24 de febrero de 2015

NUEVA YORK


DÍA 1.- BCN - NUEVA YORK


El día empieza muy temprano en el aeropuerto de Barcelona. Después de muchos meses preparando y organizando este viaje con tanta ilusión, por fin llega el momento.

Me dispongo a facturar mi equipaje en los mostradores de la compañía Continental Airlines, no sin antes pasar un pequeño interrogatorio en la misma cola de facturación por parte del amable personal de la compañía áerea.

Por motivos de seguridad debes responder a preguntas tan absurdas como "quién ha hecho el equipaje que llevas?""Si has dejado tu equipaje fuera de tu alcance en cualquier momento""Crees que alguien ha podido manipular tu equipaje hasta llegar aquí?" y un largo etcétera.

Suerte que es mi segunda visita a la ciudad y ya sé como funciona un poco todo, pero hay que tener paciencia y sobretodo, no bromear con ellos porque no se andan con muchas tonterías. La verdad es que los americanos están un poco obsesionados y paranoicos con la seguridad de su país, sus motivos tendrán pero a veces uno se aburre con tanta tontería yankie.

Después de un agradable vuelo de poco más de 8 horas y sin hacer escalas (preferí pagar un poco más y hacerlo directo), sobre las 15h de la tarde ya estábamos aterrizando en el aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey. Y es que no hay que olvidar que Nueva York dispone de 3 aeropuertos principales, como son el JFK, Newark y en menor medida, La Guardia.

La mayoría de compañías áereas aterrizan en el JFK, y Continental y alguna compañía más lo hace en Newark.

Después del control de pasaportes e inmigración, dónde me tocó un amable federal que me hizo muy pocas preguntas y siempre con una sonrisa en la boca, y con mi equipaje ya en mi poder, toca desplazarse hasta Manhattan, dónde os voy a detallar las diferentes opciones que tenéis desde los tres aeropuertos.

Aeropuerto de Newark:

En Bus: Hay pequeños buses o minivans a la salida de la terminal de llegadas, dónde le indicas el nombre de tu alojamiento y te dejan en la puerta. El tiempo del recorrido depende mucho de la gente que viaje en las minivans y dónde se encuentren sus alojamientos. El precio es de unos 18$ por persona.

En Tren: Esta es la mejor opción y la más rápida si llegas a Newark. Sin salir de la terminal, coges el Air Train que está muy bien indicado y además es gratuito, y te diriges hacia la estación de trenes de Newark Liberty International, a unos 10 minutos aproximadamente de distancia. Una vez en la estación, sacas tu billete de tren hacia Manhattan, dónde 35 minutos después te deja en la Penn Station (Pennsylvania Station), en los bajos del Madison Square Garden, dónde puedes conectar con el metro dependiendo de dónde se encuentre tu alojamiento. En total, me ha costado 13,80 $. Así que es la forma más recomendable, fácil y rápida de llegar a Manhattan.

En Taxi: Se cogen en la misma puerta de la terminal de llegadas, son los clásicos de color amarillos y normalmente suelen conducirlos pakis o asiáticos. El trayecto suele costar unos 70$, aparte los peajes y las propinas, y dependiendo del tráfico de la ciudad que es horroroso, puedes tardar más o menos. Es la forma más fácil de llegar pero una de las más caras.

En Limousinas: Si es una ocasión especial como puede ser un viaje de novios, o simplemente quieres presumir y darte el capricho que una limousina te esté esperando en la puerta, puedes contratar una por unos 130$ por vehículo, así que es recomendable si vais un grupo de personas y los gastos se reparten entre todos. No es la mejor opción para llegar a la ciudad pero si la más original.

Aeropuerto JFK:

En Bus: Igual que llegando a Newark, hay pequeños buses o minivans a la salida de la terminal de llegadas, dónde le indicas el nombre de tu alojamiento y te dejan en la puerta. El tiempo del recorrido depende mucho de la gente que viaje en las minivans y dónde se encuentren sus alojamientos. El precio es de unos 20$ por persona.

En Tren y Metro: Esta es la mejor opción y la más rápida si llegas a JFK. Sin salir de la terminal, coges el Air Train que está muy bien indicado hasta la estación Howard Beach o Jamaica, dónde conectas con la red de metro de la ciudad. Una vez en el metro, sacas tu ticket de metro o abono de transporte, y coges la línea o haces transbordos en la línea que más te interese para llegar a tu alojamiento. En total, entre el Air Train y el metro, te puede salir por unos 5$ entre las dos cosas. Esta opción es la forma más recomendable, fácil y rápida para llegar a Manhattan.

En Taxi: Se cogen en la misma puerta de la terminal de llegadas, son los clásicos de color amarillos y normalmente suelen conducirlos pakis o asiáticos. El trayecto suele costar unos 50$, aparte los peajes y las propinas, y dependiendo del tráfico de la ciudad que es horroroso, puedes tardar más o menos. Es la forma más fácil de llegar pero una de las más caras.

En Limousinas: Si es una ocasión especial como puede ser un viaje de novios, o simplemente quieres presumir y darte el capricho que una limousina te esté esperando en la puerta, puedes contratar una por unos 200$ por vehículo, así que es recomendable si vais un grupo de personas y los gastos se reparten entre todos. No es la mejor opción para llegar a la ciudad pero si la más original.

Aeropuerto La Guardia:

En Bus: Igual que llegando a Newark o JFK, cogiendo el M60 a la salida de la terminal de llegadas, dónde te deja en varios puntos de Manhattan. El tiempo del recorrido depende mucho del tráfico y dónde se encuentre tu alojamiento. El precio es de unos 2$ por persona.

En Taxi: Se cogen en la misma puerta de la terminal de llegadas, son los clásicos de color amarillos y normalmente suelen conducirlos pakis o asiáticos. El trayecto suele costar entre 30$ y 40$, aparte los peajes y las propinas, y dependiendo del tráfico de la ciudad que es horroroso, puedes tardar más o menos. Es la forma más fácil de llegar pero una de las más caras.

En Limousinas: Si es una ocasión especial como puede ser un viaje de novios, o simplemente quieres presumir y darte el capricho que una limousina te esté esperando en la puerta, puedes contratar uno aunque desconozco el precio, así que es recomendable si vais un grupo de personas y los gastos se reparten entre todos. No es la mejor opción para llegar a la ciudad pero si la más original.

Con las diferentes opciones de llegar a Manhattan explicadas, sobre las 16:30h de la tarde yo ya estaba llegando a la Penn Station y me encontraba en la superficie, justo en la puerta del maravilloso Madison Square Garden, dónde unas horas después me aguardaba un gran partido de la NBA.

De aquí me fui caminando hasta mi alojamiento, a no más de 5 minutos caminando. Hice el check in deprisa y corriendo, dejé mi equipaje en la habitación y poco después ya estaba atravesando de nuevo la puerta para volver al punto de origen de mi llegada a la ciudad, el Madison Square Garden, dónde había ya bastante gente esperando que abrieran las puertas para ver el partido de esta tarde.

Yo como muy fan del baloncesto que soy, desde casa y a través de la página de Ticketmaster pude comprar mi entrada para presenciar el partido de hoy entre los Knicks y los Pistons de Detroit, dónde cogí de las más baratas casi arriba del todo, pero al cogerlas centradas, se podía ver y distinguir el partido sin problemas.

Mi ubicación exacta para que os sirva de referencia, fue en la Sección 426, Fila G, Asiento 18. El precio de mi entrada comprándola anticipada fue de 44$. Os dejo un plano del pabellón para poder ver los asientos antes de comprar las entradas.


Cuando compras los tickets por su web, te dan varias opciones para recoger las entradas. Yo decidí recogerlas por las taquillas del Madison antes de empezar el partido, así que saltándome la cola de gente con el mail que me enviaron, y a la izquierda de la entrada al pabellón, están las taquillas, dónde entregando el mail de confirmación de compra y vuestro pasaporte, os entregarán las entradas al momento.

Una vez que abren las puertas y la gente se va ubicando en sus sitios (los que tenemos las entradas más altas, incluso hay escaleras mecánicas para subir), e incluso te dejan acceder a pie de pista mientras los jugadores están calentando para sacar fotos, y después de estar un rato mirando el merchandising en las diferentes tiendas del Madison, a las 19:30h puntualmente empezó el partido, dónde los Knicks con un equipo bastante mediocre perdió contra los Pistons de Detroit, que aunque no tenga un equipo competitivo como aquel de los años 90 formado por los famosos "Bad Boys" entrenados por Chuck Daly, y que formaban Isiah Thomas, Joe Dumars, Dennis Rodman y Bill Laimbeer, fue capaz de derrotar sin problemas a los Knicks en su propia cancha, y dónde estos no serían capaz ni de clasificarse para los Play Off por el título.

