3 de mayo de 2017

TURÍN

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Turín, la capital del Piamonte y una de las ciudades italianas menos promocionadas turísticamente y bajo la sombra de sus vecinas Roma, Venecia, Florencia e incluso Milán, es una ciudad señorial con un rico patrimonio artístico y cultural, donde alberga dos de los mejores museos del mundo como son el Museo Egipcio y el Museo del Cine.

Pero más allá de la herencia de los Saboya, la Juventus, la familia Agnelli, FIAT, la Nutella, Ferrero Rocher o el famoso "Vermouth" que son los emblemas de la ciudad, destaca también por tener un maravilloso centro histórico custodiado por bellos pórticos, que la hacen una ciudad perfecta para conocerla en un fin de semana.



FICHA TÉCNICA DEL VIAJE

FECHA: Abril 2.017

DÍAS: 2

DOCUMENTACIÓN NECESARIA

DNI

Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, aunque para ciudadanos de la Unión Europea no hace falta.

OTROS DATOS DE INTERÉS

IDIOMA: Se habla el italiano, aunque en las zonas más turísticas entienden sin problemas el inglés y el español.

MONEDA: La moneda es el Euro, escrito €.

TARJETAS: Se acepta el pago con tarjetas de crédito prácticamente en cualquier lugar. No hay problemas para retirar dinero en efectivo desde cualquier cajero automático (conviene informarse bien del tipo de comisión que nos puede cargar nuestra entidad financiera por retirar efectivo en un cajero ajeno al nuestro).

GUIA DE VIAJE: Mi guia para organizar este destino será como siempre la Lonely Planet y en esta ocasión también la guia de National Geographic, aunque debido a su tamaño prescindiré de ellas y simplemente me dejaré llevar por la ciudad.

TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming.

INTERNET:  Prácticamente en cualquier lugar hay sitios para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito. Además en muchas zonas de la ciudad existen zonas habilitadas con wifi gratuito y de calidad.

SEGURIDAD: País 100% seguro, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común, ya que hay numerosos inmigrantes por la ciudad.

VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.

ELECTRICIDAD: El voltaje es de 230 V y no hace falta adaptador para los enchufes.

DIFERENCIA HORARIA: Misma hora respecto a España.

RELIGIÓN: Mayoritariamente Católicos.

EL ITINERARIO DEL VIAJE

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PRESUPUESTO DEL VIAJE

DESGLOSE DEL PRESUPUESTO                                                                IMPORTE

VUELO Bcn - Turín con Ryanair                                            23,99 €
ALOJAMIENTO                                                                          60,00 €
TASA TURÍSTICA                                                           5,00 €
TRANSPORTE                                                                                                 12,50 €
TICKETS                                                                                                          25,00 €
OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..)              42,50 €

Total Presupuesto por Persona                    168,99 €
                                                                
MOVERSE POR LA CIUDAD

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El metro de Turín dispone de una única línea y un total de 21 estaciones, que recorren fácilmente todo el centro de la ciudad, aunque actualmente se está construyendo la línea 2 de metro que entrará en funcionamiento durante el año 2.020, según las previsiones de las autoridades locales. El horario del metro es de lunes a viernes de 05:30h de la mañana hasta la medianoche, y los sábados se incrementa hasta las 01:30h, siendo su frecuencia de paso cada 2 minutos aproximadamente en horas punta, y de 5 minutos aproximadamente en el resto del día. Las estaciones más importantes corresponden a Porta Nuova, dónde podemos decir que pràcticamente es el centro histórico de la ciudad, y Porta Susa, ya que ambas estaciones son muy grandes y también funcionan como estaciones de ferrocarriles, ya que desde estas estaciones parten los trenes de larga distancia de la compañía Trenitalia hacia cualquier punto del país.

En cada estación hay tornos para acceder a los andenes y los billetes se deben comprar en las máquinas expendedoras que hay en las estaciones, costando un billete sencillo 1,50 €, válido durante 70 minutos y que se puede utilizar en toda la red urbana de autobuses, tranvía y metro. Conviene conservar el billete en todo momento ya que a la salida de cada estación hay que volver a introducirlo por los tornos para que se abran las puertas.

El metro está muy limpio y funciona de maravilla, pero el mayor problema que hay es que muchas máquinas expendedoras de billetes no funcionan y no tienen mucha prisa por arreglarlas, y casi siempre se forman largas colas para comprar los billetes en la única máquina que funciona. Otro pequeño problema es que aunque indican que se puede pagar con billetes y tarjetas de crédito, la realidad es muy diferente y casi siempre el único método de pago aceptado y disponible es en efectivo y en monedas.

