Emiratos Árabes Unidos, pequeño país ubicado en el Golfo Pérsico, es un país realmente joven, y es que no hace muchos años solamente era una gran extensión de desierto.
Gracias al descubrimiento de reservas petroliferas y a la fiebre de sus jeques por construir una ciudad artificial basada en el lujo, hoy en día se ha convertido en una ciudad moderna y atractiva.
El país del lujo y el derroche te está esperando para hacerle una visita, bien sea en unas vacaciones o en un breve stopover en tu viaje por Asia.
FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
FECHA: Mayo 2.015
El país del lujo y el derroche te está esperando para hacerle una visita, bien sea en unas vacaciones o en un breve stopover en tu viaje por Asia.
FICHA TÉCNICA DEL VIAJE
FECHA: Mayo 2.015
DÍAS: 4
DOCUMENTACIÓN NECESARIA
DNI
Pasaporte con mínimo 6 meses de validez, y visado que se obtiene a la llegada al país para una estancia máxima de 30 días.
OTROS DATOS DE INTERÉS
IDIOMA: Se habla el árabe, aunque la mayoría de sus habitantes hablan el inglés.
MONEDA: La moneda es el Dirham, escrito AED. En el momento de mi visita, 1€= 4,17 AED.
TARJETAS: Se acepta el pago con tarjetas en cualquier lugar. No hay problemas para sacar dinero en cajeros automáticos, que los hay por todos lados.
GUIA DE VIAJE: Como siempre será la Lonely Planet, en éste caso la versión inglesa de Guías de Ciudad de Dubai.
TELEFONO: Hay cobertura de teléfono en todo el país, pero conviene tener contratado el roaming.
INTERNET: Prácticamente en cualquier lugar hay sitios para conectarse y en la mayoría de alojamientos disponen de wifi gratuito, además de los centros comerciales.
SEGURIDAD: País 100% seguro, aunque siempre hay que ir con precaución y con sentido común.
VACUNAS: No hay ninguna vacuna obligatoria.
ELECTRICIDAD: El voltaje es de 220 V y no hace falta adaptador para los enchufes.
DIFERENCIA HORARIA: + 2 horas respecto a España.
RELIGIÓN: Mayoritariamente musulmanes.
PRESUPUESTO DEL VIAJE
DESGLOSE DEL PRESUPUESTO IMPORTE
VUELO Bcn - Dubai con Emirates* 0,00 €
ALOJAMIENTO 156,00 €
TICKETS 33,00 €
TICKETS 33,00 €
OTROS (COMIDAS, COMPRAS, GASTOS PERSONALES,..) 150,00 €
Total Presupuesto por Persona 339,00 €
* El vuelo internacional hasta Dubai no tiene importe porque el trayecto se ha realizado con un stopover de 4 días a la ciudad de Dubai, dentro de un viaje por el Sureste Asiático.
* El vuelo internacional hasta Dubai no tiene importe porque el trayecto se ha realizado con un stopover de 4 días a la ciudad de Dubai, dentro de un viaje por el Sureste Asiático.
DÍA 1.- BARCELONA - DUBAI
DÍA 2.- DUBAI
DÍA 3.- DUBAI - ABU DHABI - DUBAI
DÍA 4.- DUBAI
DÍA 5.- DUBAI - KUALA LUMPUR
TRANSPORTE
Dubai dispone solamente de dos líneas de metro, suficientes para desplazarte a la mayoría de lugares más importantes de la ciudad.
La línea roja recorre la ciudad de norte a sur, desde Rashidiya (cercano al aeropuerto de Dubai), hasta Jebel Ali.
La línea verde es mucho más corta y recorre los puntos más interesantes de la zona vieja o antigua de la ciudad, como son Deira y Burj Dubai.
Solamente se puede hacer trasbordos en dos estaciones, Union y Burjuman.
Mi recomendación personal es que os hagáis con la Silver Card (tarjeta plateada), que es un bono de transporte que funciona como una tarjeta monedero dónde vas recargando el importe que quieras en cualquier momento, pero con la ventaja que los trayectos son la mitad de baratos que si vas sacando tickets de metro individuales.
El coste de la tarjeta es de 20 AED y lleva incluido 14 AED de saldo, que podrás ir recargando cuando quieras en la cabina de venta de billetes de cualquier estación.
Otra muy buena opción de transporte para llegar allí dónde el metro no tiene estación, es coger taxis, ya que son muy baratos y además se pueden pagar con Visa sin problema alguno. Normalmente los taxistas son muy honestos y no te van a engañar, lo malo de esta opción es el tráfico tan horrible que hay en Dubai, que aunque el importe de la carrera no varia, se pierde demasiado tiempo en los atascos. El importe mínimo de cada viaje es de 10 AED, así que si tu carrera no llega a ese importe, que sepas que te van a cobrar los 10 AED igualmente.
ALOJAMIENTO
Lavender Hotel. Después de muchas semanas buscando alojamientos económicos y llegar a la conclusión de que si quieres alojarte en Dubai deberás rascarte el bolsillo, decidí alojarme en este alojamiento que era de los más económicos del país, situado en la zona vieja de Dubai, dónde la experiencia ha sido más que satisfactoria.
El alojamiento está ubicado en la zona de Al Rigga, a medio camino entre el aeropuerto y la zona comercial de Dubai. Habitación doble muy amplia con baño privado y todo tipo de comodidades, wifi y desayuno buffet muy variado, por un importe de 39 € por noche, con impuestos incluidos (muy importante y a tener en cuenta, ya que los precios en Emiratos Árabes no incluyen impuestos y a la hora de la verdad sube bastante, ya que hay que incluir el 10% de impuestos, 10% por servicio y tasa de 10 AED por noche).
Reservé a través de la página web de Booking, sería al equivalente a un tres estrellas en España, y lo más destacable es que te limpian la habitación cada día y te cambian las toallas, el personal es muy amable y servicial, el desayuno es bastante variado y completo, y está a menos de cinco minutos caminando de paradas de metro como Al Rigga o de Union. Muy Recomendable si no quieres gastar mucho dinero en alojamiento.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Sin duda, todos los rascacielos y el diseño de sus edificios, a cada cuál más bonito e impresionante, un país para amantes de la arquitectura y del diseño.
LO PEOR DEL VIAJE
Pero desde que la compañía Emirates incluyó un segundo vuelo diario a Dubai desde Barcelona, saliendo por la noche y llegando al día siguiente por la mañana (hasta ahora solamente había un vuelo que salía a mediodía y llegaba de noche a Dubai), mi opción de visitar el país cobraba más fuerza.
Mi intención era visitar el país para la Semana Santa y aprovechar mejor las temperaturas del país, pero viendo los precios prohibitivos del momento y después de tantos años viajando en esas fechas, decidí renunciar a viajar este año en Semana Santa y hacerlo un mes después, así que después de mirar vuelos y hacer muchas combinaciones posibles, encontré un vuelo por 460 € con Emirates hasta Kuala Lumpur, con opción de realizar un stopover de 4 días en Dubai, y si además le añadimos que pude canjear todos mis puntos de mi tarjeta American Express y que el vuelo se me quedaba solamente en 200 €, está claro que ya no tenía excusa para visitar Emiratos Árabes, además de Laos, Tailandia y Malasia, estirando lo máximo de días que he podido hasta mi vuelta.
Así que mi vuelo a Dubai partió a las 22:45 de la noche desde Barcelona, un vuelo dónde solamente iban chinos que venían de pasar sus vacaciones en la Ciudad Condal y volvían para casa, y yo era de los pocos occidentales en el vuelo.
Lo único destacable del vuelo son mis compañeros de asiento, un niño chino de 6 años y su madre, que como curiosidad, el niño solamente hablaba chino y un perfecto español que estaba aprendiendo en el colegio, y su madre solamente chino. Me hicieron el vuelo más ameno aunque les tuve que hacer de traductor en más de una ocasión con las azafatas, ya que incomprensiblemente, ninguna hablaba español en un vuelo que partía desde Barcelona.
El vuelo muy tranquilo y sin ninguna incidencia, aunque no pude pegar ojo por el ruido y lo mal educados que son los chinos, y es que después de visitar China años atrás, padezco una especie de "chinofobia" que puede conmigo.
Así que me pasé las más de 6 horas de trayecto viendo películas en mi pantallita individual. Paciencia!
Del aeropuerto de Dubai, que ya conocía de mi vuelta del viaje a Indonesia, poco queda que decir, ya que es impresionante y está impoluto.
En el control de inmigración te sorprende que los hombres vayan con el kandora, que es una larga túnica blanca impoluta, con su ghutra (sombrero blanco que se ponen en la cabeza) y el agal (para atar bien el ghutra y no se les mueva), y las mujeres con el caracteristico abaya (largo vestido oscuro encima de la ropa) y su hijab (una especie de pañuelo que sirve para cubrirse la cara o la cabeza).
Los controles son muy lights, conmigo incluso bromearon y me chocaron la mano porque eran del Barça, y el visado para españoles es totalmente gratuito si tu estancia es inferior a 30 días.
Una vez obtenido mi visado y con mi mochila en mi poder, cambio 20 € en el aeropuerto con un cambio muy malo (3,89 AED) y tocaba coger el transporte para llegar a mi alojamiento. Lo fácil hubiera sido coger un taxi y que me dejara en la misma puerta de mi hotel, pero siempre que llego a un país nuevo, si puedo, mi primera opción es el transporte público, y más viajando sólo, así que aquí no iba a ser diferente.
En la misma terminal del aeropuerto y sin salir a la calle, se sube a una planta superior de la terminal de llegadas, y te encuentras con la estación de metro, está bien señalizado y no tiene pérdida ninguna, además de que todos los vuelos de Emirates llegan a la terminal 3 del aeropuerto, dónde la compañía tiene su hub.
El billete sencillo hasta mi siguiente parada, Al Rigga, me cuesta 6 AED y se compra en la pequeña taquilla que hay antes de pasar los tornos automáticos.
Una vez en el andén, hay que prestar atención al vagón dónde nos subimos, porque en todos los trenes del metro el primer vagón siempre es el Golden Class (Clase VIP) y que su tarifa es el doble de un billete normal, pero te permite ir más ancho y no hay tanta aglomeración de gente.
El segundo vagón es solamente para mujeres, y es que al igual que muchos otros países que lo implantaron (yo lo vi por primera vez en Japón), quisieron acabar acertadamente con todos los sobones, pervertidos y "manoslargas" que hay en este tipo de países.
Y el resto de vagones son de clase turista, dónde pueden subir todos aquellos que hayan comprado su billete normal. No hay ninguna forma de equivocarse de vagones porque las diferentes clases están pintadas en el suelo de las estaciones y en las ventanas de los convoys, así que no os paséis de listos y respetarlo porque las multas pueden llegar a los 500 AED.
Por cierto, las puertas se abren automáticas y antes de entrar hay que dejar salir a la gente del vagón, lo digo porque aquí en España no somos muy aficionados a dejar salir a la gente y nos metemos dentro sin pensar.
El metro es cómodo, limpio y eficiente, y el aire acondicionado está a tope, así que si váis a estar mucho por la calle y después vais a coger el metro, os recomiendo que os pongáis algo de manga larga para no coger un resfriado, como puede ser un pañuelo para las chicas o una camiseta de manga larga para los chicos.
