5 de agosto de 2012

BUDAPEST



Budapest, conocida como "La Melancólica", es la unión de las antiguas Obuda, Buda y Pest, marcada por un pasado muy oscuro debido a las dos grandes guerras, de la que todavía no se han recuperado a pesar del paso de los años. 

Pero Budapest está resurgiendo poco a poco hasta considerarse "La perla del Danubio", y quizá sea una de las ciudades más bellas de toda Europa, que bien merece ser visitada.


FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

FECHA: Julio 2.012

DÍAS: 3

DOCUMENTACIÓN NECESARIA

DNI

Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, aunque para ciudadanos de la Unión Europea no hace falta.

OTROS DATOS DE INTERÉS

IDIOMA: Se habla el húngaro o Magyar, y apenas mucha gente habla el inglés.

MONEDA: La moneda es el Florín Húngaro, escrito HUF. Debido a la fluctuación de la moneda, en el momento del viaje la cotización era 1 € = 287 HUF aproximadamente.

TARJETAS: Se acepta el pago con tarjetas en casi cualquier lugar. No hay problemas para sacar dinero en cajeros automáticos.

GUIA DE VIAJE: Como siempre será la Lonely Planet, en éste caso la de Budapest.

TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming. Lo mejor es llamar desde locutorios o cualquier local dónde dispongan de un telefono, o bien comprar una tarjeta telefónica internacional en cualquier kiosco o estanco, siempre mucho más barato que usar el móvil.

INTERNET: Prácticamente en cualquier lugar hay ciber-cafés para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito.

SEGURIDAD: País 100% seguro.

VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.

ELECTRICIDAD: El voltaje es de 230 V igual que en España. No hace falta llevarse un adaptador.

DIFERENCIA HORARIA: Es el mismo horario que en España.

RELIGIÓN: Mayoritariamente católicos.

PRESUPUESTO DEL VIAJE

DESGLOSE DEL PRESUPUESTO                                         IMPORTE

VUELO BCN - BUDAPEST CON RYANAIR                                                85,00 €

ALOJAMIENTO                                                                                63,00 €

OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..)                          60,00 €

Total Presupuesto por Persona                                           208,00 €

EL ITINERARIO DEL VIAJE


























TRANSPORTE



















ALOJAMIENTO



























Easy Hotel Oktogon. Después del gran descubrimiento en mi viaje a Berlín, dónde probé esta cadena de hoteles, decidí volver a repetir en Budapest. La verdad es que es una forma económica y céntrica de alojarse. Situada en una calle perpendicular a la Avenida Andrassy, la única calle del mundo declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, situada dentro de la zona financiera y comercial de la ciudad, y a 100 metros del transporte público. Reservé a través de su página web Easyhotel y la estancia ha sido totalmente recomendable, una vez más. Habitación normal y muy limpia, es una forma económica de alojarse y no compartir habitación con nadie.

La única pega, por ponerle alguna, es que en el momento de reservar por internet hay que pagar por adelantado, y en caso de cualquier imprevisto o no poder viajar, no te devuelven el dinero. Mi estancia de 3 noches me costó 63 € en total, impuestos incluídos, y reservado con 3 meses de antelación.

LO MEJOR DEL VIAJE

* Sin duda, la ciudad en sí. Es una ciudad muy bonita, llena de monumentos y en cada calle se respira história. Es una ciudad de contrastes, pasar del lujo de la Avenida Andrassy a pasar por edificios históricos que necesitan un lavado de cara si quieren atraer al turismo.

* La cercanía de los monumentos históricos entre ellos y de los lugares a visitar, eso hace que uno pueda recorrer la ciudad a pie paseando, aunque para los más vagos, siempre está el metro y el tranvía, que te acerca a todos los lugares.

* Lo barato que es el transporte, la comida fuera de los lugares turísticos o los sitios a visitar.

* Para los amantes de la história, poder visitar el Museo del Terror, situado en la avenida Andrassy, y sentir el terror del pueblo húngaro durante la ocupación nazi y posteriormente las Flechas Cruzadas.