Mi recomendación personal es intentar reservar alojamiento en la zona de Torino Porta Nuova, ya que nos alojaremos en pleno centro de la ciudad y no nos hará falta coger transporte público porque se puede recorrer toda la zona turística paseando.

TRANSPORTE A/DESDE AEROPUERTO
















Hay diferentes opciones de llegar al centro de Turín desde el aeropuerto Caselle (que es el aeropuerto al cual llegaremos si hemos volado con una compañía de bajo coste), situado en la población del mismo nombre y que se encuentra aproximadamente a 16 kms. de la ciudad, dependiendo del tiempo que tengamos y del dinero que nos queramos gastar, que son las siguientes:

Tren: A priori sería la opción más interesante, ya que la estación se encuentra enfrente de la terminal de salidas del aeropuerto y no hay problema de capacidad de gente, pero el mayor problema es que la estación más cercana en la ciudad de Turín es Torino Dora GTT, situada al norte de la ciudad y bastante alejada del centro, dónde después deberemos coger el tren o el metro para llegar a Porta Nuova o Porta Susa, en otro trayecto de unos 40 minutos aproximadamente, con la consiguiente pérdida de dinero y de tiempo.

Autobús: En teoría es la opción más recomendable, ya que la parada se encuentra justo enfrente de la terminal de salidas del aeropuerto, y el trayecto hacia Torino Porta Susa se recorre en unos 40 minutos aproximadamente, y a Torino Porta Nuova en 45 minutos. Si llegas a Turín entre semana no creo que tengas muchos problemas porque la frecuencia de paso de los autobuses es de cada 15 minutos, en cambio los fines de semana la frecuencia es de cada 30 minutos. El mayor problema que me encontré yo personalmente llegando un sábado a las 13h del mediodía, es la gran aglomeración de gente que llegamos procedente de compañías de vuelos low cost, y que los autobuses son demasiado pequeños para abarcar a tantos pasajeros, ya que no son autobuses normales de línea, sino que son mini autobuses, y se forman unas colas increíbles, por no decir de las discusiones que se forman por culpa de la gente que no tiene respeto y que intenta colarse a toda costa. Además, la información de venta de billetes es muy confusa, ya que la máquina expendedora que se encuentra a la salida de la terminal apenas funciona nunca, dicen que es posible comprar el ticket al conductor una vez subes con el incremento de 1€ más (no lo dudo, pero almenos el día que yo llegué no era posible comprar el ticket al conductor), y la única forma de comprar el ticket es en el mostrador de Ricevitoria, que es una especie de estanco pequeño que se encuentra en la terminal de llegadas del aeropuerto, y que está petado de gente (almenos la mujer que vende los billetes es muy amable).

Así que almenos que llegues entre semana, coger el bus para ir al centro de la ciudad es un caos total, y hay que armarse de paciencia. El primer bus sale a las 05:15h de la mañana, y el último a las 00h de la noche. Su precio es de 6,50 € y solamente se puede pagar en efectivo en Ricevitoria. Si viajas acompañado, mi recomendación es que una persona vaya a comprar los billetes de bus mientras que la otra persona guarda su turno en la fila para esperar el bus, y si viajas solo no tienes más remedio que fastidiarte como me pasó a mi, ya que mientras compras el billete y haces cola en la parada, no pude subirme hasta el cuarto autobús, perdiendo casi dos horas tontamente de mis vacaciones por culpa de la ineficacia del transporte de Italia, ya que me ha pasado en otras ciudades italianas como Roma.

Taxi: Es la opción más cómoda de todas y la más rápida, pero solamente recomendable si se viaja con otras personas o no nos importa gastar más dinero, ya que el trayecto en taxi suele costar entre 40-50 € por trayecto.

ALOJAMIENTO DEL VIAJE



























Terra Nostra B&B. Como suele ocurrir en todas las ciudades de Italia, los alojamientos baratos brillan por su ausencia, así que antes de iniciar el viaje tenía muy claro que Turín tenía que ser una escapada low cost porque era el principio de un viaje de 15 días y no quería dejarme un gran presupuesto para un par de días, así que con esta premisa reservé a través de Booking este B&B situado en el barrio de San Donato, una zona muy tranquila pero no muy céntrica de la ciudad, pero ubicado a solamente tres paradas de metro de Torino Porta Nuova.

