terreno del restaurante, porque lo tengo a escasos dos minutos caminando de mi alojamiento y porque los precios están muy bien, ya que hoy hemos salido a 60 MAD por cabeza (algo menos de 6 €) con un plato de aceitunas de aperitivo cortesía de la casa, un plato principal para cada uno (mi primer tajín en Fez) y dos coca colas por cabeza, así que personalmente lo encuentro genial.

Nos despedimos de Ayub y su padre y nos vamos caminando hasta la Place Batha que se encuentra a 200 metros de mi alojamiento, es un poco tarde ya y el cansancio y madrugón de esta mañana empieza a salir, Jose se pilla un petit taxi hasta la Place R'Cif y yo me paro a comprar una botella de agua grande (6 MAD) y me voy para mi alojamiento intentando no perderme por esas callejuelas, así que cuando llego a mi habitación conozco a mis compañeros de habitación (una pareja de franceses y una viajera coreana) y después de una ducha me meto en la cama, donde mañana será un día intenso de excursiones y visitas.

DÍA 2.- FEZ - MEKNÈS - MOULAY IDRISS - VOLUBILIS - FEZ

Hoy toca madrugar para aprovechar bien el día, así que a las 08h ya estoy preparado para desayunar aunque me llevo la sorpresa que en mi riad los desayunos no empiezan hasta las 09h de la mañana, así que decido prescindir de él y ya lo haré fuera para no perder la mañana. Me dirijo a la Place Batha y negocio un petit taxi hasta la Gare de Fes, la estación de ferrocarriles, aunque no hace falta negociar con el taxista porque accede a ponerme el taxímetro sin ningún problema, recorriendo los 4 kms aproximadamente en 15 minutos, marcando el taxímetro 8 MAD (menos de 80 céntimos de euro), así que como ha sido honesto le doy directamente 10 MAD y recordando que ayer cuando llegamos a Fez pagamos por el mismo trayecto 20 MAD después de regatear un rato, así que por suerte será la primera y última vez que se aprovechen de mi tan descaradamente.


Entro en la estación y me voy directamente a las taquillas a comprar el billete de tren para Meknès que me cuesta 25 MAD solamente ida, con tal mala suerte que por unos minutos no puedo subir al tren de las 08:40h y tengo que esperar al próximo que pasa una hora después, por lo que aprovecho para desayunar en una de las dos cafeterías que hay dentro de la estación (18 MAD) mientras hago tiempo.

Antes de la hora llega el tren y empezamos a subir, yo busco mi asiento y veo que me toca en una cabina de 6 asientos, solamente veo a una pareja de turistas en todo el vagón y aprovecho para leer la guia de viajes y repasar la ruta del día, hasta que 40 minutos después llegamos a la estación de Meknès, allí me invaden los pocos petit taxis que hay en la estación y que en esta ciudad son azules, les digo de ir al Institut Français de Meknès desde donde salen los taxis compartidos hasta Moulay Idriss y nadie quiere poner el taxímetro, todos me piden 30 MAD por llevarme así que no estoy dispuesto a pagar el triple de lo que vale el trayecto y me voy caminando, donde a los dos minutos me para un grand taxi particular que estaba por allí pululando y que se ha quedado con la copla y decide llevarme por los 10 MAD que cuesta, mientras que por el camino tengo que aguantar como quiere venderme el trayecto hasta Volúbilis y volver por 130 MAD. Finalmente le digo que me deje en la zona de Hamria, muy próxima al Institut Français y llena de restaurantes y comercios, donde le pago los 10 MAD acordados.




No quiero entretenerme mucho tiempo en esta zona porque la visitaré más a fondo cuando vuelva de Volúbilis, así que me voy caminando hacia el Institut Français donde justo enfrente hay una esplanada con un montón de coches, solamente hay que acercarse y preguntar por el primero que salga para Moulay Idriss, que se encuentra a unos 30 kms de Meknès. Normalmente son coches de la marca Mercedes tipo sept places, donde van cuatro pasajeros detrás, dos delante y el conductor, y que no salen hasta que se llenan. El precio es de solamente 10 MAD, pero os aseguro que es un trayecto muy incómodo.



Cuando llego yo ya hay cinco pasajeros esperando, dos mujeres delante y una pareja detrás, así que falta solamente una persona más para llenar el coche, con la suerte que no esperamos más de 10 minutos hasta que aparece otro pasajero, me bajo del coche para que entre y así yo iré al lado de la puerta, ya que no me apetece nada ir empotrado entre dos personas en el asiento de atrás y le dejo el marrón al nuevo, que por algo ha llegado el último. Ponemos rumbo a Moulay Idriss, una ciudad santa y donde hasta hace pocos años ni siquiera podían entrar los no musulmanes, así que entre lo incómodo del trayecto y que el taxista le mete caña y voy pensando que en cualquier momento nos vamos a quedar allí tiesos en cualquier cuneta por fin llegamos casi 40 minutos después, donde lo primero que hago al bajarme del taxi es respirar y coger mucho aire, justamente el que me faltaba allí dentro.


Una vez nos recuperamos de la aventura veo que quedamos allí la pareja que iba conmigo detrás y yo, así que me acerco a ellos y les pregunto si tienen intención de visitar Volúbilis para compartir coche hasta allí, ya que suelen pedir 150 MAD por coche por un trayecto de solamente 5 kms y yo me niego a ir caminando con la calor que hace, así que me dicen que sí y nos vamos a negociar con un taxista de por allí, donde cerramos el acuerdo por 100 MAD y dos horas de espera mientras visitamos el recinto arqueológico y después que nos traiga de nuevo a Moulay Idriss. Así que nos ponemos en marcha sin tiempo que perder, voy hablando con la pareja que me comentan que son de Bélgica pero están haciendo un voluntariado en Marruecos desde hace un par de semanas, llegamos a Volúbilis y compramos la entrada para acceder a las ruinas (70 MAD por persona), donde ellos deciden contratar a un guia que les vaya explicando todo pero yo prefiero ir más a mi aire porque sino no voy a tener suficiente tiempo con las dos horas, así que quedamos en vernos más tarde.

Volúbilis es una antigua ciudad romana donde se encuentran los restos arqueológicos mejor conservados de todo Marruecos, si te gusta la historia y el arte es un imperdible en el país, además fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, es fácil de llegar por libre o bien en un tour contratado desde Fez y se puede visitar tranquilamente en un par de horas, así que os recomiendo mucho la visita.