Pero a pesar del resultado y que los Knicks no lleguen ni a los play offs, ver un partido de baloncesto de la NBA es algo que recomendaría de ver a todo el mundo que visite la ciudad durante la temporada de la NBA, ya que durante casi 3 horas va a disfrutar de un espectáculo maravilloso a pesar de que no os guste el baloncesto con toda la parafernalia que tienen montado allí estos americanos, desde el himno nacional hasta el pitido final del árbitro.





















Los últimos minutos del partido ya me estaba dando el jet lag, a pesar de ser solamente las 22:30h de la noche, suerte que en el descanso del partido me he comido un hot dog y una coca cola (5$) que me ha mantenido bastante despierto, pero a la finalización del partido ya no podía más, me he ido caminando a mi hotel mientras me fumaba un cigarro, y a las 23h de la noche (05:00h de la mañana para mi y en Europa), he caido muerto en los brazos de Morfeo.

DÍA 2.- NUEVA YORK (LOWER MANHATTAN)

Después de un largo descanso, me despierto y son las 06:30h de la mañana, pero por culpa del jet lag no puedo ni quiero seguir durmiendo. Estoy ansioso por salir a patearme la ciudad, pero soy consciente que todavía es muy pronto para salir a la calle, así que me ducho tranquilamente y repaso el planning del día de todo lo que quiero visitar, y a las 08:00h de la mañana ya estoy saliendo por la puerta en busca de algún lugar para desayunar, dónde localizo un "deli o paki" a 50 metros del hotel, dónde haré mi base de operaciones casi cada día que permanezca en Nueva York, dónde se puede comer y beber a muy buen precio, y encima la bebida es take away, así como un neoyorkino más, me iré tomando mi café con leche por la calle como un ciudadano más.

Mi planning del día no será muy extenso ni muy apretado por ser mi primer día, así que a grandes rasgos, sería así:

Battery Park - World Trade Center - Zona 0 - Wall Street - Chinatown - Tribeca - Little Italy - Brooklyn.

lower manhattan new york city attractions map

Lo primero que haré es acercarme a la estación de metro que tengo más cercana, que es en Herald Square, compro mi "metrocard" y cojo la línea 1 (roja) hasta South Ferry, dónde me bajo aquí para coger enfrente el ferry hacia Staten Island, dónde cada día miles de americanos y algunos turistas cogemos el ferry gratuito con una duración de 30 minutos, y que tiene la ventaja de pasar por delante de Miss Liberty o La Estatua de la Libertad, que aunque no pase muy cerca o por delante mismo como otras compañías, es una buena manera de visitarla y hacerte una idea totalmente gratuita.









El paseo es muy bonito y no hay problemas para hacer fotos, ya que a estas horas todavía hace un poco de frio y la gente prefiere resguardarse dentro del barco, así que junto a un asiático, somos los únicos locos que estamos en la cubierta haciendo fotos y desafiando al frio.

Al llegar a Staten Island, cambiamos de ferry y cogemos el siguiente hacia Manhattan, que está a punto de partir. El trayecto se hace igual que tranquilo.

Para una primera toma de contacto con Miss Liberty y si vuestro bolsillo no está para muchas alegrías, aparte de no querer aguantar las colas que se hacen para coger el barco hacia Ellis Island, recomiendo que cojáis el ferry gratuito hacia Staten Island, que es de color naranja y no tiene pérdida.






De nuevo en Manhattan, empecé la visita por Bowling Green, el parque más antiguo de toda la ciudad, y dónde destaca The Sphere (la esfera) que aguantó los atentados del 11-S y la trasladaron aquí, y sobretodo, el Bull Charged, el Toro de la NYSE y más famoso del mundo, dónde la tradición dice que hay que tocarle los testículos al toro para tener buena suerte.





Estoy de lleno ya en la zona de Wall Street, el lugar dónde está la Bolsa y el Mercado de Valores más importante del mundo, y dónde es fácil ver el movimiento de brokers entrajeados y con sus maletines, o incluso tomando un tentempié a estas horas de la mañana.

Cogiendo Nassau Street llego al Federal Hall, dónde hay una gran estatua de George Washington y desde dónde se puede ver toda la fachada de la Bolsa de Nueva York, la NYSE (New York Stock Exchange).











Después de visitar la zona, y sobre la esquina con Fulton Street, se llega a la St. Paul's Chapel, es muy pequeña pero muy conocida ya que no sufrió ningún daño tras los atentados del 11-S, y muchos trabajadores se refugiaron aquí ese fatídico día mientras los médicos atendían a muchos de los heridos.







Después de dejar la zona de Wall Street, llegaremos por Versey Street hasta el malogrado World Trade Center, dónde estaban ubicadas las Torres Gemelas hasta el atentado del 11-S y que hoy vemos un gran vacío, tanto material como sentimental, y dónde después de varios concursos, a día de hoy están finalizando las obras de su edificio emblemático, la Freedom Tower, que verá a luz este 2.015 y que espero conocer muy pronto.

En el momento de mi visita, el lugar era sobrecogedor y habría un gran silencio cuando observabas la zona, y muchísima gente no podía aguantar sus lágrimas. La verdad es que te deja bastante tocado después de ver todo aquello.

Uno de los mejores sitios para observar la Zona 0, sus grúas y su trabajo diario de reconstrucción, es desde el cercano Winter Garden a través de sus cristaleras.









Después de la visita, salí del Winter Garden y aprovechando el día tan soleado que hace hoy, estuve paseando por Battery Park City bordeando el rio Hudson, y con unas bonitas vistas de New Jersey.




Seguí caminando y por la esquina con Cortland St., llegué hasta los grandes almacenes Century 21, dónde es recomendable visitarlo a primera hora de la mañana si se quiere encontrar algún chollo, ya que toda la ropa y los complementos (carteras, billeteras, cinturones, ropa interior, etc) está bastante amontonada y hay que revolver mucho para encontrar algo que te guste. Aunque parezca raro, no vi nada de mi agrado y salí sin comprar nada.

De nuevo en Broadway, seguí caminando hacia el norte hasta llegar a Canal Street, o lo que es lo mismo, el Chinatown de Nueva York, que aunque las comparaciones sean odiosas, no tiene nada que ver con el Chinatown de San Francisco, ya que el de Nueva York es muy caótico y ruidoso.

Pero el verdadero motivo por el cual la gente llega hasta el Chinatown de Nueva York es para hacer compras de imitaciones. Su principal calle es Canal Street y llega hasta el cruce con Bowery, dónde se encuentra la Confuccio Plaza y el gran Arco que da paso al Manhattan Bridge.

Durante el paseo, decenas de chinos te asaltarán disimuladamente y te ofrecerán todo tipo de productos, aunque el material estrella son los bolsos y los relojes de imitación, dónde te llevarán a los interiores de pisos francos dónde te sacarán todo su mejor arsenal comercial. Aunque al principio crea desconfianza porque te llevan a pisos dónde los portales no invitan a entrar y los ascensores son montacargas como en las películas, podéis ir con total confianza porque no os pasará nada, eso si, hay que regatear y pagar solamente en cash, y ellos te meten las compras en bolsas negras de basura para no levantar sospechas.

Pero no nos engañemos, está claro que no es el Mercado de la Seda de Pekín y los precios son mucho más altos que en Asia, pero si os hace ilusión una imitación de dudosa calidad, el mejor sitio para encontrarlo de todo Nueva York es en Canal Street. Aunque yo hice muchísimas compras en Nueva York, no compré nada en Chinatown ni nada de imitación.

Si seguimos por Mott Street hacia el norte hasta Grand Street, atravesaremos muchos comercios típicos chinos, como son carnicerías, pescaderías, fruterías y tiendas de alimentación en general.

Aprovechando que estoy en esta zona y que son cerca de las 15h, aprovecho para meterme en un restaurante típico chino, aunque después de mi viaje a China dos años antes juré no volver a entrar nunca más en un restaurante chino, vi uno que me dió un poco de confianza y que estaba atestado solamente de población china, como no podía ser de otra manera, y me pedí unos dumpling que estaban buenísimos y después un poco de arroz con carne. Estaba todo buenísimo y me costó unos 10$ en total. No recuerdo el nombre del restaurante pero quedé bastante satisfecho. Eso si, a los chinacos no les dejé nada de la propina "sugerida/obligatoria" que tanto irrita cuando visitamos USA.

Una vez con el estómago lleno, seguimos por Canal Street hacia el Oeste, y nos metemos de lleno por uno de los barrios más de moda de la ciudad, Tribeca, dónde incluso tiene un festival de cine. Al llegar a la esquina con Franklin Street llegamos al primero de los restaurantes que tiene por esta zona el famoso actor Robert de Niro, el Layla. Su segundo restaurante lo tiene en la esquina con Hudson Street, el Nobu, y su tercer restaurante lo tiene en Greenwich Street, el Tribeca Grill, y casualmente, junto a su productora. Desconozco si se puede ir a comer sin reservas, pero mirando la carta del Layla, no parecía muy caro y era bastante asequible para cualquier bolsillo.