Disponen de diferentes tipos de habitaciones pero todas privadas, la mia era una habitación triple con mobiliario bastante antiguo, muy amplia aunque con baño compartido que tenía justo enfrente de mi habitación, con desayuno incluido, wifi que funcionaba perfectamente la señal, y cada día venían a hacer la limpieza de la habitación y cambio de toallas. Durante los dos días que estuve alojado no me crucé con ningún huesped más y estuve muy cómodo y tranquilo. La zona está llena de comercios, restaurantes y justo en la puerta del alojamiento hay un supermercado grande, que siempre viene genial para hacer cualquier tipo de compra y que abren todos los días de la semana (incluido domingos) hasta las 21h de la noche. Por contra no me ha gustado que te cobran toda la estancia antes de tu llegada (aunque después se puede cancelar sin problemas), la dueña me esperó hasta mi llegada para entregarme las llaves y desapareció todo el fin de semana y ya no la volví a ver más, y lo peor de todo es que no tengan la delicadeza de proporcionarte ni un mapa de la ciudad ni ningún tipo de recomendación turística. El precio es de 30 € la noche (más 2,50 € de tasa turística por noche) y fue el alojamiento más barato que encontré en la ciudad para mis fechas. Aunque prácticamente no tengo queja y estuve muy cómodo, para la próxima vez prefiero gastarme un poco más y alojarme en la zona de Torino Porta Nuova, en pleno centro histórico de la ciudad. Recomendable por precio y comodidad, no así por su ubicación, así que si es posible mejor reservar otros alojamientos más céntricos.

LO MEJOR DEL VIAJE

* Lo fácil que resulta recorrer a pie la ciudad y los lugares más turísticos, sin necesidad de utilizar el transporte público en ningún momento ya que los lugares más interesantes se concentran en un radio muy pequeño de la ciudad.

* La rica gastronomía del país, y es que pidas el plato que pidas aún corriendo el riesgo de equivocarte, va a ser un acierto seguro porque toda la gastronomía está exquisita, así que viajar a Italia es una apuesta segura en el apartado gastrónomico.

* A pesar de no ser un destino muy turístico y siempre relegada a un segundo plano por otras ciudades italianas más turísticas como Roma, Venecia, Florencia y la Toscana, la capital del Piamonte es un destino perfecto para pasar un fin de semana y desconectar de nuestra rutina diaria.

* Tener la posibilidad de recorrer otras ciudades italianas gracias a su extensa red de ferrocarril y los buenos precios que ofrece la compañía Trenitalia, dónde en poco tiempo es posible trasladarse a otras ciudades.

* Aunque Turín no destaque por tener muchos museos, alberga dos de ellos que son espectaculares y que nadie debería dejar de visitar en su visita a la ciudad, como es el Museo Egipcio de Turín (el segundo más importante del mundo después de el de El Cairo), y el Museo Nacional del Cine, ambos espectaculares. También debe ser muy recomendable el Museo del Automóvil aunque no puedo opinar porque no tuve tiempo de visitarlo.

* Como muchas otras ciudades italianas, pasear sin prisas por sus calles es como visitar un museo al aire libre, gracias a sus plazas, iglesias barrocas y calles estrechas con mucho encanto, así que lo mejor es olvidarse pronto del mapa y perderse sin rumbo a través de sus bonitas calles.

LO PEOR DEL VIAJE

* La poca organización que existe con el transporte desde el aeropuerto a la ciudad llegando en fin de semana, con poca información sobre la venta de los tickets, la poca frecuencia de paso de los autobuses y lo pequeños que son, hace que reine el caos entre todos los viajeros que llegamos a la ciudad y que encima disponemos de poco tiempo para visitarla.

* La mala suerte que he tenido que me lloviera prácticamente todo el tiempo durante los dos días que estuve en la ciudad, al principio lo ves como algo secundario y no dejas que te afecte para seguir con tus planes, pero que después se convierte en algo molesto. De todos los amigos que conozco que han viajado a Turín, a todo el mundo le ha llovido, así que las lluvias tiene que ser algo muy frecuente en esta zona del país.

* Como sucede con la mayoría de ciudades de Italia, Turín no resulta demasiada barata para hacer una escapada low cost, ya que el precio de los alojamientos, restauración y museos no es precisamente barata, y aunque siempre hay otras fórmulas para intentar abaratar nuestro presupuesto, puedo decir que he pagado muy a gusto sus precios porque he vuelto muy satisfecho de todo lo que me ha ofrecido la ciudad.

* Después de viajar durante años a muchos rincones del mundo y conocer numerosas culturas, soy una persona muy tolerante y no me considero racista ni mucho menos, pero me ha sorprendido y al mismo tiempo he sentido gran tristeza por la cantidad de inmigrantes y personas negras que me he encontrado por la ciudad, estoy seguro que muchos han venido en busca de un futuro mejor, pero lo cierto es que con la mayoría con los que me he cruzado se dedican a trapichear con drogas (sobretodo en el Parque Valentino) ante la pasividad de las autoridades locales, y cuando cae la noche es fácil encontrarlos en las inmediaciones de las grandes estaciones de tren en grandes grupos. Una lástima que para forjarse un futuro mejor tengan que trabajar para estas pequeñas mafias o clanes de las drogas.