Una vez en la estación Al Rigga, tocaba buscar mi alojamiento, pero no sabía que cada estación de metro tiene cuatro salidas diferentes, así que no tenía ni idea. Le pregunté a una trabajadora de allí y me dijo que no le sonaba mi alojamiento, pero que podía buscarlo por la dirección a través de Google Maps, cuando le dije que no llevaba móvil ni ordenador para mirarlo, se me puso a reir y con la mirada me dejó entrever que era un paleto de pueblo... y es que siendo el país más extravagante y más rico del mundo... como no iba a haber pantallas gigantes táctiles en cada estación de metro para buscar en el callejero por si no sabes a dónde tienes que ir? Me quedé estupefacto y sorprendido con tanta modernidad.... igual que en España!!
Así que como podéis observar, en cada estación disponéis de dos pantallas gigantes gratuitas en forma de callejero (y con forma de móvil), y ya no tenéis excusa para no perderos... aunque yo continuaba perdido porque mi dirección no aparecía en la pantalla, así que le di las gracias a la amable señorita que me ayudó desinteresadamente, y decidí arriesgarme saliendo por una salida.... que evidentemente no era, para variar viniendo de mi!! jaja.
Con la calor que hacía y yo empapado de sudor, decidí meterme en un hotel de la cadena Holiday Inn, dónde al verme el recepcionista me ofreció un vaso de agua fresca porque no tenía ni aliento, y al preguntarle por mi hotel, me dijo que estaba al otro lado, caminando unos 400 metros.
Estuve a punto de coger un taxi porque la calor era insoportable, parecía un horno a casi 50º pero viendo que eran solamente 400 metros, decidí hacerlo a pie.
Después de 5 minutos caminando con las mochilas a cuesta, ya no podía más, así que le pregunté a un hombre que estaba guardando el coche recién lavado en su garaje, y como no le sonaba el nombre del hotel, sacó su móvil y llamó por telefono sin nadie decirle nada, y al momento volvió a sacar su coche del garaje, me cogió las mochilas y las puso en el maletero, me dijo que subiera y en apenas dos minutos me dejó en la puerta del hotel, increíble la hospitalidad de esta persona. Le quise pagar algo por el favor tan grande que me hizo pero se negó rotundamente, solamente me dijo que disfrutara de la estancia en su país y que si necesitaba algo, que fuera al mismo lugar que nos habíamos visto que él vivía allí (para acordarme de dónde vivía!!).
Después de despedirnos y reiterarle las gracias, llegué a las 09:00h a mi alojamiento, el Lavender Hotel.
Después de tener la suerte de hacer el check in tan pronto (ya les avisé por correo que llegaría pronto), dejar las mochilas y meterme una buena ducha, llegaba el momento más temido del viaje... tirarse a la calle con todo el bochorno que hace!! Pero si he venido hasta aquí es para eso, a pesar de todas las dificultades!!
Lo primero que hice fue volver a la estación de metro de Al Rigga, esta vez la encontré sin ningún problema y sin dar tantos rodeos. Una vez en la estación, y en cuánto me vió la chica que anteriormente quiso ayudarme y ahora estaba vendiendo billetes en la cabina de la estación, me preguntó amablemente si había encontrado mi alojamiento y me recomendó acerca de los bonos de transporte de la ciudad, a pesar de la cola de gente que había detrás mio esperando, y que en ningún momento nadie se impacientó ni me metió prisa.
Finalmente me recomendó por la Silver Card que os hablé al principio en el apartado de Transportes, que funciona como una tarjeta monedero que puedes recargar tantas veces como quieras y que tiene una validez de 5 años, y que también sirve para los buses de la ciudad.
Ahora toca decidir cuál será mi primera visita a la ciudad, así que decido que como es mi primer día y estoy menos cansado (de momento), empiezo por las visitas más lejanas y me voy hacia la zona financiera, el Dubai Marina, con parada de metro del mismo nombre.
La zona es impresionante, llena de edificios y oficinas de lujo, con yates y barcos de lujo, y dónde destaca el edificio de la Cayan Tower con su forma retorcida, que aunque está inacabada, es peculiar y una gran obra de ingeniería y diseño.
El paseo bordeando el rio es muy bonito, pero la calor y la humedad es infernal, apenas puedo ver nada por el objetivo de la cámara y no paro de sudar. Aparte hay una especie de neblina que las fotos no le hacen justicia de lo bonito que es el lugar. Por el paseo está lleno de restaurantes de todo tipo y con precios no aptos para mochileros, a estas horas apenas hay ambiente pero una vez que cae el sol (que no la humedad) y una vez que se iluminan los edificios, la zona se transforma y se convierte en una zona animada de copas.
Con la que está cayendo me vuelvo para la estación de metro y me dirijo hacia la estación Ibn Battuta, dónde podemos encontrar el centro comercial temático más grande del mundo, en honor al famoso explorador y viajero árabe, el Ibn Battuta Mall.
Abren todos los días de la semana y cuenta con cerca de 300 tiendas, pero lo mejor es que en tan poco espacio de tiempo podemos encontrarnos en Andalucía, Persia, Egipto o incluso Túnez.
Es un buen lugar para dar una vuelta, no pasar calor gracias al aire acondicionado y aprovechar para comer algo en alguno de sus 50 restaurantes.
Después de dar una vuelta sin comprar nada y aprovechar para comer algo, me dispongo a coger de nuevo el metro e ir tirando para el hotel, son las 17h de la tarde y entre el calor y las horas de sueño que me faltan hace que me sienta cansado, pero aún y así una vez en el metro, me decido ir a visitar por encima el Mall of the Emirates, el segundo centro comercial más grande del mundo, y eso se nota solamente visitar su planta baja y la puerta de entrada al recinto, dónde me encuentro mis primeros coches de lujo.
La verdad es que tanta tienda y tanto lujo me abruma bastante, así que después de dar un paseo por las laberinticas tiendas decido quedarme aquí a cenar y así no tengo que perder el tiempo buscando nada, y también aprovecho para cambiar algo de dinero.
Después de esperar un rato me decido por el Shake Shack, cadena de comida que ya conocía de mis viajes a USA y que sale bastante bien de precio y se come de maravilla.
Son las 20h y decido coger el metro por la kilométrica e inacabable pasarela que une el centro comercial con la estación, y que permite que no tengas que salir a la calle para nada y estar agusto con el aire acondicionado.
El metro esta vez va a tope y hay que aguantar algunos olores desagradables, hasta que 20 minutos después llego a mi parada, Al Rigga, dónde para ser un miercoles hay bastante ambiente en sus calles y dónde 4 minutos después llego a mi hotel empapado de sudor por culpa de la maldita humedad de este país.
Una vez duchado bajo a recepción a pedir la clave del wifi y en la misma situación se encuentra Laura, una chica española que está viajando junto a sus padres, así que después de identificarnos como españoles aprovechamos los cuatro para tomarnos algo en el lobby del hotel, mientras charlamos de nuestros planes en el país.
Se me hace bastante tarde y a las 23h me subo para mi habitación, la verdad es que para ser mi primer día en la ciudad estoy bastante ko, y eso que solamente he visitado centros comerciales y poco más, pero a partir de mañana empiezan las visitas de verdad.
Evidentemente, a esa hora estoy sólo ante la sorpresa del personal del hotel, y teniendo en cuenta que hoy pasaré el día fuera de Dubai y no sé dónde podré comer, aprovecho y me pongo como el quico con el desayuno.
A las 07:30h cojo la mochila y me voy hacia la parada de metro, dónde cojo la línea verde hasta la parada Al Ghubaiba, dónde enfrente de la estación de metro se encuentra la estación de autobuses que parten hacia Abu Dhabi.
En las taquillas recargo con saldo mi Silver Card y compro el ticket para Abu Dhabi, que me cuesta 15 AED, aunque solamente me venden el ticket de ida a pesar de pedir ida y vuelta.
En mis propias narices sale el primer bus lleno hacia Abu Dhabi a las 08:00h, pero que no cunda el pánico porque 15 minutos después sale otro bus en el que voy yo y parte totalmente lleno también. Los buses son muy cómodos, con aire acondicionado y wifi gratis. El trayecto dura unas dos horas y la verdad es que se me hace muy ameno. Antes de viajar a Dubai estuve mirando de alquilar un coche para mi sólo y solamente para un día, pero de 60 € no bajaba y suerte que no contraté nada, porque para una persona es mucho más barato y tranquilo tirar de transporte público.
Poco más de las 10h de la mañana y 140 kilometros después me recibe Abu Dhabi con 47º, así que en los exteriores de la misma estación de autobuses no me complico y cojo un taxi hacia la Mezquita Sheikh Zayed, o simplemente decirle al taxista hacia "The Mosque" y te entiendes sin problemas. El fitipaldi de turno me lleva en poco más de 15 minutos y me deja en la entrada principal, y la carrera me cuesta 26 AED, es decir, solamente unos 4 € al cambio.
La Mezquita Sheikh Zayed es quizá la construcción más bonita que haya visto en mi vida, se tardó 7 años en construirse y finalizada en el año 2.007, después de invertirse 600 millones de dólares y su nombre es honor al primer presidente de los EAU fallecido en 2.004; Es la tercera mezquita más grande del mundo, y personalmente debería ser una de las Siete Maravillas del Mundo.
Recordar que hay unas normas de vestuario muy estrictas para entrar, así que hoy no importa pasar calor en pantalones largos si es por una buena causa. Las mujeres que no cumplan con los requisitos, deberán bajar a la planta baja para buscar y ponerse una abaya. También os recuerdo que a las 11h de la mañana cierran un rato la mezquita porque es la hora de rezo, y que los viernes por la mañana permanece cerrada y no abren hasta las 16:30h de la tarde, así que mi consejo es que lleguéis pronto por la mañana. Y lo más importante de todo, la visita de la Mezquita Sheikh Zayed es totalmente gratuita.
Si los exteriores de la Mezquita ya son impresionantes con sus cúpulas y minaretes de mármol blanco, y su extremada limpieza, los interiores son alucinantes, destacando son 10 lámparas de araña fabricada por la empresa Swarovski y de 9 toneladas de peso cada una, y sus alfombras iraníes cosidas a mano por más de 1.200 mujeres, es alguno de las extravagancias de esta mezquita.
Después de gozar y disfrutar de cada rincón de la Mezquita, salí fuera del recinto en dirección al párking, y bajando por las escaleras que te lleva a devolver o recoger las abayas, se encuentran los taxis de la ciudad, en plena sombra y fresquitos para cuando los clientes tengan que hacer uso de ellos, por eso extraña no verlos fuera en el párking esperando como en cualquier lugar turistico del mundo.
Mi siguiente parada será a Yas Island, situado a una media hora de la Mezquita Sheikh Zayed y dónde se encuentra mi siguiente visita, el famoso Ferrari World, imperdible para los que somos amantes del motor, los coches y la velocidad.
El taxi me cuesta 45 AED (unos 10 €), sigue siendo muy barato aunque lo mejor sería haber encontrado a alguien para compartir trayecto, pero no fue mi caso.
Llegando a Yas Island ya se puede divisar escenarios del circuito de Yas Marina, dónde se celebra el Gran Premio de Formula 1 en noviembre de cada año, pero sobretodo se puede observar la enorme carpa de Ferrari y su famosa montaña rusa.
Entro al recinto, subo las escaleras mecánicas y ya se llega al Ferrari World, dónde te recibe con varios motores originales de la escudería, un monoplaza original, un deportivo modelo 458 Italia y la tienda oficial de merchandising de Ferrari, dónde encuentras de todo pero a precios prohibitivos.
A la hora de ir a las taquillas y comprobar que el precio de la entrada son más de 60 € al cambio (260 AED), desistí rápidamente de entrar y dejarlo para mejor ocasión cuando vuelva acompañado, ya que me he propuesto un viaje low cost y prefiero invertir ese dinero en cosas mejores.
Así que me acerco a la puerta, le ruego a la chica que no me interesa entrar pero que me deje pasar un momento a hacer dos fotografías, a la que amablemente accede, y vuelvo a dar una vuelta por el vestíbulo del recinto.
