Escocia, país que junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte forman Gran Bretaña, es un destino lleno de naturaleza, paisajes, con mucha cultura musical y muy buen ambiente.
Conocida como el País del whisky, los Mil Castillos, infinitos lagos, y unos habitantes de lo más hospitalarios que te puedas encontrar...
¿Nos tomamos unas pintas mientras escuchamos a Simple Minds, Franz Ferdinand, Travis, o Belle and Sebastian?
¿Nos tomamos unas pintas mientras escuchamos a Simple Minds, Franz Ferdinand, Travis, o Belle and Sebastian?
FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
FECHA: Junio 2.014
DÍAS: 11
DOCUMENTACIÓN NECESARIA
DNI
Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, aunque para ciudadanos de la Unión Europea no hace falta y con el DNI ya es suficiente.
OTROS DATOS DE INTERÉS
IDIOMA: Se habla el escocés o gaélico, aunque todas las personas hablan inglés sin problemas.
MONEDA: La moneda es la Libra Esterlina (GBP). 1 € = 0,80 GBP aproximadamente.
TARJETAS: Se acepta el pago con tarjetas en cualquier lugar. No hay problemas para sacar dinero en cajeros automáticos.
GUIA DE VIAJE: Como siempre será la Lonely Planet.
TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming. Lo mejor para llamadas cortas es llamar desde tu propio teléfono móvil.
INTERNET: Prácticamente en cualquier lugar hay ciber-cafés para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito.
SEGURIDAD: País 100% seguro, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común.
VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.
ELECTRICIDAD: El voltaje es de 230 V y hace falta adaptador para los enchufes de 3 clavijas.
DIFERENCIA HORARIA: Es -1 hora respecto a España.
RELIGIÓN: Mayoritariamente católicos.
PRESUPUESTO DEL VIAJE
DESGLOSE DEL PRESUPUESTO IMPORTE
VUELO Bcn - Glasgow - Edimburgo - Bcn con Ryanair 150,00 €
Coche Alquiler 140,00 €
Alojamiento 493,00 €
Gasolina 71,50 €
Gasolina 71,50 €
Tickets / Tours 80,00 €
OTROS (Comidas, Compras, Gastos Personales,...) 191,00 €
Total Presupuesto por Persona 1.125,50 €
DÍA 1.- BARCELONA - GLASGOW - AYR
DÍA 2.- AYR - THE TROSSACHS N.P. - INVERARAY - OBAN
DÍA 3.- OBAN - GLENCOE - FORT WILLIAM
DÍA 4.- FORT WILLIAM - GLENFINNAN - PORTREE
DÍA 4.- FORT WILLIAM - GLENFINNAN - PORTREE
DÍA 5.- PORTREE - LOCH NESS - INVERNESS
DÍA 6.- INVERNESS - ELGIN - STONEHEAVEN - DUNDEE
DÍA 7.- DUNDEE - ST. ANDREWS - STIRLING
DÍA 8.- STIRLING - MELROSE ABBEY - ROSSLYN CHAPEL - EDIMBURGO
DÍA 9.- EDIMBURGO
DÍA 10.- EDIMBURGO
DÍA 11.- EDIMBURGO - BARCELONA
Coche de alquiler Ford Mondeo 2.0 Tdci 140cv Zetec Business Edition, entregado prácticamente a estrenar con 3.000 kms, kilometraje ilimitado, seguro con cobertura parcial de colisión, seguro antirrobo y franquicia por daños, Gps y 40 GBP incluidas para que no nos bloqueasen nuestra Visa con 600 GBP de franquícia. Contratado por 7 días a través de la empresa Celtic Legend a través de varios mails con su amable propietaria, Willie. Recogida en la pequeña población de Ayr y entrega en Edimburgo, y la empresa subministradora del vehículo fue Arnold Clark, con muchas delegaciones repartidas por toda Escocia. Totalmente recomendables las dos empresas, tanto por precios como por el trato recibido.
En total nos costó 330 GBP, que viendo los precios de Escocia y el tipo de vehículo que nos han entregado, estamos más que satisfechos.
En total hicimos unas 1.300 millas, que viene a ser unos 2.100 kilómetros en 7 días, y el coche fue de maravilla y estaba muy bien equipado, y con un maletero muy amplio para llevar el equipaje de 3 personas y las compras diarias que hacíamos en los supermercados, y todavía nos sobraba mucho sitio.
Muy importante. Para viajeros españoles o que pertenezcan a algún país de la Unión Europea, no hace falta tramitar el Carnet de Conducir Internacional para conducir por Escocia, ya que con el Permiso de Conducir de tu país (siempre y cuando esté en vigor), ya es suficiente.
Referente al tema de las gasolineras, informaros que siempre os la tendréis que servir vosotros mismos, ya que ellos no sirven. Simplemente vas llenando el depósito con el importe que quieres y antes de irte pasas por caja para que te cobren, ya que está abierto a casi cualquier hora del día.
ALOJAMIENTO DEL VIAJE
* Ayr: Beechwood Guesthouse. Alojamiento reservado desde casa y dónde me iba a alojar la primera noche, ya que íbamos a llegar muy tarde por la noche. Reservado a través de la web Booking por 44 € la habitación doble, con baño privado y con un gran desayuno. Aunque lo mejor de todo fue la hospitalidad y atención de sus dueños, Shonna y David, dónde solamente nos dieron facilidades a nuestra llegada dejándonos las llaves preparadas y enviándonos instrucciones para abrir la puerta de la calle sin molestar a nadie. Muy recomendable.
* Oban: Invercloy Guesthouse. Alojamiento reservado a través de Booking dónde Fiona, su dueña, se comportó como buena anfitriona. La habitación doble costó 43 € pero con baño compartido y sin desayuno, ya que no preparan. Su web es Invercloy Guesthouse. Totalmente recomendable a pesar de no disponer de desayunos.
* Fort William: 6 Caberfeidh B&B. Reservado a través de Booking, 105 € la habitación triple, con baño privado y desayuno incluido. Habitaciones grandes, camas muy cómodas y baño impoluto, lo mejor fue su ubicación céntrica y la hospitalidad de sus dueños, Wilma y Jim, un matrimonio mayor que nos hicieron sentir muy agusto en todo momento. Su web es 6 Caberfeidh y es un lugar Muy recomendable.
* Portree: Romesdal Highlanders B&B. Después de llegar a la conclusión que reservar alojamiento en la Isla de Skye es muy complicado porque hay que reservar con mucha antelación o son demasiado caros, tuvimos la suerte de poder contactar con el Sr. Joe Curran, el propietario de este alojamiento dónde nos hizo sentir como si estuvieramos en casa. Reservado a través de su modesta web Romesdal Highlanders, por 36 € tuve un estudio muy cómodo y desayuno incluido. Situado a 9 kms. de Portree en dirección a Uig, es una casa en medio de la naturaleza, ideal para descansar y relajarse. El pequeño inconveniente es que hay que pagar en efectivo y no se puede con Visa. Muy recomendable.
* Inverness: Avalon Guesthouse. Alojamiento reservado a través de Booking con habitación doble, baño privado impoluto, desayuno incluido y parking privado dentro del alojamiento, por 60 € la noche. El alojamiento está genial, pero tuvieron el feo detalle de cobrarme 25 GBP de penalización por cambiar la reserva de fecha, y después de intercambiar varios mails, no supieron bajarse del burro, por lo que mi estancia allí fue muy fría y pasota con ellos, sin apenas tener comunicación. Su web es Avalon GH. A banda de este pequeño incidente, el alojamiento es recomendable.
* Dundee: Aberlaw Guesthouse. Reservado a través de Booking, y fue la versión opuesta de la anterior noche. 48 € la impresionante habitación doble, baño privado, desayuno incluido y parking privado. El alojamiento es genial, pero lo mejor es la amabilidad, profesionalidad y hospitalidad de su dueña, la Sra. Linda, excelente anfitriona que nos trató impresionantemente bien y nos dio desinteresadamente mucha información de lugares a visitar. Cuando nos despedimos de ella casi se me saltan las lágrimas por no querer irme de allí. Su web es Aberlaw. El mejor sitio dónde me hayan tratado jamás fuera de casa. Súper recomendable.
* Stirling: The Old Tram House. Reservado a través de su web Old Tram House, 50 € la habitación doble, con baño privado, desayuno incluido y parking privado. Habitaciones muy grandes, camas amplias y mobiliario rústico con muchos detalles. Su dueña Alison fue muy amable y hospitalaria, aunque en el último momento le pedí que me imprimiera una tarjeta de embarque y no se lo tomó muy bien porque la cogimos en un mal momento, en la hora de los desayunos. A pesar de todo, el alojamiento es muy recomendable.
* Edimburgo: Nicolson Apartments. Reservado a través de Booking, apartamento céntrico por 450 € durante tres días. A pesar que está situado en una zona de mucho inmigrante musulmán y que la calle esté en obras, y el apartamento estuviera en un tercer piso sin ascensor, el apartamento era grande, con camas amplias y mobiliario en buen estado y con muchos detalles. A pesar de que en Edimburgo los alojamientos son muy caros, alojarse en un apartamento es muy buena opción para abaratar costes y tener más intimidad. Su web es Edinburg Apartments. Recomendable.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Muchísimos momentos vividos con mis amigos y compañeros de viaje, un placer viajar con ellos, como siempre!!
* Los impresionantes paisajes y castillos repartidos por todo el país, y es que hay que visitarlo almenos una vez en la vida.
* Los grandes desayunos que me he metido entre pecho y espalda, la mayoría desayunos escoceses preparados al momento y compuestos por huevos fritos, bacon, tomate, salchichas, champiñones, haggis y hasta San Jacobos!!
* Los grandes desayunos que me he metido entre pecho y espalda, la mayoría desayunos escoceses preparados al momento y compuestos por huevos fritos, bacon, tomate, salchichas, champiñones, haggis y hasta San Jacobos!!
* La hospitalidad y amabilidad de los escoceses, siempre dispuestos a ayudarte en cualquier cosa y poder charlar contigo sin prisas. A pesar de la imagen que tienen de grandes bebedores y borrachos (que lo son), son gente sociable y con muy buen rollo.
* La compañía del alquiler del coche, que después de tener un reventón en un neumático y de llamar 3 veces a la asistencia en carretera, dónde nos tuvieron más de una hora esperando bajo la lluvia, han tenido el detalle de no cobrarnos nada, y es que reparar el neumático nos costaba 120 GBP!!
* La compañía del alquiler del coche, que después de tener un reventón en un neumático y de llamar 3 veces a la asistencia en carretera, dónde nos tuvieron más de una hora esperando bajo la lluvia, han tenido el detalle de no cobrarnos nada, y es que reparar el neumático nos costaba 120 GBP!!
LO PEOR DEL VIAJE
* Los pocos días que hemos tenido para visitar el país, y es que nos hubiera gustado poder disponer de más días y poder explorar con más tranquilidad todo el país.
* El tiempo y los días de lluvia que nos hemos encontrado los primeros días de viaje por el país, a pesar de darle a las fotos un tono muy melancólico y típico de este país, no me gusta conducir por la derecha con carreteras estrechas y lluvia.
* Los precios de los tickets para visitar los castillos o el precio de los alojamientos por todo Escocia, y es que si no buscas bien o le echas un poco de morro, te dejas un buen dineral en este viaje.
Y con este pequeño resumen, nos vamos para Escocia con música de Franz Ferdinand!!!
DÍA 1.- BCN - GLASGOW - AYR
Después de poco más de un mes desde que volví del viaje a Islandia, ya estoy listo para partir a mi siguiente aventura, un país dónde hacia muchos años que le tenía ganas pero que siempre lo iba postponiendo en decrimento de otros destinos, y que ahora me siento feliz de haberlo visitado.