Comentar también que para visitar Volúbilis hay que hacer un gran ejercicio de imaginación debido al estado de conservación del recinto, ya que la mayoria está expuesto al aire libre y sin ningún tipo de protección además de que las señales o la información de lo que estamos visitando brilla por su ausencia, así que lo mejor es tirar de una buena guia de viajes o bien contratar un guia personalizado para que te vaya explicando todo lo más importante.

Para mi personalmente lo más importante de la visita es el Decumanus Máximus (que va desde la Puerta de Tánger hasta el Arco de Caracalla), el propio Arco de Caracalla (con su imponente Arco del Triunfo), la Basílica y el Capitolio, y sobretodo los bonitos mosaicos que todavía se conservan como son los de la Casa de Orfeo o la Casa de Efebo, aunque insisto en que lo mejor es visitar todo cada uno a su ritmo.




































Prácticamente dos horas después doy por finalizada mi visita al recinto arqueológico de Volúbilis, solamente me ha faltado visitar su pequeño museo que se encuentra en la entrada pero decidí salir fuera para esperar a mis compañeros de taxi mientras me fumaba un cigarro pero mi sorpresa fue que al salir ya estaban ellos esperándome a mi, así que sin fumar ni nada volvimos a emprender el viaje de vuelta a Moulay Idriss, donde llegaremos 10 minutos después, le pagamos al taxista y me despido de la pareja belga, no hemos podido hablar mucho pero han sido muy solidarios en compartir transporte conmigo y salir todos ganando.

Ellos deciden volver a tomar un sept place hacia Meknès que está a punto de partir mientras yo no estoy preparado para meterme de nuevo en una lata de sardinas y decido dar una vuelta por el pequeño pueblo de Moulay Idriss aunque el calor invita poco a ello, ya que son las 14h del mediodía y la visita al pueblo se hace a través de sus empinadas callejuelas, así que aprovecho para visitar la Mezquita y poca cosa más que hay abiertas a estas horas y encima en viernes.












Un rato después doy por finalizada la visita porque aparte de ver como rezan los musulmanes todo está cerrado y poco más hay que hacer por aquí, así que bajo de nuevo por sus estrechas callejuelas hasta llegar al aparcamiento de los taxis compartidos y pregunto por el siguiente para Meknès con pocas esperanzas que salga pronto por las horas que son, así que mientras me estoy fumando un cigarro me dice un hombre que puedo subir a su monovolumen, donde poco después lo hacen varias personas más (sobretodo mujeres con sus compras) y poco después partimos, he tenido suerte que vamos mucho más anchos que esta mañana y que el vehículo dispone de ventanillas donde entra el aire, así que por 10 MAD que cuesta el trayecto no tengo ninguna queja.

Llegamos media hora después a Meknès, nos deja en el mismo sitio que esta mañana que es delante del Institut Français y me vuelvo a la zona de Hamria en busca de algún sitio para comer pero casi todo está cerrado a estas horas, así que me conformo sentándome en un típico bar marroquí de clase medio-alta donde me bebo una coca cola (17 MAD) sentado en la terraza, que después de la pateada que llevo ya me lo merezco. Después del merecido descanso sigo de nuevo mi camino, lo fácil hubiera sido subirme a un petit taxi para llegar a la Plaza el-Hedim, que es el centro de la ciudad, pero la verdad es que me apetece caminar y descubrir sitios nuevos por el camino, sobretodo algunos bonitos murales que me encuentro por el trayecto.




Después de una media hora caminando tranquilamente llego a la Place Lahdim, bastante solitaria a estas horas, y poco después llego a dos de los imprescindibles de la ciudad como son la Madraza Bou Inania y el Mausoleo de Mulay Ismail, fácil de localizarlos gracias a un mapa que he podido conseguir en la pequeña Oficina de Turismo que hay en un lateral de la Place Lahdim.


















Después de las visitas me acerco al emblema más importante de la ciudad, una de las puertas de entrada a Meknès, la famosa puerta Bab Mansour, la más grande de toda Marruecos y de África del Norte. Justo enfrente se encuentra la Plaza el-Hedim, mi primera impresión al verla es que parece una réplica en menor escala de la Plaza Jemaa el Fna de Marrakech, aunque por suerte aquí solamente encuentro algunos tenderetes de ropa y comida, nada que ver con la explotación de animales que podemos encontrar en la de Marrakech, así que puedo caminar tranquilamente porque a estas horas la actividad es prácticamente nula.









Me sorprende mucho que a pesar del calor que hace a estas horas, la gente vaya muy abrigada con sus chilabas, chaquetas y gorros de lana cuando yo voy en manga corta, así que cuando paso por delante de ellos mucha gente me hace gestos simpáticos de frio o de si estoy loco por ir así por la calle, y eso que soy una persona friolera y que odio el calor al máximo. Mi siguiente destino será el zoco de la ciudad (o la Medina como la llaman por aquí) que se encuentra justo detrás de la Plaza el-Hedim, y aunque ya me habían informado que me encontraría la mayoria de tenderetes cerrados porque los viernes abren mucho más tarde cuando terminen de rezar, igulamente decidí acercarme a dar una vuelta, donde apenas encontré nada interesante más allá de sus calles desiertas.






Son más de las 17h de la tarde y decido dar por finalizadas mis visitas en Meknès ya que lo más importante ya lo he podido visitar y desconozco cuando volverá la normalidad a la ciudad al ser viernes, así que en la misma Plaza el-Hedim me pillo un petit taxi para no perder mucho tiempo y le digo que me lleve a la estación de trenes El Amir Abdel Kader, mucho más cerca que la estación principal que me ha traido esta mañana a Meknès y que está situada dentro de la zona de Hamria, así que 20 minutos después y por 16 MAD el trayecto con taxímetro me deja en la misma puerta, compro mi billete de tren de vuelta a Fez en las máquinas expendedoras para no hacer cola en las taquillas comprando mi asiento en primera clase por 33 MAD, y después de esperar poco más de media hora a que llegue el tren (pasa un tren cada hora) por fin me voy con dirección a Fez. A excepción de Rabat que no la conozco, Meknès me ha parecido de las cuatro capitales imperiales de Marruecos la más floja, aún y así merece ser visitada aunque sea solamente por acercarse a Volúbilis y visitar los rincones imprescindbles de Meknès.



