1 de noviembre de 2017

RIGA













Letonia es el país más grande y más importante de los tres países que componen las Repúblicas Bálticas, y su capital Riga fue una de las ciudades más importantes de las que conformaban la Liga Hanseática gracias a su pasado como centro mercantil.

Con un bonito casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el país ha sabido reinventarse después de la invasión nazi y después de la anexión por parte de la Unión Soviética, hasta que finalmente lograron la independencia convirtiéndose en un país cosmopolita y un referente en el Art Nouveau.



FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

FECHA: Abril 2.017

DÍAS: 2

DOCUMENTACIÓN NECESARIA

DNI

Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, aunque para ciudadanos de la Unión Europea no hace falta.

OTROS DATOS DE INTERÉS

IDIOMA: Se habla el letonio, aunque en las zonas más turísticas y sobretodo en el casco antiguo de la ciudad hablan el inglés perfectamente.

MONEDA: Desde el 2.014 la moneda oficial es el Euro, abreviado €.

TARJETAS: Se puede pagar con tarjetas de crédito en casi cualquier lugar, ya que esta modalidad está muy extendida a lo largo del país, excepto en los mercados o pequeñas tiendas de comestibles. Se recomienda llevar algo de dinero en efectivo para evitar estas situaciones.

GUIA DE VIAJE: Mi guia como siempre será la Lonely Planet de las Repúblicas Bálticas, bastante útil y con información bastante actualizada sobre el destino.

TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming.

INTERNET:  Prácticamente en cualquier lugar hay sitios para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito. 

SEGURIDAD: País 100% seguro, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común.

VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.

ELECTRICIDAD: El voltaje es de 230 V y no hace falta adaptador para los enchufes.

DIFERENCIA HORARIA: +1 hora respecto a España.

RELIGIÓN: Mayoritariamente evangelistas luteranos, católicos y ortodoxos.

EL ITINERARIO DEL VIAJE

Riga es una ciudad que se puede y se debe visitar a pie, ya que su zona antigua y sus estrechas callejuelas impide el paso de los vehículos y es prácticamente toda peatonal, por suerte para los turistas. Para desplazarse a lugares más lejanos se recomienda utilizar el tranvía, aunque los puntos más turísticos de la ciudad son perfectamente abarcables en un corto paseo mientras disfrutamos de la ciudad.

PRESUPUESTO DEL VIAJE

DESGLOSE DEL PRESUPUESTO                                              IMPORTE

Bus Tallinn-Riga con Lux Travel (IDA)                                                           10,00 €

ALOJAMIENTO                                                                                    20,00 €

OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..)                              40,18 €

Total Presupuesto por Persona                                                 70,18 €

MOVERSE POR LA CIUDAD






























La mejor forma de moverse por la ciudad es caminando tranquilamente sin necesidad de coger ningún transporte público, ya que todo lo más interesante de la ciudad se concentra en el casco histórico (Old Town), y si queremos hacer la ruta de los edificios art nouveau o desplazarnos a alguna zona un poco más alejada como puede ser el barrio de Spikeri podemos hacerlo en un corto paseo caminando, ya que las distancias no son excesivamente largas.

De todas formas, para las personas que no les guste caminar o tengan alguna incapacidad, existe una buena red de tranvías y autobuses que recorren la ciudad, hay muchas paradas repartidas a lo largo de la ciudad y es posible comprar los tickets en las pequeñas máquinas expendedoras que se encuentran en su interior, siendo su precio de 2 € aproximadamente por persona y trayecto (no lo sé exactamente porque no hice uso en ningún momento), un precio prácticamente equiparable a otras ciudades europeas.

ALOJAMIENTO DEL VIAJE



























Naughty Squirrel Backpackers Hostel. A pesar de ser un alojamiento para mochileros y con habitaciones compartidas, me ha parecido un lugar bastante céntrico y muy cómodo, pero si quieres descansar después de un largo día de visitas lo mejor será solicitar una habitación en la segunda planta, ya que por las noches en la primera planta hay demasiado ruido de huéspedes tomando cervezas y jugando al futbolín y sería imposible dormir.