Esta vez no hace falta madrugar, ya que nuestro vuelo sale a las 22:10h de la noche desde Barcelona El Prat. La opción escogida esta vez es con la controvertida Ryanair, y es que por muchas quejas que oigo sobre esta compañía, yo personalmente nunca he tenido ningún problema, cierto es que no se puede comparar con Qatar Airways, ni Emirates, ni tan sólo con Air Asia.... pero hace su función de llevarte a tu destino con las menos molestias posibles.
Despegamos puntuales de Barcelona y llegamos sin problemas a Glasgow a la hora prevista, a las 23:55h, hora británica. Cogimos nuestro equipaje y una vez fuera del aeropuerto, cogimos un taxi hacia Ayr, nuestro alojamiento en la noche de hoy, situado a 10 minutos del aeropuerto y muy recomendable si tu vuelo llega a horas intempestivas de la noche. El trayecto en taxi nos costó 8 GBP, pero como estaba muy emocionado con este destino, le dimos 10 GBP y la diferencia se la dejamos de propina... para que después digan de los catalanes!
Una vez llegamos al alojamiento, todo fue muy fácil gracias a Shonna y David, los dueños del alojamiento, que tuvieron la amabilidad de enviarme por mail el código de acceso a la puerta principal, dónde nos encontramos dos sobres con nuestros nombres, dónde dentro estaban las llaves de nuestras respectivas habitaciones junto con las instrucciones del desayuno del día siguiente.
Mejor no puede empezar nuestro viaje y es un placer recibir tanta hospitalidad del pueblo escocés.
DÍA 2.- AYR - OBAN
Después de dormir cómodamente en nuestra habitación, y de una reparadora ducha, bajamos a desayunar, dónde por fin conocimos a Shonna y David.
Desayunamos nuestro primer desayuno escocés que están impresionantemente buenos y que son muy calóricos, pero eso te permite comer con el horario español que estamos acostumbrados. El desayuno escocés puede variar de un alojamiento a otro, pero principalmente está compuesto por huevos fritos, bacon, champiñones, haggis (es una especie de morcilla, elaborado con las tripas de las vacas), tomatito y en algún caso hasta algún librito de San Jacobo, y todo con tostadas recién hechas, café, zumo o infusiones.
Mientras acabamos de desayunar, David nos hace el favor de llamar a la compañía del alquiler de coches para que vengan a buscarnos y llevarnos a sus oficinas para arreglar todo el papeleo y recoger el coche.
En 15 minutos ya vienen a buscarnos, recogemos nuestros equipajes, pagamos el alojamiento y nos despedimos de David y les damos las gracias por su hospitalidad y amabilidad, algo habitual en todo Escocia.
En menos de 3 minutos ya estamos en Arnold Clarck, la subministradora de nuestro coche, firmando todo el papeleo y poco después nos entregan el mismo coche con el que nos vinieron a buscar, un pedazo de Ford Mondeo con cambio automático, a pesar de haberles pedido un vehículo mediano, pero por lo visto nos hicieron un upgrade por el mismo precio.
Una vez todo firmado y estudiado todas las partes interiores del coche, llega el momento clave, conducir este cochazo y por primera vez por la derecha, es como si en San Fermín te dejan delante de los toros por primera vez.... pero los escoceses son tan educados y pacientes conduciendo que en 5 minutos ya sueltas los nervios y te acostumbras a conducir por la derecha, simplemente es ir concentrado y coger las rotondas despacio al principio.
Nuestro primer destino es la ciudad de Glasgow, capital del país y la que tuve oportunidad de visitar hace 10 años durante un fin de semana. No hay muchos viajeros que visiten la ciudad más grande de todo Escocia y la mayoría se la saltan, pero nosotros decidimos hacer una breve visita a la ciudad a orillas del rio Clyde. En menos de una hora llegamos a la ciudad, dejamos el coche en el párking de un centro comercial muy cerca de Buchanan Street, y nos fuimos andando hacia la Catedral por Cathedral Street, apenas a 3 minutos caminando.
Antes de entrar en la Catedral, visitamos la Necrópolis, y es que a diferencia de lo que estamos acostumbrados en nuestro país, la visita y hacer vida en los cementerios escoceses forma parte de su cultura.
Después de ésta primera visita volvimos a bajar hacia la Catedral de Glasgow, dónde la visitamos por dentro. La entrada es gratuita aunque se admiten donaciones. Su horario es de 09:30h a 17:30h.
La catedral, dedicada a San Mungo, es una construcción espectacular de estilo gótico y que se terminó de construir en el siglo XIV.
Justo cuando salimos de visitarla, en la puerta vimos nuestro primer gaitero escocés del viaje, y momentos después a los invitados llegar a una boda, dónde destacaban los hombres muy elegantes con sus falditas escocesas (kilt).
Después de nuestra visita, deshicimos nuestros pasos hacia George Square, corazón de la ciudad, dónde se encuentra el ayuntamiento (City Chambers) y toda la zona de comercios, en Buchanan Street.
Mientras acabamos de desayunar, David nos hace el favor de llamar a la compañía del alquiler de coches para que vengan a buscarnos y llevarnos a sus oficinas para arreglar todo el papeleo y recoger el coche.
En 15 minutos ya vienen a buscarnos, recogemos nuestros equipajes, pagamos el alojamiento y nos despedimos de David y les damos las gracias por su hospitalidad y amabilidad, algo habitual en todo Escocia.
En menos de 3 minutos ya estamos en Arnold Clarck, la subministradora de nuestro coche, firmando todo el papeleo y poco después nos entregan el mismo coche con el que nos vinieron a buscar, un pedazo de Ford Mondeo con cambio automático, a pesar de haberles pedido un vehículo mediano, pero por lo visto nos hicieron un upgrade por el mismo precio.
Una vez todo firmado y estudiado todas las partes interiores del coche, llega el momento clave, conducir este cochazo y por primera vez por la derecha, es como si en San Fermín te dejan delante de los toros por primera vez.... pero los escoceses son tan educados y pacientes conduciendo que en 5 minutos ya sueltas los nervios y te acostumbras a conducir por la derecha, simplemente es ir concentrado y coger las rotondas despacio al principio.
Nuestro primer destino es la ciudad de Glasgow, capital del país y la que tuve oportunidad de visitar hace 10 años durante un fin de semana. No hay muchos viajeros que visiten la ciudad más grande de todo Escocia y la mayoría se la saltan, pero nosotros decidimos hacer una breve visita a la ciudad a orillas del rio Clyde. En menos de una hora llegamos a la ciudad, dejamos el coche en el párking de un centro comercial muy cerca de Buchanan Street, y nos fuimos andando hacia la Catedral por Cathedral Street, apenas a 3 minutos caminando.
Antes de entrar en la Catedral, visitamos la Necrópolis, y es que a diferencia de lo que estamos acostumbrados en nuestro país, la visita y hacer vida en los cementerios escoceses forma parte de su cultura.
Después de ésta primera visita volvimos a bajar hacia la Catedral de Glasgow, dónde la visitamos por dentro. La entrada es gratuita aunque se admiten donaciones. Su horario es de 09:30h a 17:30h.
La catedral, dedicada a San Mungo, es una construcción espectacular de estilo gótico y que se terminó de construir en el siglo XIV.
Justo cuando salimos de visitarla, en la puerta vimos nuestro primer gaitero escocés del viaje, y momentos después a los invitados llegar a una boda, dónde destacaban los hombres muy elegantes con sus falditas escocesas (kilt).
Al poco de estar allí, empezó a llover con bastante intensidad, y es que por un rato nos habíamos olvidado que estábamos en el Reino Unido y el tiempo nos estaba respetando bastante.
No tuvimos más remedio que refugiarnos en la Estación Central de trenes de la ciudad, dónde aprovechamos para comprar bebida para el viaje e ir al baño (de pago).
Como en ningún momento hacia amago de dejar de llover, nos fuimos lloviendo hasta el párking que estaba a dos minutos, recogimos el coche y fuimos dirección al Loch Lomond, dónde teníamos intención de visitarlo, comer allí y hacer alguna ruta de trekking.
Salimos de Glasgow con algún apurillo y media hora después llegamos al Loch Lomond, aunque seguía lloviendo bastante. Decidimos ir entonces hacia el cercano y bonito pueblo de Luss, aparcamos el coche y mientras esperábamos que dejara de llover nos cominos un triste bocadillo dentro del coche.
Como ya no aguantábamos más dentro del coche, decidimos salir a pesar de la lluvia y visitar el embarcadero y el pueblo con unas casas muy bonitas.
Como ya no aguantábamos más dentro del coche, decidimos salir a pesar de la lluvia y visitar el embarcadero y el pueblo con unas casas muy bonitas.
Cuando acabamos de hacer la visita express al pueblo de Luss, y viendo que no dejaba de llover, desistimos de hacer algún trekking por las Trossachs, y decidimos que más adelante, antes de llegar a Edimburgo, si nos sobraba tiempo volveríamos a visitar esta zona.
Cogimos el coche con destino a Oban, pero antes queríamos llegar a Inveraray para visitar su castillo, que dicen que es de los más bonitos de todo Escocia. El camino hacia allí es espectacular, con unos paisajes muy bonitos, aunque la carretera no está muy bien y no se puede correr mucho.
Cuando llegamos al Castillo de Inveraray a las 17:05h de la tarde, nos lo encontramos cerrado, ya que cierran puntualmente a las 17:00h... menudo cabreo nos pillamos!!! Por 5 minutos no pudimos llegar, hoy había salido todo mal con toda la ilusión con la que habíamos preparado el viaje durante mes y medio! Así que lejos de amargarnos más, solamente pudimos resignarnos e intentar cambiar nuestra suerte.
Pudimos hacerle alguna foto al Castillo de Inveraray desde fuera a través de una valla y poco más.
Ya que estábamos allí, fuimos a visitar el pequeño pueblo de Inveraray, dónde lo poco destacado es su pequeño puerto y el museo de la cárcel, que no llegamos a entrar porque también estaba cerrado.
Conocimos allí a una chica española que vivía en Escocia con su pareja escocesa, charlamos un rato y decidimos irnos ya para Oban, dónde todavía nos quedaba casi una hora de camino.
Conocimos allí a una chica española que vivía en Escocia con su pareja escocesa, charlamos un rato y decidimos irnos ya para Oban, dónde todavía nos quedaba casi una hora de camino.
Cuando llegamos a Oban ya había dejado de llover y fuimos en busca de nuestro alojamiento, que sorprendentemente encontramos a la primera gracias a Francis, el mejor copiloto que podía tener para este viaje, y es que no todo podía salir tan mal hoy. Cuando llegamos nos recibió Fiona, nos explicó todo y dejamos nuestros equipajes en las habitaciones, que eran sencillas pero la mia tenía unas vistas espectaculares de toda la bahía de Oban.
Salimos en busca de un lugar para cenar antes de que cerraran la cocina, ya que como es sabido, en éstas tierras se come y se cena muy pronto. Finalmente y después de mirar varios restaurantes y pubs, nos decidimos por uno situado en el puerto llamado Ee'usk, petado de abueletes escoceses con pasta, y con comida internacional. Quedamos más que satisfechos y en total nos costó 36 libras entre los tres.
Después de la cena dimos una vuelta por el pueblo para bajar un poco la comida, y sobre las 22:30h ya estábamos en nuestro alojamiento, para poco después irnos a descansar que con tanta tensión del día estábamos petadillos, y mañana queríamos madrugar para aprovechar el día al máximo.