El trayecto esta vez es de unos 30 minutos llegando a la Gare de Fez, solamente salir de la estación ya se te acercan los moscones pidiendo 50 MAD por llevarte a la Medina, así que esta vez no me voy a dejar engañar como ayer cuando llegamos y les digo que pongan el taxímetro o que les pago 10 MAD como mucho, así que como me toman por loco los dejo allí tirados y empiezo a caminar hasta el cruce donde pasan decenas de taxis, levanto la mano y al momento me paro uno, le digo donde quiero ir y cuánto quiero pagar y me dicen que suba sin problemas aunque tengo que compartir el trayecto con gente local, cosa que no me importa. Poco después me dejan en la Blue Porte, le pago los 10 MAD y me voy para mi alojamiento que tengo al lado, donde no hay nada más que me apetezca que meterme una buena ducha y cambiarme de ropa antes de salir a cenar, ya que todavía no he comido nada desde esta mañana.

Mi elección de restaurante es clara, así que cuando vuelvo a Chez Said allí está Ayub, que una vez más me trata maravillosamente y la cena espectacular, como no podía ser de otra manera. Me resulta extraño que me cobre algo más barato que ayer, pero me dice que todo está bien.




Estoy allí cenando tranquilamente hasta pasadas las 22h de la noche, empiezo a notar el cansancio del día así que me despido del personal hasta mañana y me voy hacia mi alojamiento, donde antes me paro en la Place Batha a comprar agua y a dormir prontito, además hoy tengo nuevos vecinos en mi habitación ya que se han ido la pareja de franceses y la chica coreana y han venido tres alemanes jovencillos y un holandés, así que después de las correspondientes presentaciones y poner a cargar las baterías toca descansar, que mañana me espera otro día intenso para visitar Fez en profundidad.

DÍA 3.- FEZ

Hoy toca tomarse el día más relajado ya que solamente voy a visitar Fez más a fondo, así que no madrugo tanto y a las 09h subo a degustar mi primer desayuno marroquí que son espectaculares, aunque me sorprende que todos los que estamos allí desayunando en ese momento somos españoles por lo que aprovecho para conversar un rato con algunos mientras me escribo con Jose para quedar en un rato y visitar la ciudad juntos.

A las 10:15h voy a mi encuentro con Jose que hemos quedado en la Bab Jouloud, y mientras nos ponemos al día de nuestro viaje empezamos a explorar la Medina en toda su esencia bajando por una de sus calles principales, la Talaa Kebira.
















Según vamos bajando y charlando con la gente llega un momento que no vale la pena seguir ninguna indicación ni llevar mapa ni nada, simplemente es recorrer y perderse por sus callejuelas que durante el día son seguras y cuando menos te lo esperas vuelves a salir en algún lugar interesante. En nuestro caso íbamos a uno de los imperdibles de la ciudad de Fez, la Curtiduría Chouwara (Chouara Tannery) ya que a mi me hacia bastante gracia visitarla, así que aquí tuvimos el único "encontronazo" del viaje por relajarnos demasiado, ya que cuando íbamos para allí se nos acercó un chaval bastante "amable" y empezó a darnos palique, y cuando nos preguntó a donde íbamos mi compañero le dijo que a Chouwara, por lo que se "ofreció " a acompañarnos para que no nos perdiéramos. En ese preciso momento ya le comenté a Jose que la habíamos cagado porque después habría que soltarle propina y vendrían los problemas, así que me anticipé y le dije al chaval (Youssef) que nosotros íbamos por nuestra cuenta y que no le íbamos a dar nada de dinero, pero asintió y dijo que solamente lo hacia para que no nos perdiéramos. Después de 10 minutos caminando por esas callejuelas estrechas por fin llegamos.























Al llegar subimos las tres plantas entre tiendas de pieles y cuero hasta llegar a la terraza mientras Youssef se queda abajo y estamos un rato observando la panorámica y el duro trabajo de los curtidores a pleno sol, aunque a diferencia de lo que me esperaba, el olor era normal y no nauseabundo como me habían comentado y por eso mucha gente acepta una rama de menta que te dan allí pero que después intentan cobrarte a precio de oro. Cuando nosotros llegamos no había mucho gente, así que al salir tampoco vino nadie a ponernos la mano, cosa que me pareció muy extraño pero lo acepté encantado.

Volvimos a bajar y allí estaba Youssef fumándose unos canutillos con otras personas, le dije que se quedara allí que nosotros nos íbamos a nuestro aire pero nos dijo que nos acompañaba de nuevo al punto de partida para que pudieramos llegar bien, así que yo ya empezaba a mosquearme. Por las calles decía que camináramos más rápido y yo le decía que no porque estaba de vacaciones e íbamos al ritmo que nosotros quisiéramos, que si tenía prisa que se fuera que nosotros ya llegariamos bien a donde quisieramos.





Por el camino se unió un amigo de Youssef y ya vi claro que tenía pinta de ser una encerrona en toda regla, así que me adelanté a los acontecimientos y le dije que nosotros nos íbamos a tomar algo, que gracias por todo, y aún así entre Jose y yo le dimos un billete de 50 MAD (unos 5 €) para ahorrarnos problemas (todo el que me conoce sabe que no soy persona de dar propinas por la calle ni de pagar a nadie para hacerle fotografías) así que como intuía a Youssef le pareció poco dinero y nos contaba la milonga que tenía dos hijos y bla, bla.... de cada vez gritando más y más agresivo hasta que se me acabó la paciencia (suelo tener muchísima paciencia y más cuando estoy de viaje), me encaré con él, le quité el billete de 50 MAD y le dije que trabajaba en la Embajada, saqué el móvil y le amenacé con llamar a la policia de turismo, así que me volvió a coger el billete y los dos se largaron maldiciéndome, pero almenos nos dejaron tranquilo. En ese momento pillé a Jose y le dije que se acabó lo de darle palique a la gente y de fiarse de ellos, que pasaba de meterme en problemas.

Después de este pequeño incidente que no fue a mayores y para que a Jose se le pasara el susto, volvimos a las callejuelas de la Medina y nos paramos en el primer chiringuito que vimos a tomarnos algo, así que noté que alguien me ponía la mano por la espalda y cuando me giré pensando que era otra vez Youssef buscando problemas resulta que era Othman, el dueño de mi riad que me había reconocido!!! Le pedí disculpas por mi reacción y le expliqué lo sucedido y nos dijo que tuvieramos cuidado y que al mínimo problema gritáramos para alertar a la gente de la calle. Por suerte no tuvimos ningún incidente más, aunque para mi no dejó de ser una simple anécdota estoy seguro que si hubiera ido solo no me hubiera pasado nada porque no suelo dar pie a estas situaciones.

