Después de estar dando una vuelta por Tribeca, no quise alejarme mucho de la zona porque yo iba con otras intenciones y otros objetivos, así que deshice mis pasos de nuevo hasta Chinatown, dónde pasé por Chambers Street hacia el este hasta llegar a la plaza dónde se encuentra el New York County Courthouse, o lo que es lo mismo, los famoso tribunales de Nueva York que hemos visto tantas y tantas veces retratada en la gran pantalla.




Pasando por Mulberry, entre Canal Street y Houston Street, llegamos a lo poco que queda del barrio italiano por excelencia, Little Italy, y como su nombre muy bien indica, poco queda ya de lo que fue antaño ya que poco a poco los comercios chinos se están comiendo el barrio y me da a mi que muy pronto Little Italy desaparecerá a este ritmo.

Sigo caminando hasta llegar a Park Row, dejando a nuestra derecha el City Hall Park, y dónde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad. En Park Row es dónde empieza la pasarela o el punto de inicio para atravesar el famoso Puente de Brooklyn.

Pero yo todavía me voy a resistir a cruzarlo, y mi llegada a Park Row es para visitar una de mis tiendas favoritas de New York, J&R, que lo forman tres grandes tiendas de varias plantas para encontrar todo en música, fotografía y electrónica.

El primer local que nos encontramos está dedicado todo a la música, encontrando muy buen material y cualquier música que aquí no encuentras. Aunque yo normalmente me descargo toda la música, no pude resistirme a comprarme un montón de Cd's de mis grupos favoritos, como el último que acababa de sacar U2 (en 2.009 empezarían de nuevo una nueva gira mundial), por tan sólo 5$, cuando en el Fnac de nuestro país un Cd se acerca más a los 20 €.

Después de arrasar con la música (10 Cd's por 40$, con descuento incluido por comprador compulsivo), tocaba ir a la tienda de al lado, dónde tienen dos plantas, la primera dedicada a la tecnología y la segunda a la fotografía, dónde también estuve comprando tarjetas de memoria para las cámaras mucho más baratas que en España, y algún que otro encargo que tenía de amigos. Lástima de 4 meses antes me había comprado una cámara reflex en Barcelona, porque en aquel momento en Nueva York salía mucho más económicas con el cambio de moneda y con los buenos descuentos que ofrecían.

Una vez cargadito con mis primeras compras, parecía que era el momento de por fin cruzar el Puente de Brooklyn... pero no!! Decido bajar por Fulton Street hasta llegar a South Street Seaport, dónde está el Pier 17, una zona que me recordaba mucho al Maremagnum para los que somos de Barcelona.

Lo mejor de esta zona es pasear, sentarse y tomarse algo con unas vistas maravillosas del Puente de Brooklyn, o cenar desde el maravilloso restaurante River Cafe.








También es recomendable si visitáis esta zona mirar en el kiosko de TKTS los espectáculos del día en Broadway, ya que a veces el TKTS de Times Square se agotan rápido las entradas para una obra en concreto o hay mucha cola para comprarla, así que os recomiendo que miréis en este de Fulton Street dónde apenas hay colas y mucha menos demanda, para comprar las entradas para vuestro musical favorito.

Ahora si, después de visitar la zona y descansar un poco de tanto tute, me vuelvo por Fulton Street hasta Park Row, y empiezo a atravesar el famoso Brooklyn Bridge, que conecta los barrios de Manhattan con el de Brooklyn, con una longitud de 1.825 metros de largo, dónde tardaron 13 años en construirse. Diariamente lo atraviesan cientos de personas, y aunque no lo parezca, hay dos carriles, uno para los peatones y otro para los ciclistas, y hay que tener cuidado con no invadir el carril de los ciclistas ni aunque sea para hacer fotos, ya que ellos no paran y encima se mosquean un montón.

Lo más bonito es atravesar el Puente de Brooklyn a media tarde o por la noche, para ver el atardecer o anochecer en Manhattan, una estampa realmente maravillosa.

















Para llegar a la zona dónde se obtienen las mejores vistas de Manhattan desde Brooklyn, (Brooklyn Bridge Park) simplemente hay que llegar hasta el final del Puente de Brooklyn, y cuando se acaba a la izquierda hay unas pequeñas escaleras dónde hay que pasar por una especie de subterráneo (si al final del Puente continúas recto, te vas directo al barrio de Brooklyn), pues una vez que bajas las escaleras giras a la izquierda, te encuentras con la famosa estampa de la foto que os pongo abajo y que recuerda a la portada de la película "Once upon a time in America" (Érase una vez en América), protagonizada en 1.984 por Robert de Niro, pues una vez te encuentras de cara con la ubicación de la fotografía, solamente deberás continuar recto hasta llegar poco después a un parque o playa que estará a tu izquierda, y voilá.... llegaréis a una playita dónde veréis un montón de gente al atardecer para hacer fotos de Manhattan, más conocido como Brooklyn Bridge Park.


Una vez allí simplemente es relajarte y disfrutar, hacer fotos sin parar y esperar a que caiga la tarde o anochezca, dónde la ciudad es espectacular!! Lástima de no llevar trípode porque las fotos nocturnas y yo no somos muy amigos, pero para los amantes de la fotografía vais a disfrutar mucho.



























Si quiereis ver fotos nocturnas de Manhattan mucho mejores que estas, hay otros blogs de viajes con fotos maravillosas. Si mientras estáis allí esperando a que caiga la tarde y anochezca os entra hambre, os recomiendo que vayáis con tiempo a la famosa pizzeria Grimaldi's (19, Fulton Street), dónde os podéis pedir unas pizzas para llevar que están tremendamente buenas y os la podéis zampar mientras disfrutáis de las maravillas vistas.

Ahora si, empiezo a tener frio allí parado mientras estoy cenando con estas impresionantes vistas, además de que ya es muy tarde y estoy reventado desde las 06:00h de la mañana que llevo en pie, así que termino de cenar, me despido de estas maravillosas vistas hasta la próxima vez y me voy caminando por el barrio de Brooklyn ya que no quiero volver a Manhattan caminando y atravesando el Brooklyn Bridge, ya que tengo los pies molidos.

Le pregunto a dos amables afroamericanas dónde tengo una estación de metro cercana, y después de seguir sus indicaciones dos calles más arriba, cojo el metro hasta casi la puerta de mi hotel y después de 25 minutos de trayecto, me fumo un cigarro en la calle paralela al hotel (Korean Street) ya que mi alojamiento es un local libre de humos y no se puede fumar a un mínimo de 200 metros de la entrada, así que cada día tendré que respetar esa distancia y sus normas (que me parecen genial) si no quiero que me multen.

Después de una reparadora ducha, a las 23:30h me meto en la cama sin rechistar dónde caigo muerto hasta el día siguiente.

Me propuse esta mañana un día de relax y mis ansías por conocer la ciudad han podido más...

DÍA 3.- NUEVA YORK (MIDTOWN)

Después de otra plácida noche de sueño y descanso, a las 08:00h de la mañana ya estoy saliendo por la puerta del hotel, dónde me paro en el deli de ayer a desayunar algo mientras me pido mi café para llevar, y pongo rumbo hacia Times Square caminando, que todavía no lo he visitado desde que he llegado.

Hoy en mi planning me he propuesto visitar el Midtown, así que recorreré todo lo más emblemático de esta zona de la ciudad.

 

Desde mi alojamiento en la calle 32 hasta Times Square que está en la calle 42, son unos 6 minutos caminando tranquilamente, una gozada estar tan céntrico y poder visitarlo cada día durante mi estancia.

Cuando llego, a pesar de ser primera hora de la mañana, ya hay bastante movimiento de gente y aunque ya he estado aquí en otras ocasiones, nunca deja de sorprenderle a uno y te sientes en el centro del mundo.







Después de observar y sentir un poco el ambiente de Times Square, dejo esta visita para más tarde y aprovechando que estoy en la calle 42 con Broadway, me dirijo hasta la Primera Avenida con la 42, dónde se encuentra la primera visita del día, que no es otra que al edificio de las Naciones Unidas (ONU).

La entrada de visitantes se encuentra en la misma avenida pero a la altura de la calle 46, aunque yo tuve tan mala suerte que en los días que estuve en Nueva York, no se podía visitar porque cada día había reuniones en la Cámara del Consejo de Seguridad, y las entradas estaban restringidas al público en general.

Si vosotros tenéis suerte, os diré que se puede visitar los días laborables de 09h a 16:45h, y los fines de semana de 10h a 16:15h, la duración de la visita es de 1 hora aproximadamente y cuesta 16$.




Sigo caminando por la calle 42 en busca de dos de las grandes joyas de la ciudad, la Grand Central Terminal y el Chrysler Building.

La Grand Central Terminal es mucho más que una estación de trenes, y está ubicada en la 42 con Park Avenue. Es obligatorio visitar su interior y verla en todo su esplendor desde el hall de la estación, viendo el ajetreo del ir y venir de la gente. Lo más característico aparte de su gran bandera americana y su gran reloj de cuatro caras, es ver su enorme techo pintado con las constelaciones del zodiaco.