Como solamente voy a estar dos noches en la ciudad y busco un alojamiento cercano a la estación de autobuses, decido alojarme en este maravilloso hostel muy céntrico y con buenas críticas, ubicado a apenas tres minutos caminando de la estación de autobuses y trenes, el mercado central y dentro del casco antiguo de la ciudad, donde se encuentran los puntos turísticos más importantes de la ciudad y que podremos visitar en cualquier momento del día sin necesidad de depender del transporte. No disponen de desayunos pero no hay problema porque en las calles cercanas al alojamiento está lleno de bonitas cafeterías.

Reservado a través de Booking, la habitación compartida de 6 camas, con baño compartido y sin desayuno incluido, ropa de cama incluida y con buena señal de wifi, me ha costado 10 € por noche, un precio más que ajustado teniendo en cuenta su excelente ubicación, comodidad de las habitaciones, limpieza impecable de todas las instalaciones y sobretodo por el trato y amabilidad recibido, no muy habitual en este tipo de países del Este. Muy recomendable por precio y ubicación, sobretodo si tu estancia es corta, tienes un presupuesto ajustado o no quieres gastar mucho dinero.

LO MEJOR DEL VIAJE

* Lo fácil que resulta recorrer a pie la ciudad y los lugares más turísticos sin necesidad de utilizar el transporte público en ningún momento, ya que los lugares más interesantes se concentran en el casco antiguo de la ciudad y en las calles aledañas cercanas al centro de la ciudad.

* La rica gastronomía del país, está claro que no la podemos comparar con la cocina italiana pero tiene platos muy ricos, sobretodo los de cuchara y las sopas, que a uno le sienta genial con las bajas temperaturas que se encuentra en el país. Mención aparte el tema de la repostería, una perdición para los más golosos, con mucha variedad y precios muy baratos.

* De los tres países que componen las Repúblicas Bálticas, no es la ciudad más cara de ellas (según mi experiencia, Tallinn es más cara) pero es cierto que no es tan barata como Lituania, pero aún y así es posible alojarse, comer bien, hacer visitas culturales e incluso tomarse buenas cervezas en alguna terraza céntrica por muy poco dinero, ya que a pesar de pertenecer a la Unión Europea y establecer el €uro como moneda oficial, de momento es posible disfrutar del país a precios decentes antes de que se disparen los precios como ha ocurrido en otros países. El resto de lugares enfocados al turismo, como pueden ser contratar guías turísticos o comprar souvenirs, sí que me ha parecido bastante caro en general.

* Las visitas más importantes de la ciudad son iglesias, museos, y largos paseos por la ciudad, y de momento estas opciones son gratuitas, y se nota en nuestra cartera al final del día, así que espero que lo sigan manteniendo por mucho tiempo más.

LO PEOR DEL VIAJE

* Nadie duda que es una ciudad muy bonita y es muy recomendable visitarla, pero personalmente pienso que está un poco sobrevalorada y petada turísticamente (aunque en invierno no mucho), y que los precios que nos encontraremos en el casco antiguo nada tiene que ver con el nivel de vida del país, aunque no me ha parecido tan cara como Tallinn.

* Recomiendo no dedicar más de un día o máximo dos (si os interesa visitar museos) a visitar la ciudad de Riga, ya que se puede visitar perfectamente en ese intervalo de tiempo a un ritmo tranquilo, exprimiendo cada rincón de la ciudad, ya que más tiempo en la ciudad es repetir visitas y caer en la tentación de aburrirnos sorteando tanta aglomeración de turistas, aunque no es tan exagerado como en Tallinn.

* Aunque las comparaciones son odiosas, de los tres países que conforman las Repúblicas Bálticas Riga me ha gustado mucho más que Tallinn pero un poco menos que Vilnius (Lituania), pero he quedado muy satisfecho de todo lo que la ciudad me ha ofrecido culturalmente y gastronómicamente, y no me importaría repetir en un futuro lejano.

