DÍA 6.- BEIJING - XIAN
Otra vez madrugamos, hoy es nuestro último día en la ciudad ya que a primera hora de la tarde cogeremos un vuelo hacia Xian. Dejamos los equipajes preparados para su correspondiente traslado al aeropuerto, y después de desayunar nos dirigimos hacia la última visita, el Templo del Cielo.
Tengo que reconocer que la visita me encantó y fue de lo mejorcito que pude visitar en todo el viaje, aunque el hecho de visitarlo con tanta gente y no poder ir por mi cuenta, me agobiaba bastante.
Después de la visita nos llevaron de nuevo al hotel para recoger nuestro equipaje, darnos una hora de tiempo libre y largarnos hacia el aeropuerto. Mi equipaje ya lo dejé preparado por la mañana, así que aproveché para dar una última vuelta por los alrededores del hotel y hacer las últimas fotografías.
Una vez nos volvimos a reunir todos a la hora indicada, nos fuimos directos al aeropuerto de Beijing con dirección a Xian. En el trayecto de autobús hacia el aeropuerto los listillos del grupo empezaron a pasar con el cepillo para recoger propina para la guía.
Si algo me fastidia en esta vida es que me obliguen o me impongan algo, y soy de los que piensan que una propina nunca puede ser obligatoria, pero estaba en los primeros días del viaje y tampoco quería mosquearme más de lo que estaba, aunque fue la primera y última vez que di propina en todo el viaje para un guía, ya que acabé hartos de todos.
El vuelo estaba previsto para las 16h de la tarde, pero aquello fue un caos terrible. La guía empezó a repartir las tarjetas de embarque y debido a su mala pronunciación, nadie nos enterábamos de nada, así que finalmente me ofrecí a repartir las tarjetas de embarque y en menos de 10 minutos cada una ya disponía de la suya y nos fuimos directos a la zona de embarque.
A primera hora de la tarde aterrizamos en Xian y cuando quisimos llegar al hotel ya era noche cerrada, así que cuando nos dieron las llaves de nuestra habitación, dejamos nuestro equipaje y nos fuimos a inspeccionar el terreno y buscar un lugar para cenar. Por el camino encontramos un lugar para hacernos un masaje, pero al ser tan tarde no nos pudieron coger y reservamos para el día siguiente cuando volviéramos de todas las visitas.
Después de cenar y dar una vuelta andando por las calles sin asfaltar y sin apenas iluminación, dimos por concluida la visita y volvimos al hotel, dónde vimos a muchos de los compañeros de viaje tomándose copas y bailando detrás de la música de una orquesta del hotel.... me pareció más un viaje de la Inserso que no un viaje de vacaciones, así que me fui cagando leches hacia mi habitación y a descansar, que al día siguiente me esperaba una de las visitas más deseadas de todo el viaje.
DÍA 7.- XIAN
Otra vez en marcha bien pronto, y es que después de desayunar los primeros, pusimos rumbo a la gran joya de la ciudad de Xian, su fabuloso ejercito de Terracota del emperador Qin.
Otra vez en marcha bien pronto, y es que después de desayunar los primeros, pusimos rumbo a la gran joya de la ciudad de Xian, su fabuloso ejercito de Terracota del emperador Qin.
Los soldados tienen más de 2.000 años de antigüedad, y fueron descubiertos no hace mucho por un campesino chino. La primera fosa tiene más de 6.000 soldados y caballeros, la mayoría con expresiones faciales diferentes entre sí; la segunda fosa son cerca de 1.500 soldados y otras piezas de carruaje, y en la tercera fosa todavía están restaurando todos los hallazgos.
Después de visitar los diferentes pabellones con sus respectivas fosas a mi rollo (como era de esperar, al poco rato de empezar la visita me olvidé de la guía y de todo lo demás y me fui por libre) me fui a la tienda de souvenirs en busca de un bonito recuerdo, pero los precios eran desorbitados.
Me encontré con tres personas del grupo y hablando me dijeron que por fuera de las tiendas había gente que se dedicaba a vender souvenirs mucho más barato, así que como todavía teníamos tiempo antes de irnos, me fui en busca de ellos y no me fue muy difícil encontrarlos. Las cajas de Guerreros de Terracota que dentro del Museo te las vendían a 250 yuanes (25 €), con ellos regateando te las dejaban en 10 yuanes (1 €)!!
Así que aproveché para comprar unas cuántas cajitas y ya tenía casi todos mis compromisos resueltos. Al vernos nuestra guía comprando en los exteriores del museo, no le hizo mucha gracia y nos calentó la cabeza en que no podíamos hacer eso porque estábamos comprando mercancía robada (le jodía no llevarse su comisión de las tiendas de souvenirs).
Me encontré con tres personas del grupo y hablando me dijeron que por fuera de las tiendas había gente que se dedicaba a vender souvenirs mucho más barato, así que como todavía teníamos tiempo antes de irnos, me fui en busca de ellos y no me fue muy difícil encontrarlos. Las cajas de Guerreros de Terracota que dentro del Museo te las vendían a 250 yuanes (25 €), con ellos regateando te las dejaban en 10 yuanes (1 €)!!