La curiosidad es que por un descuido en la interpretación cuando las estaban pintando, las constelaciones están pintadas al revés, como si fueran vistas desde arriba y no desde los ojos de los transeúntes desde abajo cuando vamos a visitarla.





Después de esta maravillosa visita, seguimos subiendo por la 42 y a escasos 200 metros de la Grand Central Terminal, podemos encontrar el Edificio Chrysler, otro de los emblemas de la ciudad, y desde dónde se puede divisar desde casi cualquier punto de la ciudad.













La única pega es que no se puede visitar ni se puede subir, pero si es posible entrar hasta la recepción y contemplar el hall de este maravilloso edificio de Art-Decó.

Sigo subiendo por la 42 y a la altura de la Quinta Avenida, visitaré uno de los parques y jardines más tranquilos y bonitos de Nueva York, el Bryant Park, que aunque no es muy grande, es un romanso de paz para desconectar del tráfico de la ciudad, y dónde es fácil ver a los trabajadores de la zona por allí comiendo un picnic en su descanso laboral, dónde incluso hay wifi gratis.






Después de descansar un rato en Bryant Park, justo detrás está la New York Public Library, o lo que es lo mismo, la Biblioteca de Nueva York, una de las más importantes del mundo, aunque en el momento de mi visita, estaban rehabilitando la fachada exterior del edificio y estaba cubierta con una gran lona.

Es posible visitar su interior, se accede por la puerta principal y hay que pasar por un gran arco de seguridad y un registro exhaustivo de mochilas.

Una vez dentro, es posible sentarse y conectarse gratuitamente a internet por un máximo de 30 minutos.





Sigo subiendo por la Quinta Avenida y al momento llego de nuevo a Times Square, ahora ya mucho más abarrotada de gente y con mucho más ambiente que horas atrás.

La zona es una pasada, con todos los carteles iluminados de neón aunque sea de día, con su tráfico lleno de los iconos taxis amarillos de la ciudad y con todo tipo de comercios esperándote para quemar la visa.

En el kiosko de TKTS de Times Square, hay bastante cola de gente para comprar entradas para las funciones de hoy, aprovechando que es viernes y se acerca el fin de semana, a precios muy competitivos para un sinfin de musicales.




























Times Square es de aquellos sitios dónde te hipnotiza y podrías pasarte horas y horas haciendo fotos o simplemente sentarse en las escaleras rojas de TKTS viendo pasar la gente, pero por desgracia nuestro tiempo es oro y Nueva York ofrece miles de rincones para visitar y no aburrirse nunca.

Mi siguiente parada es en la tienda de M&M que está justo cruzando la calle de Times Square, y es una tienda de dos plantas de todo relacionado con este pequeño vicio de las pequeñas chocolatinas, dónde puedes encontrar de todo relacionado con el merchandising de este producto, y a muy buen precio.










Después de la visita y hacer las primeras compras del día, sigo avanzando por la Quinta Avenida, la calle más lujosa y glamurosa del mundo, y a la altura de las calles 49 y 50 encontramos la elegante entrada al complejo del Rockefeller Center, dónde destacan sus jardines (Channel Gardens), sus restaurantes y cafeterías, y sobretodo, su pista de patinaje en invierno o terrazas en verano.

En el piso 70 del edificio General Electric, se encuentra el mirador del Top Of The Rock (TOR), que visitaré en otro momento más tranquilamente.

Esta zona también es muy conocida y famosa porque en Navidad plantan aquí el gran árbol con miles de bombillas iluminadas, y porque esta zona la hemos visto en decenas de series y películas a lo largo de nuestra vida.


















Justo enfrente del Rockefeller Center saliendo por el Channel Garden, podemos ver las afiladas agujas neogóticas de la St. Patrick's Cathedral (Catedral de San Patricio), el mayor templo católico del país y patrón de los irlandeses.

Por suerte, cuando fui a visitar su interior, estaban oficiando una misa, y me pareció muy interesante.














El horario para visitar la Catedral de San Patricio es de 06:30h a 20:45h, aunque para bonito es la escultura que hay justo enfrente de la fachada de la Catedral al otro lado de la calle, junto al Rockefeller Center, del "Atlas sosteniendo al mundo", que no puede pasar desapercibida en vuestra visita a la Gran Manzana.



Sin darme cuenta se me ha pasado la mañana volando y debería empezar a buscar un sitio para comer, así que mientras me decido me meto en un pequeño outlet que hay al lado de la St. Patrick's dónde venden exclusivamente ropa de AX (Armani Exchange), dónde tengo que contener mis ansías más consumistas para no perder la cabeza y empezar a comprar, así que decido volver en otro momento para no ir cargado con bolsas o evitar ir al hotel a dejarlas.

Sigo subiendo por la Quinta Avenida, dónde voy haciendo paradas en los sitios que creo más interesantes, entre ellos el Radio City Music Hall, la Trump Tower, y voy entrando en diferentes tiendas como la Nike, Abercrombie & Fitch (mi favorita), hasta llegar a la 57, en Tiffany & Co.,  la joyería más cara del mundo y famosa por la película "Desayuno con diamantes", rodada en 1.961 y protagonizada por Audrey Hepburn.

Si vuestro bolsillo no os da para compraros nada aquí, siempre podéis entrar a comprar una bolsita de plástico de la tienda por 1$.

Finalmente me fui a comer al Carnegie Deli, situado en la 57 con la Séptima Avenida, y conocido porque salió en el programa Planeta Finito dónde Florentino Fernández se metió la famosa hamburguesa "Woody Allen", que es tan grande que pueden comer del mismo sandwitch hasta 4 personas. Yo aunque tenía hambre, ni loco me la pedí, finalmente me decidí por un sandwich de pastrami y una coca cola, en total 12$ con propina incluida. Me quedé con ganas del postre que tenían muy buena pinta, pero mi estómago no admite hoy nada más.

Después de comer, y aprovechando que son las 16:00h de la tarde, me voy a la 53 con la Quinta Avenida, dónde está situado el MoMA (Museum of Modern Art), dónde los viernes por la tarde de 16h a 20h la entrada es gratuita y van repartiendo invitaciones. Yo a pesar de llegar a las 16:00h, la cola era enorme para entrar y tuve suerte de conseguir las últimas invitaciones.

Lo más destacado es La Noche Estrellada de Van Gogh, Las Señoritas de Aviñón de Picasso, La Persistencia de la Memoria de Dalí, así como otras obras de Andy Warhol.

La visita es muy interesante y se pasan las horas volando, aunque no se pueden hacer fotos decentes por la gran cantidad de gente que hay los viernes por la tarde, así que para hacer buenas fotos hay que visitarlo otro día, aunque la entrada al museo cuesta 25$.



Al salir del MoMA, decido prescindir del metro y decido volver a mi alojamiento andando en un largo paseo, volviendo a pasar por Times Square, esta vez de noche y todo iluminado, dónde me paro un rato a disfrutar del ambiente.









De vuelta al alojamiento, me como un hot dog es un puesto callejero que están buenísimos (1$), mientras voy viendo el impresionante Empire iluminado que espero poder visitar mañana, y sobre las 22:00h de la noche estoy entrando por la puerta, así que toca ducha y descansar, que tengo los pies molidos.

DÍA 4.- NUEVA YORK (UPPER WEST SIDE)

Hoy me he levantado y veo que está muy nublado en la ciudad, parece que tiene pinta de llover, así que esperemos que el tiempo aguante porque tengo hoy un planning muy apretado.

Después del ritual de cada mañana con el desayuno en el deli, dónde ya me conocen y me sonrien amablemente cada vez que entro y salgo del local, me decido ir con mi café caminando hacia la zona de Chelsea, en el oeste de Manhattan. Llego al Madison Square Park, en la calle 23 con la intersección de Broadway con la Quinta Avenida, y dónde empieza el bonito barrio de Chelsea.

 gramercy park flatiron district new york city attractions map

En esta zona hay algunos de los edificios más bonitos de la ciudad, como la Metropolitan Life Insurance Company Tower (edificio Met Life), y sobretodo, el peculiar Flatiron, un edificio en forma de plancha y uno de los más estrechos, pero bonito de toda la ciudad.




Me dirijo por la 23 hacia el oeste, y paso por delante del famoso Chelsea Hotel, el hotel legendario con mucha historia y anécdotas, dónde se alojaron en sus tiempos grandes músicos de la época, como el maestro Bob Dylan.

Cerca encuentro una tienda de ropa con todo tipo de vaqueros y complementos a muy buenos precios, así que por no ir cargado con bolsas de buena mañana, me quedo con la tienda y decido volver en otro momento cuando dedique mi tiempo a las compras.