Y después de esta breve introducción con datos prácticos, empezamos a explorar la bonita ciudad de Riga, cuna del Art Nouveau!


DÍA 1.- TALLINN - RIGA

Seguimos recorriendo las Repúblicas Bálticas, y después de pasar un par de días en la bonita y turística ciudad de Tallinn, y tras un cómodo trayecto de 4 horas en bus llego a la capital de Letonia, Riga. Son las 11 horas de la mañana y tras un corto paseo de tres minutos desde la estación de autobuses hasta mi alojamiento, ubicado en la Kalêju Iela y como no puedo hacer el check in hasta las 14h de la tarde, dejo mi equipaje en el alojamiento, me hago con un mapa de la ciudad y me voy pitando a empezar a explorarla.

Deshago mis pasos por donde he llegado y me dirijo de nuevo a la estación de autobuses, y es que mi primera visita a la ciudad será al Mercado Central de Riga (Cêntraltirgus), ubicado justo detrás de la estación y ocupado por 5 hangares de zepelines que fueron abandonados por el ejército alemán después de la I Guerra Mundial. El Mercado Central data del año 1.920 y en él podemos encontrar cualquier producto separados por secciones en sus diferentes hangares, destacando el mercado de frutas y pescado (con caviar incluido), pero sobretodo destaca el de los dulces y las panaderías, donde a pesar de estar el mercado en pleno apogeo a estas horas de la mañana, no pude resistirme a probar el primer bocado, un delicioso pankuka (pancake salado) y una coca cola en un pequeño krodzin (taberna o parada del mercado) por el módico precio de 1,80 € donde nadie habla inglés y la dependienta es de lo más fria y seca que puedas encontrarte en todo el país, pero la comida riquísima, que es lo más importante.









Con el estómago entretenido hasta que llegue la hora de comer sigo recorriendo el mercado, abierto hasta las 17h de la tarde pero que a estas horas es cuando hay más ambiente con el trajín de gente haciendo sus compras, pero con respeto e intentando molestar lo menos posible no hay problemas en hacer fotografías, aunque no esperemos que nos sonrían al vernos porque son gente con un carácter muy frio.

Y sin prisas voy visitando las diferentes secciones un poco a salto de mata, ya que todavía tengo el día de mañana entero para visitar la ciudad y prefiero tomármelo con calma, porque me conozco y soy capaz de hacer todas las visitas en un día aunque acabe con los pies molidos.








Abandono el Mercado Central de Riga por donde llegué y atravesando las avenidas Janvâra Iela y Aspazuas Bulvaris, estando en el límite que separa el casco histórico de Riga con el centro de la ciudad, llego a una gran esplanada verde y monumental, donde destaca la Brivibas Piemineldis (Monumento a la Libertad y símbolo de la ciudad, con su enorme monumento de 42 metros de altura), la Latvijas Nacionâlâ Opera (Opera de Riga) y los bonitos jardines de la Bastejkalins con el canal Pilsetas, donde a partir de la primavera es posible recorrerla en pequeñas barcas. Todo este parque se encuentra en el centro de la ciudad, está todo muy bien cuidado y el ambiente en cualquier momento del día es muy agradable viendo a la gente pasear, y además todas las visitas son gratuitas.













Sigo callejeando por una de las avenidas principales de la ciudad, la Brivibas Bulvâris, y al momento llego a otro de los highlight o visitas imprescindibles de la ciudad, la Esplanade con su Kristus Piedzimsânas Pareizticigo Katedrâle, es decir, el parque de la Esplanada y justo en medio la Catedral Ortodoxa de la Natividad, donde destacan sus cúpulas doradas. La visita a su interior es gratuita aunque hay que guardar el máximo respeto posible y sobretodo vestir con decoro, y las mujeres deben cubrirse hombros y cabello para entrar. Una visita totalmente recomendable.