* La visita al parlamento húngaro, una experiencia imprescindible y observar su belleza interior.

LO PEOR DEL VIAJE

* Los cambios de tiempo en pleno mes de Julio, pasando del excesivo calor a los diluvios de agua y temperaturas refrescantes en pocos minutos.

* La gente. En todos los viajes destaco a sus personas como lo mejor del viaje, pero esta vez Budapest no se va a llevar la palma. Me han parecido gente muy fría, seria y muy poco hospitalarias, aparte de que casi nadie habla inglés. Viven todavía anclados en un estado de melancolía que todavía no han podido dejar de lado y sobreponerse, y como dato curioso es que los habitantes de Budapest tienen el índice más alto de toda Europa en suicidios. Ahí está todo dicho.

* No entiendo como una ciudad tan turística como Budapest no tiene mejor señalizado los monumentos más importantes de la ciudad, porque éstos brillan por su ausencia.

* El decadente estado de la línea 1 de metro (amarillo), con vagones pequeños y en mal estado que parecen de juguete, y estaciones de metro demasiado profundas. Se nota demasiado que durante décadas han estado bajo las influencias de los rusos y sus costumbres.

* El excesivo precio para comprar algún recuerdo de la ciudad por la calle comercial Vaci Utca o las calles cercanas, y el intento de timo que te intentan hacer al pagar alguna cosa en €uros al redondear muy a la alza. Lo mejor es pagar todo en Florines húngaros.

Y con todo explicado, nos vamos de escapada a Budapest!!


DÍA 1.- BARCELONA - BUDAPEST

Hoy toca madrugar, pero después de 3 meses sin coger un avión y con ese "mono" que hay de viajar, no importa el sueño. Mi vuelo con la compañía Ryanair sale de la T1 de Barcelona a las 9:20h de la mañana. Esta vez voy sin prisas porque no tengo que facturar equipaje y llevo mis tarjetas de embarque imprimidas, tal y como exige la compañía. He oído muy malos comentarios sobre esta compañía low cost y lo rigurosos que son, sobretodo con el tema de equipaje.

Yo solamente había volado una vez con ellos, en el año 2.005 a Glasgow, y siempre había evitado volar con ellos, pero esta vez iba con un poco de respeto. Pero la verdad es que no he tenido ningún problema, está claro que no es la mejor compañía con la que he volado, pero para una escapada por Europa de unos días está bastante bien. Por lo menos han sido puntuales en los vuelos y no se han puesto muy tontos con el tema del equipaje, aunque conmigo no tenían motivo.

Se recomienda hacer cola de los primeros para asegurarse un buen sitio, sobretodo como en mi caso, poder escoger pasillo porque con lo estrecho que son los asientos, si te toca en medio ya te han dado el viaje.

El vuelo son unas 2 horas y media, y se me ha pasado muy rápido gracias a Puri y Susana, mis compañeras de asiento, dos simpatiquísimas mujeres que iban a Budapest a llevar a sus hijos a un torneo de waterpolo, y hemos tenido una conversación muy amena. De hecho nos volveríamos a encontrar por la ciudad dos días después.

Una vez aterrizado en el aeropuerto Ferihegy de Budapest, hay que ir andando desde la pista hasta la terminal del aeropuerto, es lo que tiene volar con low cost. Al salir cambié allí mismo 10 € a florines para llegar al centro de la ciudad, y comprobé que el cambio es malísimo, para variar. 1 € = 248 HUF.

Para llegar al centro hay diferentes posibilidades, según el bolsillo y las ganas de cada uno. Lo más fácil es el taxi, dónde a la salida de la terminal tienes un stand dónde te venden los tickets, así no hay que regatear con el taxista ni tener miedo a sentirte timado.