Y después de este breve resumen, os llevo a visitar la capital transalpina del Piamonte, benvenuti a Torino!!


DÍA 1.- BARCELONA - TURÍN

Decir que llevaba tiempo queriendo visitar Turín sería mentir, pues siempre lo iba relegando a otros destinos, pero esta vez el destino me escogió a mi, ya que tenía un vuelo de Milán a Copenhague y cuando me puse a buscar alojamiento en la ciudad italiana tuve tan mala suerte que esa semana se celebraba la Semana de la Moda en la capital lombarda y el precio de los alojamientos eran desorbitados, así que buscando alternativas cercanas y la suerte de encontrar un precio asequible para un vuelo a la ciudad de Turín, el problema estaba resuelto, visitaría durante un fin de semana la capital del Piamonte y podría conocer sus "highlights" más importantes.


Mi vuelo desde Barcelona con la compañía Ryanair partía a las 11:20h en un vuelo abarrotado y cómodo llegando al aeropuerto de Torino Casella a las 13h de la tarde. A partir de aquí se acabó la comodidad y empezó a reinar el caos, ya que al salir de la terminal la fila de gente esperando el bus para llegar a la ciudad daba miedo. Intento sacar mi ticket en la única máquina expendedora que existe y resulta que no funciona, así que decido hacer cola e intentar comprarlo al conductor del bus, pero unas chicas que hay delante mio me dicen que al haber tanta gente, el conductor no vende tickets para no perder tanto tiempo y me dicen que se puede comprar en la terminal de llegadas, así que me voy de la fila para hacer otra fila en la terminal de llegadas, dónde hay un pequeño estanco llamado Ricevitoria y allí se pueden comprar los tickets, que cuestan 6,50 € por persona y solamente se puede pagar en efectivo.


Una vez con mi ticket comprado, de vuelta a hacer cola para esperar el bus hacia la ciudad, y ahora la fila es mucho más larga que hace un rato, así que armado de muchísima paciencia y después de esperar al cuarto autobus para subirme y casi dos horas después, por fin ponemos dirección a la ciudad de Turín, donde llegamos casi 45 minutos después, bajándome enfrente de la estación de Torino Porta Susa, la parada más próxima a mi alojamiento.

Son pasadas las 16h de la tarde y desde la estación a mi alojamiento hay unos 25 minutos caminando según la app Maps.me que me he descargado antes de venir, así que para no perder tanto tiempo cojo aquí mismo el metro (1,50 €) y dos paradas después, me bajo en la estación Principi d'Acaja, dónde mi alojamiento se encuentra a escasos 400 metros, y dónde la dueña me está esperando tal y como habíamos acordado por e-mail.

Después de enseñarme rápidamente las instalaciones, cobrarme la tasa turística en efectivo, negociar dónde dejar las llaves del alojamiento el último día y quedarme sorprendido porque no disponen de mapas ni información turística en un alojamiento para extranjeros, se despide de mi corriendo y ya no la volvería a ver en toda mi estancia. El alojamiento no está mal para un par de días, la zona es muy tranquila y llena de comercios, las instalaciones están muy bien a pesar de su mobiliario bastante anticuado, pero está muy limpio y no hay nada de ruido, la única pega es que tienes que coger el metro para llegar al centro de la ciudad, aunque son solamente tres estaciones y 10 minutos de trayecto.

Cuando miro por la ventana para salir a conocer la ciudad veo que está empezando a llover y ya me temo lo peor, así que aprovecho para comerme un bocata que me he traido de casa mientras deja de llover, y al ver que no llueve muy fuerte me decido salir a explorar algo de la ciudad, consciente que los planes que traía se me han estropeado por culpa del caos en el aeropuerto y no tengo más remedio que improvisar.

Lo primero que hago es coger de nuevo el metro y tres paradas después me bajo en la estación Stazione di Porta Nuova, donde justo enfrente se encuentra la Piazza Carlo Felice que alberga una oficina de turismo, donde no dudo en acudir para hacerme con un mapa de la ciudad y donde muy amablemente me explican por encima todos los imprescindibles de la ciudad.