Así que aproveché para comprar unas cuántas cajitas y ya tenía casi todos mis compromisos resueltos. Al vernos nuestra guía comprando en los exteriores del museo, no le hizo mucha gracia y nos calentó la cabeza en que no podíamos hacer eso porque estábamos comprando mercancía robada (le jodía no llevarse su comisión de las tiendas de souvenirs).
Después de agradecerle a Mónica, Francis y Toni (las 3 personas que me sugerieron comparlo fuera) el detalle que tuvieron de informarme sobre las compras, ya nos hicimos inseparables durante todo el viaje.
Poco después nos llevaron a comer a un restaurante atestado de turistas dónde apenas nos dio tiempo a comer, como siempre, y después nos llevaron a visitar la Pagoda pequeña de la Oca Salvaje y a la Gran Mezquita del barrio musulmán de Xian.
A media tarde nos dejaron de vuelta en el hotel dando por finalizado el día con toda la tribu. Las visitas del día de hoy no han estado mal y han sido muy bonitas, pero con tanta gente y tanta humedad no se disfruta igual. De vuelta al bus, el guía iba ofreciendo excursiones y paquetes adiccionales, entre ellos los de hacerse un masaje chino en tu propia habitación del hotel por unos 30 €. Una vez en el hotel, le comentamos a nuestros nuevos amigos si querían venir a hacerse un masaje con nosotros, así que estuvieron de acuerdo y quedamos en vernos una hora después.
Cuando llegamos al sitio de los masajes que teníamos reservado, al vernos se estresaron porque el día anterior éramos solamente dos personas y hoy somos 5 personas, pero a pesar de no tener reservas para todos, accedieron sin ningún problema. En una habitación nos pusieron a los chicos (3 hombres) y en otra habitación a las chicas (2 chicas).
El masaje fue de dos horas y los chicos nos echamos unas buenas risas, ya que las masajeadoras eran unas chinitas muy jóvenes. El masaje de dos horas, con cerveza fresca incluida y propina incluida, nos salió por unos 30 yuanes (3 €) por persona.
Después de visitar años atrás números países asiáticos y hacerme masajes en cada uno de ellos, reconozco que el masaje chino era de muy poca calidad, y lo noté los días posteriores cuando me pasé dos días con dolores de espalda y lumbago, aunque al momento me supo a gloria.
Una vez finalizado el masaje, cogimos un taxi los 5 (si, si, los 5!!) y nos fuimos hacia el Barrio Musulmán, dónde lo habíamos visitado unas horas antes y apenas pudimos ver nada. Buscamos un sitio para cenar, y después de una semana pasando hambre y cansado de la comida china, nos dimos un respiro y acabamos en el Pizza Hut, dónde nos supo a gloria todo lo que cenamos hasta el punto que la comida que sobró, nos la llevamos para el día siguiente a la hora de comer en caso de que la comida fuera repetitiva y mala como nos tenían acostumbrado.
Después de una agradable visita a las callejuelas y comercios del Barrio Musulmán, dónde las mejores compras se hacen aquí, visitamos la Torre del Tambor iluminada ya que por la tarde no pudimos visitar, y cogimos esta vez dos taxis y de vuelta al hotel.
De vuelta al hotel ya a medianoche, la misma estampa que la noche anterior, la mayoría de nuestro grupo detrás de la música de la orquesta y tomando cocktails en un hotel de 5 estrellas, y es que cuando uno se acostumbra a viajar en que le dan todo hecho y le llevan a todos los sitios dejándolos en la misma puerta, difícilmente saben hacer otras cosas.
Yo tenía muy claro que estaba arrepentido de haber realizado el viaje organizado porque China es un destino muy fácil para hacer por tu cuenta, pero me hice la promesa que sería mi primer y último viaje organizado, y años después, y aproximadamente 40 países visitados después, sigo manteniendo la eterna promesa que me hice un día en China. Y espero que me puedan enterrar algún día con la misma promesa.
Sin apenas perder tiempo en aquel espectaculillo lamentable, nos fuimos a nuestra habitación, duchita y a dormir que mañana toca nuevo destino.
DÍA 8.- XIAN - GUILIN
Después de desayunar y recoger todo el equipaje, nos fuimos directos al aeropuerto para coger un vuelo con destino Guilin, muy cerca de la frontera con Vietnam. Por el camino hicimos una visita express al Museo de las Tumbas Yangling, dónde alberga una colección de Terracotas con miniaturas y objetos de la vida cotidiana de un terracota encontrado en las tumbas excavadas en la zona.
Una vez en el aeropuerto, salimos sin problemas llegando por la tarde a Guilin, situada en las orillas del rio Li. De camino al hotel, hicimos una visita a las famosas cuevas, dónde podemos observar formaciones de estalagmitas.