Depende la zona a la que te dirijas, el trayecto cuesta entre 3.600 HUF a 5.600 HUF. A mi personalmente me parece una timada, y más cuando la ciudad está a tan sólo 16 Kms. del aeropuerto. Así que lo mejor es el transporte público, que sin ser una maravilla, funciona bastante bien. Cada 10 minutos pasan los autobuses número 93 o 200, que te dejan en la parada Kobánya Kispest, que enlaza con la línea 3 o azul de metro. Si sacas el ticket del bus en la máquina te cuesta 320 HUF, y si no tienes monedas como fue mi caso, lo puedes comprar en el bus al mismo conductor por 400 HUF.

Una vez en la línea de metro, comprar el ticket para la zona dónde se encuentren tu hotel. En mi caso tenía que hacer transbordo en la parada Déak Ferenc Tér y cambiar a la línea 1 o amarilla hasta la parada Oktogon. En total todo el trayecto desde el aeropuerto son 720 HUF, poco más de 2 €.

Mi hotel estaba a 100 metros de la boca de metro de Oktogon y perpendicular a la calle más comercial y famosa de Budapest, la Andrassy Utca. Llegué al hotel sobre las 14:00h de la tarde, y me dijeron que no podía hacer el check in hasta las 15h, que si quería entrar antes tenía que pagar 10 € más. Le dije que el año anterior en Berlín no me habían puesto problemas alguno, pero los húngaros son erre que erre, son muy fríos y cerrados, y no había manera que se bajara del burro, así que decidí irme a comer y volver a las 15h.

Volví a las 14:55h y cuando me vió aparecer lo primero que hizo fue mirar el reloj, y me puso cara de perdonarme la vida, y todo por 5 minutos!! Finalmente hice el check in, dejé las cosas en la habitación y me fui con hambre de conocer la ciudad y aprovecharla al máximo, tal y como me había propuesto.

Comencé recorriendo la Avenida Andrassy, pasando por sus elegantes edificios y tiendas de primeras marcas internacionales, pasando por la ópera de Budapest, hasta llegar a la Basílica de San Esteban.

Es enorme y muy bonita, su nombre en húngaro es Szent István Bazilika, y la entrada a su interior es gratuita, aunque se sugiere una donación de 200 HUF. El interior es cómo cualquier otra iglesia de otra ciudad, aunque lo que más destaca es la Capilla de Santa Diestra, detrás del altar, dónde se encuentra la mano derecha momificada de San Esteban, de gran devoción entre todos sus fieles.

Por 500 HUF también se puede subir en ascensor a la cúpula de la Basílica para ver las vistas de la ciudad, aunque ya tendría ocasión de verlas desde otro punto de la ciudad.






Decir que Budapest se puede recorrer perfectamente a pie, y que los lugares de interés no están muy alejados uno de otros, así que al que le guste andar como a mi no va a tener problemas, aunque es verdad que después de 3 días pateando la ciudad sin parar, acabas agotado.

El que quiera llegar a la Basílica de Sant Esteban en transporte público, deberá coger la línea 1 de metro (amarilla) y bajarse en la parada BAJCSY.

Después de esta visita, me fui andando hasta el Barrio Judío, que no está muy lejos de allí. El que quiera ir en metro, deberá coger la línea roja de metro, y bajarse en la parada ASTORIA. Allí se encuentra la Sinagoga Judía de Dohány (Dohány en judío significa tabaco), y es la segunda sinagoga más grande del mundo, por detrás de la de Jerusalén.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis hicieron de los alrededores de la sinagoga un ghetto judío que posteriormente se convirtió en un campo de concentración. Desde aquí muchos judíos fueron enviados a los campos de exterminio. Se calcula que sobrevivieron unos 2.000 judíos, que murieron posteriormente de hambre y frio, y fueron enterrados en el cementerio de la Gran Sinagoga.

Cuando llegué estaban a punto de cerrar la sinagoga, y la entrada costaba 2.000 HUF, y si querías un guia, 3.200 HUF. Yo para tan poco tiempo decidí prescindir de la visita del interior de la sinagoga, pero si paseas por los alrededores, se puede ver el cementerio judio y el Árbol de la Vida, una escultura parecida a un sauce llorón en el que cada hoja lleva la inscripción de un judío asesinado durante el holocausto.