Sigo bajando hasta la 16 con la Novena Avenida, hasta llegar al Chelsea Market, dónde cada día ofrecen un bonito mercado con productos ecológicos y orgánicos, aunque no hay mucho ambiente porque el cielo se ha cerrado bastante y en cualquier momento va a caer una buena.

Después de dar una vuelta por el mercado, sigo bajando hasta la 14 hasta llegar a la zona del Metpacking District, traducido como el mercado de la carne, y es que antiguamente aquí se situaban los mataderos de carne de la ciudad, y después de una gran transformación urbanística, hoy en día se ha convertido en uno de las zonas de referencia de Nueva York, llena de boutiques de ropa de grandes firmas y diseñadores, y sobretodo, la mejor zona de ocio y marcha de la ciudad, con clubes y bares de copas muy exclusivos.

Después de dar una vuelta sin entrar a ninguna tienda, decido coger el metro aquí mismo y me dirijo al Upper West Side, bajándome en la calle 59 en Columbus Circle, dónde lo primero que veremos será una columna con una estatua de Cristobal Colón y una torre del Trump International Hotel, y a la derecha las torres gemelas del edificio Time Warner, dónde hay un centro comercial muy interesante.




Me meto dentro del centro comercial y estoy ojeando un rato las bonitas tiendas, y hago algunas compras en Williams Sonoma, dónde hay una gran variedad de material relacionado con la repostería, con moldes muy originales sobre Nueva York.

Aprovecho también una cabina telefónica de la última planta para llamar por telefono a la familia, que todavía no les he dicho nada desde que llegué a Nueva York. Para llamar por telefono a otro país sin arruinaros, os recomiendo que vayáis a cualquier kiosko de la ciudad dónde venden la prensa (yo la compré en un kiosko enfrente del Madison Square Garden el día de mi llegada), y le preguntéis por la tarjeta "Boss" para llamadas internacionales, cuestan 5$ y tienes un saldo para hablar unos 40 minutos a un teléfono fijo de España.

Simplemente rascas el código que viene detrás de la tarjeta con una numeración, te vas a una cabina y echas una moneda para coger línea, marcas el número de la tarjeta telefónica y después el número al que queréis llamar, y así de fácil y barato podéis mantener contacto con vuestro país.

Al salir de allí se cumplió lo que se venía anunciando desde por la mañana, empezó a llover a saco (la única vez que me llovió durante mi estancia), así que cambio de planes, y como un neoyorkino más, levanté mi mano y al momento un taxi que pasó por allí paró, y pusimos rumbo al Metropolitan Museum of Art, más conocido como el MET, el segundo museo más visitado del mundo por detrás del Louvre de París, aunque personalmente el MET es para mi el mejor museo que he visitado jamás.

new york tour map


















El taxi desde Columbus Circle hasta el MET (calle 82) me costó 7$, aunque le dejé una buena propina y lo redondée hasta los 10$. A la llegada al MET había mucha cola en las taquillas (los sábados cierran a las 21:00h), y el precio sugerido es de 25$. Así que si no estáis dispuestos a pagar ese precio, decirle a la taquillera sin miedo que no queréis pagar ticket y que queréis hacer una donación de x $, y muy amablemente te darán un ticket por el importe pagado sin ningún problema.

En mi caso, hice una donación de 2$, y nadie me dijo nada ni me puso mala cara, simplemente me imprimieron un ticket con el importe pagado, me dieron un plano del museo y me regalaron una chapita azul del MET para ponermelo en la solapa. Así que no os de vergüenza y pagar el importe que creáis conveniente.

El hall o vestíbulo estaba petado de gente, era imposible hacer una foto en condiciones del esqueleto de dinosaurio gigante que tienen allí montado, aunque una vez que te mueves por las salas, ya no hay tanta masificación de gente.

Mi recomendación personal es no perderse el Templo de Dendur, que fue un regalo de Egipto por la ayuda en la salvación de Abu Simbel.





















También es muy recomendable la colección de pintura clásica ubicada en la segunda planta, con obras de artistas de la talla de Monet, Cézanne o Rembrandt.






Aunque personalmente lo más curioso que pude visitar es la colección que tienen de animales disecados, que está totalmente logrado y es impresionante, así como herramientas y utensilios de otras étnias y culturas.








































La visita al museo te puede llevar horas y horas, dependiendo de si os gusta la cultura o no, y sobretodo, del tiempo que dispongas para recorrer la ciudad.

Yo estuve unas 5 horas y solamente vi las salas que me interesaban y sin entretenerme mucho, ya que había dejado de llover y quería seguir explorando la ciudad.

Después de la visita, y antes de ir a comer, me acerco un momento a la calle 88 con la Quinta Avenida para ver la fachada del Guggenheim Museum que es espectacular, aquí no lo visito por dentro porque por hoy ya estoy servido de museos.

Sigo bajando por la Quinta Avenida bordeando Central Park, una visita que dejaré para mañana en profundidad, y a la altura de la 58 me paro en la juguetería más famosa y más grande del mundo, la Fao Schawrtz, conocida por albergar el piano de la peli "Big" que protagoniza Tom Hanks.

El lugar merece una gran visita, tanto para los adultos como para los más peques.








Acabada la visita, no tuve que andar mucho para mi próxima parada, ya que casi enfrente se encuentra una de mis tiendas favoritas, la Apple Store, dónde aquí encontrarás todo lo que hay y lo que no conoces sobre el mundo de Apple, del cual soy un consumidor.


Sigo bajando por la Quinta Avenida, dónde me paro a hacer unas compras en la NBA Store, dónde encontrarás todo lo relacionado con la NBA (baloncesto americano) y todo su merchandising, y sobretodo me paro en Abercrombie & Fitch, aprovechando que ahora no hay mucha cola de gente, dónde al principio es un poco complicado comprar porque está todo muy oscuro, la música a tope y las dependientas-modelos-monas solamente hacen rociar perfume por toda la tienda y es un poco molesto, y hay momentos es que estar allí agobia un poco, pero armado de valor y paciencia hago algunas compras para mi de ropa de una marca que aquí en España no era muy conocida y estaba bien de precio, aunque años después los precios se han disparado bastante.






Después de las compras sigo bajando por la Quinta Avenida con el objetivo de buscar un sitio para comer, ya que con las compras se me ha ido el santo al cielo y ya es muy tarde y estoy canino.

Finalmente llego de nuevo a Times Square y con tal de no buscar más si no quiero caer desmayado, me meto en el BBQ DALLAS, en la 42 con la Séptima, especialistas en carne a la barbacoa, hamburguesas, costillas de carne, etc... dónde sacio mi hambre y quedo más que satisfecho, y a pesar de ser muy turistico y muy céntrico, no sale muy caro y es recomendable.

Sigo bajando por la Quinta dirección al hotel, ya que quiero dejar las bolsas de las compras, cargar un poco la batería de la cámara y salir corriendo hacia mi esperada próxima visita, el Empire State Building, que lo tengo al lado de mi hotel.

El ticket para Empire State Building lo compré desde casa y así ahorra colas, me costó 20$ y con la confirmación de compra te saltas la cola de gente, te la cambian por el ticket original y después de un minucioso registro a través de un arco de seguridad, te van repartiendo en los ascensores para ascender a los pisos superiores, en mi caso al piso 86, dónde te suben en un plis.

Si quieres subir hasta el piso 102, el precio es más caro y no creo que compense mucho porque apenas hay diferencia con las vistas.

Una vez arriba ya había bastante gente, y lo malo es que no te puedes sentar en ningún sitio, tienes que hacer las fotos a través de una reja metálica, hacia mucho viento aunque por suerte no llovía, y lo peor de todo, desde el Empire no se divisa Central Park.

Aún así la visita es impresionante y muy recomendable, y mejor que vayáis a última hora de la tarde como hice yo, dónde podréis ver el atardecer y el anochecer desde allí arriba, que es impresionante.













































Después de estar allí arriba casi dos horas y aguantando todo el frio que hacia mientras hacia tropecientas mil fotos, decidí bajar y buscar un poco de calor en forma de cena, así que me fui a uno de los restaurantes que traia apuntado desde casa y que os recomiendo muchísimo, la cadena de hamburgueserías JACKSON HOLE. Hay diferentes restaurantes repartidos por toda la ciudad, yo en concreto fui al que está ubicado en la calle 35 con la Tercera Avenida, y a día de hoy no he probado ninguna hamburguesa más buena que la que me comí allí.




La pedazo hamburguesa con su guarnición y una coca cola, me costó 12$ con propina incluida. Así que además de una comida muy buena, bastante barato, aunque mi colesterol no estará muy feliz!

Después de cenar, vuelta caminando hacia mi hotel con mucho frio, y cerca de las doce de la noche estaba entrando por mi habitación, hoy he estado casi 16 horas callejeando la ciudad, así que toca descansar.

DÍA 5.- NUEVA YORK (HARLEM - CENTRAL PARK - UPPER WEST SIDE)

Hoy es domingo, así que será el día en que menos me cueste hacer el planning porque tengo muy claro todo lo que haré en el día de hoy.