Doy una vuelta por la zona de tiendas y restaurantes sin ver nada que me atraiga para comer, además de ser caro, la verdad, y decido salir fuera del Ferrari World para volver al centro de Abu Dhabi, cuando para mi sorpresa veo una parada de autobús y me acerco para preguntarle a unos asiáticos si el bus llega hasta la Corniche, y me dicen que no.
Todo convencido de lo que me dicen los asiáticos, me voy a la zona dónde está permitida fumar mientras espero a que llegue el bus, y como no llega, decido colarme en el párking del Ferrari World aprovechando que no hay mucha vigilancia, y puedo llegar a ver estas maravillas aparcadas, un precioso Ferrari, un Lamborghini y un Maserati como el que lleva Leo Messi. También había un Audi A8, pero al lado de estos pepinos, me parecía un cochecito vulgar...
Salgo del párking y veo aparecer un autobús, me voy para allí corriendo y le pregunto al conductor si va hacia el centro de la ciudad, a la que me responde de todo menos a lo que le he preguntado, así que me arriesgo y subo, ya que estoy harto de pasar calor.
El bus es el número 180 y el ticket me cuesta solamente 4 AED (1 €), así que emprendimos la marcha rodeando la zona costera de la capital de los Emiratos Árabes, y 40 minutos después llegamos al centro de la ciudad. Son las 16:30h de la tarde y el termómetro marca 48º, así que se me quitan las ganas de visitar la Corniche o paseo marítimo de la ciudad, y le pregunto a un chico que está sentado detrás mio si el bus para en la estación de buses dónde he llegado esta mañana, me dice que si y muy amablemente me avisará cuando lleguemos a la parada correspondiente.
Poco después me avisa de mi parada, le doy las gracias y me voy a las taquillas a comprar el ticket, que me cuesta 15 AED pero aquí no me aceptan la Silver Card y tengo que pagar en efectivo, por lo visto la tarjeta es solamente para el metro y el bus de Dubai.
Poco después partimos hacia Dubai en un bus que no era tan amplio como el de la ida, pero tenía la curiosidad que al final del bus tenía una cocina para que los clientes puedan prepararse cualquier cosa o beber agua totalmente gratuita. Lo nunca visto!!
El trayecto esta vez es un poco más largo porque el tráfico en la entrada de Dubai es horrible, así que en vez de llegar hasta la estación de Al Ghubaiba dónde lo he cogido esta mañana, el bus hace una parada anterior en la parada de metro de Al Jafiliya, muy cerca del centro comercial Mall of the Emirates, así que como mi intención es ir a ver la puesta de sol y el atardecer en la playa pública de Umm Suqeim Beach, me bajo aquí que es dónde el transporte público deja más cerca, y cojo un taxi que me lleve hasta la playa que he nombrado, aunque a esas horas el tráfico es horrible.
Llego casi con el tiempo justo de ver la puesta de sol y después de haber pagado 22 AED por el taxi, y veo que mucha gente ha tenido la misma idea que yo y llegan en taxi a presenciar el maravilloso espectáculo a los pies de uno de los iconos de la ciudad, y el hotel más lujoso del mundo, el único con siete estrellas, el Burj Al Arab.
Y allí estuve hasta que anocheció con Pablo, un viajero argentino que he conocido mientras haciamos fotos y charlábamos de viajes, aunque como buen argentino la verdad es que era un poco cansino y hablaba por los codos, pero hemos pasado una tarde agradable charlando de lo que más nos gusta.
Aprovechando la cercanía y que todavía me quedaba algo de batería en mi cuerpo (llevo todo el día sin comer desde el desayuno), me meto en el Madinat Jumeirah, dónde las tiendas están repartidas tipo zocos de Marruecos y son muy bonitas, pero lo mejor es que los vendedores no te agobian para nada pero en cambio los precios son más altos y no entran mucho al juego del regateo.
Al salir del Madinat Jumeirah busco un taxi que me lleve a la parada de metro más cercana, así enlazo con el metro hasta mi hotel y me sale más económico que tirar de taxi desde aquí, y más con el tráfico que hay. Le pregunto a dos taxistas que están en la puerta de un hotel y no acceden, ellos buscan carreras y trayectos que les salga más a cuenta y ganen más dinero, así que paro un taxi que iba circulando y accede a llevarme sin ningún problema, dónde me deja en la parada de metro de FGB (First Gulf Bank) por 15 AED, que es lo que marca el taximetro, y por 6 AED más voy en metro hasta Al Rigga, la zona de mi hotel.
Lo primero que hago es ir en busca de algún sitio para cenar ya que estoy canino y son las 23h de la noche, y después de mucho mirar y de convencerme poca cosa, me meto en un Burguer King, cosa rara en mi porque no suelo pisar este tipo de cadenas de comida rápida. Me pillo un menú y un litro de Pepsi (no hay coca cola y estoy seco), y me cuesta la cena la friolera de 21 AED, algo así como 3,5 €... y es que todavía creo que se puede ir a Dubai unos días en modo low cost!!
Sobre las 12h de la noche estoy entrando en mi habitación después de 17 horas seguidas callejeando, me meto una ducha y a la cama, que mañana toca otro de los platos fuertes del viaje. Contento por el día de hoy!
Poco después he salido del hotel y he caminado hacia la estación de metro, aún sabiendo que hoy que es viernes, por las mañanas está todo cerrado, incluso el transporte público, que no funciona hasta las 13:30 horas.
Después de sacar algo de dinero en un cajero, he cogido un taxi en las inmediaciones de la estación de Al Rigga, y me ha llevado al Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo, con infinitas tiendas de todo tipo, desde las más lujosas hasta las más normalitas, pero es que además cuenta con una pista de patinaje, el acuario más grande del mundo y sobretodo, del edificio Burj Khalifa, el edificio más alto de todo el mundo, dónde tengo visita esta tarde.
El taxi me ha dejado 20 minutos después en la puerta principal y me ha costado 20 AED. Solamente cruzar la puerta y viendo el tipo de personas que se mueven por allí, me he dado cuenta que poco voy a comprar hoy por aquí.
DÍA 2.- DUBAI
DÍA 3.- DUBAI - ABU DHABI - DUBAI
DÍA 4.- DUBAI
DÍA 5.- DUBAI - KUALA LUMPUR
TRANSPORTE
Dubai dispone solamente de dos líneas de metro, suficientes para desplazarte a la mayoría de lugares más importantes de la ciudad.
La línea roja recorre la ciudad de norte a sur, desde Rashidiya (cercano al aeropuerto de Dubai), hasta Jebel Ali.
La línea verde es mucho más corta y recorre los puntos más interesantes de la zona vieja o antigua de la ciudad, como son Deira y Burj Dubai.
Solamente se puede hacer trasbordos en dos estaciones, Union y Burjuman.
Mi recomendación personal es que os hagáis con la Silver Card (tarjeta plateada), que es un bono de transporte que funciona como una tarjeta monedero dónde vas recargando el importe que quieras en cualquier momento, pero con la ventaja que los trayectos son la mitad de baratos que si vas sacando tickets de metro individuales.
El coste de la tarjeta es de 20 AED y lleva incluido 14 AED de saldo, que podrás ir recargando cuando quieras en la cabina de venta de billetes de cualquier estación.
Silver Card |
Otra muy buena opción de transporte para llegar allí dónde el metro no tiene estación, es coger taxis, ya que son muy baratos y además se pueden pagar con Visa sin problema alguno. Normalmente los taxistas son muy honestos y no te van a engañar, lo malo de esta opción es el tráfico tan horrible que hay en Dubai, que aunque el importe de la carrera no varia, se pierde demasiado tiempo en los atascos. El importe mínimo de cada viaje es de 10 AED, así que si tu carrera no llega a ese importe, que sepas que te van a cobrar los 10 AED igualmente.
ALOJAMIENTO
Lavender Hotel. Después de muchas semanas buscando alojamientos económicos y llegar a la conclusión de que si quieres alojarte en Dubai deberás rascarte el bolsillo, decidí alojarme en este alojamiento que era de los más económicos del país, situado en la zona vieja de Dubai, dónde la experiencia ha sido más que satisfactoria.
El alojamiento está ubicado en la zona de Al Rigga, a medio camino entre el aeropuerto y la zona comercial de Dubai. Habitación doble muy amplia con baño privado y todo tipo de comodidades, wifi y desayuno buffet muy variado, por un importe de 39 € por noche, con impuestos incluidos (muy importante y a tener en cuenta, ya que los precios en Emiratos Árabes no incluyen impuestos y a la hora de la verdad sube bastante, ya que hay que incluir el 10% de impuestos, 10% por servicio y tasa de 10 AED por noche).
Reservé a través de la página web de Booking, sería al equivalente a un tres estrellas en España, y lo más destacable es que te limpian la habitación cada día y te cambian las toallas, el personal es muy amable y servicial, el desayuno es bastante variado y completo, y está a menos de cinco minutos caminando de paradas de metro como Al Rigga o de Union. Muy Recomendable si no quieres gastar mucho dinero en alojamiento.
LO MEJOR DEL VIAJE
* Sin duda, todos los rascacielos y el diseño de sus edificios, a cada cuál más bonito e impresionante, un país para amantes de la arquitectura y del diseño.
* La extremada limpieza de la ciudad, y es que en cualquier transporte público, edificio o centro comercial todo está reluciente e impoluto, y no es de extrañar ver siempre a trabajadores locales al lado tuyo esperando para limpiar lo que puedas ensuciar.
* Visitar la Mezquita Sheikh Zayed de Abu Dhabi, aparte de ser gratuita, pocas veces he visto una construcción tan maravillosa e impresionante como ésta, y personalmente debería ser una de las Siete Maravillas del Mundo.
* La amabilidad de la gente, y es que a pesar de ser árabes y que tenemos una idea muy equivocada y distorsionada en general de este tipo de personas por ser actualmente cuna de terroristas, me han parecido unas personas muy amables y hospitalarias, igual que pude comprobar cuando visité Jordania y Qatar en su momento, y está claro que estas personas se comportan así por vocación y no por interés, ya que pienso que no les hace falta vendernos nada al tratarse de unos de los países más ricos del mundo.
* Poder volar al país con la compañía Emirates y gratis a través de un stopover de 4 días, y es que me salía más barato hacerlo así que no volar directamente a mi siguiente destino, y más teniendo en cuenta que un vuelo normal para viajar a Emiratos Árabes suele costar unos 400 €, así que recomiendo visitar el país a través de un stopover y así ahorrar bastante dinero.
* La amabilidad de la gente, y es que a pesar de ser árabes y que tenemos una idea muy equivocada y distorsionada en general de este tipo de personas por ser actualmente cuna de terroristas, me han parecido unas personas muy amables y hospitalarias, igual que pude comprobar cuando visité Jordania y Qatar en su momento, y está claro que estas personas se comportan así por vocación y no por interés, ya que pienso que no les hace falta vendernos nada al tratarse de unos de los países más ricos del mundo.
* Poder volar al país con la compañía Emirates y gratis a través de un stopover de 4 días, y es que me salía más barato hacerlo así que no volar directamente a mi siguiente destino, y más teniendo en cuenta que un vuelo normal para viajar a Emiratos Árabes suele costar unos 400 €, así que recomiendo visitar el país a través de un stopover y así ahorrar bastante dinero.
LO PEOR DEL VIAJE
* La calor y humedad que hay en todo el país, y es que a pesar de haber viajado en la segunda quincena de mayo, el termómetro no ha bajado de los 45º y con una humedad altísima, así que no quiero imaginarme las temperaturas en pleno verano.