DÍA 3.- OBAN - FORT WILLIAM
Después de madrugar y ducharnos en el único baño compartido de todo el viaje, fuimos en busca de un lugar para desayunar, ya que el alojamiento no dispone. Acabamos en un restaurante en el puerto, al lado de dónde se coge el ferry para ir a la Isla de Mull. Una vez más, tocaba el scottish breakfast.
Después de desayunar fuimos a dar una vuelta por el pueblo, pero al ser domingo, muchos comercios abren mucho más tarde y nos quedamos sin comprar nada. Volvimos al alojamiento, metimos los equipajes en el coche, charlamos un ratillo con Fiona y nos dio alguna recomendación para visitar, y nos despedimos de ella. Una vez más, pura hospitalidad escocesa.
Salimos de Oban por el norte y cogimos la A85 hacia el cercano pueblo de Dunbeg, dónde visitamos el primer castillo del día, el Dunnstaffnage Castle. Decidimos visitarlo solamente por fuera, ya que las entradas son caras, el Explorer Pass no nos salía a cuenta y así priorizamos las visitas porque es imposible visitar todos los castillos de Escocia en el escaso tiempo que tenemos nosotros.
Lo mejor del castillo es la zona dónde está ubicada, junto a la bahía y en un entorno natural muy bonito.
Nos pusimos otra vez en ruta parando dónde queríamos, ya que los paisajes son impresionantes. Por recomendación de Fiona, tomamos la carretera A828 y fuimos a visitar el Stalker Castle, ubicado en Loch Laich y en medio de un islote y dónde solamente se puede llegar en barca.
Las mejores vistas y fotografías se obtienen desde un mirador próximo a un restaurante que hay a pie de carretera, en la pequeña población de Appin, solamente hay que aparcar el coche en el parking del restaurante y coger un pequeño sendero.
Después de hacer algunas fotos y ojear en la bonita tienda de souvenirs del restaurante, nos volvimos a poner en marcha y ya no paramos hasta llegar al bonito e histórico valle de Glencoe, famoso por albergar las 3 sisters y sobretodo por "La Masacre de Glencoe", dónde en 1.692 un pequeño ejército de 120 Campbells asesinaron a 38 personas del clan Mac Donald, y 40 personas más (mujeres y niños) murieron de frio durante la huida. Para conmemorar este hecho hay levantada una cruz en la memoria de todas las personas fallecidas.
Pero aparte de toda la historia que envuelve este mágico lugar, también es una de las mejores zonas para hacer senderismo, incluso desde el parking del pueblo parten 3 rutas por los alrededores de Glencoe Lochan de 1 hora de duración, excepto la ruta al Lost Valley (Valle Perdido) que es de unas 3 horas ida y vuelta, y dónde dicen que vagan los espíritus de los Mac Donald.
Nosotros nos desquitamos del día anterior ya que no pudimos hacer ninguna ruta por las Trossachs, y aprovechamos para hacer un par de rutas en Glencoe, que nos sentó de maravilla.
Cuando acabamos las rutas ya era hora de comer, así que pasamos por el supermercado del pueblo, compramos bebida, pan y algo de picar, cogimos el coche y a la entrada del pueblo había una especie de merenderos al aire libre en plena naturaleza, y con los embutidos que trajimos de casa nos hicimos un picnic en plena naturaleza. Ni que decir que para nosotros era el mejor restaurante del mundo, comimos sanos y encima nos ahorrábamos dinero. Y nuestra "comida de pobres" como diría mi amigo Francis, sería nuestra tónica habitual durante los primeros días de viaje por los Highlands.
Cuando acabamos de comer y después de descansar un rato, volvimos a coger el coche con dirección Fort William, pero a la salida de Glencoe paramos a visitar una iglesia y su necrópolis que habíamos visto a la ida, y no queríamos desaprovechar la oportunidad de visitarla.
Ahora si que partimos definitivamente hacia Fort William, una lástima porque Glencoe bien merece una visita bien extensa pero tenemos pocos días y nos queda mucho por ver en este maravilloso país.
Llegamos a Fort William y una vez más tenemos algunas dificultades para encontrar nuestro céntrico alojamiento, pero gracias a la amabilidad de los escoceses cuando les preguntamos y a la peripecia de Francis que hoy es el piloto, llegamos sin problemas.
Dejamos el equipaje en la habitación y como todavía es pronto y el tiempo nos está respetando, decidimos que antes de visitar el pequeño pueblo vamos a ir a visitar Glenfinnan, famoso por las guerra de los jacobitas, con el joven Bonnie Prince Charlie al frente.
Para llegar a Glenfinnan lo hicimos por la bonita Road to The Isles (Carretera de las islas), y aunque tardamos un poco porque había un tramo en obras, en poco más de media hora ya estábamos allí.
Para ver el Glenfinnan Monument hay que pagar entrada, pero como ya era tarde y no nos apetecía pagar, me fui a la chica de la taquilla y le dije que solamente queríamos hacer unas fotos, y muy amablemente accedió a dejarnos pasar sin pagar entrada, y allí que nos fuimos después de darle las gracias.
Pero si por algo es más famoso Glenfinnan, es por lo cinéfilos y amantes de la saga de Harry Potter, y es que enfrente del monumento de Glenfinnan se encuentra el Viaducto de Glenfinnan, cuando Harry Potter se dirige en tren de vapor hacia Hogwarts.
Hoy en día se sigue recreando para los turistas este trayecto de la película en un tren de vapor, saliendo de Fort William y pasando por Glenfinnan sobre las 10:40h de la mañana y volviendo hacia Fort William sobre las 15:20h de la tarde.
Mientras estábamos en el Viaducto de Glenfinnan nos cayó en un momento el diluvio universal, así que nos fuimos corriendo al coche y pusimos rumbo a Fort William, bordeando de nuevo el Loch Shiel, dónde dejó de llover a nuestra llegada.
Después de buscarlo varias veces y no encontrarlo, finalmente pudimos llegar al Inverlochy Castle, un castillo en ruinas dónde entramos sin pagar (no vimos a nadie) y aunque en su época tuvo que ser maravilloso y se conserva bastante bien, si vais justos de tiempo prescindiría de él.
Nos hubiera gustado visitar y ascender al Ben Nevis, una montaña de 1.343 metros, pero entre que ya era tarde, estábamos cansados y queríamos cenar, desistimos del intento.
Volvimos a Fort William, aparcamos el coche delante de nuestro alojamiento y nos fuimos al centro en busca de un sitio para cenar. Decir que el centro de la ciudad está apenas a dos calles de nuestro alojamiento, así que en dos minutos se llega. Aproveché para sacar dinero en el cajero automático de un Tesco, ya que hasta el momento había tirado de Visa y quería llevar libras para pagar el alojamiento de la Isla de Skye en efectivo.
Una vez en la calle comercial nos recorrimos todos los restaurantes para cenar, la mayoría petados de gente y otros muy caros. Finalmente acabamos en The Tavern, dónde una amable camarera nos preparó una mesa a pesar de no llevar reserva, y con la música en directo de un cantautor con canciones actuales y de los 90, pasamos una velada muy agradable. La cena para 3 personas salió por 40 €.
Después de cenar dimos una vuelta por el pueblo, que sin ser gran cosa, tiene algunos sitios agradables, aunque el alojamiento en esta ciudad es excesivamente caro para lo que ofrece, pero es la puerta de entrada la Isla de Skye y hay que pagarlo.
Después de visitar lo más importante del pueblo nos volvimos a nuestro alojamiento, repasamos un poco la ruta de mañana y caimos rendidos del cansancio.
Mañana queremos madrugar para coger el ferry hacia la maravillosa Isla de Skye.
Mañana queremos madrugar para coger el ferry hacia la maravillosa Isla de Skye.
DÍA 4.- FORT WILLIAM - PORTREE
Bajamos a desayunar bien pronto tal y como habíamos quedado con Wilma el día anterior, y allí estaba en la cocina con su adorable marido, Jim, un encanto de persona y la persona que nos preparó los maravillosos scottish breakfast.
Mientras desayunábamos Jim se acercó a hablar con nosotros con total confianza y naturalidad, y aprovechamos para sacar el tema que no nos atrevíamos hasta el momento a hablar con los escoceses, que no era otro que el de la hipotética independencia con el Reino Unido, un tema bastante de moda últimamente y que genera bastante controversia, como está sucediendo entre Cataluña y España.
Como esto es un debate de muchas horas y esto es un blog de viajes y no de política, dejaremos el tema Cataluña-España para quién le guste debatir o buscar conflictos, cosa que conmigo no va a suceder.
Después de desayunar, metimos el equipaje en el coche y nos despedimos del simpático Jim y su señora y pusimos rumbo hacia Mallaig, dónde cogeríamos el ferry hasta Armadale.
El trayecto se nos hizo mucho más largo que la tarde anterior, y es que en la zona de obras estuvimos parados un buen rato, suerte que decidimos visitar la tarde anterior Glenfinnan y no dejarlo para hoy por la mañana, porque no nos hubiera dado tiempo.
Finalmente llegamos a Mallaig 20 minutos antes de que partiera el ferry. Los tickets los compramos anteriormente a través de su web Calmac y recomiendo hacerlo así, porque una vez allí se llena en seguida. Nosotros cogimos el de las 10:55h y llegamos a Armadale a las 11:25h. El precio para 3 personas y el coche fue de 37,85 GBP. Cuando llegamos al puerto, una chica comprobó nuestra reserva y nos dio unos tickets que antes de zarpar al ferry hay que volver a entregar a un señor que hace de revisor. Allí mismo van ordenando a todos los automóviles y te asignan una fila, todo muy ordenadito y eficaz.
Puntualmente entramos al ferry y una vez que aparcamos el coche, subimos a la cubierta a relajarnos. El trayecto dura unos 30 minutos y se pasa muy rápido.
Después de este corto trayecto, por fin ya estábamos en la Isla de Skye!! Sacamos el coche del ferry y nuestra primera parada era Elgol, dónde queríamos hacer un avistaje de focas en barca, pero todavía faltaban 3 horas para que saliera el tour y podía llover en cualquier momento, así que desistimos de esta excursión y fuimos con dirección a Portree.
Una vez que pasamos por Broadford dirección Portree, paramos en una cascada pequeña a visitarla y contemplar los maravillosos paisajes de la Isla de Skye. Después de haber estado un mes antes en Islandia, a cualquier cosa le llaman cascada...
Aprovechando que el tiempo estaba aguantando, decidimos que nuestra siguiente parada sería el Dunvegan Castle, nos iríamos al punto más alejado de la Isla de Skye y después ya iríamos bajando poco a poco para visitar otros lugares.
A 30 Kms. de Portree cogimos el desvio para ir a Dunvegan, dónde paramos un momento a estirar las piernas y visitar un puente de piedra muy bonito que vimos a pie de carretera.
De camino a Dunvegan, pasando por unos paisajes maravillosos, hasta que finalmente una hora después aparcábamos en el parking gratis del Dunvegan Castle. Hay diferentes tipos de tickets, visitar solamente los jardines por 8 GBP, o visitar los jardines más el interior del castillo por 10 GBP.
Nosotros compramos ésta última, aunque la verdad es que nos lo podíamos haber ahorrado, ya que el interior del castillo carece de mucho interés y para visitar solamente los jardines nos podríamos haber colado, ya que nadie vigila ni nadie te pide los tickets. No me gusta colarme en ningún sitio pero tampoco me gusta que se me quede la cara de tonto cuando pago por algo que no tiene mucho interés o no me satisface lo suficiente. Pero era el primer castillo que íbamos a visitar por dentro y pagamos la novatada. A todo esto decir que el Dunvegan Castle pertenece al clan de los Mac Leod.