Seguimos caminando tranquilamente mientras damos cuenta de los pequeños detalles que nos vamos encontrando, sobretodo de las callejuelas donde parece que no haya nada pero al final siempre encuentras algo interesante, ya sea un patio interior, una madraza, una mezquita o un pequeño fondouk, que son patios interiores con pequeños tenderetes normalmente de artesanía, cosmética o especias y que son muy bonitos de visitar. Normalmente la Medina de Fez es una sucesión de calles y más calles separadas por gremios, desde comida y frutas hasta cerámica pasando por babuchas y alfombras, aunque no suele ser fácil diferenciarlos porque todos están demasiado juntos.
















Cabe decir que volvemos a encontrarnos con gente extremadamente amable y hospitalaria, está claro que por culpa de una persona no pueden pagar todos, así que recomiendo a todo el mundo que quiera visitar esta zona de Marruecos que lo hagan sin problemas con la mente abierta porque es una zona muy tranquila y su gente hace que uno se sienta agusto en el país.

Deberíamos ir pensando en comer pero el Chez Said nos pilla bastante alejado, pero como los dos hemos acabado de desayunar sobre las 10h de la mañana y además bastante contundente pues hace que apenas tengamos hambre y vayamos retrasando la comida, así que nos dirijimos a uno de los imperdibles de Fez, la Mezquita Al Karaouine. Por desgracia está prohibida la entrada a los no musulmanes y nos tenemos que conformar con verla desde la puerta, pero como Jose estuvo casado hace años con una marroquí y todavía lleva el documento musulmán que lo acredita pues aprovecha para entrar y visitarla mientras yo le espero fuera y después me pasa las fotos que le he dicho que me haga, y la verdad es que es una joya arquitectónica que valdría mucho la pena visitar.

















Mientras Jose se recrea con la visita allí dentro yo sigo haciendo fotos por la Medina y entablando conversación con los lugareños y los vendedores en sus tenderetes, ya que en ningún momento te presionan para comprar nada e incluso algunos muy amablemente te invitan a degustar algún higo chumbo que venden por las calles por simplemente 2 MAD, aunque tampoco sea mi debilidad.




Por fin me encuentro de nuevo con Jose y nos volvemos a perder por la Medina, la siguiente parada la tenemos a escasos 200 metros y se trata del lugar más venerado y sagrado de toda la ciudad de Fez, el Mausoleo de Mulay Idrís, donde de nuevo solamente pueden entrar los musulmanes y yo tengo que conformarme con verlo desde la puerta principal mientras Jose accede a hacer algunas fotos.





Dejamos momentáneamente las visitas para los musulmanes y seguimos avanzando hasta llegar a la cerca Plaza Seffarine, donde antes de llegar ya la intuimos tras escuchar los golpes de los martillos, y es que esta plaza es conocida porque aquí se congregan el gremio de los caldereros y los trabajadores del cobre, así que no es de extrañar verlos en la puerta de sus talleres martillo en mano intentando fabricar o reparar cualquier utensilio hecho con cobre y ver sus calles aledañas llenas de tiendas donde venden productos de este metal.







Finalizada esta curiosa visita seguimos avanzando a través de la Medina, la siguiente visita será la Medersa Attarine, aunque por desgracia a estas horas la encontramos cerrada así que intentaré visitarla el último día antes de volver para el aeropuerto, así que nos vamos a la cercana Medersa Cherratine, se trata de una escuela coránica que se ocupaba de proporcionar alojamiento a sus estudiantes. Cuando llegamos también la encontramos cerrada pero a diferencia de la anterior si llamas te abren la puerta, así que es lo que hicimos y nos abrió una señora mayor, cuando accedimos al patio vimos que estaban limpiando o restaurándola porque habían quitado hasta las alfombras y encima la mujer nos decía que costaba 20 MAD por visitarla, así que sintiéndolo mucho le dije a la mujer que no íbamos a visitarla en esas condiciones, le dimos las gracias y a los dos minutos ya estábamos fuera de nuevo.

Seguimos caminando por la Medina, al ser sábado de cada vez hay más gente y es imposible abrirse paso entre la multitud hasta que llegamos a un oasis de tranquilidad y para mi personalmente la plaza más bonita de toda la ciudad de Fez, la Plaza Nejjarine o más conocida como la Plaza de los Carpinteros, ya que aquí está ubicado dicho gremio. Destaca sobretodo la Fuente Nejjarine que es la más antigua de toda Fez y las bonitas puertas del museo, donde hay una colección de carruajes y todo lo relacionado con la carpintería pero que nosotros no visitamos porque queremos llegar a la Place R'Cif no demasiado tarde.





Damos por concluidas las visitas más importantes que tenía previstas antes de llegar al país y toca relajarse sin prisas, así que mientras que llegamos a nuestro siguiente destino vamos recorriendo toda la Medina de Fez tranquilamente mientras le vamos preguntando a la gente si vamos bien para llegar a la Place R'Cif.









Después de estar desde esta mañana recorriendo parte de la Medina de Fez por fin llegamos a la Place R'Cif, una de las plazas más importantes de la ciudad y que ya tuve un primer contacto el mismo día que llegamos a Fez mientras buscábamos el alojamiento de Jose, así que como no hemos parado en todo el día nos sentamos en una terraza y nos hidratamos con un rico zumo de naranja, que ya se sabe que el alcohol está prohibido en la Morería.






Después del rato de descanso observamos que en un lateral de la plaza hay un pequeño mercado local cubierto así que no dudo en meterme para adentro y comprobar que era un mercadillo auténtico de frutas, carne y pescado donde solamente acude la población local y a tenor de las miradas y conversaciones que tuvimos con algunos vendedores es posible que por allí no haya pisado un turista.















El mercado me ha encantado, muy auténtico y la gente súper amable con nosotros, la verdad es que no me imaginaba para nada que esta zona de Marruecos me iba a gustar tanto después de la decepción que me llevé años atrás con Marrakech. Como son ya más de las 17h de la tarde y prácticamente lo más importante ya lo tenemos visitado (Jose está muerto, me parece que nunca ha andado tanto en su vida como hoy) y para descansar un poco le propongo ir a ver el atardecer desde arriba de la colina de Fez, concretamente desde las Tumbas Benimerinas.

Sin tiempo que perder paramos al primer petit taxi que vemos en la carretera principal, nos para un taxista mayor y le explico donde queremos ir, me dice que existen varios miradores en la ciudad pero que subamos que nos lleva al que cree que es el mejor (a la postre sería el que yo le dije) así que después de un trayecto de 20 minutos cuesta arriba con parada de la policia incluida porque se había saltado un stop pero solamente con advertencia y sin multa), y después de cobrarnos 20 MAD por el trayecto (me encantan los precios del transporte en este país siempre que des con personas honestas), llegamos arriba de la colina y al norte de Fes el-Bali.