Lo bueno de una ciudad como Turín es que en los días de lluvia es posible no mojarse mucho gracias a la cantidad de porchos y pórticos que tiene la ciudad, así que la gente no se queda en casa un sábado por la tarde y no dejan de hacer nada por culpa de la lluvia. Así que caminando por debajo de los soportales y siguiendo la Via Roma, una de las arterias más importantes de la ciudad, llegamos a la Piazza San Carlo, uno de los iconos de la ciudad, una impresionante plaza rectangular de 168 metros dónde destacan sus dos iglesias barrocas, la Chiesa di San Carlo Borromeo y la Chiesa di Santa Cristina, y donde también destaca en medio de la plaza la estatua ecuestre del duque Manuele Filiberto, aunque en el momento de mi visita no luce muy espectacular por culpa de la lluvia, y sobretodo por todos los preparativos de la Maratón que se celebra mañana en la ciudad.








Esta plaza a medio camino entre la Piazza Carlo Felice y la Piazza Castello es muy conocida en la ciudad porque aquí se celebran todo tipo de acontecimientos en la ciudad, desde mítines de políticos hasta celebraciones de títulos del famoso equipo de la ciudad, la Juventus de Turín, más conocida como la Vecchia Signora, y que casualmente la semana siguiente de mi visita se enfrenta en partido de Champions League contra mi amado F.C. Barcelona (derrota nefasta del Barça y preludio de la eliminación en esta competición). El otro equipo de la ciudad es el Torino, un equipo de media tabla para abajo.

Sigo recorriendo la Via Roma por debajo de sus pórticos mientras voy desafiando a la fina lluvia y voy fijándome en los escaparates de las tiendas de moda, donde no me gusta nada de lo que veo y donde los precios son más que prohibitivos, hasta que poco después llego a la Piazza Castello, el corazón de la ciudad y el centro histórico, franqueado por el maravilloso Palazzo Madama a un lado, y del Palazzo Reale di Torino por el otro, y a escasos metros del Palazzo Carignano y de la Cattedrale di San Giovanni Battista que visitaré más adelante.






Parece que el tiempo me ha dado una pequeña tregua y ha dejado de llover, así que improvisando decido coger la Via Po hasta llegar al Ponte Vittorio Emanuele I, con la firme decisión de subir hasta el Monte dei Capuccini para ver anochecer en la ciudad desde arriba del todo, así que mi gozo en un pozo porque cuando ya he atravesado el puente y estoy a la altura de la Piazza Gran Madre di Dio, empieza a llover con mucha más intensidad y no tengo más remedio que dar marcha atrás y jugármelo todo a una carta, que es que mañana me respete un poco el tiempo y aprovechar el máximo las visitas.



Con mucha resignación y lamentando el día que llevo desde que he aterrizado en la ciudad, emprendo el camino de vuelta bajo los pórticos de la Piazza Vittorio Veneto, una de las zonas más señoriales de la ciudad, hasta llegar a la Via Montebello, donde se encuentra el principal simbolo arquitectónico y famoso de la ciudad, la Mole Antonelliana, una torre de 167 metros de altura que en su día estaba destinada a ser una sinagoga para los judíos, y que actualmente alberga el Museo del Cine de la ciudad.




Lo bueno de poder visitarlo un sábado es que no cierran hasta las 23h de la noche (el resto de días cierran a las 21h), así que no hay mejor plan para un día de lluvia en la ciudad que hacer esta visita, así que veremos que hay dos filas para comprar los tickets, la primera y más a la esquina es para comprar el ticket combinado para la visita al Museo y subir a lo más alto de la Mole Antonelliana para contemplar sus vistas por el precio de 14 € la conjunta, o la otra fila que está más al centro y que es solamente para visitar el Museo del Cine, y que en este caso su precio es de 10 €. Yo finalmente me decidí por visitar solamente el Museo del Cine porque el tiempo no acompañaba para subir arriba y además la fila era mucho mayor, y porque también soy bastante cinéfilo y sabía que iba a estar muy entretenido visitando su interior.

Para más información podéis visitar la web del Museo del Cinema, así como horarios y precios. Os informo que no hay problema en pagar los tickets con tarjeta de crédito. Una vez dentro, qué nos podemos encontrar? Pues sobretodo mucho material de películas famosas y que han marcado una época en la historia del cine, desde vestuario, herramientas, información, anécdotas del rodaje, tráilers cortos de las mejores películas y todo un sinfin para los amantes del séptimo arte, y que recomiendo a todo el mundo visitar.



