Visitando el Barrio Judío por la calle Dohány todavía pueden verse edificios de entonces con las balas incrustadas en las fachadas. Una visita muy recomendable.






Después de visitar el barrio, deshice mis pasos hasta llegar a la calle Jószef Attila Utca, dónde va a parar directamente al famoso Puente de las Cadenas, uno de los simbolos de Budapest.

La primera impresión del Puente no decepciona a pesar de haberlo visto tantas y tantas veces en fotos, con sus leones dando la bienvenida, y separando Buda de Pest. La parte de Buda es más monumental, y Pest es la parte más comercial, lleno de hoteles, restaurantes y comercios.

Cruzar el Puente de las Cadenas no te va a llevar más de 10 minutos, hay un carril para peatones en cada dirección, y en medio un caótico tráfico. A los lados hay maravillosas vistas, o bien al Parlamento de Hungría, o al otro lado al Puente de Isabel o el Puente de la Libertad.




Una vez que se cruza el Puente de las Cadenas, vas a parar a la Plaza Adam Clark, punto de partida para subir a visitar el Castillo de Buda o el Bastión de los Pescadores. Hay diferentes formas de subir a visitarla, las más común para los turistas y a los que no les gusta caminar, es coger el SIKLO, más conocido como el funicular, una especie de tren cremallera que en 30 segundos te sube arriba por un módico precio de 900 HUF y que me parece una gran timada.

Otra opción es coger el autobús número 16 en la misma Plaza, con destino final al Bastión de los Pescadores, y que cuesta lo que vale un ticket sencillo de transporte público, 320 HUF (existen tickets de 10 viajes por 2.800 HUF). Y después está la opción más barata y más "cansada", que es subir andando por un lateral dónde hay unas escaleras, y en 10 minutos ya estás arriba, así de sencillo.

Yo evidentemente las dos veces que tuve que subir, escogí esta última opción, y no me arrepiento para nada.



Una vez arriba, las vistas no decepcionan para nada. Empiezo a notar ya un poco el cansancio, ya que estoy despierto desde las 4h de la mañana y son casi las 21h de la noche, pero pienso que vale la pena hacer un esfuerzo hasta que anochezca y poder ver todo Pest iluminado, al fin y al cabo no cada día tiene uno la suerte de poder contemplar esa maravilla de paisaje.






La sorpresa vino cuando ya estaba anocheciendo, que empezó de repente a caer el diluvio universal y a levantarse viento, increible como en cuestión de minutos pudo cambiar tanto el tiempo. Me resguardé dónde pude mientras veia llover de aquella manera, y no me resigné a hacer las fotos nocturnas.

Al cabo de media hora paró de llover con aquella intensidad aunque todavía llovía, y decidí que si no salía en ese momento a hacer las fotos, me iban a dar las tantas allí arriba y empezaba a estar cansado.








Eran más de las 23h de la noche y empezaba a llover otra vez con más fuerza, lo más sorprendente es que habían parejas bailando tango bajo la lluvia (un poco raros si que son los magyares...) así que como me encontraba en la otra punta de mi hotel, decidí dar por concluido el día y empezar a bajar de la colina del Castillo de Buda hacia Pest, cruzando otra vez el Puente de las Cadenas, aunque esta vez sin pararme a deleitarme de sus vistas nocturnas, hasta que llegué a la parada de metro de Vorosmarty Tér y decidí coger el metro hasta Oktogon, la parada dónde estaba mi alojamiento.

La decisión de coger el metro fue que estaba lloviendo a mares y quería proteger mi cámara reflex, que ya tenía experiencia que se me estropeara en un día de lluvia.

A las 23:45h lo único que había abierto por la zona era la cadena de comida rápida SUBWAY, así que me cogí un bocadillo y una coca cola, y me la llevé al hotel, así después de ducharme cenaría en mi habitación y daría por concluido mi primer día en Budapest.