Hace rato que debería estar comiendo antes de que se me pase la hora, pero las ansias por seguir conociendo la ciudad hace que vaya postponiendo ese momento, así que me dirijo por fin al casco antiguo de la ciudad y lo hago por la Smilsû Iela, donde me da la bienvenida la Pulvertornis (Torre del Polvo) y el Latvijas Kara Muzejs (Museo de la Guerra de Letonia), con entrada gratuita y la visita es muy interesante para los amantes de la historia y no os llevará más de 45 minutos recorrerla con tranquilidad.



Antes de que caiga la tarde aprovecho para visitar el bonito Casco Antiguo de Riga, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1.997, fácil de recorrer y que os aconsejo que os olvidéis de mapas y que lo visitéis paseando tranquilamente y sin prisas a través de sus estrechas calles adoquinadas, donde podremos disfrutar de edificios maravillosos como la Rígas Doms (Catedral Luterana de Riga), la Svêta Pêtera Evangêliski Luteriskâ Baznîca (Iglesia de San Pedro) y la Melngalvju Nams (Casa de los Cabezas Negras), sede de la Hermandad del mismo nombre y que eran antiguos comerciantes de la Liga Hanseática, un edificio maravilloso que fue destruido totalmente durante la II Guerra Mundial y reconstruido durante la década de los 90.





















Son las 20h de la tarde y ya es de noche, así que decido finalizar mis visitas durante el día de hoy e ir en busca de algún lugar para cenar, donde finalmente acabo de nuevo en un local de la cadena Hesburguer que probé en Tallinn y quedé sorprendido de lo bueno y barato que estaba todo, así que como tengo más cansancio que hambre decido cenar aquí y volverme en un corto paseo de 3 minutos hacia mi alojamiento, ya que todavía no he realizado el check in desde esta mañana que dejé mi equipaje en recepción.

La primera planta del alojamiento que es donde se encuentra la recepción es un caos a estas horas, ya que los huéspedes se reúnen aquí para tomar cervezas, socializar o jugar al futbolín, así que si buscas tranquilidad mejor pedir una habitación en otra planta del edificio como hice yo, totalmente tranquilo y sin ruido, aunque la señal de wifi no llegue perfecta, pero todo no se puede tener.

Después de una merecida ducha y ponerme un poco al día con el wifi, a las 23h tocaba irse a dormir después de un día tan largo y agotador, e intentar descansar para exprimir mañana todo el día.

DÍA 2.- RIGA

La noche ha sido más tranquila de lo que me esperaba, ya que entre el cansancio acumulado, la cama individual que viene perfectamente equipada con lámpara de lectura propia y cortina para que no te moleste la luz de los demás y que mis compañeros de habitación se han comportado todos genial, he podido descansar bastante bien.

A las 7h de la mañana y mientras los demás dormían yo ya me he despertado sin apenas hacer ruido y a las 08h ya estaba saliendo por la puerta de mi alojamiento, tengo todo el día entero para visitar todos los rincones de la ciudad y quiero exprimirlo al máximo, así que mi primera visita será de nuevo al Cêntraltirgus o Mercado Central que ya pude visitar ayer por encima, pero que hoy mi primera parada será para desayunar tranquilamente en una cafetería que hay en su interior con precios bastante económicos y que se pone hasta la bandera de gente en cualquier momento del día, así que me compro algo de bollería en la parada de enfrente (cuesta escoger porque todo tiene muy buena pinta) y por 0,58 € me hago con tres generosas y sabrosas pastas, y en la cafetería pido un delicioso capucchino que me quite el frio de estas horas de la mañana por el módico precio de 0,90 €, apenas la mitad de lo que me cuesta cada día en Barcelona. En total he desayunado por 1,48 € (casi lo que cuesta un café con leche en España), mucho más barato que en el casco antiguo de la ciudad de Riga, y eso que la amable dependienta no habla ni una palabra de inglés.