* Lo caro que resulta visitar el país para un mochilero o una persona con presupuesto medio, y es que exceptuando el transporte y la comida, todo el resto te deja el presupuesto temblando.
* Lo masificado y sobrevalorado que está la visita al edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, y es que subir al edificio cuesta la entrada más barata la friolera de 130 AED, que al cambio son unos 33€, y encima el importe es comprando el ticket anticipadamente un mes antes porque sino corres el riesgo de quedarte sin subir porque se agotan de seguida, y una vez arriba las vistas tampoco son para tanto. Si tu presupuesto te lo permite, adelante!! Sino no pases un mal rato por no poder subir, porque tampoco es nada del otro mundo más allá de presumir que has subido al edificio más alto del mundo.
* El espectáculo diario de las fuentes y la música del Burj Khalifa, suerte que es gratis porque una vez presenciado los impresionantes espectáculos del Bellagio en Las Vegas, cualquier parecido es una broma, y en este caso me parece una copia de muy mala calidad.
Y con todo explicado, partimos hacia los Emiratos Árabes Unidos... Marhaba!!
* Lo masificado y sobrevalorado que está la visita al edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, y es que subir al edificio cuesta la entrada más barata la friolera de 130 AED, que al cambio son unos 33€, y encima el importe es comprando el ticket anticipadamente un mes antes porque sino corres el riesgo de quedarte sin subir porque se agotan de seguida, y una vez arriba las vistas tampoco son para tanto. Si tu presupuesto te lo permite, adelante!! Sino no pases un mal rato por no poder subir, porque tampoco es nada del otro mundo más allá de presumir que has subido al edificio más alto del mundo.
* El espectáculo diario de las fuentes y la música del Burj Khalifa, suerte que es gratis porque una vez presenciado los impresionantes espectáculos del Bellagio en Las Vegas, cualquier parecido es una broma, y en este caso me parece una copia de muy mala calidad.
Y con todo explicado, partimos hacia los Emiratos Árabes Unidos... Marhaba!!
DÍA 1.- BARCELONA - DUBAI
Hacia ya mucho tiempo que me rondaba por la cabeza visitar este pequeño país, pero siempre había algo que me tiraba para atrás, ya fuera el precio de los vuelos, los horarios de las escalas o simplemente que lo iba relegando a favor de otros destinos.Pero desde que la compañía Emirates incluyó un segundo vuelo diario a Dubai desde Barcelona, saliendo por la noche y llegando al día siguiente por la mañana (hasta ahora solamente había un vuelo que salía a mediodía y llegaba de noche a Dubai), mi opción de visitar el país cobraba más fuerza.
Mi intención era visitar el país para la Semana Santa y aprovechar mejor las temperaturas del país, pero viendo los precios prohibitivos del momento y después de tantos años viajando en esas fechas, decidí renunciar a viajar este año en Semana Santa y hacerlo un mes después, así que después de mirar vuelos y hacer muchas combinaciones posibles, encontré un vuelo por 460 € con Emirates hasta Kuala Lumpur, con opción de realizar un stopover de 4 días en Dubai, y si además le añadimos que pude canjear todos mis puntos de mi tarjeta American Express y que el vuelo se me quedaba solamente en 200 €, está claro que ya no tenía excusa para visitar Emiratos Árabes, además de Laos, Tailandia y Malasia, estirando lo máximo de días que he podido hasta mi vuelta.
Así que mi vuelo a Dubai partió a las 22:45 de la noche desde Barcelona, un vuelo dónde solamente iban chinos que venían de pasar sus vacaciones en la Ciudad Condal y volvían para casa, y yo era de los pocos occidentales en el vuelo.
Lo único destacable del vuelo son mis compañeros de asiento, un niño chino de 6 años y su madre, que como curiosidad, el niño solamente hablaba chino y un perfecto español que estaba aprendiendo en el colegio, y su madre solamente chino. Me hicieron el vuelo más ameno aunque les tuve que hacer de traductor en más de una ocasión con las azafatas, ya que incomprensiblemente, ninguna hablaba español en un vuelo que partía desde Barcelona.
El vuelo muy tranquilo y sin ninguna incidencia, aunque no pude pegar ojo por el ruido y lo mal educados que son los chinos, y es que después de visitar China años atrás, padezco una especie de "chinofobia" que puede conmigo.
Así que me pasé las más de 6 horas de trayecto viendo películas en mi pantallita individual. Paciencia!
DÍA 2.- DUBAI
Sobre las 07:00h de la mañana aterrizamos en Dubai puntualmente, y lo primero que sorprende al bajar del avión a esa hora es la tremenda humedad que hay, y eso que solamente está amaneciendo.Del aeropuerto de Dubai, que ya conocía de mi vuelta del viaje a Indonesia, poco queda que decir, ya que es impresionante y está impoluto.
En el control de inmigración te sorprende que los hombres vayan con el kandora, que es una larga túnica blanca impoluta, con su ghutra (sombrero blanco que se ponen en la cabeza) y el agal (para atar bien el ghutra y no se les mueva), y las mujeres con el caracteristico abaya (largo vestido oscuro encima de la ropa) y su hijab (una especie de pañuelo que sirve para cubrirse la cara o la cabeza).
Los controles son muy lights, conmigo incluso bromearon y me chocaron la mano porque eran del Barça, y el visado para españoles es totalmente gratuito si tu estancia es inferior a 30 días.
Una vez obtenido mi visado y con mi mochila en mi poder, cambio 20 € en el aeropuerto con un cambio muy malo (3,89 AED) y tocaba coger el transporte para llegar a mi alojamiento. Lo fácil hubiera sido coger un taxi y que me dejara en la misma puerta de mi hotel, pero siempre que llego a un país nuevo, si puedo, mi primera opción es el transporte público, y más viajando sólo, así que aquí no iba a ser diferente.
En la misma terminal del aeropuerto y sin salir a la calle, se sube a una planta superior de la terminal de llegadas, y te encuentras con la estación de metro, está bien señalizado y no tiene pérdida ninguna, además de que todos los vuelos de Emirates llegan a la terminal 3 del aeropuerto, dónde la compañía tiene su hub.
El billete sencillo hasta mi siguiente parada, Al Rigga, me cuesta 6 AED y se compra en la pequeña taquilla que hay antes de pasar los tornos automáticos.
Una vez en el andén, hay que prestar atención al vagón dónde nos subimos, porque en todos los trenes del metro el primer vagón siempre es el Golden Class (Clase VIP) y que su tarifa es el doble de un billete normal, pero te permite ir más ancho y no hay tanta aglomeración de gente.
El segundo vagón es solamente para mujeres, y es que al igual que muchos otros países que lo implantaron (yo lo vi por primera vez en Japón), quisieron acabar acertadamente con todos los sobones, pervertidos y "manoslargas" que hay en este tipo de países.
Y el resto de vagones son de clase turista, dónde pueden subir todos aquellos que hayan comprado su billete normal. No hay ninguna forma de equivocarse de vagones porque las diferentes clases están pintadas en el suelo de las estaciones y en las ventanas de los convoys, así que no os paséis de listos y respetarlo porque las multas pueden llegar a los 500 AED.
Por cierto, las puertas se abren automáticas y antes de entrar hay que dejar salir a la gente del vagón, lo digo porque aquí en España no somos muy aficionados a dejar salir a la gente y nos metemos dentro sin pensar.
El metro es cómodo, limpio y eficiente, y el aire acondicionado está a tope, así que si váis a estar mucho por la calle y después vais a coger el metro, os recomiendo que os pongáis algo de manga larga para no coger un resfriado, como puede ser un pañuelo para las chicas o una camiseta de manga larga para los chicos.
Una vez en la estación Al Rigga, tocaba buscar mi alojamiento, pero no sabía que cada estación de metro tiene cuatro salidas diferentes, así que no tenía ni idea. Le pregunté a una trabajadora de allí y me dijo que no le sonaba mi alojamiento, pero que podía buscarlo por la dirección a través de Google Maps, cuando le dije que no llevaba móvil ni ordenador para mirarlo, se me puso a reir y con la mirada me dejó entrever que era un paleto de pueblo... y es que siendo el país más extravagante y más rico del mundo... como no iba a haber pantallas gigantes táctiles en cada estación de metro para buscar en el callejero por si no sabes a dónde tienes que ir? Me quedé estupefacto y sorprendido con tanta modernidad.... igual que en España!!
Así que como podéis observar, en cada estación disponéis de dos pantallas gigantes gratuitas en forma de callejero (y con forma de móvil), y ya no tenéis excusa para no perderos... aunque yo continuaba perdido porque mi dirección no aparecía en la pantalla, así que le di las gracias a la amable señorita que me ayudó desinteresadamente, y decidí arriesgarme saliendo por una salida.... que evidentemente no era, para variar viniendo de mi!! jaja.
Con la calor que hacía y yo empapado de sudor, decidí meterme en un hotel de la cadena Holiday Inn, dónde al verme el recepcionista me ofreció un vaso de agua fresca porque no tenía ni aliento, y al preguntarle por mi hotel, me dijo que estaba al otro lado, caminando unos 400 metros.
Estuve a punto de coger un taxi porque la calor era insoportable, parecía un horno a casi 50º pero viendo que eran solamente 400 metros, decidí hacerlo a pie.
Después de 5 minutos caminando con las mochilas a cuesta, ya no podía más, así que le pregunté a un hombre que estaba guardando el coche recién lavado en su garaje, y como no le sonaba el nombre del hotel, sacó su móvil y llamó por telefono sin nadie decirle nada, y al momento volvió a sacar su coche del garaje, me cogió las mochilas y las puso en el maletero, me dijo que subiera y en apenas dos minutos me dejó en la puerta del hotel, increíble la hospitalidad de esta persona. Le quise pagar algo por el favor tan grande que me hizo pero se negó rotundamente, solamente me dijo que disfrutara de la estancia en su país y que si necesitaba algo, que fuera al mismo lugar que nos habíamos visto que él vivía allí (para acordarme de dónde vivía!!).
Después de despedirnos y reiterarle las gracias, llegué a las 09:00h a mi alojamiento, el Lavender Hotel.
Después de tener la suerte de hacer el check in tan pronto (ya les avisé por correo que llegaría pronto), dejar las mochilas y meterme una buena ducha, llegaba el momento más temido del viaje... tirarse a la calle con todo el bochorno que hace!! Pero si he venido hasta aquí es para eso, a pesar de todas las dificultades!!
Lo primero que hice fue volver a la estación de metro de Al Rigga, esta vez la encontré sin ningún problema y sin dar tantos rodeos. Una vez en la estación, y en cuánto me vió la chica que anteriormente quiso ayudarme y ahora estaba vendiendo billetes en la cabina de la estación, me preguntó amablemente si había encontrado mi alojamiento y me recomendó acerca de los bonos de transporte de la ciudad, a pesar de la cola de gente que había detrás mio esperando, y que en ningún momento nadie se impacientó ni me metió prisa.
Finalmente me recomendó por la Silver Card que os hablé al principio en el apartado de Transportes, que funciona como una tarjeta monedero que puedes recargar tantas veces como quieras y que tiene una validez de 5 años, y que también sirve para los buses de la ciudad.
Ahora toca decidir cuál será mi primera visita a la ciudad, así que decido que como es mi primer día y estoy menos cansado (de momento), empiezo por las visitas más lejanas y me voy hacia la zona financiera, el Dubai Marina, con parada de metro del mismo nombre.
La zona es impresionante, llena de edificios y oficinas de lujo, con yates y barcos de lujo, y dónde destaca el edificio de la Cayan Tower con su forma retorcida, que aunque está inacabada, es peculiar y una gran obra de ingeniería y diseño.