DÍA 2.- BUDAPEST

El día de hoy empezó muy temprano, cómo de costumbre. A las 9:00h de la mañana ya estaba buscando un lugar dónde desayunar, aunque desgraciadamente la oferta no es muy amplia. De hecho yo no soy cafetero, pero el café de Budapest es aguado y malísimo.

Después del desayuno y para hacer tiempo hasta la visita al Parlamento húngaro que tenía concertada a las 11:30h, decidí volver a bajar por la Avenida Andrassy, hasta llegar al Puente de las Cadenas, para dar un paseo caminando rodeando el Danubio.





Una vez llegado al Puente de las Cadenas fui bordeando el Danubio, hasta llegar a mi objetivo, el Memorial de los Zapatos. Este se encuentra casi enfrente del Parlamento húngaro, y no es más que 60 pares de zapatos de todos los tamaños al lado del Danubio, que es un homenaje a los judíos muertos en Budapest.

Se dice que ataban a los judíos por parejas delante del Danubio, y a uno lo disparaban y el otro caía arrastrado al Danubio con el impulso del otro, hasta que fallecía ahogado. Se dice que usaban este método para ahorrar municiones, y otros dicen que lo hacían para que sufrieran más.

En todo caso es una visita que impresiona mucho y que te hace reflexionar bastante.





Cuando acabé de hacer las fotos solamente tenía que cruzar la carretera y ya estaba dentro del Parlamento. Cuidado al cruzar la carretera porque es bastante peligroso, no hay paso de peatones ni semáforos y tiene pinta de ser como una autovía dónde los coches van demasiado rápidos y no esperes a que paren para que te dejen pasar.

Para los más comodones decirle que la parada de metro para llegar al Parlamento es la línea roja número 2 y la parada es Kossuth Lajos Tér.

Cuando llegué a las inmediaciones del Parlamento había una cola de gente impresionante, suerte que un mes antes de irme a Budapest envié un mail a idegenv@parlament.hu para solicitar la visita guiada en castellano de las 11:30h y al día siguiente me enviaron por mail una invitación personal que debería presentar a mi llegada. Con este voucher te vas a los guardias de seguridad que están al inicio de las colas, se lo muestras y te dejan pasar por todo el morro a la puerta X (puerta diez) del Parlamento, dónde puedes cambiar la invitación por tu entrada, pero si además eres de un país miembro de la Unión Europea, tu visita es gratis. Así que no olvides llevarte tu DNI o pasaporte, mostrarlo a la taquillera y te lo rembolsará por tu entrada gratuita.

Una vez que sales y te pones a esperar a que venga la guia a la hora acordada para empezar la visita, la gente se te queda mirando con cara de asombro y te preguntan que porqué si llegas el último te dejan pasar y esperas el primero para entrar. Así que ya lo sabeis, no cuesta nada enviar un mail y una vez que esteis allí lo agradecereis.

A las 11:30h vino a buscarnos una mujer que hablaba un perfecto español y se presentó como nuestra guia del Parlamento, y dónde visitariamos algunas estancias del mismo. Nuestro grupo de españoles sería de unas 25 personas (los otros grupos en otros idiomas como mucho eran 10 personas), y como siempre el grupo de personas haciendo ruido, que le llamen la atención, que pasen de todo y que sean unos maleducados, tenía que ser el de los españoles.

La verdad es que sentí un poco bastante de vergüenza pertenecer a aquel grupo, de haberlo sabido hubiera hecho la visita en inglés. Me fastidia la gente que no ha salido nunca de su casa y para una vez que salen parecen los reyes del mambo y los más listos del mundo. En fin!! La visita dura alrededor de 50 minutos y es muy recomendable.








Después de la visita al Parlamento, estuve visitando los alrededores y me fui otra vez borderando el Danubio hacia el Mercado Central, así cuando llegara ya sería la hora de comer.