Con el estómago lleno y calentito me despido de la dependienta y prosigo a visitar de nuevo los tenderetes del mercado, esta vez me entretengo en la sección de verduras y pescado que ayer visité muy por encima porque había mucha gente, y es que me encanta visitar los mercados locales o callejeros de todos los países que visito y así poder conocer un poco más las costumbres y los productos que consume la población local y así cogerle el pulso al nivel de vida del país en cuestión.







Después de la vista salgo por una puerta trasera del mercado y empiezo a recorrer la zona de Spikeri, antaño una zona obrera llena de naves industriales y que hace poco se ha transformado en uno de los barrios más cool y selectos de Riga, lleno de cafeterías y bares de moda donde la juventud letona se dejan caer cuando cae la tarde. Como ya me esperaba, a estas horas de la mañana me la encuentro muy tranquila la zona y quizá si tengo tiempo y ganas volveré esta noche, pero el motivo real que me ha traido hasta la zona es para visitar el Edificio de la Academia de las Ciencias (Latvijas Zinâtnu Akadêmija), un edificio mastodónico de los años 50 y de la época de Stalin, y es una réplica casi exacta de la que ya pude visitar en mi viaje a Moscú o Varsovia.

El edificio se encuentra en el Barrio de Moscú (Maskavas Forstate), en la margen derecha del rio Daugava y al este del Mercado Central. Actualmente es un edificio lleno de oficinas pero es posible visitarlo a través de la planta 17 del edificio, en teoría hay un vigilante en la puerta y suelen cobrar unos 5 €, aunque también había leído que uno se puede hacer pasar por un trabajador local y coger el ascensor hasta la planta 17 y disfrutar con calma de todas las vistas que ofrece desde su altura, pero mi experiencia personal es que no pude visitarlo porque en ese momento no me permitieron el acceso (desconozco el motivo real porque la persona que me informó no hablaba inglés y era imposible mantener una conversación) y ya no pude volver a intentarlo por falta de tiempo, así que me tuve que conformar con visitarlo por fuera.




Después de esta breve visita me encaminé por fin al motivo principal de mi visita a esta zona, que no era otro que el Museo del Gueto de Riga, ubicado en la Turgeneva Iela y a escasos metros del edificio anterior y dentro de la zona de Spikeri. Para los amantes de la historia debería ser una visita obligatoria si tenéis tiempo, aunque cuando yo fui a visitarla (abril 2017) estaban de reformas y lo más interesante estaba fuera y no dentro. Como es sabido, en esta zona se concentraban todos los judíos de Letonia y de otras partes venidas de Alemania durante la II Guerra Mundial a la espera de ser deportados a algunos de los campos de concentración nazi, aunque con la ocupación nazi en Riga en el año 1.941 cerca de 25.000 judíos fueron asesinados durante la Masacre de Rumbula, una población boscosa cerca de Riga y bajo las órdenes del Capitán de la SS alemana, Eduard Roschmann, más conocido como el "Carnicero de Riga".






La visita es muy interesante y como no podía ser de otra manera, muy triste; aún y así recomiendo a todo el mundo que la visite, ya que la entrada es gratuita (almenos en el momento que fui yo), es una visita express de no más de una hora, y no hace falta guia porque simplemente es ir leyendo los diferentes paneles de información.

Después de la visita me dirijo al margen derecho del barrio (desde el museo solamente hay que cruzar la calle) hasta llegar al rio Daugava, el principal de Letonia.


Desde aquí se puede seguir el curso del rio a través de su paseo peatonal hasta llegar al centro histórico o ciudad vieja de Riga, o girar y meterse de nuevo en la zona del mercado y bordearlo por fuera hasta llegar al centro de la ciudad, de nuevo a los bonitos jardines de la Bastejkalins, que fue mi opción escogida para ir recorriendo tranquilamente la Elizabetes Iela, donde a partir de este momento empezaré mi propia ruta por los edificios Art Nouveau de Riga.