Cuando llegamos podemos ver que ya hay bastantes jóvenes por allí e incluso turistas que han tenido la misma idea que nosotros, hace mucho viento y frio aquí arriba y se está nublando, así que presumiblemente no veamos un atardecer espectacular pero es muy interesante tener la ciudad de Fez bajo tus pies y poder visitar las centenares de tumbas blancas que hay allí y que datan del S. XIV durante la dinastía Benimerín.


















Estamos allí todos relajados y en silencio hasta que cae la tarde y empieza a anochecer, hace bastante frio y decidimos volver para la ciudad, a estas horas y prácticamente de noche descartamos volver andando y como no vemos ningún petit taxi decidimos caminar unos metros hasta que encontramos una parada de petit taxis en fila, le preguntamos al primero que queremos ir a Bab Jouloud y que nos ponga el taxímetro y accede sin problemas, donde llegamos 20 minutos después tras pagar 15 MAD por el trayecto.

De nuevo en el principio de la Medina de Fez y con un hambre que nos subimos por las paredes nos vamos directamente a ver a nuestro amigo Ayub de Chez Said, y después de los saludos correspondientes y arreglarnos una buena mesa, ya estamos pidiendo nuestra maravillosa cena de esta noche.



Cenamos tranquilamente mientras vemos la vida pasar por delante nuestra ya que estamos en todo el meollo, cenamos muy bien y con un excelente trato y a la hora de pagar salimos por 50 MAD por cabeza, de cada vez que vamos allí nos cobran menos y no nos cuadran las cuentas, se lo decimos a Ayub y nos dice que nos hace precio de amigos, así que nosotros encantados.

Después de cenar nos vamos caminando tranquilamente a la Place Batha donde yo tengo mi alojamiento al lado, y aunque estoy muerto y mañana me toca madrugar bastante, Jose me convence para tomar algo en una terraza mientras vemos la primera parte de un partido de fútbol de la Liga (Real Madrid-Celta de Vigo) junto a la Morería, así que a la media parte no puedo más y nos despedimos, Jose toma un petit taxi hasta la Place R'Cif y yo me voy a mi riad donde todavía tengo que ducharme y hacer mi equipaje ya que mañana por la mañana debo subir al primer bus con destino Chefchaouen, una de las visitas más esperadas de mi viaje.

DÍA 4.- FEZ - CHEFCHAOUEN

Hoy toca madrugar bastante, así que a las 07h de la mañana ya estoy dejando mi equipaje en la consigna del riad y despidiéndome de Othman hasta mañana por la tarde que no vuelva de nuevo a Fez. A estas horas no hay ni un alma por la calle y me voy a la Place Batha a buscar un petit taxi que me lleve a la Routière CTM, la estación de autobuses de la compañía CTM en Fez.


Después de discutir con el encargaucho de los petit taxis que me dice que no funcionan los taxímetros y que el trayecto son 40 MAD, le contesto que no intente engañar a la gente y me subo al primer petit taxi que honestamente me pone el taxímetro, haciendo el recorrido en 15 minutos porque a estas horas las calles están desiertas de tráfico y cobrándome 16 MAD en total, menos de la mitad de lo que me pedían. Cuando llego a la estación de autobuses veo que está vacía, así que como falta más de media hora para que salga mi bus me pongo a desayunar tranquilamente en una cafetería que hay dentro de la estación, hasta que poco antes de la hora la gente ya empieza a hacer fila para subir al bus. Como os decía al principio, os recomiendo que compréis los billetes anticipadamente porque suelen llenarse de seguida y solamente hay tres autobuses al día, y a ser posible que paséis una noche pernoctando en la ciudad.



Salimos puntuales a las 08h de la mañana y el viaje es bastante cómodo y tranquilo, ya que los buses son nuevos y confortables y además tengo como vecinas detrás mio a dos chicas valencianas que conocí ayer por la Medina de Fez y que hoy hemos vuelto a coincidir, así que el trayecto se hace más ameno mientras vamos conversando. A medio camino hacemos una parada de 20 minutos para que la gente estire las piernas y volvemos a emprender la marcha hasta llegar a la bonita Chefchaouen, más conocida como la Ciudad Azul, en un viaje de algo más de 4 horas con parada incluida a través de la Cordillera del Rif.

Una vez nos bajamos en la estación de autobuses de Chefchaouen (de aquí en adelante me voy a referir a ella simplemente como Chaouen) toca llegar hasta mi alojamiento, en un primer momento me vi tentado en hacer el camino a pie pero cuando empecé a caminar y vi que todo el trayecto era cuesta arriba y con la calor que hacia, no dudé en parar un petit taxi que aquí son de color azul y que por 10 MAD (menos de 1 €) me dejó al principio de la Place Outa el-Hamam, centro neurálgico de la ciudad y donde se encuentra la famosa Kasbah (alcazaba) de la ciudad, ahorrándome más de 40 minutos de caminar por esas callejuelas cuesta arriba y con todo el sol pegándome en la cara y con la mochila.

Mi alojamiento se encuentra justo enfrente de la Kasbah, estoy estratégicamente en todo el centro de la ciudad cosa que me va a permitir que me pueda mover a mis anchas en cualquier momento del día sin recurrir a ningún transporte. Una vez realizado el check in en el hotel y de tomarme un rico té a la menta de bienvenida del alojamiento, ya estoy dispuesto a comerme la ciudad a pesar de la cantidad de turistas que hay, así que lo mejor es ir subiendo por sus bonitas calles laberínticas e ir alejándose de la multitud que se queda normalmente alrededor de la plaza.