Llegué al Mercado Central sobre las 14h de la tarde, la verdad es que desde el Parlamento es un buen tute caminando, pero como no hay prisas se puede hacer bien. Os recuerdo que para los más comodones, podeis llegar al Mercado Central en metro con la línea 3 de color azul y la parada se llama KÁLVIN TÉR.

El Mercado Central se divide en 3 plantas. La del sótano es la que venden pescado, aunque apenas hay mucho movimiento. El la planta baja se encuentran todas las paradas de carne y verdura, muy bonitas de ver. Y en la segunda planta están todas las paradas de souvenirs y caza del turista, además de restaurantes y puestecitos de comidas.

La verdad es que el tema de los souvenirs comparado con otras zonas de la ciudad, aquí en el Mercado Central es dónde están más económicos, auqnue me sigue pareciendo muy caro para el país que es, así que me limité solamente a comprar unos imanes para la nevera y regalar a los amigos, dar una vuelta mientras hacia fotos, y esperar que se despejara un poco la zona de comidas para poder comer yo. Cuando por fin pude comer, pude degustar la gastronomía húngara con una cerveza bien fría, y todo al módico precio de 1.800 HUF (unos 7 € al cambio).









Después de la visita al Mercado Central cogí otra vez la Avenida Andrassy y me fui dirección a Oktogon, dónde había llegado el momento de hacer la visita que tanto me apetecía desde mi llegada a Budapest: La Terror Haza Museum, más conocido como "El Museu del Terror".

Es un edificio que sirvió de cuartel general para la temida policia secreta AVH (Los Flechas Gamadas), y que recogen los crimenes fascistas durante la II Guerra Mundial, y sobretodo los crímenes stanilistas húngaros en los años posteriores. Es un museo muy bien ambientado y bastante tétrico, la verdad. Está ubicado en la Avenida Andrassy, 60 (la calle paralela a mi hotel) y la entrada cuesta 2.000 HUF. Yo me limité a hacer fotos en la entrada y el vestíbulo, pero después por respeto me abstuve de hacer más fotos.






Una vez visitado el escalofriante Museo del Terror me fui para el hotel reflexionando sobre todo lo que acababa de ver, y buscando explicaciones sobre las estupideces del ser humano. Como tenía el hotel al lado fui a ducharme y descansar un poco, que mis pies empezaban a quejarse.

Después salí a cenar, mi intención era ir a la calle Vaci Utca para cenar en el restaurante FATAL, que tan buenas críticas tenía en la Lonely, pero como empezaba a chispear me quedé en la zona de Oktogon y cené en una pizzeria. Cuando acabé de cenar ya estaba lloviendo otra vez, y como eran las 22h de la noche, di por concluido mi segundo día en Budapest y me fui para el hotel.

DÍA 3.- BUDAPEST

Hoy es mi último día en Budapest, de hecho mi vuelo no sale hasta el día siguiente a las 6:00 de la mañana, pero poco ó nada podía aprovecharlo. Como iba bien de tiempo porque los dos días anteriores no había parado ni un segundo, decidí tomármelo todo con más calma y acabar de visitar todo lo que me había propuesto antes de partir a Budapest.

El día anterior descubrí que las cafeterías para desayunar no se encuentran en las zonas más turísticas de la ciudad, sino en las paradas de metro. Por lo visto los inviernos son muy duros en Hungría y como en muchos otros países del mundo, toda la gente hace vida bajo tierra, y en las estaciones de metro puedes encontrar cafeterías, supermercados y tiendas de ropa. Es curioso.

Después de desayunar, volví a la superficie y empecé bajando por la Avenida Andrassy hasta detenerme en el edificio de la Ópera, que es muy bonito. Cada día a las 16:00 h de la tarde hacen visitas guiadas en español, así que me propuse que si tenía tiempo volvería.


Para acortar distancias hasta llegar al Puente de las Cadenas pasé por la Basílica de San Esteban que a esa hora apenas había gente hasta llegar al Hotel Four Seasons, un emblema de la ciudad.