Nosotros compramos ésta última, aunque la verdad es que nos lo podíamos haber ahorrado, ya que el interior del castillo carece de mucho interés y para visitar solamente los jardines nos podríamos haber colado, ya que nadie vigila ni nadie te pide los tickets. No me gusta colarme en ningún sitio pero tampoco me gusta que se me quede la cara de tonto cuando pago por algo que no tiene mucho interés o no me satisface lo suficiente. Pero era el primer castillo que íbamos a visitar por dentro y pagamos la novatada. A todo esto decir que el Dunvegan Castle pertenece al clan de los Mac Leod.
Estuvimos un buen rato en los jardines amortizando los tickets, y cuando nos cansamos salimos en busca del coche y fuimos al pueblecito de al lado dónde paramos a comprar bebida, pan y algo para comer, ya que eran las 15h de la tarde y todavía no habíamos comido.
Dudamos de si comer en un parking público abarrotado de coches, o alejarnos del pueblo y parar dónde nos apeteciera, y finalmente paramos a pie de carretera dónde vimos un banco de madera y unas vistas impresionantes de la Isla de Skye. Una vez más, el mejor restaurante de lujo que podíamos tener.
Después de comer queríamos visitar Nest Point y el Duntulm Castle, que no tenían que estar muy lejos. Lo marcamos en el Gps y nos pusimos en ruta. Lo extraño fue cuando llevábamos un rato conduciendo y aún no habíamos llegado, y lo que me descolocó del todo fue cuando cruzamos el puente del Kyle of Lochalsh, entonces comprendí que nos habíamos equivocado.
Paramos en el siguiente pueblo y le preguntamos a un señor, y nos confirmó nuestras sospechas. Así que cómo empezaba a llover y estábamos cerca de Dornie, el pueblo dónde está ubicado el Eilean Donan Castle, quizá el castillo más famoso y visitado de todo Escocia, gracias a las películas "Los Inmortales" y "La boda de mi mejor amiga", decidimos ir a visitar el castillo cuando estaba previsto visitarlo al día siguiente por la mañana. Así que cambiamos de planes y pusimos rumbo a Dornie.
Esta vez nuestro gps nos llevó por carreteras secundarias y en mal estado, pasando por numerosos Passing Places y en los tramos que no había, la carretera "Single track" de carril único no cabían dos coches a la vez, y encima lloviendo. La verdad es que los 20 kms. hacia Dornie se me hicieron eternos y lo pasé un poco mal al volante.
Esta vez nuestro gps nos llevó por carreteras secundarias y en mal estado, pasando por numerosos Passing Places y en los tramos que no había, la carretera "Single track" de carril único no cabían dos coches a la vez, y encima lloviendo. La verdad es que los 20 kms. hacia Dornie se me hicieron eternos y lo pasé un poco mal al volante.
Finalmente llegamos a Dornie y por fin teníamos delante uno de los must see del viaje, y que tanto había visto en la tele y en fotografías.
Para visitar el Eilean Donan Castle hay que pagar entrada, que cuesta 5,50 GBP, pero como nosotros llegamos más tarde de las 18:00h, allí no había nadie controlando y nos metimos para visitarlo por fuera.
Después de hacer cientos de fotos desde todos los ángulos posibles y eufóricos por haber visitado uno de los imprescindibles del viaje, con mucha pena volvimos para el coche, ya que no queríamos llegar tarde a nuestro alojamiento y habíamos quedado con el dueño sobre las 19:30h y estaba lloviendo fuerte.
Pero al llegar al coche nos encontramos una desagradable sorpresa que nos hizo pasar un mal rato y nos cambió parte del planning inicial del viaje, y es que nos encontramos la rueda delantera izquierda reventada, posiblemente del camino de cabras que cogimos antes de llegar a Dornie y que no nos habíamos dado cuenta hasta ahora.
Intentamos cambiar la rueda bajo la lluvia pero enseguida vimos que iba a ser imposible porque no llevábamos las herramientas adecuadas, así que había que buscarse la vida.
En ese momento me acerqué a un matrimonio holandés que venían de visitar el castillo, y le pedí si me podían ayudar. Su respuesta fue que si tenía el carnet de conducir para llevar coche, también lo tenía para cambiar una rueda. No les faltaba razón, pero en ese momento lo que menos necesitaba era su ironía. Se ofrecieron a llamar con mi móvil al teléfono de la asistencia en carretera y explicarles mi problema. Se lo agradecí de todas formas.
Después de estar 35 minutos bajo la lluvia y con miles de mosquitos esperando que vinieran a cambiarnos la rueda y no aparecer nadie, volví a llamar y me dijeron que la orden ya estaba dada y que el mecánico vendría desde Dornie, que estaba solamente a dos minutos desde dónde estábamos. Seguimos esperando impacientes bajo la lluvia media hora más, y finalmente volví a llamar, y cómo estaba tan cabreado, le pedí a dos chicas que pasaban por allí que les hicieran llegar mi malestar porque en esos momentos no me salían ni las palabras "subidas de tono" en inglés.
Esperamos un poco más, y cuando ya me disponía a ir andando hasta el pueblo a ver qué pasaba, vi que llegaba la furgoneta de la asistencia en carretera, y en menos de 10 minutos ya teníamos el neumático cambiado. Le pregunté por curiosidad cuánto nos costaría reparar la rueda para que no nos lo cobraran los de la empresa de alquiler, y cuando nos dijeron que 120 GBP (unos 150 €), mi mala leche fue en aumento, y al final decidimos arriesgarnos y no repararla.
Antes de salir llamamos a nuestro alojamiento para explicarles nuestro problema y que llegaríamos más tarde, y no nos pusieron ningún problema y nos ofrecieron su ayuda para todo.
Con la tarde perdida por culpa del neumático, salimos de allí con muchas precauciones, nos paramos en Broadford a llenar el depósito de gasolina y comprar bebida para la cena, y sobre las 22:00h llegamos a nuestro alojamiento, entre Portree y Uig. Le pedimos disculpas a los dueños por nuestro retraso involuntario, nos enseñó nuestras maravillosas habitaciones y nos despedimos hasta el día siguiente, mientras nosotros aprovechamos para cenar en mi habitación las últimas reservas que nos quedaban desde casa, mientras comentábamos nuestro incidente del día y reorganizábamos nuestro planning del día siguiente, dónde teníamos que suprimir alguna visita por culpa de todo el tiempo perdido.
DÍA 5.- PORTREE - INVERNESS
Hoy hemos descansado muy bien después de la tensión de ayer. Después de ducharnos hemos bajado a desayunar y allí estaba el Sr. Curran preparándonos nuestros maravillosos scottish breakfast antes de que su mujer se fuera a trabajar.
El desayuno impresionante, le hemos pagado el alojamiento en efectivo porque no se puede pagar con Visa, hemos estado jugando un poco con sus perros y nos ha enseñado las vacas peludas (Fury Cows) que tiene en su granja (por eso el desayuno estaba tan rico, todo es fresco y natural) y nos ha pasado algunas recomendaciones para visitar, y nos hemos despedido de él, un gran anfitrión y que os recomiendo mucho si visitáis Escocia, sobretodo por los altos precios de los alojamientos en Skye.
Nos pusimos en marcha bien pronto para intentar aprovechar al máximo el día. La primera parada que hicimos fue al cementerio dónde está enterrada Flora Mac Donald, ya que a Mónica le apetecía muchísimo visitarla. Aunque nos costó un poco encontrar el cementerio y tuvimos que preguntar a una mujer que llevaba a sus hijos al colegio, finalmente dimos con ella. Después en el camino de bajada comprobamos que el camino es mucho más fácil del que cogimos.
El cementerio se visita muy rápido y solamente llegaron otra pareja de turistas perdidos como nosotros cuando ya nos íbamos. La siguiente parada prevista era las Quiraing y a ser posible hacer un trekking corto, pero durante el camino nos empezó a diluviar como nunca antes, así que lo tuvimos que suprimir y pasamos por el Duntulm Castle y el Faro de Nest Point que tanto buscábamos el día anterior, pero lo vimos de lejos sin bajar del coche porque no paraba de llover.
Finalmente nos fuimos para el pequeño pueblo de Staffin, dónde se encuentra el Kilt Rock, una pequeña cascada con forma de falda (kilt), y que se ubica en unos acantilados impresionantes.
En esos momentos el tiempo nos dio una tregua y dejó de llover, así que pudimos hacer las fotos en condiciones. Cuando empezaban a llegar los turistas con las furgonetas de los touroperadores, nos fuimos de allí hacia el Old Man of Storr.
Cuando llegamos estaba todo lleno de coches, y aunque en un principio estaba previsto ascenderlo y hacer una ruta de trekking, la noche de antes lo habíamos suprimido con todo nuestro dolor para no perder tanto tiempo y dedicárselo a otro lugar. Simplemente paramos un momento e hicimos alguna foto desde abajo para llevarnos un pequeño recuerdo.
Con todo nuestro dolor, nos fuimos para Portree, aparcamos el coche en pleno centro y fuimos a dar una vuelta express por el puerto y sus famosas casitas de colores, hasta que empezó otra vez a diluviar con fuerza, y nos pudimos meter en una tienda de souvenirs a chafardear con precios prohibitivos. Después fuimos a un supermercado cercano e hicimos la compra del día para comer.
Cuando acabamos la compra, rápidos para el coche que lo teníamos cerca todavía lloviendo, y de allí ya nos fuimos bajando por la A87 con dirección Inverness, la capital de los Highlands o Tierras Altas, aunque por el camino tenemos visitas previstas.
De camino a Fort Augustus, paramos a estirar las piernas y fumar un cigarro en el Cluanie Inn B&B, dónde disponen de una extensa Oficina de Turismo dónde puedes obtener folletos, mapas y cualquier información de cualquier punto de Escocia totalmente gratuita.
Poco después buscamos un lugar para comer en algo parecido a un área de servicio en plena carretera, pero sin ningún sitio dónde sentarse, así que comimos como pudimos. Nos pusimos otra vez en ruta hasta enlazar con la A82 y fuimos bordeando el Loch Ness hasta llegar a la famosa población de Drumnadrochit, no sin antes parar un par de kms. antes para visitar el Urquhart Castle, aparcamos en el mismo parking y vimos que la cola de gente era muy larga y faltaba poco tiempo para que cerraran, además de que no queríamos pagar para ver un trozo de castillo totalmente en ruinas, así que os aconsejo que si os quereis ahorrar unos pounds, hagáis las típicas fotos del castillo desde el parking o desde el lateral de la carretera, que salen bien y con muy buenas vistas.
Ahora si que nos acercamos hasta el pueblo de Drumnadrochit, o podría decir hacia el pueblo de Nessie, porque aquí todo gira alrededor del monstruo del Lago Ness. El pueblo carece de excesivo interés, salvo por algún restaurante de turistas, algunas tiendas de souvenirs del dichoso Nessie a precio de oro, o de una Oficina de Turismo dónde organizan tours o paseos en barca en busca del adorable monstruo. Dimos una vuelta por el pueblo, entramos en una tienda de souvenirs dónde encuentras lo mismo en todos lados, y de vuelta al coche para ponernos de camino a Inverness.
Media hora después ya estábamos en la puerta de nuestro alojamiento en Inverness, bonita ciudad y capital de las Highlands. Hicimos el check in con la estirada dueña del B&B y poco después ya estábamos de nuevo en ruta, ésta vez para visitar la Culloden Battlefield (campo de batalla) escenario de la última batalla del levantamiento de los Jacobitas en 1.746, y su consiguiente derrota.