Visitar Chaouen no tiene ningún misterio, lo mejor es deshacerse de posibles mapas e itinerarios y perderse a través de sus callejuelas a cada cual más bonita, nos encontraremos que muchas calles no disponen de salida así que deberemos volver hacia atrás y otras veremos que no tendrán ningún tipo de interés pero si seguimos avanzando nos llevaremos la sorpresa de dar con algún rincón precioso o con algún patio interior que si tenemos suerte de pedir permiso a sus propietarios nos dejarán pasar sin ningún problema, y sobretodo no tener miedo a perderse porque en cualquier momento volverás a aparecer por algún rincón que te resulte conocido o preguntando sin más la gente te ayudará, ya que incluso muchas personas hablan español en esta ciudad.
















































Chaouen es una ciudad muy agradable de visitar, aquí el ritmo es más pausado, no hay prisas, nadie te molesta, no se oye ruido mientras recorres sus calles, no pasan coches, nadie intenta venderte nada, no hay sensación de inseguridad, solamente hay que pasear tranquilamente, subir muchas escaleras si quieres alejarte de la multitud, quitarte algún pesado de encima que te ofrece constantemente hachís y hacer muchísimas fotografías, ya que cualquier rincón o cualquier detalle es digno de ser fotografiado. Con la tontería llevo unas cuántas horas recorriendo sus calles sin parar de hacer fotos y hasta se me ha olvidado ir a comer, así que me vuelvo de nuevo a la Place Outa el-Hamam y me subo a un petit taxi para que me lleve a la entrada del pueblo para poder contemplar el atardecer de la ciudad igual que hice ayer en Fez, siendo este mucho más espectacular.


De vuelta de nuevo al centro de la ciudad toca buscar algún sitio para cenar, llevo algunas recomendaciones de mi amiga Pepa, auténtica experta en el país y en la Morería, pero de los tres lugares que me ha recomendado están llenos y hay que reservar con antelación, así que voy buscando alguno que me atraiga algo y que no sea demasiado turístico y finalmente acabo en un restaurante cuyo nombre no quiero ni acordarme de comida rápida variada, es decir, lo mismo te sirven hamburguesas que pizzas, pero nada de comida marroquí, así que entré porque los precios eran baratos y estaba lleno de gente joven pensando que sería buena señal, pero mi gozo en un pozo, ya que después de conseguir una mesa, me pedí una pizza y una Pepsi por cambiar un poco y posiblemente sea la pizza más mala que me he comido en mi vida, un auténtico fracaso de cena y de lugar, a pesar de pagar 33 MAD (por un poco más de dinero ceno en Chez Said de Fez).


Con este mal sabor de boca me vuelvo a la Place Outa el-Hamam, me siento en una terraza a tomarme algo mientras veo la vida pasar y a las 21:30h me vuelvo a mi alojamiento que está a unos 300 metros, ya que los turistas se están recogiendo y la plaza se está quedando vacía y empieza a hacer frio, ya que durante el día las temperaturas son agradables pero al caer la noche también lo hacen las temperaturas.

Cuando llego a mi hotel su camarero, Monir, me ofrece subir a la terraza con unas vistas panorámicas de la Kasbah mientras me ofrece un té a la menta, que no dudo en aceptar mientras me relajo con unas vistas maravillosas de la ciudad y recordando lo mucho de sí que está dando esta escapada a Marruecos. Mañana quiero madrugar para aprovechar y fotografiar las calles desiertas antes de que lleguen los turistas y antes de tomar el bus de vuelta a Fez previsto para las 13h.

DÍA 5.- CHEFCHAOUEN - FEZ

Hoy me he pegado un buen madrugón padre y a las 06:30h de la mañana ya me estoy duchando, el hotel está medio vacio y el desayuno no es hasta las 10h de la mañana, así que aprovecharé para hacer un desayuno-comida que me servirá hasta que llegue a Fez.

Con los primeros rayos del día me dispongo a salir solamente con mi cámara a pesar de tener que despertar al chaval que está al lado de la puerta tirado en un colchón durmiendo y empiezo a recorrer las maravillosas calles de la Perla Azul solamente para mi, aunque soy consciente que esta tranquilidad no me durará mucho porque pronto volveré a cruzarme con decenas de turistas.


































































































Después de recorrerme tranquilamente las calles en silencio y llegar hasta el rio donde me habían aconsejado que fuera un día entre semana bien pronto por la mañana para ver a las mujeres como lavan la ropa de forma tradicional, me acerco hasta allí aprovechando que hoy es lunes pero no encuentro a nadie, quizás sea demasiado pronto así que aprovechando que empieza a salir gente por las calles y que me cruzo con varias aprendices de "influencers" con vestidos largos, pamelas y posturas rídiculas donde se piensan que las calles son solamente suyas para alimentar su ego, decido dar por finalizada mi sesión de foto matinal y volver al hostel para desayunar, que en cinco minutos debe empezar y no quiero perdonarlo porque llegaré tarde a Fez y a saber a qué hora voy a comer.

Os preguntaréis por qué no sale aquí la típica foto de Chefchaouen donde los turistas e instagrammers salen sentaditos en un patio bien decorado fingiendo estar tomándose un té postureando y haciéndose fotos molonas, verdad? Pues precisamente por eso, porque precisamente ese lugar es como un decorado, es un patio que se encuentra dentro de una casa y su dueño ha visto negocio y está allí en la puerta cobrando una entrada de 5 MAD para entrar y hacerte fotos, así que es normal que la gente haga cola para llegar hasta allí y no perderse su foto molona postureando para después colgarla en las redes. A la que saqué la cabeza por allí el dueño ya me estaba pidiendo el dinero para entrar pero como ya sabéis y os dije antes, yo no pago por hacer fotos y no me gusta ir a los sitios que se ponen de moda por culpa de fotos que la gente sube a las redes y prefiero todo más natural, será por rincones chulos en Chaouen!!





El desayuno no está nada mal para estar incluido en el precio del alojamiento, os recuerdo que pagué solamente 10 € por una habitación individual en todo el centro de la ciudad y encima con un desayuno muy completo y algún que otro té a la menta que no me han querido cobrar.

Subo a la terraza a fumarme un cigarro después del desayuno, acabo de hacer mi mochila y aunque el check out no es hasta las 11:30h yo decido salir antes y aprovechar para seguir visitando las calles de Chaouen, esta vez la zona menos visitada que es la que va cuesta abajo con dirección a la estación de autobuses, porque a diferencia de ayer cuando llegué esta vez me voy caminando hasta la estación en un bonito paseo ya que mi bus no sale hasta las 13h del mediodía.

































Por el camino ya os podéis imaginar por esas callejuelas donde apenas llegan los turistas, muchos saludos con la gente, muchas palabras de "marhaba" amables, más de un ofrecimiento para tomarme un té con ellos, muchas conversaciones cachondas sobre qué rey es más putero (si el nuestro o el suyo, aunque yo no tengo la menor duda que el nuestro gana por goleada!!), alguna compra de última hora de souvenir y al final lo de siempre... correr para no perder el bus!! Llego solamente con 20 minutos de antelación a la estación y al poco llega nuestro bus desde Tánger hacia Fez, donde me espera un infierno de trayecto, ya que mi compañera de asiento se pasa las cuatro horas vomitando sin parar (ya venía vomitando desde Tánger) y tengo la sensación que en cualquier momento lo va a hacer encima mio, cosa que por suerte no acaba pasando.