El paseo bordeando el rio es muy bonito, pero la calor y la humedad es infernal, apenas puedo ver nada por el objetivo de la cámara y no paro de sudar. Aparte hay una especie de neblina que las fotos no le hacen justicia de lo bonito que es el lugar. Por el paseo está lleno de restaurantes de todo tipo y con precios no aptos para mochileros, a estas horas apenas hay ambiente pero una vez que cae el sol (que no la humedad) y una vez que se iluminan los edificios, la zona se transforma y se convierte en una zona animada de copas.
Con la que está cayendo me vuelvo para la estación de metro y me dirijo hacia la estación Ibn Battuta, dónde podemos encontrar el centro comercial temático más grande del mundo, en honor al famoso explorador y viajero árabe, el Ibn Battuta Mall.
Abren todos los días de la semana y cuenta con cerca de 300 tiendas, pero lo mejor es que en tan poco espacio de tiempo podemos encontrarnos en Andalucía, Persia, Egipto o incluso Túnez.
Es un buen lugar para dar una vuelta, no pasar calor gracias al aire acondicionado y aprovechar para comer algo en alguno de sus 50 restaurantes.
Después de dar una vuelta sin comprar nada y aprovechar para comer algo, me dispongo a coger de nuevo el metro e ir tirando para el hotel, son las 17h de la tarde y entre el calor y las horas de sueño que me faltan hace que me sienta cansado, pero aún y así una vez en el metro, me decido ir a visitar por encima el Mall of the Emirates, el segundo centro comercial más grande del mundo, y eso se nota solamente visitar su planta baja y la puerta de entrada al recinto, dónde me encuentro mis primeros coches de lujo.
La verdad es que tanta tienda y tanto lujo me abruma bastante, así que después de dar un paseo por las laberinticas tiendas decido quedarme aquí a cenar y así no tengo que perder el tiempo buscando nada, y también aprovecho para cambiar algo de dinero.
Después de esperar un rato me decido por el Shake Shack, cadena de comida que ya conocía de mis viajes a USA y que sale bastante bien de precio y se come de maravilla.
Son las 20h y decido coger el metro por la kilométrica e inacabable pasarela que une el centro comercial con la estación, y que permite que no tengas que salir a la calle para nada y estar agusto con el aire acondicionado.
El metro esta vez va a tope y hay que aguantar algunos olores desagradables, hasta que 20 minutos después llego a mi parada, Al Rigga, dónde para ser un miercoles hay bastante ambiente en sus calles y dónde 4 minutos después llego a mi hotel empapado de sudor por culpa de la maldita humedad de este país.
Una vez duchado bajo a recepción a pedir la clave del wifi y en la misma situación se encuentra Laura, una chica española que está viajando junto a sus padres, así que después de identificarnos como españoles aprovechamos los cuatro para tomarnos algo en el lobby del hotel, mientras charlamos de nuestros planes en el país.
Se me hace bastante tarde y a las 23h me subo para mi habitación, la verdad es que para ser mi primer día en la ciudad estoy bastante ko, y eso que solamente he visitado centros comerciales y poco más, pero a partir de mañana empiezan las visitas de verdad.
DÍA 3.- DUBAI - ABU DHABI - DUBAI
Son las 05:30h de la mañana y ya no puedo estar más en la cama, así que después de ducharme bajo a desayunar una hora después, que es cuando empiezan los desayunos en el hotel.Evidentemente, a esa hora estoy sólo ante la sorpresa del personal del hotel, y teniendo en cuenta que hoy pasaré el día fuera de Dubai y no sé dónde podré comer, aprovecho y me pongo como el quico con el desayuno.
A las 07:30h cojo la mochila y me voy hacia la parada de metro, dónde cojo la línea verde hasta la parada Al Ghubaiba, dónde enfrente de la estación de metro se encuentra la estación de autobuses que parten hacia Abu Dhabi.
En las taquillas recargo con saldo mi Silver Card y compro el ticket para Abu Dhabi, que me cuesta 15 AED, aunque solamente me venden el ticket de ida a pesar de pedir ida y vuelta.
En mis propias narices sale el primer bus lleno hacia Abu Dhabi a las 08:00h, pero que no cunda el pánico porque 15 minutos después sale otro bus en el que voy yo y parte totalmente lleno también. Los buses son muy cómodos, con aire acondicionado y wifi gratis. El trayecto dura unas dos horas y la verdad es que se me hace muy ameno. Antes de viajar a Dubai estuve mirando de alquilar un coche para mi sólo y solamente para un día, pero de 60 € no bajaba y suerte que no contraté nada, porque para una persona es mucho más barato y tranquilo tirar de transporte público.
Poco más de las 10h de la mañana y 140 kilometros después me recibe Abu Dhabi con 47º, así que en los exteriores de la misma estación de autobuses no me complico y cojo un taxi hacia la Mezquita Sheikh Zayed, o simplemente decirle al taxista hacia "The Mosque" y te entiendes sin problemas. El fitipaldi de turno me lleva en poco más de 15 minutos y me deja en la entrada principal, y la carrera me cuesta 26 AED, es decir, solamente unos 4 € al cambio.
La Mezquita Sheikh Zayed es quizá la construcción más bonita que haya visto en mi vida, se tardó 7 años en construirse y finalizada en el año 2.007, después de invertirse 600 millones de dólares y su nombre es honor al primer presidente de los EAU fallecido en 2.004; Es la tercera mezquita más grande del mundo, y personalmente debería ser una de las Siete Maravillas del Mundo.
Recordar que hay unas normas de vestuario muy estrictas para entrar, así que hoy no importa pasar calor en pantalones largos si es por una buena causa. Las mujeres que no cumplan con los requisitos, deberán bajar a la planta baja para buscar y ponerse una abaya. También os recuerdo que a las 11h de la mañana cierran un rato la mezquita porque es la hora de rezo, y que los viernes por la mañana permanece cerrada y no abren hasta las 16:30h de la tarde, así que mi consejo es que lleguéis pronto por la mañana. Y lo más importante de todo, la visita de la Mezquita Sheikh Zayed es totalmente gratuita.
Si los exteriores de la Mezquita ya son impresionantes con sus cúpulas y minaretes de mármol blanco, y su extremada limpieza, los interiores son alucinantes, destacando son 10 lámparas de araña fabricada por la empresa Swarovski y de 9 toneladas de peso cada una, y sus alfombras iraníes cosidas a mano por más de 1.200 mujeres, es alguno de las extravagancias de esta mezquita.
Después de gozar y disfrutar de cada rincón de la Mezquita, salí fuera del recinto en dirección al párking, y bajando por las escaleras que te lleva a devolver o recoger las abayas, se encuentran los taxis de la ciudad, en plena sombra y fresquitos para cuando los clientes tengan que hacer uso de ellos, por eso extraña no verlos fuera en el párking esperando como en cualquier lugar turistico del mundo.
Mi siguiente parada será a Yas Island, situado a una media hora de la Mezquita Sheikh Zayed y dónde se encuentra mi siguiente visita, el famoso Ferrari World, imperdible para los que somos amantes del motor, los coches y la velocidad.
El taxi me cuesta 45 AED (unos 10 €), sigue siendo muy barato aunque lo mejor sería haber encontrado a alguien para compartir trayecto, pero no fue mi caso.
Llegando a Yas Island ya se puede divisar escenarios del circuito de Yas Marina, dónde se celebra el Gran Premio de Formula 1 en noviembre de cada año, pero sobretodo se puede observar la enorme carpa de Ferrari y su famosa montaña rusa.
Entro al recinto, subo las escaleras mecánicas y ya se llega al Ferrari World, dónde te recibe con varios motores originales de la escudería, un monoplaza original, un deportivo modelo 458 Italia y la tienda oficial de merchandising de Ferrari, dónde encuentras de todo pero a precios prohibitivos.
A la hora de ir a las taquillas y comprobar que el precio de la entrada son más de 60 € al cambio (260 AED), desistí rápidamente de entrar y dejarlo para mejor ocasión cuando vuelva acompañado, ya que me he propuesto un viaje low cost y prefiero invertir ese dinero en cosas mejores.
Así que me acerco a la puerta, le ruego a la chica que no me interesa entrar pero que me deje pasar un momento a hacer dos fotografías, a la que amablemente accede, y vuelvo a dar una vuelta por el vestíbulo del recinto.
Doy una vuelta por la zona de tiendas y restaurantes sin ver nada que me atraiga para comer, además de ser caro, la verdad, y decido salir fuera del Ferrari World para volver al centro de Abu Dhabi, cuando para mi sorpresa veo una parada de autobús y me acerco para preguntarle a unos asiáticos si el bus llega hasta la Corniche, y me dicen que no.
Todo convencido de lo que me dicen los asiáticos, me voy a la zona dónde está permitida fumar mientras espero a que llegue el bus, y como no llega, decido colarme en el párking del Ferrari World aprovechando que no hay mucha vigilancia, y puedo llegar a ver estas maravillas aparcadas, un precioso Ferrari, un Lamborghini y un Maserati como el que lleva Leo Messi. También había un Audi A8, pero al lado de estos pepinos, me parecía un cochecito vulgar...
Salgo del párking y veo aparecer un autobús, me voy para allí corriendo y le pregunto al conductor si va hacia el centro de la ciudad, a la que me responde de todo menos a lo que le he preguntado, así que me arriesgo y subo, ya que estoy harto de pasar calor.
El bus es el número 180 y el ticket me cuesta solamente 4 AED (1 €), así que emprendimos la marcha rodeando la zona costera de la capital de los Emiratos Árabes, y 40 minutos después llegamos al centro de la ciudad. Son las 16:30h de la tarde y el termómetro marca 48º, así que se me quitan las ganas de visitar la Corniche o paseo marítimo de la ciudad, y le pregunto a un chico que está sentado detrás mio si el bus para en la estación de buses dónde he llegado esta mañana, me dice que si y muy amablemente me avisará cuando lleguemos a la parada correspondiente.
Poco después me avisa de mi parada, le doy las gracias y me voy a las taquillas a comprar el ticket, que me cuesta 15 AED pero aquí no me aceptan la Silver Card y tengo que pagar en efectivo, por lo visto la tarjeta es solamente para el metro y el bus de Dubai.
Poco después partimos hacia Dubai en un bus que no era tan amplio como el de la ida, pero tenía la curiosidad que al final del bus tenía una cocina para que los clientes puedan prepararse cualquier cosa o beber agua totalmente gratuita. Lo nunca visto!!
El trayecto esta vez es un poco más largo porque el tráfico en la entrada de Dubai es horrible, así que en vez de llegar hasta la estación de Al Ghubaiba dónde lo he cogido esta mañana, el bus hace una parada anterior en la parada de metro de Al Jafiliya, muy cerca del centro comercial Mall of the Emirates, así que como mi intención es ir a ver la puesta de sol y el atardecer en la playa pública de Umm Suqeim Beach, me bajo aquí que es dónde el transporte público deja más cerca, y cojo un taxi que me lleve hasta la playa que he nombrado, aunque a esas horas el tráfico es horrible.
Llego casi con el tiempo justo de ver la puesta de sol y después de haber pagado 22 AED por el taxi, y veo que mucha gente ha tenido la misma idea que yo y llegan en taxi a presenciar el maravilloso espectáculo a los pies de uno de los iconos de la ciudad, y el hotel más lujoso del mundo, el único con siete estrellas, el Burj Al Arab.
Y allí estuve hasta que anocheció con Pablo, un viajero argentino que he conocido mientras haciamos fotos y charlábamos de viajes, aunque como buen argentino la verdad es que era un poco cansino y hablaba por los codos, pero hemos pasado una tarde agradable charlando de lo que más nos gusta.