Nos costó mucho salir de la ciudad porque había mucho tráfico y ahora empezaba a llover fuerte. Cuando llegamos a las 18:10h, nos lo encontramos cerrado ya que cierran a las 18:00h., aunque a estas alturas de viaje ya no me pillé ningún disgusto. Ya que estábamos allí fuimos a un pueblecito situado a 10 kms. a visitar el Cawdor Castle, y cuando llegamos también lo encontramos cerrado, así que dimos media vuelta y de nuevo para Inverness, dónde aparcamos en un pequeño parking al lado de la estación de trenes y en tres calles ya estábamos en el centro de la ciudad.
Estuvimos visitando el Centro, entramos en alguna tienda a cotillear y finalmente nos acercamos al Inverness Castle, dónde hay unas vistas muy bonitas de toda la ciudad. Para los más frikies, informaros que enfrente del castillo hay un restaurante español llamado "La Tortilla Asesina" y con unos precios un poco abusivos, aunque tampoco puedo opinar la calidad de la comida porque no entramos.
Volvimos bordeando el rio Ness y en 5 minutos ya estábamos de nuevo en nuestro coche. La idea era volver a nuestro B&B, aparcar el coche en el parking privado, y caminando buscar algún sitio para cenar cerca de nuestro alojamiento. Pero algo pasó con nuestro gps y navegador, que cuando le poníamos la dirección de nuestro B&B nos enviaba siempre a un sitio diferente, y estuvimos dando varias vueltas sin rumbo fijo, hasta que paramos el coche y le pregunté a una amable escocesa, y con la ayuda de mi amigo Francis, hizo el descubrimiento del viaje y que nos fue genial, y es poner en el gps o navegador siempre el código postal del alojamiento (normalmente tres números y tres letras), y te lo reconoce enseguida y te deja en la misma puerta.
A partir de ese día, no nos perdimos ni un día más ni dimos vueltas innecesarias.
Como ya estábamos ubicados y cerca del B&B, aparcamos en un parking de un supermercado y enfrente había dos locales para cenar, uno de pizzas y el otro de kebabs y falafels.
Por unanimidad escogimos el de kebabs, y por mi parte fue la peor decisión que pude tomar. A los chicos les gusta más o menos el picante, pero a mi no me va mucho, así que le pedí un kebab de chicken tandoori (comida hindú que me encanta) pero nada, nada spicy! La chica pareció entender mi insistencia, y cuando 20 minutos después nos trajeron la cena, se me caían las lágrimas, los mocos y se me durmió la lengua de lo que picaba aquello, no tenía fuerzas ni para cagarme en la madre que parió a la cocinera!! Así que no pude cenar mucho más, me salí a la calle que me tocara el aire y tuve que entrar al supermercado a comprar tres botellas de agua.
Por unanimidad escogimos el de kebabs, y por mi parte fue la peor decisión que pude tomar. A los chicos les gusta más o menos el picante, pero a mi no me va mucho, así que le pedí un kebab de chicken tandoori (comida hindú que me encanta) pero nada, nada spicy! La chica pareció entender mi insistencia, y cuando 20 minutos después nos trajeron la cena, se me caían las lágrimas, los mocos y se me durmió la lengua de lo que picaba aquello, no tenía fuerzas ni para cagarme en la madre que parió a la cocinera!! Así que no pude cenar mucho más, me salí a la calle que me tocara el aire y tuve que entrar al supermercado a comprar tres botellas de agua.
Una vez en el B&B, y después de beberme una botella de agua de litro y medio del tirón, lavarme dos veces los dientes y tener diarrea, todavía me dolía el estómago. Como imagináis, ni me acuerdo ni quiero acordarme del nombre del local. Aquí os dejo una muestra de mi propio suicidio.
Cuando resucité y empecé a encontrarme mejor, nos reunimos en la habitación para organizar el planning de mañana, y la difícil tarea de decidir qué castillos queríamos visitar y cuáles suprimir del planning, ya que íbamos pillados de tiempo y era imposible todos, ya que teníamos que estar en nuestro alojamiento de Dundee máximo a las 19:30h de la tarde.
Después de valorar muchos pros y contras, organizamos el planning y nos fuimos a dormir, que el día había sido muy largo, muchas horas de coche y necesitábamos descansar.
DÍA 6.- INVERNESS - DUNDEE
La verdad es que a pesar de ser un alojamiento carillo, las comodidades se pagan y he dormido genial y la ducha ha sido la mejor de todo el viaje. Además, el desayuno es igual de maravilloso.
La lástima son los dueños, que les gusta mucho el dinero, y es que cuando hice la reserva con booking.com me equivoqué con las fechas, y cuando horas después me di cuenta y cancelé esa fecha y volví a reservar con la fecha del día siguiente, me aplicaron una penalización de 25 GBP por la cancelación. Después de enviarle varios mails a booking.com y a los dueños directamente, no se mostraron comprensivos y me obligaron a pagar la penalización, y eso hizo que durante mi estancia en el B&B mostrara mi pasotismo e indiferencia hacia ellos. Tengo que reconocer que las instalaciones son muy cómodas y totalmente recomendables, otra cosa es el trato de sus dueños, aunque la sangre nunca llegó al rio.
Después de guardar el equipaje en el coche, fuimos a llenar el depósito de gasolina (en Inverness fue dónde pusimos la gasolina más barata de todo el viaje) e iniciamos la ruta de hoy, que iba a ser muy apretada. Cogimos la A9 hasta Aviemore y después la A95 hasta el pequeño pueblo de Dufftown, dónde nuestra primera parada del día será en la destilería de whisky de Glennfidich. Elegimos ésta porque es la más conocida de todo Escocia, hacen tours en español y encima son gratuitos.
Por el camino pasamos por otras destilerías, como Cardhu... y el paisaje por esta ruta es espectacular y muy parecidas a las de mi ciudad, pero en vez de viñas para elaborar vino y cava, el paisaje era de cultivos para elaborar el whisky. En apenas una hora ya nos plantamos en el parking de la destilería.
Llegamos al Centro de Visitantes y aquello estaba petado de gente, y el chico nos dijo que hoy no habría tour en español porque la guía se había puesto enferma (qué casualidad!), y nos ofreció hacer el tour en inglés que estaba a punto de empezar con una audioguia al principio del tour. Como el tour era gratis y ya estábamos allí, aceptamos sin problemas (yo hablo inglés pero mis compañeros no).
La primera parte del tour te ponen un video explicativo con la historia de la destilería desde su origen hasta el día de hoy. Después te reparten en grupos con varias guias como si fueras a jugar un partidillo de fútbol, y te llevan a ver las instalaciones y te explican el proceso de elaboración, y finalmente te hacen una degustación con tres tipos de whiskies, uno de 12 años, otro de 15 y el otro de 18 años. Y después ya se acaba el tour y curiosamente no acaba en la tienda de la empresa ni en la tienda de souvenirs, aunque nosotros fuimos a comprar un encargo de Francis y Mónica.
En total el tour dura una hora aproximadamente, te ahorras 20 GBP respecto a otras destilerías, pasas un rato ameno y divertido y pruebas un whiscazo de 18 años totalmente gratis.
Totalmente recomendable el tour aunque no hables inglés.
Sobre las 12h nos volvimos a poner en marcha, a partir de ahora tocaba la ruta de los castillos, y es que no íbamos a parar hasta llegar a Dundee de visitar los castillos que teníamos programados.
Tomamos la carretera A941 hasta Elgin (nos hubiera encantado visitar la Catedral) y de allí el desvío por la A96 hacia Turriff para llegar al Fyvie Castle, a kilómetro y medio del pueblo de Fyvie, con la particularidad que dentro del mismo habitan fantasmas, como La Dama Verde, y tiene unos jardines muy bonitos. Dejamos el coche en el parking y solamente lo visitamos por fuera.
Tardamos media hora en la visita, y de nuevo tomamos la A97 con destino a la pequeña población de Alford, dónde llegaríamos 40 minutos después para visitar el Craigievar Castle, un gran castillo medieval con la particularidad que su fachada es de color rosa después de un lavado de cara por un importe de medio millón de libras esterlinas.
Después de la visita express, de nuevo en ruta por la carretera 944 hasta llegar a Aberdeen, dónde no paramos por falta de tiempo, y tomamos la A90, la carretera de la costa, hasta llegar a Stonehaven, dónde a 3 kms. se encuentra uno de los castillos más importantes y más fotografiados de todo Escocia, situado en un precipicio rocoso, el Dunnotar Castle. La ubicación es espectacular.
La entrada al castillo cuesta 5 GBP, así que antes de entrar aprovechamos para hacer nuestro picnic y comer en un merendero próximo a la puerta de entrada. Cuando terminamos de comer, y embrujados por la música celta de un gaitero que se escuchaba no muy lejos de allí, entramos y estuvimos disfrutando de aquel maravillloso lugar. Personalmente, de los mejores momentos del viaje.
La verdad es que nunca nos hubiéramos ido de allí, pero por suerte todavía nos quedan muchas cosas más por visitar en Escocia. De vuelta al coche y dirección a la población de Dundee, en principio un lugar de paso solamente para dormir pero finalmente se convertiría de lo mejor de todo el viaje.
Llegamos a nuestro alojamiento sobre las 19:00h de la tarde, y nos recibió su dueña, Linda. Nos estuvo explicando un poco todo, vimos las habitaciones (la habitación doble de mis amigos fue espectacular) aunque la mia individual está pero que muy bien, y estuvimos hablando un rato con Linda, dónde nos dio decenas de recomendaciones y folletos de cosas para visitar y cenar sin haberle pedido ni preguntado nada. Aparte de ser una maravillosa mujer, fue la mejor anfitriona que nunca me haya podido imaginar.
Quisimos aprovechar el tiempo y volvimos a modificar nuestro planning (esto es lo bueno de viajar por libre), y dejamos varios castillos para mañana por la mañana y nos fuimos a visitar la bonita población de St. Andrews, a unos 20 minutos de Dundee. Esta localidad es famosa por ser la cuna del golf, y dónde se realiza el British Open de Golf, que casualmente, se celebrará al mes siguiente de estar nosotros allí.
Cuando llegamos, aparcamos cerquita de la Catedral gratuitamente, y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, dónde pudimos visitarla por fuera, ya que la Catedral cierran a las 18:00h, aunque por fuera se puede visitar bastante bien, igual que el Castillo, la Universidad y sus callecitas empedradas.
Paseando por sus bonitas calles decidimos ir a buscar un sitio para cenar porque se estaba haciendo tarde. Tras dos primeros intentos y encontrar los restaurantes llenos, nos metimos en una pizzería pero nos dijeron que solamente era para llevar, así que dimos una última vuelta por otras calles para ver si encontrábamos algo que estuviera bien y sino de vuelta cogeríamos unas pizzas y nos las comeríamos en nuestro alojamiento.
Pero por suerte dimos con un restaurante italiano que se veía bastante bien y no parecía muy caro, decidimos entrar y nos apañaron una buena mesa en un ambiente de universitarios y jubilados de pasta que estaban cenando después de un agotador día de golf.
El restaurante se llama "Bella Italia" y fue todo un acierto, tanto por la amabilidad de sus camareras, como por lo súper buenas que estaban las pizzas (la mejor que me he comido nunca) como por su precio, en total 40 libras la cena de tres personas, con cervezas y propina incluida y que tenían muy merecida.
Pero por suerte dimos con un restaurante italiano que se veía bastante bien y no parecía muy caro, decidimos entrar y nos apañaron una buena mesa en un ambiente de universitarios y jubilados de pasta que estaban cenando después de un agotador día de golf.