La primera parada del día será en Harlem, dónde iré a ver una misa gospel, recorreré sus míticas calles y visitaré lo más importante.

harlem new york city attractions map

Después del ritual de cada mañana con el desayuno, cojo el metro y me bajo en la calle 125, es decir, en pleno Harlem. La verdad es que el momento inicial da un poco de respeto y canguelo, te da hasta miedo sacar la cámara de fotos, pero todas las dudas se disipan a la que empiezas a caminar por sus calles y ves a la comunidad afroamericana vestidas con sus trajes de gala, y todo el mundo te sonrie y te saludan cuando pasas por su lado.









Sin tiempo que perder me dirijo a la calle 138, dónde está ubicada la Abyssinian Baptist Church, dónde a las 09h y a las 11h realizan misa gospel y con un poco de suerte los turistas son bien recibidos. Semanas atrás les envié un correo para informarles de mi presencia pero no obtuve respuesta, así que cuando llegué la cola era muy larga y no me dijeron entrar.



Así que antes que resignarme, volví  a la 125, dónde está la Antioch Baptist Church, que aunque es más pequeñita y mucho menos turistica, no me pusieron ningún problema. Para entrar os recomiendo vestir bien (nada de pantalones cortos), y sobretodo, mostrar mucho respeto en el interior, dejaros llevar y disfrutar mucho del momento. Ahhhh, y sobretodo llevar algunos billetes de dólares pequeños (si son billetes de 1$ mejor), porque frecuentemente van pasando con el cepillo para pedir la voluntad y si no tienes billetes pequeños, se te va mucha pasta.

Como seguramente no aguantéis las más de dos horas que suele durar una misa gospel, en el momento que os queráis marchar lo podéis hacer, pero siempre con respeto e intentar no molestar a nadie, ni hacer ruido.

Os puedo asegurar que es una experiencia muy bonita, es gratuito y es una buena ocasión para interactuar con la gente del barrio que les hace muy feliz que vayamos a este tipo de eventos.

Yo por respeto, en el interior de la misa no saqué la cámara ni hice fotos, y en todo momento me trataron genial, y en la hora que estuve allí disfruté mucho de la experiencia.

Al salir, estuve dando una vuelta por el barrio, visitando el mítico teatro Apollo dónde han actuado grandes músicos afroamericanos, y mi intención era era el brunch en el famoso Sylvia's, aunque estaba tan petado de gente que me fui a una cafetería cercana dónde tuve la suerte de conocer a la familia de la mesa de al lado, dónde estuve hablando un buen rato con ellos e incluso me invitaron a desayunar.
















Me hubiera quedado mucho más rato con la familia porque me hicieron sentir muy agusto con su hospitalidad, pero tenía tantas cosas por visitar que no quería permitirme el lujo de perder más tiempo, así que una vez que me despedí de ellos mi intención era subir hasta el Bronx, pero era día de partido en el estadio de los Yankees y lo dejé para otra ocasión.

Así que fui bajando desde la 125, dónde a partir de aquí se denomina Spanish Harlem, dónde la comunidad ya no es afroamericana sino latina, un barrio que abarca hasta llegar aproximadamente a la calle 110, dónde nos encontramos de camino la Universidad de Columbia y la Cathedral St. John the Divine, dónde ambas merecen una parada y una gran visita.








Después de la visita, y aprovechando que estoy en la calle 110, viene el plato fuerte del día, visitar el auténtico pulmón verde de la ciudad y una de las visitas imprescindibles de la ciudad, Central Park.

Este gran parque de 4 kms. de largo y 800 metros metros de ancho en extensión, ocupa más de 50 calles de la ciudad, ya que se ubica entre las calles 59 y 110. Se puede visitar en cualquier momento y en cualquier día de la semana, pero es muy recomendable visitarlo en domingo, que es cuando hay más ambiente y más gente paseando, corriendo, jugando o incluso haciendo picnic tiradas en la hierba.

Central Park es tan grande que es fácil perderse si no se va bien orientado, y en este mapa podéis ver dónde están ubicados los diferentes puntos de interés.

central park new york city attractions map

Personalmente os recomiendo que no os perdáis los siguientes puntos de Central Park:

- The Pond.
- Bethesda Fountain & Terrace.
- The Lake.
- Sheep Meadow.
- Strawberry Fields.
- Belvedere Castle.
- Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir.





























Como ya era la hora de comer y estaba muy agusto en Central Park, que mejor que ir a Columbus Circle y volver a entrar al centro comercial dónde estuve el día anterior, dónde hay varios restaurantes dónde preparan comida take away (para llevar) al peso, desde ricas ensaladas hasta platos más elaborados, dónde puedes volver a Central Park con tu comida y te puedes tirar en la hierba de la zona de Sheep Meadows y hacer un picnic en plena naturaleza, mientras observas los rascacielos de la ciudad y ver a los neoyorkinos jugar y disfrutar con los suyos.

















Después de comer tranquilamente, pasear sin prisas por todo Central Park y estar un rato en el memorial de John Lennon de Strawberry Fields viendo como algún valiente canta guitarra en mano enfrente del lugar dónde fue asesinado, el Dakota Building, cogí la Quinta Avenida hasta llegar al Rockefeller Center, dónde dio la casualidad que una chica estaba repartiendo invitaciones con descuento para subir y visitar el Top Of The Rock (TOR) para esa misma tarde, y me pareció una buena idea visitarlo en aquel momento.

El ticket normal en taquillas cuesta 25$ por persona, pero con la invitación que me dieron se me quedó en 15$, aunque hay diferentes opciones de tickets y precios que podéis ver en la web del Top Of The Rocks.

Mi idea inicial era coger el combinado del Sunrise (Sun & Day), para poder visitarlo tanto de día como de noche, es decir, poder visitarlo dos veces en el mismo día, que por aquel entonces costaba 30$ (actualmente cuesta 42$), pero con el descuento que me hicieron creo que ya era suficiente, en todo caso me quedaba con la espinita clavada de poder fotografiar el Empire State Building iluminado desde el TOR, pero si me sobraba tiempo lo haría en los próximos días.

Las vistas desde el piso 70 del rascacielo de la General Electric son simplemente espectaculares, sobretodo hacia Central Park.









































Después de unas tropecientasmil fotos desde el TOR, es hora de despedirse, ya que son las 20:00 h de la tarde pasadas y esta noche no duermo en el hotel ya me voy para Washington, y antes de irme tengo que cenar, ducharme, descansar un poco y coger el bus.

Así que voy bajando tranquilamente hacia mi alojamiento, y antes de llegar me paro en el centro comercial Macy's que tengo cerca de mi hotel, dónde lo primero que hago es ir al Centro de Visitantes que está entre la primera y segunda planta, le enseño mi pasaporte y le solicito la tarjeta de descuentos para estranjeros, que es totalmente gratuita, tiene una validez de 8 días y tienes descuentos del 11% en cualquier producto durante ese tiempo, así que or recomiendo que la solicitéis para ahorraros alguna cosilla.

Después de estrenar la tarjeta y hacer algunas compras, me paro a cenar en el mismo lugar dónde voy a desayunar cada mañana porque no tengo ganas de buscar, y sobre las 22:30h me vuelvo al hotel, dónde me ducho y me cambio de ropa, mientras me tiro un rato en la cama a descansar y hacer tiempo mientras miro un partido de baloncesto de la NBA, hasta que llega la hora de irme a coger el bus hacia Washington.

DÍA 6.- NEW YORK - WASHINGTON - NEW YORK

A las 01:30h de la mañana está previsto que salga mi autobús para Washington, así que sin dormir nada me presento en la parada a las 01:00h de la mañana, ubicada en un lateral del Madison Square Garden, exactamente en la calle 28 con Broadway.

Los tickets los llevaba comprados desde casa a través de la compañía Megabus, dónde los compré a través de su web 45 días antes, que es cuando los ponen a la venta y se consiguen mejores precios. El ticket ida y vuelta me costó solamente 4$, con gastos de gestión incluidos.

Es cierto que no es la forma más rápida para llegar a Washington, pero si la más barata y a mi me compensaba más. Los autobuses son modernos, cómodos y tienen wifi gratuito, incluso un baño dentro del bus.

Yo simplemente iba con una mochila de mano para pasar el día, y el bus no iba lleno ni mucho menos. Salimos puntualmente a las 01:30h, la distancia son 350 kms hasta la capital del país, y una hora después hicimos una breve parada en Philadelphia para que subieran más pasajeros, y ya me quedé dormido toda la noche hasta que llegamos a Washington a las 06:15h de la mañana, en total unas 5 horas, pero que al viajar de noche no se hacen nada pesadas.

Al llegar a Washington te dejan en el barrio chino, en la calle 10 aproximadamente, ahora tenía hasta las 17:30h de la tarde para visitar lo más interesante de la ciudad.