Una vez llegado al Puente de las Cadenas, me fui rodeando todo el Danubio hasta llegar otra vez al Parlamento, y de allí me fui cruzando el Puente de la Isla Margarita para tener una perspectiva de Pest desde el lado de Buda. El día se estaba nublando mucho, y le daba un toque melancólico.







Una vez llegado a la Plaza Adam Clark, había las diferentes opciones para llegar al Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores, tal y cómo os indiqué el primer día. Yo una vez más, escogí subir por las escaleras.

Impresionante la cola de gente que había para subir en Siklo (Funicular), por lo visto la gente cuando está de vacaciones también tiene las piernas de vacaciones y no son capaces de andar.

La visita al Bastión de los Pescadores es gratuita, aunque si quieres tener unas vistas más altas de la ciudad se debe pagar entrada. Yo os recomiendo que por la diferencia de altura que hay no pagueis entrada, ya que se ve Pest muy bien. Para visitar la Iglesia de Matyas también hay que pagar entrada, pero en estos momentos están en obras y no te avisan, así que la gente salía mosqueada de allí.







Después de la visita al Bastión de los Pescadores, fui bajando hasta llegar otra vez al Castillo de Buda, dónde pude ver el cambio de guardia del Palacio Presidencial y obtener las últimas vistas desde arriba de la colina.

Aquí me volví a encontrar con Puri y Susana, las dos chicas con las que coincidí en el avión, así que estuvimos conversando un rato y nos despedimos.






Fui bajando hasta cruzar por última vez el Puente de las Cadenas, que estaba petado de turistas, y me fui al Monte Gellert cruzando el Puente de la Libertad. Allí se encuentra el balneario Gellert, famoso por el rodaje del anuncio de Danone. Después de pensar si entrar o no, finalmente prescindí de la visita y me fui a hacer una visita a la calle comercial Vaci Utca, dónde los precios eran desorbitados.

Aproveché para comer en el restaurante FATAL, dónde quise ir la noche anterior, pero la comida no es que fuera como su nombre, pero si que era un restaurante demasiado turístico y tuve que pagar a precio de turista.

Como curiosidad para los que visiten Budapest, es que si pides agua te la traen con gas, que a mi personalmente no me gusta. Así que si vais a beber agua o comprarla, las que tienen los tapones azules son con gas, y las botellas con tapones rosa es agua sin gas.




Después de comer me fui para el hotel, me cambié de ropa y me fui al Balneario Széchenyi, considerado el mejor de todo Budapest. El que quiera ir en metro deber coger la línea 1 amarilla, y bajarse en la parada SZÉCHENYI FURDÖ.

La entrada cuesta 3.200 HUF y te da derecho a utilizar todas las piscinas por tiempo ilimitado. Te ponen una pulserita y con la misma te sirve para abrir y cerrar tu taquilla. Yo estuve más de dos horas, y la verdad es que cuando llevas casi 3 días caminando sin parar, tu cuerpo te pide un descanso y un caprichito.

Hay diferentes piscinas y la mayoría están al aire libre. La imagen más curiosa es ver a los húngaros jugando al ajedrez dentro de la piscina. Yo la cámara de fotos la dejé en la taquilla y me daba mucha pereza ir a buscarla para solamente hacer 2 fotos. Esta visita la recomiendo mucho.

Después del relax y salir como nuevo, salí del balneario y me fui al Parque Városliget, uno de los pulmones verdes de la ciudad, dónde estuve visitando el Castillo de Vajdahunyad, que dicen que es una réplica del de Drácula de Transylvania, y la famosa estatua de Anonymus.






De aquí me fui caminando a la Plaza de Los Héroes, que está justo al lado. Para los que quieran llegar en metro pueden hacerlo en la línea amarilla bajándose en TÉRE HÖSÖK.

Esta plaza es un homenaje a todos los héroes húngaros desde su inicio y la plaza es enorme. A lado y lado de la plaza está el Museo de História y en el otro lado el Museo del Arte.