Aprovechando la cercanía y que todavía me quedaba algo de batería en mi cuerpo (llevo todo el día sin comer desde el desayuno), me meto en el Madinat Jumeirah, dónde las tiendas están repartidas tipo zocos de Marruecos y son muy bonitas, pero lo mejor es que los vendedores no te agobian para nada pero en cambio los precios son más altos y no entran mucho al juego del regateo.
Al salir del Madinat Jumeirah busco un taxi que me lleve a la parada de metro más cercana, así enlazo con el metro hasta mi hotel y me sale más económico que tirar de taxi desde aquí, y más con el tráfico que hay. Le pregunto a dos taxistas que están en la puerta de un hotel y no acceden, ellos buscan carreras y trayectos que les salga más a cuenta y ganen más dinero, así que paro un taxi que iba circulando y accede a llevarme sin ningún problema, dónde me deja en la parada de metro de FGB (First Gulf Bank) por 15 AED, que es lo que marca el taximetro, y por 6 AED más voy en metro hasta Al Rigga, la zona de mi hotel.
Lo primero que hago es ir en busca de algún sitio para cenar ya que estoy canino y son las 23h de la noche, y después de mucho mirar y de convencerme poca cosa, me meto en un Burguer King, cosa rara en mi porque no suelo pisar este tipo de cadenas de comida rápida. Me pillo un menú y un litro de Pepsi (no hay coca cola y estoy seco), y me cuesta la cena la friolera de 21 AED, algo así como 3,5 €... y es que todavía creo que se puede ir a Dubai unos días en modo low cost!!
Sobre las 12h de la noche estoy entrando en mi habitación después de 17 horas seguidas callejeando, me meto una ducha y a la cama, que mañana toca otro de los platos fuertes del viaje. Contento por el día de hoy!
DÍA 4.- DUBAI
Hoy he estado remolón en la cama después del tute de ayer, y es que el día de hoy me lo voy a tomar con mucha calma. He bajado a desayunar a las 09:00h y se nota que a la gente no le gusta madrugar porque el comedor estaba a tope.Poco después he salido del hotel y he caminado hacia la estación de metro, aún sabiendo que hoy que es viernes, por las mañanas está todo cerrado, incluso el transporte público, que no funciona hasta las 13:30 horas.
Después de sacar algo de dinero en un cajero, he cogido un taxi en las inmediaciones de la estación de Al Rigga, y me ha llevado al Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo, con infinitas tiendas de todo tipo, desde las más lujosas hasta las más normalitas, pero es que además cuenta con una pista de patinaje, el acuario más grande del mundo y sobretodo, del edificio Burj Khalifa, el edificio más alto de todo el mundo, dónde tengo visita esta tarde.
El taxi me ha dejado 20 minutos después en la puerta principal y me ha costado 20 AED. Solamente cruzar la puerta y viendo el tipo de personas que se mueven por allí, me he dado cuenta que poco voy a comprar hoy por aquí.
Después de recorrer unas cuántas tiendas necesitaba oxigenarme de tanto lujo, glamour y gente, y me he ido a la planta baja, al Ground Floor, dónde atravesando las puertas dónde están los restaurantes, se llega a uno de los dos iconos más conocidos de la ciudad, el Burj Khalifa, dónde todavía no hay mucha gente en los exteriores y se está bien haciendo fotos a pesar de la calor que hace, mientras los demás están quemando sus tarjetas de crédito.
Después de estar un rato haciendo fotos y aguantar el calor sofocante, decido meterme de nuevo en el centro comercial porque voy empapado de sudor, y tras descansar un rato, sigo visitando este enorme centro comercial, visitando sus famosas cascadas, el acuario por fuera con una longitud de 51 metros de largo (entrar cuesta unos 20 € al cambio) y una increible pista de patinaje.
Después de estar un rato visitando estas atracciones me doy cuenta que tengo wifi ilimitado y gratuito dentro del Dubai Mall, así que me siento en una heladería y me conecto un rato a enviar fotos y vídeos a los amigos por whassap mientras me como un rico helado.
Ya son cerca de las 15h y con la tontería no he comido todavía, así que no lo retraso más y finalmente me decido por la cadena americana Five Guys, que ya conocía de mi experiencia en USA, y que está localizada justo en la salida para visitar el Burj Khalifa. Cuando llego está a tope pero me apañan una mesa y aunque no está al lado de los grandes ventanales que tiene vista al edificio más grande del mundo, desde mi mesa puedo ver parte del edificio.
La comida genial, como siempre, y no demasiada cara al tratarse de una franquícia americana.
Como todavía tengo tiempo después de comer hasta la hora de mi visita al Burj Khalifa, sigo recorriendo parte de las tiendas del Dubai Mall mientras me voy acercando a las taquillas de la tienda At the Top.
A las 17h ya estaba en la puerta de la tienda At The Top dónde con la confirmación de mi reserva que hice desde casa a través de la web Burj Khalifa Tickets, te vas directamente a unas máquinas y poniendo tus datos y el número de reserva, te entrega directamente tu ticket original para subir. En caso de que tengas algún problema, hay una recepción con unas chicas para ayudarte. Había gente que me veía hacerlo a mi, y cuando acabé se dirigían a mi para que les sacara sus tickets, con los tres primeros de la fila no puse ningún problema, pero al final me cansé y al resto le dije que pasaran por recepción porque yo no era ningún trabajador de allí y se me iba a pasar mi turno para subir.
Se recomienda comprar los tickets por la web como mínimo con un mes de antelación si no quieres que se agoten y te quedes sin subir, además de que en el supuesto que queden entradas en la taquilla, el precio es mucho más caro. A mi me costó 130 AED (unos 33 € al cambio), que es la entrada más barata, pero si te coincide con el sunset o puesta de sol o las compras allí, los tickets cuestan 300 AED. Se recomienda llegar mínimo 30 minutos antes y hay que pasar un control de metales.
A las 17:30h puntuales nos dejan pasar, pasamos el control de seguridad y empezamos a subir unas escaleras mecánicas, dónde en la siguiente planta hay una exposición fotográfica sobre la construcción del edificio, así como otros edificios famosos de otros lugares del mundo, mientras se hace cola para subir a uno de los dos ascensores que solamente hay disponible para subir al piso 124 del Burj Khalifa, así que imaginaros la cola de gente que había esperando.
Por cierto, todos los tickets a una semana vista estaban vendidos, así que la gente que se arriesgaba a comprar los tickets allí sin reserva desde la web, no pudieron visitarlo.
Por fin me toca y subimos al ascensor, dónde se apagan las luces y en menos de un minuto te sube al piso 124 del edificio, taponándote los oidos y con una sensación de estar volando.
Al abrirse las puertas te recibe una chica al grito pelado de "Welcome to Burj Khalifa, enjoy!" y a partir de ahí viene la decepción, ya que después de atravesar la tienda de recuerdos y hacerte la foto de rigor para que después al salir la compres a precio de oro, llegas a la terraza y... Oh my god!! Está todo petado de gente, las fotos se hacen a través de unas vidrieras o grandes ventanales que tienen más mierda que yo que sé, y las únicas aberturas sin cristales que hay cabe la cámara muy justo y encima están todos los gilipollas ocupándola con sus palitos de selfie y sus fotos patéticas con posturitas raras!!! Así que paciencia.... mucha paciencia!!!
Finalmente cuando veo que alguien está haciendo el gilipollas más de lo normal, consigo meterme en algún hueco como si fuera la ley del más fuerte de la selva y estropeando más de una foto, y consigo hacer algunas fotos en condiciones, pero no como a mi me hubieran gustado.
Lo bueno de subir a esta hora es que la sombra del Burj Khalifa de 828 metros se proyecta en el paisaje desértico de la ciudad. Después de algunas fotos y resistir la tentación de haberle partido el palito de selfie a más de uno en la cabeza o habérselo metido por un sitio que yo sé, salgo de la terraza para ver la otra mitad del paisaje, pero esta vez es a través de vidrieras dónde están los cristales tan sucios que es imposible sacar fotos en condiciones, ya que salen todas reflejadas.
Mientras estoy haciendo tiempo para que empiece a atardecer y se haga de noche para hacer fotos nocturnas, se presenta por allí la chica que nos recibió en el ascensor con algunos de seguridad y nos dice que tenemos que empezar a ir bajando y desalojar el edificio, ya que está prevista una visita privada de última hora de alguien importante y tienen que despejar la terraza, así que me cago en sus muelas y le pido si al finalizar la visita privada se puede volver a subir para contemplar las vistas de noche y me dice que no rotundamente. Así que mi gozo en un pozo, y aún gracias que a base de empujones y codazos me ha dado tiempo de hacer fotos, cogemos el ascensor y en un minuto ya estamos abajo otra vez, dónde al pasar por la tienda te viene la dependienta con la foto que te hicieron al principio pero que al ver mi cara de mala leche ya ni se atrevió a vendermela.
Moraleja, si te sobra el dinero o te hace mucha ilusión subir al Burj Khalifa y después presumir que has subido al edificio más alto del mundo, pues adelante. En cambio, si no queréis gastar más dinero ni perder tanto tiempo, os recomiendo que no subáis.
Tengo claro que volveré alguna vez más por Dubai en algún stopover, pero también tengo claro que la próxima vez no subiré al Burj Khalifa y lo veré y lo retrataré desde fuera.
A las 19:00h en punto y cada media hora, delante del Burj Khalifa hacen el espectáculo de luz y sonido en las Fuentes, así que allí fui en busca de algún hueco entre tanta gente.
Presencié varios de sus espectáculos que tienen una duración de unos 5 minutos cada uno, y la verdad es que después de visitar el espectáculo original que son las Fuentes del Bellagio de Las Vegas en mi viaje a la Costa Oeste de USA, lo de las Fuentes de Dubai me parece una copia muy cutre, de dudosa calidad e incluso de mal gusto, porque son muy aburridas y a mi por lo menos no me sorprendieron nada.
Con la noche cerrada era ya hora de irse de allí, así que buscando la salida para coger el metro encontré estas dos maquinitas bastante curiosas, una era una máquina dispensadora de lingotes de oro (algo impresionante) y la otra máquina era un cargador de baterías sin cables, es decir, te quedas sin batería en el móvil o en la cámara de fotos, pues que no cunda el pánico ya que metes tu dispositivo dentro sin cables ni nada, cierras la bandeja (se pueden cargar varios a la vez), metes los billetes y en menos de 5 minutos ya tienes tu móvil o cualquier otro dispositivo cargado totalmente!! Lo nunca visto y la cola increible de gente que había para hacer sus cargas.
Antes de abandonar el Dubai Mall hago una cena rápida en uno de los locales de Johnny Rockets y me cojo el metro, pero en vez de irme para el hotel decido ir de nuevo al Dubai Marina, aprovechando que no estoy cansado y quiero verlo iluminado por la noche.
Después de dar una vuelta por el agradable Dubai Marina y con un ambientazo muy bueno por ser viernes que nada tiene que ver con el dia que llegué, a las 23h de la noche volví a coger el metro hacia mi hotel antes de que cerraran las estaciones, llegando a mi habitación cerca de la medianoche, así que duchita y poco más.
Aunque hoy no ha sido un día muy cansado, toca descansar porque mañana es mi último día en la ciudad y quiero aprovecharlo al máximo.
Después de recargar de nuevo mi Silver Card con 20 AED, cojo el metro hasta Union y hago transbordo en la línea verde hasta Al Fahidi, dónde tengo intención de visitar el Museo de Dubai.
Me encuentro en la zona más antigua de la ciudad y dónde nació la ciudad de Dubai, una zona muy tradicional llena de gente humilde y pequeños negocios de comida.