Pasadas las 22h de la noche doy por finalizada mi visita, bajo mi punto de vista es un imprescindible en una visita a Turín, y mucho más en una tarde lluviosa como la de hoy, así que aprovechando que ahora solamente está chispeando, me vuelvo de nuevo a la Piazza Castello para contemplarla de noche iluminada, que tiene el mismo encanto o más que de día, y dónde ahora apenas hay tanta gente, pero pronto tengo que abortar mis visitas porque de nuevo empiezo a llover, así que me olvido de salir a tomar algo por la zona del "Cuadrilátero de Oro" y poco a poco voy enfilando la Via Roma hacia la Piazza Carlo Felice, dónde de nuevo cogeré el metro en la estación Porta Nouva para volver a mi alojamiento, aunque por el camino voy viendo el encanto de la ciudad iluminada y que espero que mañana me puedar dar una tregua.





Como no tengo mucha hambre porque he comido muy tarde, sobre las 23:30h estoy entrando por mi alojamiento, aprovecho para ducharme tranquilamente y prepararme un capucchino calentito en la cafetera que dispone el alojamiento para sus huéspedes, y así quitarme un poco el frio que he pasado esta tarde, mientras hago tiempo antes de irme a descansar, que hoy he madrugado bastante, esperando que mañana sea mucho mejor que hoy y pueda explorar a fondo la capital piamontesa.

DÍA 2.- TURÍN

Hoy lo primero que hago es mirar por la ventana y con gran tristeza compruebo que no ha dejado de llover en toda la noche, así que desayuno tranquilamente y a las 08:30h de la mañana me armo de valor y decido empezar el día con las visitas planeadas, pero cambiando el orden. En poco más de 15 minutos ya estoy de nuevo en la Piazza Carlo Felice y para mi sorpresa veo que hay un mercadillo pequeño con vendedores ambulantes de libros bajo los pórticos, lástima que la mayoría son en italiano y no quiero empezar a cargar todo el viaje con más peso de la cuenta.







Cuando llego a la Piazza San Carlo me la encuentro atestada de gente, y es que no me acordaba que hoy es la Maratón de Turín y desde este punto es el inicio y el final de la carrera, así que me espero lo peor y pienso que me voy a ir de la ciudad sin poder contemplar la maravillosa plaza sin vallas ni publicidad por todas partes. Hago un poco de tiempo tomándome un café por una de las tantas cafeterías maravillosas que hay en esta ciudad (2,80 €) y como sigue lloviendo me dirijo a la visita estrella de este viaje y que más ilusión me hace, el maravilloso Museo Egizio di Torino, el segundo más importante del mundo solamente por detrás del Museo Egipcio de El Cairo.

El museo se encuentra en el Palazzo dell'Accademia delle Scienze, su horario es de 09h a 18:30h, excepto los lunes que cierran a las 14h, y el precio de la entrada es de 15 €, quizás un pelín caro para quién no le guste los museos pero que yo he pagado muy a gusto porque me encantan. Si ayer hubiera llegado un poco más pronto a la ciudad como tenía previsto, por la tarde era gratuito porque se conmemoraba el aniversario del museo y a partir de las 17h era gratis entrar, pero preferí pagar y visitarlo tranquilamente a mi aire, que no entrar gratis y apenas ver nada por las prisas y la gente.

La entrada al recinto es una pulsera adhesiva con un código de barras y que aconsejo no perder en ningún momento, junto con una interesante audioguia que va explicando un recorrido por la historia a lo largo de nuestros siglos, y dónde destacan grandes estatuas, papiros y sarcófagos del imperio egipcio.























































La verdad es que la visita al Museo Egipcio de Turín ya justifica sobradamente el viaje a la ciudad italiana porque es una auténtica maravilla, y es una visita imprescindible en la medida de lo posible, tanto si os gustan los museos como si no. Lo malo es que ir un domingo y encima coincidiendo con un día de lluvia, es tener mucha paciencia por la cantidad de gente que hay y que tuvieron la misma idea que yo, y hubo momentos en que no acabé de disfrutar del todo la visita por culpa de la aglomeración de gente. Así mismo, las fotografías no son de mucha calidad porque el interior es muy oscuro y en la mayoria de salas no se puede utilizar el flash, además de ir esquivando los cuerpos de la gente para que no salieran en muchas fotografías. Todavía perplejo y con la felicidad de todo lo que he visto dentro del museo, todavía me pregunto como es posible que después de tantos viajes en mi espalda todavía no haya visitado Egipto? Así que me he propuesto saldar esa deuda a corto plazo y ha ascendido muchas posiciones en mi lista de prioridades viajeras para llevarla a cabo muy pronto.

La visita al museo se le puede dedicar el tiempo que cada uno crea oportuno porque no te aburrirás en ningún momento, en mi caso entré a las 09:15h y salí casi a las 13h del mediodía, y podría haber estado más tiempo si no tuviera que seguir con mi planning inicial y recuperar un poco las visitas que no pude hacer en el día de ayer por culpa de la lluvia.