Aunque estaba empezando a amanecer y hacia un poco de frio, decidí empezar mi visita por uno de los clásicos de la ciudad, el famoso Capitolio. Después de caminar unos 20 minutos tranquilamente por Massachussets Avenue, por fin estaba en uno de los iconos de la ciudad.









Evidentemente a esas horas no había ni un alma por la calle y en cuánto los de Seguridad me vieron a mi, no pude evitar levantar sospechas y no me quitaron ojo de encima, hasta que vieron que era un guiri perdido haciendo fotos.

Se puede visitar gratuitamente el interior del Capitolio reservando por internet en la web del Capitolio, aunque yo por falta de tiempo y por priorizar en otras visitas, no hice la reserva, aunque debe ser muy interesante.

Personalmente me gustó más la parte del Capitolio por detrás, que está junto a los juzgados de la ciudad, la Corte Suprema y la Biblioteca del Congreso.








Cuando finalicé la visita, volví para atrás y después de andar unos 20 minutos, llegué al Smithsonian's National Air & Space Museum, dónde acababan de abrir y pude hacer una visita rápida sin apenas gente de toda la colección de aviones y aeronaves que hay en el museo y que es muy interesante. Si me diera tiempo, me gustaría volver por la tarde antes de volver a Nueva York.

Deciros que si no quereis andar, desde cerca del Capitolio tenéis la parada de metro de Union Station y al lado del museo está la parada de Smithsonians Metro, aunque como es normal en mi, yo preferí ir paseando porque no tenía prisas y no cogí el metro en ningún momento durante mi estancia en Washington, aunque me pegué un buen tute caminando.



Al salir me encontré abierta una cafetería, así que aproveché para desayunar algo en condiciones y llevarme un café calentito por la calle mientras seguía visitando la ciudad.

Mis siguientes paradas fueron el Washington Monument, el Thomas Jefferson Memorial, el Roosevelt Memorial, el Martin Luther King Memorial y el Reflecting Pool para visitar el Lincoln Memorial, todo bordeando el Tidal Basin y a orillas del rio Potomac.

En total fueron unas 3 horas de caminata dónde iba parando a mi aire para hacer fotos o descansar un rato.


























Después de las visitas y de descansar un rato, me comí un hot dog callejero de los que venden en las furgonetas ambulantes típicas americanas y que están muy buenos, y crucé el puente a través del rio Potomac para 20 minutos después llegar a mi siguiente visita, el Cementerio de Arlington, dónde están enterrados el expresidente Kennedy y su esposa, entre otros.

Aquí si que se nota más la afluencia de turistas y hay mucha más gente, sobretodo a la hora de visitar la tumba del Soldado Desconocido, con un silencio sepulcral que emociona.






















Cuando acabé de visitar lo más importante de Arlington, deshice mis pasos y aún me quedaban algunas visitas que hacer y el tiempo se me tiraba encima, así que pospuse mi hora de comer (para variar) y decidí acabar de visitar Washington y ya comería más tarde.

La siguiente visita era ver los monumentos conmemorativos de la II Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam, la Guerra de Korea, la Batalla de Iwo Jima y The Monument.


















Lo más curioso fue encontrarse a exveteranos de las diferentes guerras en las que habían participado, por allí sentados y haciéndose fotos con todo el mundo, tratados como si fueran verdaderos héroes o estrellas de rock, con sus condecoraciones colgadas en el pecho y muchos de ellos en silla de ruedas.

Ahora si que no hay tiempo que perder, y desde los memoriales me voy a mi última visita del día, la famosa Whitehouse o la Casa Blanca, dónde tengo que atravesar toda una esplanada de hierba llamada The President's Park, y atravesar otros edificios emblemáticos como el Departamento del Tesoro, hasta llegar a la Casa Blanca 25 minutos después, dónde está todo petado de gente porque hoy han organizado una manifestación por parte del movimiento Tea Party contra el gobierno de Obama, y hay una presencia policial muy importante en toda la zona.











Ya no tengo tiempo de nada más y salgo de allí escopeteado, mi bus sale para Nueva York a las 17:30h de la tarde y hay que estar 20 minutos antes en la parada, así que metiéndole un poco de caña llego a las 17h, aviso de mi presencia para que me apunten en la lista porque hay gente esperando que no tienen plaza por si falla alguno, y me voy corriendo a un Mc Donalds próximo dónde mi hago con una burguer y una coca cola que me voy comiendo en la calle para engañar un poco a mi estómago hasta que llegue a Nueva York.

Me han faltado varias visitas en Washington o incluso hacer una noche para ver todo con más calma, pero para el poco tiempo que disponía creo que lo he aprovechado bastante bien, aunque me duelen mucho los pies de toda la pateada que me he metido y estoy muy cansado.

Finalmente a las 17:30h salimos puntualmente a pesar de que algunas personas se han quedado en tierra por no reservar asiento (recomiendo que compreis ida y vuelta a través de su web para no tener sorpresas), y aunque el bus va lleno, no puedo evitar ir dormido durante todo el trayecto hasta casi llegar a Nueva York, dónde perdemos un poco de tiempo por el gran tráfico que hay para entrar en la ciudad, y a las 22:15h el bus ya está aparcando en la calle 28 con la Séptima, al ladito del Madison Square Garden.

Está claro que a estas horas y con el cansancio acumulado que traigo, no me apetece visitar nada más de Nueva York ni de salir a cenar, así que al lado de la parada del bus encuentro un 99 Cents Fresh Pizza, dónde venden cortes de pizza a menos de un dólar con raciones generosas, y me llevo tres raciones y una coca cola por solamente 4$ en total, que me comeré en mi habitación del hotel después de ducharme.

Finalmente me meto en la cama pasadas las doce de la noche, estoy muerto y muy cansado, y mañana es mi último día entero en Nueva York, aunque me lo tomaré con calma y dedicaré el día, entre otras cosas, para ir de compras y visitar algunos sitios relajadamente.

DÍA 7.- NEW YORK (OUTLET - MIDTOWN)

Hoy me he levantado más tarde lo habitual, a las 07:30h de la mañana y es que ya he calculado la hora que más o menos abrirán las tiendas, y hoy iré ligero de equipaje porque no pienso llevar cámaras de fotos ni mochila, voy a dedicar el día para mis caprichos.

Durante la semana que llevo en Nueva York ya he podido ir haciendo algunas compras en Macy's, Abercrombie & Fitch, NBA Store, Nike Store y alguna que otra tienda que me haya gustado, pero esta vez quería ir a uno de los famosos outlets repartidos por toda USA y Canadá, en concreto al Woodbury Common Premium Outlets.

Los buses para llegar hasta Woodbury, que está en New Jersey, se cogen desde Port Authority, en la calle 42 con la Octava, y yo concretamente fui con la compañía Short Line, y aquí os dejo los horarios:

Desde NY a Woodbury:

07:15h - 08:30h - 09:30h - 10:00h - 11:30h - 12:45h - 14:45h - 18:15h - 19:15h

Desde Woodbury a NY:

09:06h - 12:06h - 12:45h - 13:30h - 14:02h - 15:36h - 16:10h - 16:45h - 17:21h - 17:45h - 18:15h - 18:58h - 20:16h - 20:26h - 21:26h.

Los buses se cogen desde la 3ª planta de Porth Authority, el trayecto suele durar una hora aproximadamente dependiendo del tráfico, y los tickets cuestan 44$ ida y vuelta (mejor que compréis el ticket de vuelta al mismo tiempo, que sirve para cualquier horario siempre y cuando queden plazas).

Yo he cogido el bus de las 08:30h y sobre las 09:35h ya estábamos allí, cuando ya empiezan a abrir las tiendas. Es aconsejable registrarse en la web de Outlet Woodbury Premium porque al llegar te dan un librito con cupones de descuentos de muchas marcas, y te puedes ahorrar aún más dinero.

Lo primero de todo es aprovechar para desayunar, ya que he salido del hotel y no me ha dado tiempo pararme en ningún sitio.

Después de desayunar y coger fuerzas, he perdido la noción del tiempo y he sacado mi vena más consumista, y he estado comprando en muchas tiendas, casi todo ropa y de grandes marcas americanas, que son las que realmente valen la pena, porque las otras marcas tienen precios europeos o más caras todavía.

Para que tengáis una orientación de precios de algunas de mis compras realizadas en Woodbury, os voy a poner algunos precios, pero tened en cuenta que son precios del 2.009 y con un cambio favorable de 1,60$ por cada €uro, así que hoy en día ni de coña se consigue ese precio con nuestro €uro tan devaluado.