Una vez que pasemos la Catedral Ortodoxa la siguiente avenida es la Elizabetes Iela, dando comienzo a un distrito y una sucesiones de calles señoriales llena de edificios emblemáticos, la mayoría embajadas internacionales, con unas fachadas muy características de estilo art nouveau, y que se concentran principalmente a través de la Alberta Iela, Antonijas Iela y Strelniêku Iela.












































Si tenéis suficiente tiempo libre y os gusta el arte, os recomiendo encarecidamente la visita, son solamente cuatro calles que puedes recorrer a tu ritmo y apenas vas a encontrar turistas, así que es una visita tranquila y relajada, y además gratuita.

Doy por finalizada mi visita y me dirijo a la cercana Vecâ Sv. Gertrûdes Baznica (Iglesia de San Gertrudes) con una bonita fachada de ladrillo, hago una visita en su interior y sigo recorriendo la bonita zona comercial de Berga Bazars.







Doy por finalizada mi visita en esta bonita zona diplomática y comercial, la más alejada del casco antiguo y que muchos viajeros pasan por alto, y en un corto paseo a través de la Brivibas Bulvâris me planto de nuevo en la Catedral Ortodoxa, donde no dudo en volverla a visitar por dentro ya que ayer había demasiada gente, y aunque por fuera es una obra de arte y es muy bonita, su interior es muy austero y la tienda de souvenirs ocupa demasiado espacio dentro de la catedral.

A la salida aprovecho para visitar la Esplanade, el bonito parque donde se encuentra ubicada la catedral y que con el buen tiempo la gente sale a pasear y los niños aprovechan para hacer skate con sus monopatines. En la última planta del hotel Radisson que se encuentra aquí es posible ir a tomar una copa y contemplar las maravillosas vistas desde arriba del todo, aunque yo prescindí de ello ya que era todavía muy pronto y todavía no había comido.






Apenas dos minutos caminando llego de nuevo a la Bastejkalns presidida por la enorme estatua del Monumento de la Libertad, una columna de 42 metros de altura levantado y pagado íntegramente por los habitantes de la ciudad durante la independencia de Letonia en 1.935 y que ha resistido hasta nuestros días. La base del monumento está custodiada por dos soldados letones en cualquier momento del día.







Doy por finalizadas temporalmente las visitas y me voy en busca de algún lugar para comer pero intentando perder el mínimo tiempo posible, así que caminando por la Kâlku Iela en el inicio del casco antiguo (Old Town) hay muchas opciones para comer, desde bonitos restaurantes a la carta, pequeñas cafeterías con encanto para hacer un tentempié o diferentes cadenas de comida rápida dónde perder el menos tiempo posible.

Cuando termino de comer son casi las 16h de la tarde y me dirijo rápidamente a la Reimersa Iela donde se encuentra el Latvijas Okupâcijas Muzejs (Museo de la Ocupación), donde tengo escasamente una hora para visitarlo porque a las 17h de la tarde cierran. La entrada es gratuita y se sugiere dejar un donativo, así que le digo al borde de la puerta que ya se lo dejaré cuando finalice la visita, ya que el buen hombre no ha conocido la amabilidad en su vida.

El museo es bastante interesante y resume los años del país comprendidos entre 1.940 y 1.991, desde la invasión del país por parte de los nazis hasta la anexión posterior de la Unión Soviética, hasta que por fin llegó la independencia del país.



Poco antes del cierre del museo doy por finalizada mi visita, bastante interesante y que recomiendo si tenéis curiosidad por la historia más reciente de nuestro planeta. Aprovecho para acabar de visitar la zona antes de que empiece a caer la tarde ya que díficilmente volveré a visitar estos lugares antes de que mañana temprano me despida de la ciudad para irme a Lituania.









Vuelvo de nuevo al Old Town que ya visité ayer por la tarde, y aunque es pequeño y bastante coqueto, se visita demasiado rápido, así que me lo tomo con mucha calma y vuelvo a recorrer sus bonitas calles sin prisas, mirando algunas tiendas y comprando algún recuerdo de la ciudad, que por cierto, son carísimos y cuesta casi lo mismo que cenar en cualquier sitio!




