Al salir seguía chispeando pero nada importante, así que fue un buen momento para acercarme a mis siguientes visitas, la Piazza della Repubblica, la Porta Palatina y sobretodo, al Duomo di San Giovanni Battista, más conocida como la Catedral de Turín, la única construcción renacentista de la ciudad y famosa por albergar la capilla de la Sábana Santa. La Síndone o Santo Sudario como también es conocida es una sábana o trozo de tela con la imagen de Jesucristo, pues se cree que este objeto se le colocó en el momento de su entierro o Crucifixión dejando marcado su rostro en el trozo de tela. Sea cierto o no, la visita es gratuita y es recomendable realizarla, aunque no se está permitida la fotografía con flash y actualmente se encuentra a la izquierda del altar principal y protegida por un gran cristal.









Después de la visita y aprovechando que el tiempo me ha dado una tregua y que no llueve, aprovecho para perderme por sus calles sin rumbo fijo, visitando otras iglesias de la ciudad como San Domenico, San Filippo Neri y el Santuario della Consollata, todos a un corto paseo entre si.




Son casi las 15h de la tarde y tengo ya mucha hambre pero como ahora no llueve y estoy seguro que lo volverá a hacer en cualquier momento, no me apetece perder mucho el tiempo comiendo en un restaurante, así que cuando paso por delante del pequeño local de Master Sandwich y veo que en ese momento no hay mucha gente, no me lo pienso mucho y decido quedarme a comer aquí, ya que salen recomendados en Tripadvisor. Tienen una carta muy extensa de ensaladas y bocadillos, y una pequeña barra con dos taburetes para comer en su interior, así que tengo la suerte de poder coger sitio y me dejo aconsejar por el amable personal, que me preparan un bocadillo que está para chuparse los dedos con ingredientes frescos y de buena calidad.

Tienes la opción de pedir un menú compuesto por un bocadillo, bebida y postre por 5,50 €, o bien escoger lo que quieres comer por separado, así que yo no quiero perder mucho tiempo y prescindo del postre y me pido un bocadillo más bebida, y me cuesta 4,50 €, un precio más que correcto porque el bocadillo es grande, y sobretodo es de mucha calidad. Totalmente recomendable si quieres hacer una parada en el camino para comer algo y no perder mucho tiempo antes de seguir con las visitas por la ciudad. En caso de no poder coger sitio en su interior o porque haya mucha cola de gente, recomiendo tener paciencia y hacer el pedido igualmente y comértelo tranquilamente en un banco sentado en la Piazza Castello que está a 50 metros con sus vistas maravillosas.




Como con el estómago lleno se piensa mejor, y después de despedirme de los chavales del local después de una agradable conversación futbolera del próximo Juve-Barça, aprovecho para comprar en el local de al lado regentado por unas chinas los imanes de la nevera, ya que es el sitio donde más baratos los he encontrado de toda la ciudad (1 € cada uno) y con mayor variedad, y sin tiempo que perder me dispongo a disfrutar de la tarde, aprovecho para fotografiar tranquilamente la Piazza Castello, la Piazza Carlo Alberto, visitar la Piazza Carignano y el Palazzo Carignano, dónde en su interior alberga el Museo Risorgimento, con un bonito patio, y dar una vuelta rápida por la Galería Subalpina.












Después de estas visitas culturales hago un alto en el camino, ya que no quiero irme de la ciudad sin probar una de las bebidas típicas de la capital del Piamonte como es el bicerin, un espresso con chocolate amargo y nata, y uno de los mejores lugares para tomarlo es en el Caffe Vittorio Veneto, en la plaza del mismo nombre y muy cerca de la Mole Antonelliana. El interior de las cafeterías es todo un espectáculo visual, ya que son locales señoriales que recrean muy bien la época de los Saboyas, con grandes revestimientos de mármol, espejos por todas partes y los camareros con pajarita o corbata, dando un servicio excelente y metiéndote una buena clavada (6 €) como no podía ser de otra manera.


Después del alto en el camino me dispongo a visitar la parte menos turística de la ciudad como es el Giardino Lamarmora, la Piazza Solferino y las calles aledañas, sin apenas gente y paseando sin rumbo fijo y ante la amenaza de la inminente lluvia.