- Zapatillas Converse: 27$
- Sudaderas GAP: 12$
- Camisetas Ralph Lauren: 5$
- Polos Ralph Lauren: 16$
- Polos Tommy Hilfiger: 14$
- Vaqueros Levi's: 18$
- Camisetas Aeropostale chicas: 10$
- Camisetas Ecko: 10$
- Zapatillas deporte Nike: 40$
- Camisas mujer MaxMara: 18$
- Camisas Calvin Klein: 20$
- Boxers Calvin Klein: 18$ (pack de tres)
- Camisetas Nike: 5$
- Reloj de mujer DKNY: 23$

Otras compras en Manhattan:

- Camisetas Abercrombie & Fitch: 30$
- Chaqueta invierno Abercrombie: 100$
- Zapatos para llevar con traje Calvin Klein: 80$ (segundo par gratis en Shoemania)
- Perfumes varios (20$ en Perfumania)
- Paraguas: 6$ (Macy's)
- Marco digital fotos 10": 40$ (Macy's)
- Vaqueros Calvin Klein: 15$ (Macy's)
- Vaqueros chicas DKNY: 12$ (Macy's)
- Camisetas Carhart: 10$ (Unlimited)
- Tarjetas memoria 8Gb: 14$ (J&R)
- Ipod Nano 8Gb Apple: 89$ (J&R)
- Maleta 40": 25$ (Korean Street)
- Imanes nevera NY: 2$ (Korean Street)
- Crema facial colágeno de mujer: 2,99$ (Duane Reade)

A grandes rasgos, estas serían muchas de mis compras en Nueva York y sus respectivos precios a fecha de abril de 2.009, supongo que compraría más cosas o más encargos pero a día de hoy no me acuerdo.

Bueno, pues volví de Woodbury hasta Nueva York en el bus de las 15:36h, me gusta ir de compras pero voy a piñón, ya que no me gusta estar todo el día metido en centros comerciales, llegando de nuevo a Porth Authority sobre las 16:45h, y allí mismo cogí el metro hasta la 34, dónde tengo mi hotel, ya que voy muy cargado con bolsas y no me apetece ir caminando por la calle con ellas.

Cuando llego a mi habitación dejo las bolsas y solamente de pensar como lo voy a hacer para meter todas las compras y todo mi equipaje, me estreso y lo dejo para la noche cuando vuelva de mis últimas visitas a la ciudad.

Lo primero que hago es buscar un lugar para comer, ya que son más de las 17h y todavía estoy sin comer. Finalmente repito en el Jackson Hole que tanto me gustó la otra noche y me vuelve a encantar, aunque en mi vuelta a casa tendré que controlar mi colesterol.

Me dirijo a Times Square de nuevo, y me voy a TKTS a ver que obras o musicales hacen esta noche, ya que me apetece relajarme y ver algo antes de irme. Me gustaban musicales como El Rey León, pero ya no quedan tickets para esta noche, hay a muy buenos precios para ver el musical de Queen (We will Rock You), pero ya la he visto en Barcelona y Londres, y lo mismo me pasa con El Fantasma de la Ópera que ya la vi en Londres, así que finalmente me decido por The Little Mermelade, que vendría a ser aquí como La Sirenita.

La entrada en platea pero un poco atrás me ha costado 27$, pero tengo buena visibilidad y la acústica del teatro es muy buena. Os recuerdo que no se pueden pagar las entradas con Visa, solamente admiten cash o dinero efectivo para las funciones del día. Pensé que sería un poco rollo e infantil, pero nada que ver con las pelis de Disney, y al final me ha encantado, ya que muchos de los actores y actrices de Broadway vienen de la gran pantalla y son profesionales contrastados.

Después de ver el musical en Broadway, me voy a Times Square a verlo por última vez iluminado, ya que mañana ya me vuelvo para casa. No puedo evitar sentarme en las escaleras rojas y empaparme de todo el ambiente que hay siempre en Times Square, y aprovechar para hacer mis últimas fotos de la zona.


































Después de estar un buen rato en Times Square, me despedí con todo el dolor de mi corazón y a las 23:30h ya entraba por la puerta del hotel, dónde me esperaba la díficil tarea de volver a hacer todo el equipaje con todas las compras.

Lo primero que recomiendo hacer si vais de compras a Nueva York, es empezar a quitarle todas las etiquetas a todos los productos que compréis, así si os abren el equipaje una vez llegados a Barcelona, no os hagan pagar tasas ni nada por el estilo, que esta gente son muy listos.

Entre etiquetas, precios, cajas de zapatos, bolsas y recibos de Visa, mi habitación parecía un mercadillo o alguien con Síndrome de Diógenes porque hice de basura como para llenar un contenedor tranquilamente.

Se me acumulaban los problemas, y al día siguiente debería salir a comprar otra maleta.

Mañana será otro día.

DÍA 8.- NEW YORK - BCN

Hoy he madrugado bastante, ya que el check out es a las 11h de la mañana y todavía tengo varios frentes abiertos, entre ellos acabar de hacer mi equipaje.

Lo primero que hago es salir a desayunar por última vez en el mismo sitio de siempre, dónde cada mañana me han tratado genial y con una sonrisa en la boca, y en la que me despido de ellos hasta una próxima ocasión.

Abusando de la amabilidad del personal del deli, me recomiendan que mire las maletas en la calle de detrás de mi hotel, en Korean Street, ya que las que he visto en Macy's, Century 21 o Blomingdale's me parecen muy caras o se me van de presupuesto.

Finalmente me compro una buena maleta por 25$ y lo mejor es que me dejan pagar con Visa sin comisión alguna, y es que voy ya muy escaso de cash en dólares.

De vuelta al hotel y después de conseguir cerrar todo mi equipaje repartido en dos maletas, hago el check out en el hotel, pago mi cuenta y dejo mi equipaje en consigna, ya que hasta las 15h no me iré hasta el aeropuerto, así que aún puedo dar una vuelta y visitar algo más.

Lo primero que hago es ir a la General Post Office (Oficina de Correos), situada entre las calles 31 y 33 con la Octava, y dónde aprovecho para comprar los sellos y enviar varias postales a los amigos que traigo escritas desde el hotel.

Deshago mis pasos y me cojo el metro aprovechando que mi metrocard todavía está disponible para el día de hoy, y me voy a dar una vuelta por la zona del Soho y el barrio judío de Williamsburg.

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Y paseando entre tiendas y boutiques chics de moda, viendo algún partido de baloncesto callejero por la zona de Washington Square típico de las películas americanas, me vuelvo a coger el metro hasta llegar a mi hotel, dónde empiezo la operación retorno.

Con dos maletones de 23 kgs y una mochila en la espalda, me voy para el Madison Square Garden caminando (10 minutos con el equipaje a cuestas), y allí mismo me cojo el tren de la compañía Amtrak que me cuesta 4,60$ y que 25 minutos después me deja en la estación de Newark, dónde solamente debo coger el skytrain que en 5 minutos me deja en el aeropuerto.

Tengo que agradecer no haber volado desde el JFK que tiene más de 8 terminales, ya que el de Newark al ser más pequeño, es más manejable y no hay tal cantidad de viajeros.

Me dirijo a unas máquinas y yo mismo me hago el check in, siempre bajo la atenta mirada de un personal de la compañía, así que poniendo tu número de reserva y el número de bultos que llevas, la máquina te imprime las tarjetas de embarque y las etiquetas para facturar tu equipaje, que solamente deberás pegarlas y poner los bultos en una cinta transportadora para que se lleve tu equipaje. Así de fácil y sencillo, evitando largas colas de gente o de poder discutir por un posible sobrepeso en el equipaje.

Por cierto, si vuelas con Continental Airlines (ya no existe porque fue absorvida por United Airlines), como el vuelo es directo sin escalas, tienes derecho a llevar dos bultos de equipaje facturado de 23 kilos cada bulto, además de un bulto de cabina de 18 kilos, en total 64 kilos por persona.

Los controles para salir del país son un poco pesados, y es mejor presentarse en el aeropuerto con tiempo suficiente porque las colas son importantes.

El vuelo salió puntual, la atención del personal abordo está muy bien y mis compañeras de viaje esta vez, dos señoras de Chicago que iban a visitar Barcelona, fue muy amena y me hicieron pasar las 9 horas del vuelo bastante rápido, llegando a Barcelona a las 09:00h de la mañana del día siguiente.

Ya he visitado la Gran Manzana en dos ocasiones, y estoy seguro que tarde o temprano volveré muchas más veces, porque es una ciudad que engancha y enamora, e independientemente de cuántas veces la visites, nunca deja de sorprenderte "la ciudad que nunca duerme"!!!

Hasta pronto, New York!!


3 comentarios:

  1. Hola Oscar, di con tu blog mientras busco información para preparar mi viaje a New York.
    Me encantó tu relato, es completísimo, difruté mucho la lectura.
    Quisiera saber si podrías indicarme en que hotel te hospedaste.

    Saludos,

    Carolina.

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    Respuestas
    1. Me faltaba leer un post... ya encontré el dato.

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    2. Hola Carolina!

      Muchas gracias por pasarte por el blog y me alegro que toda la información sea muy útil.

      Espero que hayas encontrado toda la información que necesitas y en caso de cualquier pregunta no dudes en ponerte en contacto conmigo.

      Saludos.

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