Como el tiempo se me había echado encima porque había decidido pasar la noche en el aeropuerto, ya que irme en taxi a las 3:00h de la mañana me suponía pagar 30 € y correr el riesgo que allí no se presentara nadie. Así que decidí coger el metro hasta el hotel. Eran solamente 3 paradas, pero eso suponía andar más de 2 Kms. e iba con el tiempo justo.

La línea 1 o amarilla del metro es la segunda más antigua del mundo, por detrás del metro de Londres. Y eso se nota, porque los vagones parecen de juguetes, son pequeños y bastante cutres.



Cuando llegué al hotel me duché, hice todo mi equipaje e hice el check out antes de lo previsto, pero esta vez no me pusieron problemas como el día de mi llegada (qué fríos y bordes son éstos húngaros).

Me dio tiempo pararme en un restaurante turco y comprarme la cena para llevar, y gastarme mis últimos florines en tabaco, que en Hungría cuesta a mitad de precio que aquí.

Cogí el metro en Oktogon, hice transbordo en la parada Déak Ferenc Tér y de allí la línea azul hasta Kóbanya-Kispest, todo igual que cuando llegué a Budapest, y 15 veces más barato que un taxi. En Kóbanya enlaza con la parada de autobuses, busqué el 200E que iba hacia el aeropuerto, y el último era a las 22:35h y eran las 22:20h, así que lo cogí por los pelos.

A partir de aquí nada destacable, llegué a las 23h al aeropuerto, cené y pasé el rato como mejor pude hasta las 5:30h, que era la hora de embarque con Ryanair dirección Barcelona, y a las 6:00h salimos puntuales sin ningún contratiempo.

Han sido 3 días muy intensos pero que me han ido muy bien para desconectar y conocer otro país que me ha gustado más de lo que me esperaba, ya que de todas las Ciudades Imperiales o de Centroeuropa quizá sea la que más me ha gustado, y que os recomiendo que le hagáis una visita.


9 comentarios:

  1. Interesante recopilación de datos curiosos que me servirán en mi próxima escapada.
    Me quedé con las ganas de saber qué edificio es la imagen 92.

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    1. El edificio de la foto 92 es el Castillo de Vajdahunyad, pero de frente!! Así ya puedes dormir tranquila y no quedarte con las ganas! :)

      Cualquier duda que tengas sobre Budapest ya lo sabes!

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  2. Hola Oscar: Bonita reseña de Budapest. Tengo curiosidad por saber si se puede viajar con maleta de ruedas (45 x 70 x 30 cm) en el metro. Quisiera hacer el traslado del bus al hotel utilizando las líneas azul y amarilla ¿Será posible?, o ¿Cómo se podrá hacer? Felicidades y saludos desde Morelia, Michoacán, México.

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    1. Hola Emilio, gracias por pasarte por aquí. Te informo que no hay ningún problema para viajar con el tipo de maleta que me comentas por el metro o cualquier transporte del país, y dependiendo de dónde tengas tu alojamiento, deberás tomar una línea u otra de metro.

      Si necesitas cualquier tipo de información o puedo ayudarte en algo, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

      Saludos.

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  3. Hola Oscar. Muchas geacias por tus comentarios y experiencia. El proximo fin de semana tengo programada una corta visita a Budapest. Una pregunta, tu no sueles ir a la ofiina de informacion y turismo cuando vas a algun sitio? Lo hiciste esta vez?
    Muchas gracias. Rosa

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  4. Hola Rosa, gracias por visitar el blog. Pues si te digo la verdad, nunca he acudido a ninguna Oficina de Turismo de ninguna ciudad, prefiero documentarme e informarme desde casa y de momento no he tenido necesidad de recurrir a ellas, que de otra banda, las veo muy útiles para informarse o dejarse aconsejar.

    Saludos.

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  5. Respuestas
    1. Puedes comprar tabaco en los kioscos, en colmados que abren 24 horas o en algunas tiendas que están en las estaciones de metro (tiendas subterráneas).

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