Como la tarde aguanta sin llover y todavía es relativamente pronto, y como me encuentro de nuevo delante de la estación Torino Porta Nuova, giro a la derecha y caminando unos 15 minutos tranquilamente llego al pulmón verde de la ciudad, el Parco del Valentino. Lo de pulmón verde es un decir, porque aunque es cierto que es la zona verde de la ciudad y con buen tiempo es una gozada pasear por allí viendo a la gente haciendo ejercicio, la realidad es que el parque está todo lleno de inmigrantes africanos trapicheando por allí, ofreciéndote drogas a cada paso que das y el olor del ambiente no es precisamente a la hierba de la naturaleza, sino a marihuana, donde no tienen reparo en fumar allí tranquilamente mientras los niños están jugando cerca. Aún y así vale la pena darse un paseo por allí y desconectar un poco del tráfico de la ciudad, pero no recomiendo hacerlo cuando cae la tarde o por la noche ya que el ambiente que hay allí intimida un poco, sobretodo a las personas que puedan ir solas.










Doy por finalizada mi visita antes de tiempo porque no me siento cómodo por allí, hay demasiada gente rara y cuando menos te lo esperas y desde el lugar menos insospechado siempre te sale un negraco ofreciéndote mierda, así que como son las 19h de la tarde y está a punto de anochecer, me voy a mi última visita del día y la más esperada, al Monte dei Capuccini, dónde solamente hay que seguir el curso del rio Po hasta llegar a la Piazza Gran Madre de Dio que está al lado del Ponte Vittorio Emanuele I, y hay dos caminos diferentes para ascender, uno es la Via Gaetano Giardino y el otro es la Via Joanneti, ambos son indiferentes y te dejan en el mismo lugar, así que mi opción fue subir por el primero y bajar por el segundo, éste último un poco más corto.

El Monte dei Capuccini podríamos decir que es el mirador de la ciudad, hay dos niveles y el más espectacular es el de arriba del todo, donde se encuentra la Chiesa di Santa Maria al Monte. La subida no es para nada dura y suben todo tipo de personas, no hace falta estar en buena forma. Mucha gente aprovecha para subirse unas cervezas o incluso la cena mientras disfruta de las maravillosas vistas, ya que en un día claro es posible ver las montañas nevadas de los alpes italianos.

Lástima que el tiempo esté nublado y haya estado lloviendo, porque el atardecer tiene que ser espectacular. Mucha gente ha tenido la misma idea que yo y cuando he llegado había algunos preparados con sus trípodes para sacar fotografías espectaculares. Conviene abrigarse bien porque allí arriba hace mucho frio, sino que me lo digan a mi que por esperar a que anocheciera prácticamente me he quedado congelado del frio que hacia allí arriba.














Son las 21h de la noche cuando doy por finalizada la visita, ya que está empezando a chispear un poco, todavía tengo un buen paseo hasta llegar a mi alojamiento, y todavía tengo que cenar y recoger todo mi equipaje, ya que mañana bien pronto abandono la ciudad.

La bajada se hace rápida y aunque no está muy bien iluminada, en menos de 5 minutos te plantas de nuevo en la Piazza Gran Madre de Dio, que a estas horas de la noche luce espectacular, cruzamos el Ponte Vittorio Emanuele I y llegamos a la Piazza Vittorio Veneto, dónde giro a la derecha para volver a pasar por delante de la Mole Antonelliana para despedirme de ella, igual que la Piazza Castello con su Piazza Reale y el Palazzo Madama, siguiendo la Via Roma hasta llegar a la Piazza San Carlo, dónde por fin están desmontando los escenarios y toda la parafernalia de la Maratón y que puedo contemplar tranquilamente un rato, hasta que llega la hora de volver a coger el metro en Torino Porta Nuova que me lleve de nuevo al barrio de San Donato, mi hogar este fin de semana.





Como hoy es domingo y ya es un poco tarde no tengo muchas alternativas para cenar, así que al lado de mi alojamiento encuentro una pizzeria abierta y tengo la suerte que todavía está abierta la cocina, así que ceno una rica pizza con una coca cola (13 €) y sobre las 23:30h de la noche estoy entrando en mi alojamiento, exactamente 15 horas después de salir esta mañana por la puerta y con los pies molidos.

Sin tiempo que perder hago de nuevo mi equipaje, me ducho y pasada la medianoche me meto en la cama dispuesto a descansar unas horas, ya que a las 08:52h tengo que coger un tren que me lleve directamente a la ciudad de la moda y capital de la Lombardía, Milán.

Y aquí se acaba una escapada express y un fin de semana intenso por Turín, una ciudad que apenas me llamaba demasiado la atención a excepción de alguna visita cultural, y que no me ha decepcionado para nada, excepto por las horas de lluvia. Así que ya sabéis, a quién le interese desconectar un fin de semana y no quiera escoger un destino masificado por el turismo, la capital del Piamonte es una escapada perfecta.

Arrivederci, Torino! Felice di fare le tua conoscenza!!


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