A medio camino hacemos una parada de media hora que aprovecho para estirar las piernas y tomarme algo, aunque lo que me resulta curioso es el chiringuito que tienen allí montado con los corderos enteros colgando por si quieres comer algo rápido y que te lo hagan a la brasa antes de volver a subir al bus.


Continuamos el trayecto hasta llegar definitivamente a la Routière de Fez sobre las 17:30h de la tarde y sin tiempo que perder paro al primer petit taxi que pasa por allí y le digo que me lleve a la Place Batha, así que me toca compartir trayecto con dos chavales más y a pesar de ser hora punta y encontrar mucho atasco acabo pagando 20 MAD. Antes de llegar al riad para pasar mi última noche en el país me paro a fumarme un cigarro y sin querer encuentro lo que iba buscando desde hace un par de días y no encontraba, que no es otra cosa que un cyber o algún lugar con una impresora para poder imprimirme físicamente mi tarjeta de embarque para mañana poder volar a Barcelona, ya que por motivos de seguridad no permiten el boarding pass descargado en tu smartphone y necesitas imprimirlo para presentarlo en el mostrador de facturación a la llegada al aeropuerto.


Después de 20 minutos intentando acceder a mi cuenta de Ryanair porque no me acordaba de mi contraseña (es lo que tiene tenerlo todo memorizado en dispositivos móviles, que uno después no se acuerda de las contraseñas) finalmente puedo imprimir mi tarjeta de embarque, pagando en total 20 MAD (si es solamente imprimirlo te cuesta 10 MAD). Si os encontráis en Fez y necesitáis imprimir vuestra tarjeta de embarque y vuestro alojamiento no dispone de impresora, este cyber café se encuentra en la Place Batha, en la calle de un lateral de la oficina de correos que va para Bab Jeloud (yo lo tenía a 50 metros de mi alojamiento y no lo había visto) y os sacará de un buen apuro.

Con el tema solucionado vuelvo de nuevo a mi riad, saludo a Othman y a los chicos, recupero mi equipaje y me voy de nuevo a mi habitación, donde coincido con dos japoneses que son la caña y estamos un buen rato charlando. Después duchita rápida y me voy yo solo de nuevo a cenar a Chez Said, donde ya empezaba a echarles de menos y ceno mi último tajín de pollo en este maravilloso país.


Hoy no me recojo muy tarde ya que mañana quiero madrugar para hacer mis últimas visitas por la ciudad antes de volver a casa, así que cuando vuelvo a mi habitación veo que uno de los japoneses ha sacado su pequeño ukelele y ha montado un pequeño concierto en la habitación donde asistimos los tres alemanes del otro día, los dos japos, un holandés y servidor, donde nos deleita con canciones bastante conocidas de Oasis, Red Hot Chilli Peppers, etc... la verdad es que genial!



Después del pequeño concierto improvisado sobre las 23:30h me meto en la cama, tengo suerte de compartir habitación con gente muy respetuosa y educada que no dan ningún tipo de problemas, así que repaso mentalmente mi planning corto para mañana por la mañana antes de volver para casa y me pongo a dormir.

DÍA 6.- FEZ - BARCELONA

Hoy apenas he madrugado porque me espera un día muy largo hasta que llegue a casa, así que me lo tomo con algo de calma, me subo a la terraza a desayunar a las 9h y cuando termino recojo todo mi equipaje para dejarlo en consigna y hacer el check out. Llamo a Jose porque me dijo que quería verme antes de que me fuera pero dice que se queda durmiendo pero quedamos a las 14h de la tarde para vernos y acompañarme al aeropuerto, así que no pierdo el tiempo y me voy a hacer las últimas visitas que tengo pendientes por la ciudad.

Me voy a la Place Batha y allí me subo a un petit taxi para que me lleve a Fez el-Jdid, fuera de las murallas de la Medina de Fez, que está a unos 2 kms (7 MAD) para que me deje delante de una de las visitas que más ganas tenía de conocer, el exterior de su maravilloso Palacio Real. Visitar su interior está prohibido pero es posible visitarlo por fuera, donde destacan sus siete puertas de bronce ricamente ornamentadas, un número que no fue elegido al azar porque el siete representa los siete días de la semana y los siete niveles de la monarquía. La pena de venir un poco tarde (por aprovechar el desayuno del riad) es que hay bastante gente visitándola y haciendo fotos chorras, pero con un poquito de paciencia al rato desaparecen.



















Finalizo la visita porque soy el único mono que queda por allí y no paro de hacer fotos y al final voy a acabar detenido! Así que siguiendo la avenida y detrás del Palacio Real llegamos a la Mellah, más conocido como el Barrio Judío de Fez, solamente debemos seguir la rue Mellah donde encontraremos los característicos balcones de las casas judías y sus tiendas de especias antes de llegar al mercado tradicional.



















A mitad de la Rue Mellah y traspasando por una de las puertas de medio arco llegamos al mercado tradicional de la Mellah, donde hay un pequeño espacio cubierto que sirve de carnicerías y pescaderías y el resto se encuentra al aire libre, donde la mayoria de tanderetes son de ropa fashion para que las mujeres se pongan guapa, de comida y sin olvidar que en el centro del mercado se encuentra la sinagoga judía de Fez, donde musulmanes y judíos conviven en paz y armonía.




















Doy por finalizada la visita, la zona me ha gustado mucho y no me he cruzado con ningún turista, por lo visto muy pocos llegan hasta aquí, así que antes de continuar mi camino me paro en un chiringuito a beberme un zumito de naranja natural y recién exprimido para coger fuerzas (5 MAD) y como hace mucha calor no me apetece volver andando, así que paro a un petit taxi y comparto trayecto con una mujer hasta Bab Jouloud (mira que he llegado a decir esta palabra durante mi viaje por Marruecos porque normalmente le decía a los taxistas que me llevaran allí), así que le pago los 10 MAD que me cuesta el trayecto y me meto de nuevo en la Medina para dar una última vuelta y hacer las últimas compras mientras quedo con Jose.




Esta vez no voy a hacer la misma ruta que he podido hacer estos días, sino que solamente cruzar la Bab Jeloud giro la primera calle a la izquierda hasta ubicarme en la Talaa Kebira pero en vez de continuar hacia abajo en dirección a la Place R'Cif lo que hago es subir lo que queda de calle, no más de 400 metros, donde se ubica un interesante mercadillo de especias, donde aprovecho para hacer algunas compras ya que en casa nos gusta mucho cocinar con especias de otros países.



