El restaurante se llama "Bella Italia" y fue todo un acierto, tanto por la amabilidad de sus camareras, como por lo súper buenas que estaban las pizzas (la mejor que me he comido nunca) como por su precio, en total 40 libras la cena de tres personas, con cervezas y propina incluida y que tenían muy merecida.
Cuando terminamos de cenar fuimos dando un paseo por el pueblo para bajar la comida, pasamos por el cementerio de la ciudad y llegamos hasta la playa, famosa porque aquí se rodó la película "Carros de Fuego" con su bonita Banda Sonora de Vangelis.
Estuvimos viendo la romántica puesta del sol, y cuando anocheció, cogimos el coche de vuelta a Dundee, dónde llegamos a nuestro alojamiento pasadas las 23:00h de la noche.
Una duchita rápida, navegar un poquito por internet y a dormir, que mañana nos esperan más aventuras.
DÍA 7.- DUNDEE - STIRLING
Después de descansar y dejar todo el equipaje recogido, bajamos a desayunar, dónde estaba ya preparada Linda con su simpatía y amabilidad habitual para prepararnos el súper desayuno. Estuvimos charlando y poco después, no tuvimos más remedio que despedirnos para ponernos en ruta, dónde nos despedimos de Linda con dos besos y un fuerte abrazo hasta la siguiente ocasión. Linda ha sido sobradamente la mejor anfitriona que me he encontrado en todos mis alojamientos de todos los viajes que he realizado, y la he tratado como si fuera una madre. Espero que algún día podamos volver a encontrarnos.
Metimos todo el equipaje en el coche y nos pusimos en ruta, la primera parada será al Blair Castle, situado a hora y cuarto de Dundee en la población de Atholl y perteneciente al clan Murria.
Llegamos y ésta vez no pudimos colarnos, ya que en la misma entrada del párking estaba la taquilla y un vigilante esperándonos, dónde compramos la entrada por 9,60 GBP por persona. La verdad es que el castillo y sus jardines valen la pena, bastante fácil de identificar porque es todo blanco, y dónde pudimos ver a un gaitero delante del castillo tocándo su gaita. Es una visita muy recomendable.
Las taquillas se encuentran en la entrada pero esta vez no hay vigilantes, y aprovechando que detrás de las taquillas hay un enorme prado con vacas peludas, nos fuimos disimuladamente para allí a hacer algunas fotos, y después echándole un poco de morro y picaresca, aprovechamos que las taquillas estaban llenas de un grupo de turistas que llegaban en autobús, para meternos para dentro, ya que nadie controla los accesos.
Ya era mediodía y el hambre empezaba a apretar, así que hicimos un esfuerzo y aguantamos un poco más, y cogimos el coche dirección a Callander, puerta de entrada de los Trossachs, dónde vimos un supermercado grande cuando llegamos y allí paramos a comprar nuestra comida de hoy, con postre incluido.
Antes de comer dimos una pequeña vuelta a ver si encontrábamos algún merendero o algún sitio para poder comer, y al no encontrar ninguno, no tuvimos más remedio que comer en el mismo párking del supermercado. Hoy si que íbamos de pobres totales, ya que la gente cuando entraba o salía de comprar, nos veía allí sentados en el suelo comiendo, al principio fue una situación un poco incómoda pero después la aceptamos como otra anécdota más de nuestro viaje.
Después de comer dimos una vuelta por el minúsculo pueblo, dónde llegamos a unos servicios públicos gratuitos y llenos de abueletes de la tercera edad, me fumé un cigarrito y de vuelta al párking del supermercado, que estaba empezando a chispear y pusimos rumbo a Balquhidder, a 14 kms. de Callander, dónde se encuentra la tumba de Rob Roy, y que Mónica tenía especial interés en visitar. Nos costó un poco llegar pero una vez en camino es fácil de encontrar.
La tumba está en un lugar idílico y frente a una iglesia, dónde contiene la piedra de San Angus.
El lugar no ofrece mucha cosa, lo más destacable es el emplazamiento dónde reposa el cuerpo de Rob Roy y toda la história que hay detrás, que como siempre, es muy interesante.
De vuelta al coche fuimos de camino a Stirling, aunque todavía queda la última parada del día, el Glamis Castle, un castillo que desconocía totalmente pero gracias a los apuntes de mi amiga Mónica, fuimos a visitar y uno de los que más nos gustaron de todo el viaje.
Cuando llegamos dejamos el coche en el párking pero no nos dejaron acceder al interior del castillo porque ya estaba cerrado, así que nos conformamos con visitarlo por fuera y su interesante tienda de souvenirs.
En la parte trasera del castillo había una gran pradera con vacas peludas, pensando que no íbamos a ver muchas durante el viaje, al final hemos visto en muchísimos sitios, así que aprovechamos para sacar algunas fotos antes de irnos del castillo.
Ahora ya por fin ponemos rumbo a nuestra última visita del día, el Doune Castle, famoso porque aquí se rodaron escenas de la película de los Monthy Phyton y su Santo Grial, y algunos capítulos de la serie Juego de Tronos.
Destacable la estatua de Robert The Bruce en la entrada.
Salimos del párking y aparcamos el coche en pleno casco antiguo del pueblo, dónde estuvimos caminando para visitar el Argyll's Lodging y la zona de Gowan Hill, dónde después de una pequeña subida empinada se puede visitar The Beheading Stone (La Piedra de las Decapitaciones), rodeada de barrotes de hierro, y que Mónica tenía especial interés en visitarla.
Ahora si que por fin damos como finalizadas todas las visitas por hoy, y tocarse relajarse. Lo primero que hacemos es poner rumbo a nuestro alojamiento, dónde llegamos a la primera y nos está esperando Allyson, su dueña, que amablemente nos enseña las habitaciones y nos pasa algunas recomendaciones de sitios para cenar. La verdad es que el B&B es muy bonito, con una decoración muy barroca que le da un toque auténtico, y en el que estuvimos muy a gusto.
Después de descansar un rato, cogimos de nuevo el coche y nos fuimos por la zona que nos había recomendado Allyson, y es que hoy es el cumpleaños de Mónica y lo queremos celebrar diferente, y nada mejor que meternos en un pub típico británico y encima hoy empieza el Mundial de Fútbol de Brasil... qué más podemos pedir? Nuestra elección será el Molly Malones, un pub típico irlandés, cómo su nombre indica y que tantos recuerdos me trae de mi viaje a Irlanda, y sobretodo, mi querido Dublín.
Dejamos el coche en un escampado que hay cerca junto a otros coches, y cuando nos disponemos a echar unas monedas para sacar un ticket, se me acerca un amable escocés y me dice que no malgaste el dinero, que a esas horas no se paga por dejar el coche, así que unas libras que nos ahorramos.
Llegamos al Molly Malones y por suerte había sitio, nos cogemos una mesa y seguimos la misma técnica que en todos los pubs británicos, no esperar a que vengan a tu mesa a tomarte nota, sino que tienes que ir tú mismo a la barra, hacer el pedido de la bebida, la pagas en la barra y te esperas a que te las preparen y te las llevas a tu mesa.
En caso de querer cenar, hacer lo mismo que la bebida, se paga la cena y das tu número de mesa y cuando la cena ya esté preparada, ellos te la traen a tu mesa. Recordad que en Escocia, a partir de las 20:00h de la tarde, los menores de 18 años no pueden entrar a los pubs, ni aunque vayan acompañados de sus padres, así que si vais con niños tendréis que cenar antes o buscar otro lugar.
Nosotros para empezar nos pedimos tres pintas de cerveza mientras comentábamos lo que nos había deparado el día, los planes de mañana y estuvimos hablando con los de la mesa de al lado, que era increible el ritmo que llevaban para soplarse las Guiness negras que tenían encima de la mesa, mientras nosotros todavía íbamos con nuestra primera pinta, ellos ya se habían soplado tres pintas Guiness cada uno.
Poco después y mientras estaban dando la inauguración del Mundial de Fútbol, fuimos a pedir la cena y estuvimos cenando con la primera parte del partido Brasil-Croacia.
Cenamos muy bien, pasamos un cumple de Mónica muy bonito y con mucho ambiente y muy buen rollo, pero a la media parte del partido nos retiramos a nuestro B&B, ya que estabamos petadillos. Cuando llegamos, Francis se vino un rato a mi habitación dónde estuvimos viendo la segunda parte del partido y cuando terminó, Francis se marchó, yo me metí una ducha y caí redondo.
Mañana será nuestro último día de coche.
DÍA 8.- STIRLING - EDIMBURGO
Hoy volvemos a madrugar, ya que es nuestro último día con el coche de alquiler y queremos aprovechar al máximo. Dejamos todo preparado y bajamos a desayunar, dónde ya nos está esperando Allyson en un comedor con una decoración un poco atípica, con una vajilla y unas copas que nos hace pensar que estamos más bien en un castillo de la Edad Media y no en un B&B. El desayuno bastante correcto pero nada de Scottish Breakfast, ya que la misma dueña se encarga de recibir a los clientes, de la cocina y de todo lo demás, y va un poco estresada.
Cuando terminamos de desayunar, metemos nuestro equipaje en el coche y esperamos un rato a que Allyson venga a cobrarnos el alojamiento, y ya nos estamos retrasando un poco. Finalmente viene y le pagamos, y le pido por favor que me deje servir su impresora un momento para imprimir la tarjeta de embarque de mi vuelo a Barcelona.
Después de un rato haciéndole entender que no quiero que me lo envie por mail sino imprimir físicamente el documento, accede un poco a regañadientes y cuando me la imprime, se despide de nosotros muy friamente y prácticamente nos hecha de allí, aunque después tuve que volver para devolverle las llaves de las habitaciones que se habían quedado en nuestros bolsillos. La verdad es que nos quedamos con muy mal sabor de boca porque el punto fuerte del viaje había sido la amabilidad y hospitalidad escocesa, y estoy seguro que si le hubiera pedido a Linda, nuestra anterior anfitriona, que me hubiera imprimido la tarjeta de embarque, me hubiera regalado hasta la impresora!
En fin, tiene que haber de todo en el mundo.
Cuando salimos del alojamiento estaba chispeando, así que decidimos prescindir de la visita al Castillo de Stirling y ahorrarnos las 16 GBP que cuesta entrar, y nos fuimos a ver el Monumento a Wallace, que tanta ilusión nos hacía visitar. Llegamos al párking y no había nadie, pero un amable escocés que estaba lavando su furgoneta nos dijo que podíamos subir hasta arriba caminando por un pequeño sendero y así lo hicimos.
La entrada cuesta 7,50 GBP pero estaba cerrado y todavía faltaba una hora para que abrieran, así que lo visitamos por fuera tranquilamente, con unas vistas del pueblo de Stirling estupendas.
Volvimos a bajar el sendero hasta el párking, le dimos las gracias al señor que nos había aconsejado subir, y partimos en coche hacía la Melrose Abbey, situado a más de hora y media de Stirling y que nos cogía bastante retirado, pero es una visita que nos apetecía muchísimo hacer, ya que aquí está enterrado el corazón de Robert the Bruce.
Por el camino nos cayó un diluvio universal y no se podía correr mucho, aunque el paisaje verde y rural es maravilloso. Finalmente sobre las 11h llegamos, dejamos el coche en un párking público que había enfrente de la Melrose Abbey, y compramos los tickets, que nos costaron 6 GBP, con audioguia en español incluida. La Abadía fue destruida por los ingleses en el S. XIV, de estilo gótico y hay partes que se conservan bastante bien. Lo mejor son sus vistas desde arriba. En ella se hace un repaso de todas las estancias de la misma y la forma de vivir de los monjes de la época, conocidos como "Hermanos Lego".