La visita ha sido muy interesante y las cuevas son bastante bonitas. De vuelta al hotel, hemos realizado el check in y nos han dado toda la tarde libre, que hemos aprovechado para visitar la ciudad, buscar un buen lugar para cenar y mezclarnos con todos los habitantes del lugar. La major visita ha sido a la pagoda del Sol y la Luna, que de noche iluminada es espectacular. La ciudad por la noche tiene bastante ambiente, y hemos podido visitar su interesante mercado nocturno.
Después de pasarnos toda la tarde de paseos y de compras por Guilin, nos retiramos a nuestro hotel a descansar, que mañana toca otro gran día con nuevas sorpresas.
DÍA 9.- GUILIN
Después de desayunar y reunidos con toda la tribu otra vez, nos vamos directos al puerto de Guilin, dónde cogeremos un barco para hacer un crucero a través del rio Li durante prácticamente todo el día.
A través del crucero vamos viendo maravillosos paisajes, formaciones rocosas y el día a día de los habitantes de Guilin. Dado que el crucero nos va a ocupar la mayor parte del día, nosotros vamos combinando la salida a la cubierta del barco para hacer fotos y tomar el sol, con estar dentro tomándonos unas cervecitas bien frescas, hasta que llegue la hora de la comida.
Bueno, he de decir que después de comer y tomarnos algunas cervecitas más, cometí el error de quedarme dormido sin ponerme protección solar, y cuando me desperté me había puesto rojo como una gamba... ahora si que era un guiri total!!
A primera hora de la tarde volvimos hacia Guilin, dando por finalizado el día con toda la tribu, y después de ducharnos volvimos a la calle a seguir explorando toda la ciudad y buscar un sitio para cenar.
A medianoche y de vuelta en el hotel, dejamos preparado todo el equipaje para el día siguiente, ya que a mediodía cogeremos un vuelo para nuestro siguiente destino, Hangzhou.
DÍA 10.- GUILIN - HANGZHOU
Después de desayunar, poco teníamos la mañana libre hasta la hora de salir para ir al aeropuerto, me fui sólo a dar una vuelta por la ciudad, ya que no me apetecía nada quedarme en el hall del hotel esperando hasta la hora de irnos al aeropuerto.
Después de desayunar, poco teníamos la mañana libre hasta la hora de salir para ir al aeropuerto, me fui sólo a dar una vuelta por la ciudad, ya que no me apetecía nada quedarme en el hall del hotel esperando hasta la hora de irnos al aeropuerto.
De paseo por la ciudad, pude ver como los chinos madrugan mucho para reunirse en los jardines públicos y hacer clases de tai chi y yoga, en las que finalmente me animaron a participar junto a ellos. Aparte de echarnos unas risas, fue una experiencia muy enriquecedora, y eso que no nos entendíamos nada. De vuelta al hotel, tuve tiempo de pararme en una librería y echar un vistazo a todos los libros que tienen expuestos, aunque para mi desgracia, todos eran en chino mandarín y no pude comprarme ninguno.
De vuelta al hotel, me reuní de nuevo con todo el grupo, hice tiempo haciendo algunas fotos del interior del hotel, y partimos hacia el aeropuerto. Finalmente tuvimos un ligero retraso y llegamos a Hangzhou ya de noche, dónde hicimos el check in en el hotel y nos fuimos por nuestra cuenta a explorar la ciudad y buscar un sitio para cenar cerca del lago, pasando por zonas llenas de hutongs y de personas sin techo durmiendo en la calle. Ya nos avisaron que la zona del lago era un poco peligrosa por la noche, pero simplemente daba un poco de respeto y punto.
La anécdota fue cuando nos pararon por la calle a mi y a Toni ofreciéndonos un lugar para tomar algo y escuchar música, y en realidad era un prostíbulo. Salimos de allí escopeteados antes de enfrentarnos a "la mafia china"!!
Volvimos al hotel caminando después de un largo paseo y de cenar en Mc Donald's, el día no había sido muy productivo, pero había que descansar que mañana será un día intenso.
DÍA 11.- HANGZHOU - SUZHOU
Después de desayunar, dejamos preparado todo el equipaje y en el hotel ya se encargarían de subirlo al autobús. La primera visita que hicimos fue al Templo del Alma Escondida, situada sobre una colina con figuras de Buda esculpidas, y que fue una visita que nos gustó mucho.
Una vez acabada la visita, y antes de ir a comer, nos llevaron a visitar una tetería tradicional china, y pudimos observar el ritual de la preparación del té. Para mi esta visita es prescindible, ya que no tiene nada que ver con la ceremonia del té de Japón, y del cual me encantó esta última.
Después de la ceremonia del té y de irnos sin comprar nada porque los precios eran abusivos, nos fuimos directos a un restaurante a comer.
Después de comer, fuimos a realizar la última visita en Hangzhou, que era un mini crucero en barca a través del Lago Oeste... aunque más bien fue un relleno en el programa para no irnos tan pronto hacia Suzhou.
Después de hacer el mini crucero, volvimos al autobús y pusimos rumbo hacia la ciudad de Suzhou, dónde llegamos bastante tarde por la noche, dándonos tiempo a cenar algo en un restaurante cerquita del hotel y nos fuimos a dormir, ya que era muy tarde y poca cosa más se podía hacer.
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