Sobre las 20h doy por finalizadas mis visitas en Riga, han sido prácticamente un par de días en la ciudad para explorarla a fondo y ha sido tiempo más que suficiente para no dejarme nada importante por visitar, así que mientras me voy despidiendo de sus bonitas calles al mismo tiempo voy buscando una cafetería para descansar un rato, quitarme un poco el frio y hacer tiempo hasta la hora de cenar, hasta que sobre las 21h me voy de nuevo hacia la Elizabetes Iela donde se encuentra el restaurante Lido, una cadena de restaurantes típicos de las Repúblicas Bálticas que tenía ganas de probar, que consiste en una especie de buffet libre con abundantes platos de gastronomía letona, dónde uno se va sirviendo lo que quiere y finalmente pagas la comida de tu plato al peso. La verdad es que la comida no es mala pero tampoco es para tirar cohetes, es una buena manera de probar diferentes platos letones y los precios son bastante económicos. Yo me puse las botas porque a mediodía había comido poco y rápido en el Hesburger, y con cerveza de 700ml y una porción de tarta de postre, pagué la friolera de 7 € aproximadamente. Había bastante ambiente local y no vi ningún turista cenando allí.



Pasadas las 22h de la noche salgo de cenar y me voy paseando tranquilamente hacia mi alojamiento mientras voy bajando un poco la cena, hace bastante frio y apenas se ve un alma por la calle, de camino me paro a comprar agua para esta noche y después de ducharme, hacer el equipaje y dejarlo preparado para no molestar a nadie mañana por la mañana y aprovechar un poco el wifi del alojamiento, sobre la medianoche me voy a dormir, que ha sido un día bastante intenso y mañana toca madrugar de nuevo.

DÍA 3.- RIGA - VILNIUS

Hoy toca madrugar de nuevo y a las 6:30h de la mañana ya estoy arriba, mi autobus con destino Vilnius en Lituania sale a las 09h de la mañana pero antes quiero desayunar tranquilamente en el Mercado Central, así que a las 07:45h bajo a recepción a hacer el check out, entrego las llaves y me despido de ellos. Alojamiento muy recomendable a pesar de ser un hostel donde todo han sido facilidades desde el primer momento, con personal muy amable (cosa rara en estos países del Báltico), instalaciones modernas y muy limpias (las duchas y los lavabos aunque sean compartidos, los limpian cada hora), ubicación muy céntrica y precios muy económicos. Sin duda una buena opción si viajáis solos como ha sido mi caso o vais con presupuesto ajustado.

Me dirijo al Mercado Central y ya hay bastante movimiento de gente, pero hoy no voy a visitar paradas ni tenderetes y me voy directamente a la cafetería de estos días, donde compro un par de piezas de bollería en la parada de al lado y me tomo un capucchino tranquilamente en la barra y de pie mientras hago tiempo para ir a la estación de autobuses, que se encuentra prácticamente delante del Mercado Central.



Mi transporte sale a las 09h de la mañana pero se recomienda estar entre 20 y 30 minutos de antelación para hacer el check in del equipaje, controlar la documentación y salir puntuales, así que poco antes de las 08:30h salgo del Mercado Central y en unos minutos ya estoy en la estación de autobuses, compruebo la plataforma desde donde parte mi transporte y espero a que llegue poco después.



Después de todos los trámites salimos puntuales hacia Vilnius a las 09h de la mañana, el autobus sigue siendo igual de cómodo como en el que llegué pero esta vez no incorpora máquina de bebidas, así que me alegro de haber desayunado antes de salir. Me despido de Riga y de Letonia, una ciudad muy bonita y que me ha gustado más que Tallinn, pero que no ha acabado de entusiasmarme ni pasará a la lista de mis ciudades favoritas, aún y así recomiendo a todo el mundo visitarla y descubrirla almenos un día entero si estáis en ruta por las Repúblicas Bálticas.

Hasta siempre, Riga!!


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