Nosotros coincidimos con una excursión de escolares pequeños, que les habían puesto de deberes dibujar el lugar dónde estaba enterrado el corazón de Robert the Bruce.
Estuvimos unas dos horas visitando la Abadía y la verdad es que se nos hizo corto, ya que es muy muy interesante y para unos frikies de la historia como somos nosotros, es una gozada y que os recomiendo mucho visitar.
De vuelta al coche y camino para Edimburgo, dónde antes pararemos a hacer nuestra última visita cultural del viaje, a la famosa Rosslyn Chapel.
De camino paramos a poner gasolina, ya que tenemos que devolver el coche con el depósito lleno, y de paso lavamos el coche, ya que estaba todo lleno de barro, así que por un pound le metimos un buen manguerazo para disimular un poco toda la porquería y sacudimos las alfombras interiores. El coche parecía otro.
Después de algo más de una hora conduciendo, llegamos a la esperada Rosslyn Chapel, famosa por la novela de Dan Brown "El Código da Vinci", y dónde transcurre la parte final de la trama, cuando Robert Langdom llega allí en busca del Santo Grial.
La verdad es que estaba petado de gente cuando fuimos, pero está todo bien organizado. La entrada nos costó algo más de 10 GBP con audioguía en español incluida, pero vale la pena pagarlo y ese dinero está muy bien invertido. La lástima es que estaba lloviendo y que no dejan hacer fotos en el interior de la Rosslyn Chapel, y además está muy vigilado. Por dentro es impresionante y las explicaciones son muy interesantes. Además, en el interior hay una persona dando explicaciones en general de toda la historia del emplazamiento, aunque solamente en inglés, y tuvo que ser muy interesante porque toda la gente la escuchaba atentamente y había un silencio sepulcral.
Nosotros a parte de ir con nuestra audioguía, estuvimos haciendo fotos del exterior, que también son muy interesantes.
Después de comer camino al Centro de la ciudad, pero no contábamos que es viernes por la tarde y había mucho atasco de tráfico, así que ya empezamos a preocuparnos porque teníamos que devolver el coche antes de las 17:30h y solamente faltaba media hora. Dejamos el coche dónde pudimos con Francis vigilándolo por si venía alguien, y Mónica y yo fuimos en busca de las llaves del apartamento sin saber a dónde y sin estar orientados en la ciudad. Finalmente y guiándome por la Catedral de St. Giles, lo encontramos, firmamos el contrato y pagamos el apartamento, y dejándole al dueño con la palabra en la boca salimos escopeteados de allí en busca del coche y camino del apartamento, que afortunadamente, se encontraba a menos de 10 minutos de dónde estábamos. Aparcamos rápido, subimos todo el equipaje a un tercer piso sin ascensor, dejamos a Mónica en el apartamento y Francis y yo fuimos a devolver el coche a la empresa, que como no podía ser de otra manera, estaba en la otra punta de la ciudad y ya eran las 17:40h.
Con los nervios a flor de piel, pisando el acelerador y saltándonos disimuladamente algún que otro semáforo, conseguimos llegar a las 17:55h, solamente cinco minutos antes de que cerraran. El chico ya se estaba poniendo la americana y ya había cerrado el ordenador. El coche lo aparcamos con toda la intención entre dos coches para que no vieran que una rueda se había cambiado y faltaba la llanta, pero el chico ya lo tenía apuntado informáticamente. Nos dijo que el depósito no estaba lleno, y que ya nos cargaría en nuestra cuenta el importe de gasolina que faltaba, por lo que me negué y volví a coger el coche y me fui hasta una gasolinera próxima a acabar de rellenar el depósito, en total 20 GBP más, pero me aseguré que no me cobraran nada más. Cuando volví le expliqué lo del neumático, y nos inventamos la excusa que al segundo día de tener el coche nos encontramos la rueda desinflada o pinchada, y que nosotros no habíamos tenido la culpa de nada y que nos había comportado muchas molestias cambiarla, y que por favor no nos cobrara nada. Firmamos toda la documentación, bromeamos un poco con él por el partido de fútbol que jugaba España-Holanda dentro de 2 horas, y nos despedimos de él.
Por suerte, nunca nos cobraron nada por el neumático y se portaron genial con nosotros. Al salir de allí, cogimos el autobús número 12 en la parada que está enfrente del concesionario con la compañía Lothian, que nos costó 1,50 GBP cada ticket, y una amable chica que esperaba el bus nos indicó dónde hacer transbordo para llegar a nuestro apartamento, aunque al final nos acabó liando más.
Después del transbordo, caminar un poco y preguntar a varias personas, nos indicaron que cogieramos el bus número 5, y después de 4 paradas nos dejó prácticamente al lado de nuestro alojamiento.
Después de descansar un poco y relajarnos después de tantos nervios y estrés por culpa de la devolución del coche, bajamos a un pub muy grande al aire libre que estaba en nuestra misma calle para ver el España-Holanda, con un ambientazo muy bueno y con muchos españoles, pero estaba tan petado que no había ni un sitio para sentarse y la pantalla gigante estaba muy lejos, así que decidimos ver el partido en nuestro apartamento tranquilamente, dónde compramos cosas para picar y cenar. Al final el resultado fue de 5 a 1 a favor de Holanda, y menos mal que no lo vimos abajo con los holandeses, que tenían montada una buena fiesta al final del partido.
Con la decepción del resultado, sobre las 23:30h nos fuimos a dormir después de un día muy largo.
DÍA 9.- EDIMBURGO
Hoy por fin no hemos tenido que madrugar mucho, así que nos hemos levantado escalonadamente y nos hemos ido duchando, y después hemos desayunado en casa a base de tostadas y embutidos, y zumo que habíamos comprado la tarde anterior.Sobre las 09:30h hemos salido de nuestro apartamento para empezar a visitar la bonita ciudad de Edimburgo, dónde habíamos quedado a las 11:00h al lado de la Catedral de St. Giles con los chicos de Viajar por Escocia, dónde habíamos reservado un tour con ellos desde Barcelona para hacer "El Tour de los Fantasmas" que haríamos por la noche, pero resulta que salía más barato hacer también un tour panorámico de 3 horas a pie por la ciudad de Edimburgo, que no hacer solamente el Tour de los Fantasmas, y como acabamos de llegar a la ciudad y todavía no estamos orientados, pues aceptamos encantados, y no nos arrepentimos en absoluto, aunque nos guste más ir por libre.
El precio de los dos tours fueron 15 GBP por persona, y los aprovechamos muy bien.
Pero antes de hacer el tour fuimos un poco paseando por nuestra cuenta, dónde pudimos ver que nuestro apartamento está a 10 minutos caminando del Centro, y a pesar de que es un barrio lleno de musulmanes y gente de clase obrera, estuvimos genial y cerca de todo.
Pasamos por delante del Elephant House, famosa cafetería con fachada de color roja, dónde J.K. Rowling escribió la saga de Harry Potter, ya que ella estaba pasando un mal momento económico y fue de visita a Edimburgo, dónde vivía su hermana, y gracias a sus libros se ha convertido en una de las mujeres más ricas del país.
Otro de los puntos emblemáticos de la ciudad, y que pasarás unas cuántas veces por delante aunque no quieras, es por el pub Greyfriars Bobby, famoso porque delante está la estatua del perro Bobby, al que le fue muy fiel a su dueño incluso años después de morir. La história es muy parecida a la del perro Hachiko que se encuentra en Shibuya, Tokio. Justo detrás del pub se encuentra el cementerio de Greyfriars, dónde están enterrados Bobby y su dueño, y que es una visita muy recomendable.
Se dice que trae buena suerte tocarle el hocico al perro, así que todo el mundo que pasa por allí, sobretodo turistas, se la tocamos! Por eso el hocico de la estatua del perro tiene un color tan reluciente.
A unos metros más arriba, se llega a una calle perpendicular, y que es la calle más más larga y más famosa de todo Edimburgo, la Royal Mile, dónde mide exactamente una milla, que va desde el Castillo de Edimburgo al Castillo de Holyrood, residencia de la Reina de Inglaterra cuando visita Escocia. Es una calle con mucho encanto, dividida en varios tramos, como son Canongate, High Street y Castlehill. Nosotros nos vamos a quedar en la zona de High Street, lugar desde dónde parten los tours a pie, y dónde destaca la maravillosa Catedral de St. Giles.
Poco antes de empezar el tour, ya había bastante gente por la zona, ya que hay varias compañías las que recorren a pie la ciudad, igual que en otras ciudades europeas. Muchas de ellas se publicitan que son gratis pero después hay que darles la voluntad, y nunca sabes si estás dando mucho o poco, así que prefiero que me digan un precio y me quedo más tranquilo, como sucedió con nuestro tour. En nuestro grupo seriamos unas 15 personas, todos españoles ya que el tour lo haremos en español. La mayoría de las otras empresas solamente lo hacen en inglés, y vimos grupos de 40 personas o más, pero pienso que no se disfruta con tanta gente.
Nuestra guia es Ana, una chica medio catalana-andaluza-italiana, que después de vivir en Italia, llegó a Edimburgo hace 6 meses en busca de nuevas oportunidades laborales.
El tour que hicimos con ella fue algo parecido a ésto y estuvimos algo más de 3 horas y media:
La verdad es que para no ser muy amante de los tours organizados, el tour me encantó y las 3 horas y media se me pasaron muy rápidas, y todas las explicaciones de Ana fueron muy amenas y muy interesantes, y para una primera toma de contacto con la ciudad me parece muy recomendable, y después uno mismo ya tendrá tiempo de ampliar las visitas que más le interesen por libre.
Casi todo el recorrido transcurre por la Old Town, y los lugares más destacados del tour son la Royal Mile, el Cementerio de Greyfriars, Victoria Street y Grassmarket.
Una vez finalizado el tour, nos despedimos de Ana, y hasta las 21:00h de la noche no teníamos que estar presentes en el mismo sitio para hacer el Tour de los Fantasmas, así que aprovechamos para buscar un sitio para comer. No nos complicamos mucho, y después de mirar en varios restaurantes, decidimos por unanimidad entrar en un italiano situado casi enfrente del Elephant House, y fue un acierto total.
El local está ambientado en la Italia del Sur, ya que el dueño es siciliano, y en cuánto se enteró que éramos españoles, estuvimos todo el rato charlando de fútbol y comentando el sorprendente resultado de España contra Holanda de la noche anterior. Ese mismo día, Italia jugaba contra Inglaterra.
Pedimos unas pizzas que estaban espectaculares!! Recomiendo mucho este restaurante, lástima que no me acuerdo del nombre, ya que la comida es auténtica italiana, los dueños son muy amables, y si no habláis inglés, hay una camarera de Barcelona trabajando allí que os puede ayudar mucho, además de que no es caro para ser Edimburgo, ya que nos costó 30 GBP entre los tres. Muy recomendable.
Cuando salimos de comer ya eran más de las 16:00h de la tarde, así que para no empezar a andar recién comidos, decidimos hacer "la digestión" en el Museo Nacional de Escocia, situado a dos minutos de dónde estabamos, y que es muy interesante, ya que repasa toda la historia de Escocia desde sus origenes hasta el día de hoy. Nosotros hicimos una visita express porque cierran a las 17:30h, pero el último día volveriamos para visitarlo con más profundidad.
El acceso es gratis, como la mayoría de museos de todo Gran Bretaña, y es que los británicos saben cuidar y proteger mucho su cultura, no como en otros países que yo me sé.