Solamente salir del metro de Al Fahidi me dirijo a la tienda NEW DIRHAM, una especie de bazar dónde venden todo tipo de cosas, desde flores hasta maletas de viaje, pero aquí es dónde encuentro los souvenirs y postales más baratos de todo el viaje, así que aprovecho para comprar algún recuerdo para la familia.
El edificio no tiene pérdida, es de color amarillo y es grande, y tiene el nombre del negocio en grandes rótulos. Se pueden encontrar algunos chollos y los vendedores son muy enrollados. Incluso se puede pagar con Visa.
Después de despedirme del cachondo vendedor, sigo toda la avenida Al Fahidi para abajo y vas a parar al Museo de Dubai, dónde por 3 AED que cuesta la entrada puedes hacerte una idea de los orígenes de la ciudad.
La visita no mata, pero si tenéis tiempo y para lo que cuesta, os podéis acercar y visitarlo. La foto de la pizzeria me hizo gracia no porque me parara a comer, sino porque leyendo el viaje que hizo mi amigo Héctor de Mi Baúl de Blogs, lo recomendaba bastante y lo tenía muy presente todavía en mi memoria, lástima que todavía es muy pronto para comer, pero si lo recomienda Héctor hacerle caso, que es un puto crack!
Sigo bajando la calle hasta llegar a una bifurcación y giro a la izquierda, y llegas de lleno a la zona de Al Bastakiya, edificaciones antigua en un entramado de callejones estrechos, que después de tanto lujo os aseguro que es un romanso de paz, además de que el tráfico no llega aquí, dónde solamente encontrarás alguna mezquita y tiendas tradicionales.
Callejeando por sus estrechas calles se llega al Zoco de Bur Dubai, dónde encontraremos tiendas de ventas de camisetas, souvenirs y sobretodo, especias. El lugar no es muy agradable para pasear porque aquí los vendedores son muy cansinos, la verdad! Que si pruébate la camiseta, que si cómprame especias, que si mira que bonito para tu familia, que vengas que te pongo el pañuelo árabe en la cabeza.... como decía José Mota: "Eres muuuuuu cansiiiino"!!! Bufff.
Después de atravesar el Zoco de Bur Dubai, se llega finalmente al Dubai Creek, lugar dónde se cogen las Abra (barcas) para cruzar al otro lado del rio. El horario es de 05h de la mañana a 12h de la noche, y el trayecto cuesta solamente 1 AED, que se paga directamente al barquero. El trayecto suele durar unos 10 minutos y a mi se me pasaron muy rápido charlando con unos pakistaníes.
Una vez llegas a la otra orilla del rio, en Deira comienza un entremado de calles laberinticas dónde llegan muy pocos occidentales, y dónde lo normal es cruzarse con árabes, pakistaníes, hindúes, etc... Después de cruzar varios mercados de ropa y alguna que otra mezquita, se llega al Zoco de las Especias, bastante abarrotado de gente y un poco caótico circular por allí, y sobretodo, al famoso Zoco de Oro, dónde se concentran aproximadamente unas 300 joyerías, y dónde destaca la joyería Kanz, que dispone del anillo más grande del mundo y actualmente es el Récord Guiness.
Finalizada las visitas a la parte antigua de la ciudad y con un bochornazo increible, me voy caminando hasta que encuentro una parada de bus, que son súper curiosas porque están tapadas y dentro disponen de aire acondicionado, y le pregunto a un hombre que hay allí si el bus llega hasta Al Karama, un barrio de Dubai llena de tiendas de imitación de todo tipo y dónde dicen que se encuentran buenos precios; me contesta que no lo sabe, así que después de esperar un rato y ver que allí no aparece nadie, sigo caminando unos metros más hasta llegar a la estación de metro de Al Ghubaiba, dónde hago trasbordo en Burjuman y cojo la línea roja hasta la estación Emirates Towers, ya que me he encaprichado de ver estas maravillosas torres gemelas desde más cerca.
Me quedan unas tres horas de tiempo antes de volver al hotel a por mi mochila e irme hasta el aeropuerto y todavía no he comido, así que aprovecho la cercanía para volver al Mall of the Emirates, así aprovecho para comer, no pasar más calor, dar una vuelta y visitar el Ski Dubai y comprar unos imanes de recuerdo en el Carrefour, que es dónde hay más variedad y están más baratos de toda la ciudad.
Solamente informaros que el Carrefour del Mall of the Emirates no tiene nada que ver con esta cadena francesa que tenemos en nuestra ciudad, el de allí es inmenso, encuentras de todo y para que veáis el nivel que tienen, ofrecen caviar para degustar... madre mia!!
Más que un Carrefour yo lo compararía con un El Corte Inglés entero, porque lo que no encuentres allí, probablemente no exista!
Ahora si que doy por finalizada mi etapa de visitas en Dubai, probablemente me he dejado algunas visitas interesantes como hacer un Safari por el Desierto, un brunch en el restaurante Kaleidoscope en el Hotel Atlantis por un módico precio de más de 100 €, etc... pero tenía claro que esta sería una visita low cost y una vez cumplido lo que quería ver que es más o menos lo más importante en una primera visita, ya me doy por satisfecho.
De vuelta al hotel totalmente empapado de sudor, tengo la suerte que me dejan darme una ducha en una habitación habilitada para tal efecto, y con la mochila en la espalda me voy de nuevo al metro, dónde lo cojo por última vez para bajarme cuatro paradas después en la terminal 3 del aeropuerto, dónde facturo mi mochila sin ningún problema, y después de pasar por el Duty Free de Dubai, solamente me falta recomendar a los viajeros fumadores que aprovechen para comprar tabaco en el Duty Free, porque el cartón de la marca Winston está tirado de precio y cuesta solamente 60 AED, que son unos 15 € al cambio, así que por ese precio solamente puedes comprar tres cajetillas en España.
El vuelo sale puntual a las 21:35h para Kuala Lumpur y tengo suerte de que el asiento de al lado mio no está ocupado y puede pasarme las 6 horas de vuelo bastante ancho.
Y para finalizar, y después de seis semanas viajando por los Emiratos Árabes, Malasia, Laos y Tailandia, a mi vuelta a Dubai para enlazar con el vuelo a Barcelona, me regalaron la fantástica experiencia de volar en el A380 de dos pisos, es la primera vez que volaba en este tipo de avión y la experiencia ha sido maravillosa, y ha sido el colofón a un viaje y unas vacaciones de ensueño.
Hasta pronto, Dubai!! Nos veremos en futuras escalas o stopover, estoy seguro.
Después de estar un rato haciendo fotos y aguantar el calor sofocante, decido meterme de nuevo en el centro comercial porque voy empapado de sudor, y tras descansar un rato, sigo visitando este enorme centro comercial, visitando sus famosas cascadas, el acuario por fuera con una longitud de 51 metros de largo (entrar cuesta unos 20 € al cambio) y una increible pista de patinaje.
Después de estar un rato visitando estas atracciones me doy cuenta que tengo wifi ilimitado y gratuito dentro del Dubai Mall, así que me siento en una heladería y me conecto un rato a enviar fotos y vídeos a los amigos por whassap mientras me como un rico helado.
Ya son cerca de las 15h y con la tontería no he comido todavía, así que no lo retraso más y finalmente me decido por la cadena americana Five Guys, que ya conocía de mi experiencia en USA, y que está localizada justo en la salida para visitar el Burj Khalifa. Cuando llego está a tope pero me apañan una mesa y aunque no está al lado de los grandes ventanales que tiene vista al edificio más grande del mundo, desde mi mesa puedo ver parte del edificio.
La comida genial, como siempre, y no demasiada cara al tratarse de una franquícia americana.
Como todavía tengo tiempo después de comer hasta la hora de mi visita al Burj Khalifa, sigo recorriendo parte de las tiendas del Dubai Mall mientras me voy acercando a las taquillas de la tienda At the Top.
A las 17h ya estaba en la puerta de la tienda At The Top dónde con la confirmación de mi reserva que hice desde casa a través de la web Burj Khalifa Tickets, te vas directamente a unas máquinas y poniendo tus datos y el número de reserva, te entrega directamente tu ticket original para subir. En caso de que tengas algún problema, hay una recepción con unas chicas para ayudarte. Había gente que me veía hacerlo a mi, y cuando acabé se dirigían a mi para que les sacara sus tickets, con los tres primeros de la fila no puse ningún problema, pero al final me cansé y al resto le dije que pasaran por recepción porque yo no era ningún trabajador de allí y se me iba a pasar mi turno para subir.
Se recomienda comprar los tickets por la web como mínimo con un mes de antelación si no quieres que se agoten y te quedes sin subir, además de que en el supuesto que queden entradas en la taquilla, el precio es mucho más caro. A mi me costó 130 AED (unos 33 € al cambio), que es la entrada más barata, pero si te coincide con el sunset o puesta de sol o las compras allí, los tickets cuestan 300 AED. Se recomienda llegar mínimo 30 minutos antes y hay que pasar un control de metales.
A las 17:30h puntuales nos dejan pasar, pasamos el control de seguridad y empezamos a subir unas escaleras mecánicas, dónde en la siguiente planta hay una exposición fotográfica sobre la construcción del edificio, así como otros edificios famosos de otros lugares del mundo, mientras se hace cola para subir a uno de los dos ascensores que solamente hay disponible para subir al piso 124 del Burj Khalifa, así que imaginaros la cola de gente que había esperando.
Por cierto, todos los tickets a una semana vista estaban vendidos, así que la gente que se arriesgaba a comprar los tickets allí sin reserva desde la web, no pudieron visitarlo.
Por fin me toca y subimos al ascensor, dónde se apagan las luces y en menos de un minuto te sube al piso 124 del edificio, taponándote los oidos y con una sensación de estar volando.
Al abrirse las puertas te recibe una chica al grito pelado de "Welcome to Burj Khalifa, enjoy!" y a partir de ahí viene la decepción, ya que después de atravesar la tienda de recuerdos y hacerte la foto de rigor para que después al salir la compres a precio de oro, llegas a la terraza y... Oh my god!! Está todo petado de gente, las fotos se hacen a través de unas vidrieras o grandes ventanales que tienen más mierda que yo que sé, y las únicas aberturas sin cristales que hay cabe la cámara muy justo y encima están todos los gilipollas ocupándola con sus palitos de selfie y sus fotos patéticas con posturitas raras!!! Así que paciencia.... mucha paciencia!!!
Finalmente cuando veo que alguien está haciendo el gilipollas más de lo normal, consigo meterme en algún hueco como si fuera la ley del más fuerte de la selva y estropeando más de una foto, y consigo hacer algunas fotos en condiciones, pero no como a mi me hubieran gustado.
Lo bueno de subir a esta hora es que la sombra del Burj Khalifa de 828 metros se proyecta en el paisaje desértico de la ciudad. Después de algunas fotos y resistir la tentación de haberle partido el palito de selfie a más de uno en la cabeza o habérselo metido por un sitio que yo sé, salgo de la terraza para ver la otra mitad del paisaje, pero esta vez es a través de vidrieras dónde están los cristales tan sucios que es imposible sacar fotos en condiciones, ya que salen todas reflejadas.
Mientras estoy haciendo tiempo para que empiece a atardecer y se haga de noche para hacer fotos nocturnas, se presenta por allí la chica que nos recibió en el ascensor con algunos de seguridad y nos dice que tenemos que empezar a ir bajando y desalojar el edificio, ya que está prevista una visita privada de última hora de alguien importante y tienen que despejar la terraza, así que me cago en sus muelas y le pido si al finalizar la visita privada se puede volver a subir para contemplar las vistas de noche y me dice que no rotundamente. Así que mi gozo en un pozo, y aún gracias que a base de empujones y codazos me ha dado tiempo de hacer fotos, cogemos el ascensor y en un minuto ya estamos abajo otra vez, dónde al pasar por la tienda te viene la dependienta con la foto que te hicieron al principio pero que al ver mi cara de mala leche ya ni se atrevió a vendermela.