Sigo bajando la Talaa Kebira unos metros hasta llegar a una de las visitas estrellas de la ciudad de Fez, la Medersa Bou Inania, que a pesar de tenerla tan cerca y pasar muchos días delante de ella, todavía no he podido visitarla, ya que solamente abre de sábados a jueves de 10h a 18h y si no la visito ahora ya no podré visitarla. La Medersa Bou Inania, como otras de la ciudad que ya visité tres días atrás, son escuelas coránicas de estudios superiores y que a su vez ejercían como residencias, así que previo pago de 20 MAD por persona, es posible visitar su maravilloso patio con su fuentes de abluciones pero sobretodo hay que fijarse muy bien en todos los detalles de sus trabajos, desde la madera hasta los estucos, que son verdaderas obras de arte.












Doy por finalizadas las visitas, seguramente me deje muchos rincones interesantes de esta bonita ciudad pero para una primera aproximación y teniendo el tiempo que he tenido me doy más que satisfecho, así que vuelvo de nuevo a la Rainbow Street que es la calle más pintoresca y colorida de la ciudad y así voy despidiéndome de los sitios que más me han gustado.



















Para acabar me voy a saludar a mi amigo del tenderete de souvenirs de enfrente del restaurante Chez Said con el que hice buenas migas ayer por la noche y el que me dijo que no me fuera de Fez sin despedirme de él, así que soy un tio de palabra y dicho y hecho, allí estoy hablando un rato con él y haciendo mis últimas compras, y del que me informa de una noticia que en su momento (26 de febrero) me sonaba a chino y que hoy recuerdo perfectamente porque resuena en mis oidos: me comenta que los casos del Coronavirus se han agravado y que incluso Irán ya ha detectado algunos casos de contagio... mi querida Irán! Me supo muy mal pero no le di la importancia que tuvo y le dije que ojalá Marruecos no se viera afectada por el bien del turismo (Insallah!!), aunque semanas más tardes ya tuvieron sus primeros casos de contagio y como la mayoria de países del mundo, tuvieron que cerrar sus fronteras y confinar a su población.

Por cierto, si tenéis que comprar souvenirs o recuerdos en Fez y no sabéis dónde ir, el mejor sitio es éste pequeño garito que se encuentra enfrente del restaurante Chez Said y que lo reconoceréis porque a todas horas está petado de gente y turistas donde hacen los mejores precios de Fez apenas sin regatear, aunque es cierto que tampoco tiene un surtido muy extenso ni variado pero para comprar los típicos imanes de nevera, bisutería, vasos para el té, monederos de piel y chorradas varias está genial, yo me gasté en total unos 10 € en su tienda y vine cargado con todo tipo de chorradas que han triunfado entre la familia. Me despido de Ahmed deseándole lo mejor y esperando volver a vernos alguna vez más en la vida.


Queda poco tiempo para que llegue Jose, así que como hemos quedado en Chez Said aprovecho para saludar a Ayub y tomarme una coca cola en la terraza mientras espero, así me termino mis últimos dírhams antes de volver a casa. Hoy no comeré porque he desayunado tarde y no tengo hambre y tampoco quiero entretenerme mucho, así que cuando llega Jose nos tomamos otra consumición hasta dar por concluida mi estancia en Fez, me despido de Ayub con los mismos deseos que Ahmed y me voy a mi riad a buscar mi equipaje, me despido de Othman y su gente y paramos al primer petit taxi que hay en la Place Batha con destino a la Gare de Fez (16 MAD con taxímetro), donde en un lateral de la estación y al lado de un escampado salen los autobuses hacia el aeropuerto sin saber horarios ni frecuencias, por eso nos vamos casi cuatro horas antes de que salga mi vuelo, previsto para las las 19:30h de la tarde.


Después de esperar un poco y entablar conversación con Laura, una chica catalana que está allí esperando también el bus porque ha ido a visitar a su novio, sobre las 15:45h y después de 15 minutos esperando aparece el bus, pagamos el ticket (4 MAD) por persona y llegamos al aeropuerto unos 40 minutos después, donde lo primero que hago es ir a facturación a enseñar el boarding pass imprimido para que te lo sellen, sino no vuelas. Estoy un rato charlando con Jose y poco después nos despedimos, ya que él se queda en Fez dos días más y vuela el jueves por la mañana de vuelta a Barcelona.

Los controles de seguridad y de pasaporte sin incidencia y todos muy amables, a excepción de que si compráis de recuerdo vasos de té para regalar deberéis facturarlos y no llevarlos en el equipaje de mano, ya que está prohibido. Yo no lo sabía pero muy amablemente me informaron y me dijeron que no pasaba nada pero que la próxima vez los facturara... ojalá en todos los aeropuertos fueran iguales de amables como en Marruecos, sobretodo en el de Madrid, donde ya he tenido mis enganchadas con el personal de Barajas cuando volví de Argentina o Perú. Y como último apunte, la terminal de salidas del aeropuerto de Fez es pequeña y no tiene nada, solamente un pequeño Duty Free donde solamente venden tabaco, perfumes y alguna chorrada, y dos pequeñas cafeterías, y en ninguno de los tres locales aceptan dírhams, e incluso los precios están en €uros, os lo digo por si tenéis previsto agotar los últimos dírhams en el aeropuerto, que por no tener no tiene ni sala de fumadores, pero almenos tiene wifi gratis e ilimitado que va muy bien para matar el aburrimiento y que ya podrían aprender otros aeropuertos.

Mi vuelo sale puntual y llegamos a Barcelonaa las 21:20h de la noche y todavía me falta llegar a casa en transporte público a esas horas intempestivas de la noche, pero muy feliz de que Marruecos me haya sorprendido para bien después de la anterior visita pero sin ser conscientes todavía del gran problema que se nos avecinaba a todos los que nos gusta viajar, ya que días después nos encontramos inmersos ante una gran pandemia mundial con todos los aeropuertos del mundo cerrados, haciendo confinamiento en casa después de decretarse el Estado de Alarma y con la tristeza e incertidumbre de no saber cuando podremos hacer vida normal y volver a viajar, aunque esto último ahora es lo menos importante para mi después de ver el fallecimiento de miles de personas.

Pase lo que pase, toda esta situación provocará un antes y un después en nuestra vida personal que nos marcará y viajar ya no volverá a ser como siempre ha sido...

¡¡Hasta pronto Mundo!! No sabes lo que te echo de menos!!