Después de descansar un rato y cambiarnos de ropa, volvimos a salir hacia la Royal Mile, dónde habiamos quedado para hacer el Tour de los Fantasmas en el mismo lugar que esta mañana. Cuando llegamos ya había gente esperando y algunas caras conocidas del tour de esta mañana, y finalmente a las 21:00h se presentó Alicia, la que va a ser nuestra guia en este tour. Alicia es una chica que le pone mucha pasión a su trabajo y se nota que le gusta, es de un pueblecito de Toledo y lleva solamente 6 meses en Edimburgo ante la falta de oportunidades laborales en nuestro triste país.
El tour se desarrolla por la zona del Old Town y finaliza en Carlton Hill, y por el camino se van haciendo diferentes paradas en los closes más representativos y aparte de dar buenas explicaciones, lo ilustra todo en un pequeño proyector de bolsillo que lleva consigo. Las historias que cuenta son alucinantes, pero quien espere pasar miedo, éste no es su tour. A nosotros realmente nos encantó y su duración es de algo más de dos horas que se pasan muy rápidas. Si tenéis tiempo y ganas, os recomiendo que hagáis el tour.
Pasadas las 23h de la noche finalizó el tour, Alicia nos dejó en Carlton Hill bajo la lluvia y con frio, y a nosotros ya no nos apetecía seguir visitando nada más de la ciudad bajo la lluvia, así que nos fuimos andando hacia nuestro apartamento dónde tardamos unos 20 minutos en llegar, nos preparamos algo de cenar, y Francis y yo nos quedamos viendo el Argentina-Bosnia, un tostón de partido que hizo que a la media parte nos fuéramos ya a dormir, que estábamos petados.
DÍA 10.- EDIMBURGO
Hoy es un día que no tenemos ningún tipo de ataduras, ya que no tenemos contratado nada ni tenemos que llegar a ningún sitio con prisas, así que lo dedicaremos a visitar la ciudad a nuestro aire y sin prisas.Después de ducharnos y desayunar, Mónica se ofrece a dejar la comida preparada por la mañana y así a mediodía volveremos al apartamento a comer, una manera sana de comer y de ahorrar algo de dinero.
Volvemos hacia la Catedral de St. Giles, y tiramos por South Bridge para ir a visitar de nuevo tranquilamente Carlton Hill, aunque cuando llegamos empieza a llover de nuevo.
Desde Carlton Hill se tienen unas vistas impresionantes de todo Edimburgo. Cuando bajamos de allí, cogimos Waterloo Place, pasamos por delante de St. Andrew's Square y del Balmoral Hotel, y conectamos con Princes Street, en plena New Town. Esta zona es muy bonita también, pero no tiene el encanto de la Old Town, esta zona es más señorial y con más comercios, y lo que más destaca de la zona son los grandes almacenes Jenners, el Scott Monument y la Scottish National Gallery, aunque el paseo es muy bonito.
Subimos por Bank Street y decidimos repetir un poco las visitas del día anterior con el tour, esta vez por nuestra cuenta y con más calma. Llegamos a la Royal Mile y no pudimos resistirnos a hacernos la foto más turistica de toda Escocia, que es hacerse una foto con un gaitero a cambio de una pequeña propina.
Seguimos subiendo la Royal Mile por Castlehill, dónde paramos en unos de sus close para visitar el Writer's Museum (Museo de los Escritores), aunque finalmente no llegamos a entrar. Después de hacer algunas fotos, nos fuimos al Edinburgh Castle, dónde estaban empezando a preparar toda la parafernalia para el Tattoo Festival que se celebra cada año en agosto, y que espero poder visitar algún día.
Estaba petado de gente y la entrada cuesta 16 GBP, así que pensamos que no íbamos a disfrutarlo con tanta gente y en todo caso lo podiamos visitar al día siguiente por la mañana, que también la tendriamos libre. Lo que si que nos arrepentimos fue de no comprar unas laminas fotográficas que vendían en un tenderete al lado de la entrada del Castillo de Edimburgo, unas laminas super bonitas por 12 GBP pero que no las compramos en ese momento para no ir cargados todo el día con ellas, y que al día siguiente cuando volvimos para comprarlas ya no estaba el tenderete.
También destacable son varios de sus pubs, como el "Last Drop" (El último trago), que hace referencia a la última voluntad de los que iban a morir ahorcados, a quienes se les concedía su último deseo de tomarse un whisky.
La historia dice que a Maggie Dickson, una niña con 14 años, le obligaron a casarse con un hombre mucho más mayor que ella y que no deseaba, así que después de un tiempo, decidió escaparse y volver a su pueblo, dónde se enamoró de otro hombre y se quedó embarazada. Como en aquellos tiempos no existía el divorcio, Maggie se escondió durante su embarazo e incluso llegó a perder a su bebé, así que cuando la encontraron, fue condenada por adulterio y asesinato de su hijo.
Cuando la llevaron a la horca, no le llegaron a partir el cuello y la enterraron en su ataud, pensando las autoridades que estaba muerta, pero la sorpresa vino cuando al cabo de unas horas se despertó en su ataud y no había estado muerta, sino desmayada, pero las leyes en aquel momento decían que no podían volver a ahorcar otra vez a la misma persona que ya había pasado por la horca anteriormente, así que no tuvieron más remedio que dejarla en libertad.
Hoy en día se cuenta que el espíritu de Maggie se encuentra dentro del pub y que sale de vez en cuando, aunque yo creo que más que una leyenda, son los efectos del alcohol de los escoceses cuando se encuentran en el interior del pub.
Sobre las 14h de la tarde llegamos a nuestro apartamento, calentamos los maravilloso espaghettis que había cocinado Mónica por la mañana y nos pusimos a comer, que aparte de estar buenísimos, nos supo a gloria.
Después de fregar los platos, y como hasta las 18:30h no teníamos el tour de Mary King's Close, decidimos hacer la primera siesta de todo el viaje, y que a Mónica le sentó genial porque llevaba toda la mañana con dolor de cabeza y aguantó como una campeona todas las visitas que hicimos.
Ya por la tarde y más descansados, nos fuimos de nuevo hacia High Street, dónde enfrente de la Catedral de St. Giles están los del tour de Real Mary King's Close, que habiamos reservado desde Barcelona a través de su web Real Mary King Close un tour en español.
Cuando llegamos y enseñamos nuestra reserva, éramos los únicos españoles y nos dijeron que casualmente que la guia que nos iba a hacer el tour en español se había puesto enferma y que hoy solamente se haría el tour en inglés. Como es la última tarde que vamos a estar en Edimburgo, nos dieron la posibilidad de devolvernos nuestro dinero o bien hacer el tour en inglés con audioguia en español gratis. Finalmente y ya que estabamos allí, decidimos hacer el tour con la audioguia.
Eramos un pequeño grupo de 10 personas, dónde te van haciendo un pequeño paseo con un cansino actor disfrazado de la época, por el famoso close dónde siglos atrás la gente moría de peste y otras enfermedades. El tour dura unos 50 minutos y no está permitido hacer fotos en su interior. Personalmente a mi me decepcionó bastante, y lo único destacable es una pequeña habitación de la niña Anne, con una triste historia detrás y que la gente aprovecha para dejarle muñecas u otros juguetes. Aparte de eso, para mi es una pérdida de tiempo y de dinero,y yo no lo volvería a hacer.
Cuando salimos, cogimos la Royal Mile por Canongate, dirección al Palace of Holyroodhouse, residencia de la Reina de Inglaterra es sus viajes oficiales a Edimburgo. Por el camino paramos en varias tiendas de souvenirs, en la John Knox House, la People Story, la Canongate Kirk, el Parlamento Escocés obra del arquitecto catalán Miralles, y enfrente el Palacio de Holyrood.
De vuelta por Canongate hacia High Street paramos en alguna tienda más, hicimos alguna foto a la Tron Kirk, famosa porque aquí se perdió la pista del niño gaitero, y según íbamos subiendo ya podiamos ver el ambiente de la ciudad y la gente saliendo de fiesta, aunque a las 20h de la tarde ya había mucha gente perjudicada por el alcohol y tirada por la calle.
Cómo prácticamente ya habíamos visitado todo lo más importante de Edimburgo y todavía nos sobraba tiempo, fuimos hacia uno de los pubs más conocidos de la ciudad, The Deacon Brodie's Tavern, en Lawnmarket, y que debe su nombre a Deacon Brodie, cerrajero de día y ladrón de noche, a quién robaba a sus clientes por las noches. El pub estaba petado y después de algunas fotos, decidimos irnos a pasear.
Seguimos caminando sin rumbo fijo hasta que llegamos a un gran parque, un auténtico pulmón verde de la ciudad, dónde estuvimos paseando y viendo el atardecer, hasta que llegamos a Nicolson Square, dónde tenemos nuestro apartamento.
Nos relajamos, nos preparamos algo de cenar y a descansar, que mañana a las 11h como máximo hacemos el check out, tenemos que preparar todo nuestro equipaje y por la tarde coger el vuelo para Barcelona.
DÍA 11.- EDIMBURGO - BARCELONA
Hoy es nuestro último día en este maravilloso país que tanto hemos disfrutado y que tan bien nos ha tratado. Después de ducharnos, hacer nuestros equipajes y desayunar, salimos a las 10:30h de nuestro apartamento, nuestra casa durante tres días, y nos vamos de nuevo hacia High Street con todo nuestro equipaje, ya que allí entregaremos las llaves y dejaremos nuestros equipajes en consigna un rato hasta que nos vayamos para el aeropuerto.Volvemos a recorrer la Royal Mile por Castlehill hasta el Edinburgh Castle, pero cuando llegamos hay una cola impresionante de gente y finalmente desistimos de entrar, ya tenemos una buena excusa para volver a visitar Edimburgo, y nos conformamos curioseando por la tienda de souvenirs del castillo. Vamos en busca del tenderete de láminas que vimos ayer, pero por lo visto hoy no se pone, así que empezamos mal el día.
Como tenemos algo de tiempo, decidimos volver Scottish National Museum que recorrimos el primer día a salto de mata, y esta vez lo podemos ver un poco más tranquilo, y la verdad es que nos encanta.
La siguiente parada fue la estatua de Bobby y el pub Greyfriars Bobby, que tantas veces habíamos pasado por delante en estos tres días, y nos paramos a hacer las últimas fotos.
Después del picnic volvemos a High Street y apuramos nuestro tiempo visitando el interior de la Catedral de St. Giles, que es maravillosa, la entrada es gratuita aunque se aceptan donaciones.
Damos nuestro último paseo por la Royal Mile, entrando en alguna tienda y haciendo tiempo hasta la hora de irnos.
Llegamos sin problemas pero todavía no está abierto los mostradores de Ryanair, así que aprovechamos para fumar y descansar un rato, y media hora después ya abren los mostradores, dónde facturamos sin problemas a pesar de las pegas que ponen siempre esta gente, pasamos el control de seguridad con algún que otro problema porque nos hacen abrir el equipaje de mano, agotamos nuestras últimas libras en las tiendas del aeropuerto, y puntualmente partimos a las 17:30h dirección Barcelona.
El vuelo bastante movidito por culpa de un grupito de cinco escoceses que se han puesto hasta el culo de beber en el avión ante la permisidad y pasividad del personal de Ryanair, y no paraban de cantar y gritar, hasta que finalmente hemos llegado a Barcelona sin ningún contratiempo.
Ahora toca hacer balance de este maravilloso país que tantas ganas tenía de visitar, tacharlo de la extensa lista de sueños viajeros, y sin tiempo que perder, empezar a preparar el siguiente destino.
Hasta pronto, Escocia!
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