Moraleja, si te sobra el dinero o te hace mucha ilusión subir al Burj Khalifa y después presumir que has subido al edificio más alto del mundo, pues adelante. En cambio, si no queréis gastar más dinero ni perder tanto tiempo, os recomiendo que no subáis.
Tengo claro que volveré alguna vez más por Dubai en algún stopover, pero también tengo claro que la próxima vez no subiré al Burj Khalifa y lo veré y lo retrataré desde fuera.
A las 19:00h en punto y cada media hora, delante del Burj Khalifa hacen el espectáculo de luz y sonido en las Fuentes, así que allí fui en busca de algún hueco entre tanta gente.
Presencié varios de sus espectáculos que tienen una duración de unos 5 minutos cada uno, y la verdad es que después de visitar el espectáculo original que son las Fuentes del Bellagio de Las Vegas en mi viaje a la Costa Oeste de USA, lo de las Fuentes de Dubai me parece una copia muy cutre, de dudosa calidad e incluso de mal gusto, porque son muy aburridas y a mi por lo menos no me sorprendieron nada.
Con la noche cerrada era ya hora de irse de allí, así que buscando la salida para coger el metro encontré estas dos maquinitas bastante curiosas, una era una máquina dispensadora de lingotes de oro (algo impresionante) y la otra máquina era un cargador de baterías sin cables, es decir, te quedas sin batería en el móvil o en la cámara de fotos, pues que no cunda el pánico ya que metes tu dispositivo dentro sin cables ni nada, cierras la bandeja (se pueden cargar varios a la vez), metes los billetes y en menos de 5 minutos ya tienes tu móvil o cualquier otro dispositivo cargado totalmente!! Lo nunca visto y la cola increible de gente que había para hacer sus cargas.
Antes de abandonar el Dubai Mall hago una cena rápida en uno de los locales de Johnny Rockets y me cojo el metro, pero en vez de irme para el hotel decido ir de nuevo al Dubai Marina, aprovechando que no estoy cansado y quiero verlo iluminado por la noche.
Después de dar una vuelta por el agradable Dubai Marina y con un ambientazo muy bueno por ser viernes que nada tiene que ver con el dia que llegué, a las 23h de la noche volví a coger el metro hacia mi hotel antes de que cerraran las estaciones, llegando a mi habitación cerca de la medianoche, así que duchita y poco más.
Aunque hoy no ha sido un día muy cansado, toca descansar porque mañana es mi último día en la ciudad y quiero aprovecharlo al máximo.
DÍA 5.- DUBAI - KUALA LUMPUR
Hoy he vuelto a madrugar bastante, he bajado a desayunar yo solo y he vuelto a preparar mi mochila para dejarla en la consigna del hotel hasta la tarde, que me vuelva al aeropuerto ya que mi vuelo a Kuala Lumpur no sale hasta las 21:35h de la noche.Después de recargar de nuevo mi Silver Card con 20 AED, cojo el metro hasta Union y hago transbordo en la línea verde hasta Al Fahidi, dónde tengo intención de visitar el Museo de Dubai.
Me encuentro en la zona más antigua de la ciudad y dónde nació la ciudad de Dubai, una zona muy tradicional llena de gente humilde y pequeños negocios de comida.
Solamente salir del metro de Al Fahidi me dirijo a la tienda NEW DIRHAM, una especie de bazar dónde venden todo tipo de cosas, desde flores hasta maletas de viaje, pero aquí es dónde encuentro los souvenirs y postales más baratos de todo el viaje, así que aprovecho para comprar algún recuerdo para la familia.
El edificio no tiene pérdida, es de color amarillo y es grande, y tiene el nombre del negocio en grandes rótulos. Se pueden encontrar algunos chollos y los vendedores son muy enrollados. Incluso se puede pagar con Visa.
Después de despedirme del cachondo vendedor, sigo toda la avenida Al Fahidi para abajo y vas a parar al Museo de Dubai, dónde por 3 AED que cuesta la entrada puedes hacerte una idea de los orígenes de la ciudad.
La visita no mata, pero si tenéis tiempo y para lo que cuesta, os podéis acercar y visitarlo. La foto de la pizzeria me hizo gracia no porque me parara a comer, sino porque leyendo el viaje que hizo mi amigo Héctor de Mi Baúl de Blogs, lo recomendaba bastante y lo tenía muy presente todavía en mi memoria, lástima que todavía es muy pronto para comer, pero si lo recomienda Héctor hacerle caso, que es un puto crack!
Sigo bajando la calle hasta llegar a una bifurcación y giro a la izquierda, y llegas de lleno a la zona de Al Bastakiya, edificaciones antigua en un entramado de callejones estrechos, que después de tanto lujo os aseguro que es un romanso de paz, además de que el tráfico no llega aquí, dónde solamente encontrarás alguna mezquita y tiendas tradicionales.
Callejeando por sus estrechas calles se llega al Zoco de Bur Dubai, dónde encontraremos tiendas de ventas de camisetas, souvenirs y sobretodo, especias. El lugar no es muy agradable para pasear porque aquí los vendedores son muy cansinos, la verdad! Que si pruébate la camiseta, que si cómprame especias, que si mira que bonito para tu familia, que vengas que te pongo el pañuelo árabe en la cabeza.... como decía José Mota: "Eres muuuuuu cansiiiino"!!! Bufff.
Después de atravesar el Zoco de Bur Dubai, se llega finalmente al Dubai Creek, lugar dónde se cogen las Abra (barcas) para cruzar al otro lado del rio. El horario es de 05h de la mañana a 12h de la noche, y el trayecto cuesta solamente 1 AED, que se paga directamente al barquero. El trayecto suele durar unos 10 minutos y a mi se me pasaron muy rápido charlando con unos pakistaníes.
Una vez llegas a la otra orilla del rio, en Deira comienza un entremado de calles laberinticas dónde llegan muy pocos occidentales, y dónde lo normal es cruzarse con árabes, pakistaníes, hindúes, etc... Después de cruzar varios mercados de ropa y alguna que otra mezquita, se llega al Zoco de las Especias, bastante abarrotado de gente y un poco caótico circular por allí, y sobretodo, al famoso Zoco de Oro, dónde se concentran aproximadamente unas 300 joyerías, y dónde destaca la joyería Kanz, que dispone del anillo más grande del mundo y actualmente es el Récord Guiness.
Finalizada las visitas a la parte antigua de la ciudad y con un bochornazo increible, me voy caminando hasta que encuentro una parada de bus, que son súper curiosas porque están tapadas y dentro disponen de aire acondicionado, y le pregunto a un hombre que hay allí si el bus llega hasta Al Karama, un barrio de Dubai llena de tiendas de imitación de todo tipo y dónde dicen que se encuentran buenos precios; me contesta que no lo sabe, así que después de esperar un rato y ver que allí no aparece nadie, sigo caminando unos metros más hasta llegar a la estación de metro de Al Ghubaiba, dónde hago trasbordo en Burjuman y cojo la línea roja hasta la estación Emirates Towers, ya que me he encaprichado de ver estas maravillosas torres gemelas desde más cerca.
Me quedan unas tres horas de tiempo antes de volver al hotel a por mi mochila e irme hasta el aeropuerto y todavía no he comido, así que aprovecho la cercanía para volver al Mall of the Emirates, así aprovecho para comer, no pasar más calor, dar una vuelta y visitar el Ski Dubai y comprar unos imanes de recuerdo en el Carrefour, que es dónde hay más variedad y están más baratos de toda la ciudad.
Solamente informaros que el Carrefour del Mall of the Emirates no tiene nada que ver con esta cadena francesa que tenemos en nuestra ciudad, el de allí es inmenso, encuentras de todo y para que veáis el nivel que tienen, ofrecen caviar para degustar... madre mia!!
Más que un Carrefour yo lo compararía con un El Corte Inglés entero, porque lo que no encuentres allí, probablemente no exista!
Ahora si que doy por finalizada mi etapa de visitas en Dubai, probablemente me he dejado algunas visitas interesantes como hacer un Safari por el Desierto, un brunch en el restaurante Kaleidoscope en el Hotel Atlantis por un módico precio de más de 100 €, etc... pero tenía claro que esta sería una visita low cost y una vez cumplido lo que quería ver que es más o menos lo más importante en una primera visita, ya me doy por satisfecho.
De vuelta al hotel totalmente empapado de sudor, tengo la suerte que me dejan darme una ducha en una habitación habilitada para tal efecto, y con la mochila en la espalda me voy de nuevo al metro, dónde lo cojo por última vez para bajarme cuatro paradas después en la terminal 3 del aeropuerto, dónde facturo mi mochila sin ningún problema, y después de pasar por el Duty Free de Dubai, solamente me falta recomendar a los viajeros fumadores que aprovechen para comprar tabaco en el Duty Free, porque el cartón de la marca Winston está tirado de precio y cuesta solamente 60 AED, que son unos 15 € al cambio, así que por ese precio solamente puedes comprar tres cajetillas en España.
El vuelo sale puntual a las 21:35h para Kuala Lumpur y tengo suerte de que el asiento de al lado mio no está ocupado y puede pasarme las 6 horas de vuelo bastante ancho.
Y para finalizar, y después de seis semanas viajando por los Emiratos Árabes, Malasia, Laos y Tailandia, a mi vuelta a Dubai para enlazar con el vuelo a Barcelona, me regalaron la fantástica experiencia de volar en el A380 de dos pisos, es la primera vez que volaba en este tipo de avión y la experiencia ha sido maravillosa, y ha sido el colofón a un viaje y unas vacaciones de ensueño.
Hasta pronto, Dubai!! Nos veremos en futuras escalas o stopover, estoy seguro.
Ei Òscar! Acabo de llegir amb moooolt deteniment tot el teu relat i he pres bona nota de tots els consells que dones i que posaré en pràctica d'aquí a quinze dies!! Gràcies per tota la info, em serà molt útil!! Jo també em passaré pel Carrefour a comprar imants i de passada a degustar caviar... jejeje.
ResponderEliminarUna abraçada!
Hola Anna!!
EliminarMe'n alegro que et serveixi tota la informació pel teu viatge, espero que estiguis preparada per passar molta calor!!! :) Sobretot no et perdis una escapadeta d'un dia a Abu Dhabi, és fascinant!!
Si tens qualsevol dubte o alguna pregunta abans de que marxis, envia'm un mail i amb molt de gust intentaré respondre a cadascuna de les teves preguntes.
Una abraçada molt forta!!
mira que bien que te la has pasado en dubai, me encanto, como puedo encontrar el de thailandia,salgo en 3 dias para ambos destinos..
ResponderEliminarmi correo es superyesi001@hotmail.com
gracias.
Hola Yesenia!
EliminarMuchas gracias por pasarte a comentar y por tus palabras. La información de Tailandia la puedes encontrar en la misma barra lateral, apretando en "Tailandia" y allí tienes disponible toda la información, que espero que te sea de gran utilidad.
Que tengas un buen viaje y a tu vuelta ya me contarás tu experiencia si te apetece.
Saludos!
Me he leído tu diario del tirón. Una pena que sea tan antiguo, pero aún así me encanta como está escrito, con una visión personal de lo que vas viendo. Muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarHola Sara!!
EliminarMuchas gracias a ti por leerlo y pasarte por aquí!
Saludos.